sábado, 3 de mayo de 2025

Plaza de toros de La Maestranza. Corrida de toros.

“A nuestros amigos, Rosa y Juanjo”. Sevilla, siempre será Sevilla.

“Mosquetón salvó la tarde”

El coso maestrante registró casi un lleno. Se lidiaron astados de Victorino Martín, corrida cinqueña, salvo el primero que le salvaba la cara, ganado vareado. El juego fue malo, salvándose de la mansedumbre y la falta de casta el quinto, que como bien pueden imaginar, le tocó su lidia a Manuel Escribano, que tiene los astros de cara en esta plaza. El primero fue pitado en el arrastre. El segundo recibió división de opiniones. El tercero fue aplaudido de salida. El quinto fue premiado con la vuelta al ruedo. Como dato anecdótico, el primero tardó en salir al ruedo, seguro que encontraría su mansedumbre más aliciente en los corrales que en la bonita arena de albero.

Terna:

El Cid: De rioja y oro. Dos pinchazos, uno que escupió y otro sin soltar y estocada atravesada y trasera. Silencio. En el cuarto cuatro pinchazos, aviso y descabello. Silencio de Sevilla.

Manuel Escribano: De marino y oro. Pinchazo arriba y estocada trasera tras aviso. Saludos desde el tercio. Estocada trasera tras aviso. Dos orejas.

Daniel Luque: De verde y oro. Estocada trasera y desprendida. El animal se marchó a tablas a recibir la muerte. Saludos tras petición minoritaria. En el sexto estocada y cuatro descabellos. Silencio.

Presidenta: Doña Macarena de Pablo Romero Raynaud.

La vuelta al ruedo al quinto fue un premio excesivo. El toro fue bravo en la muleta, pero en el caballo se guardó su entrega en la pelea.

Suerte de varas:

Continúan estos profesionales si dar la importancia y la belleza que tiene esta suerte. Aparte que en ella los aficionados obtienen los datos de las condiciones de los animales, atemperando su agresividad. Desgraciadamente la tratan como un puro trámite. Y lo más importante el castigo a los animales es excesivo.

CUADRILLAS.

En general los toreros de plata cumplieron en sus funciones. En el cuarto tuvo que desmonterarse Juan Sierra en la colocación de los rehiletes. En el quinto el picador Juan Francisco Peña, fue aplaudido después de marrar en la primera entrada al caballo.

TORO A TORO

1º Planetario: N.83. 503 kg. Cárdeno bragado. En la primera entrada le costó acudir al caballo, cuando lo hizo metió los riñones, fue castigado trasero y el piquero le tapó la salida. En la segunda entrada se dejó pegar y el montado le arreó sin medida.

2º Venerado. N. 100. 507 kg. Negro entrepelado. En la primera vara se dejó pegar sin entregarse en el peto. En la segunda tuvo comportamiento de manso, escarbó y entró al caballo al relace, el piquero se limitó a marcar el castigo y salió suelto.

3º Pesador. N. 46 525 kg. Cárdeno bragado. El animal no fue castigado. En la primera entrada marcó trasero el puyazo y le tapó la salida. No era necesario ese detalle tan poco deseado por los aficionados. En la segunda entrada se dejó pegar y tampoco fue castigado. La suerte fue un puro trámite.

4º Cucador. N 45. 505 kg. Negro entrepelado. En la primera entrada hizo una fea pelea, en la segunda fue castigado bajo. No se le vio en el caballo.

5º Mosquetón. N. 76. 510 kg. Negro entrepelado. En la primera entrada se dejó pegar. Nada más. En la segunda marró el picador, el animal derribo por el impulso y cuando el caballo se levantó el toro empujó en el peto.

6º Estudioso. N. 66. 518 kg. Cárdeno bragado. En la primero vara no se entregó en el peto y se repuchó, intentando quitarse el hierro de encima. En la segunda volvió a cumplir con la mansedumbre que llevaba dentro. Se repuchó y no se empleó en el castigo.

CRONICA:

Es mejor marcharse con honra, antes que te ignoren los tendidos. El Cid fue lo que fue, pero desgraciadamente, ya no es. Pero el que tiene que verlo es el torero. Por su condición de sevillano, en la Maestranza seguro que tendrá siempre un hueco para abrir plaza, pero antes que eso las personas tenemos otros valores por los que tienen que respetarnos. Cierto que su primero no le dio oportunidad de estar bien ni mal. El animal corto en las embestidas, probón por ambos pitones, lo único que transmitía era peligro y el espada decidió tomar el acero y ofrecer un sainete de pinchazos. En el cuarto pasó apuros al recibirlo de capote e intentar sacarlo a los medios. En esos terrenos intentó el toreo por el pitón izquierdo pero no consiguió acoplarse con su mano buena. Solo se le vieron remates, por el derecho consiguió algún muletazo suelto y jaleado por un público agradecido que no olvida lo que El Cid ofreció en sus tiempos. Punto.

Manuel Escribano recibió a Venerado, cómodo de cara, con el capote consiguiendo dos verónicas ajustadas. Daniel Luque tuvo el detalle de hacer su quite. Con las banderillas Escribano trató de lucirse, pero en el primer par no tuvo lucimiento, clavó a toro muy pasado. En el segundo llegó a cuadrar en la cara del toro. En el tercero se la jugó por adentros con el mansurrón y bravucón enemigo. Con la pañosa se le coló en el segundo muletazo, pero por el izquierdo, el pitón bueno del toro, consiguió sacarle una tanda aseada y a continuación otra tragando y llevándolo toreado. Al final consiguió meterlo por el derecho. Cerró la faena con una tanda de naturales que no dejó indiferente a los asistentes. Al que hizo quinto la valentía del gerenense hizo que lo recibiera de hinojos frente a toriles, y con una larga cambiada le dio la bienvenida a su enemigo. A continuación se lució con el capote. Con las banderillas mostró disposición colocando un par al quiebro jugándose el tipo. En el último tercio brindó su labor a los presentes y el público entregado agradeció el detalle. El toro comenzó “su” faena comiéndose la muleta y el torero, sometiéndolo por bajo, ofrecieron una bonita y noble pelea. ¡Qué toro! Cuando acudía al engaño hacía el avión por el pitón derecho. La música acompañaba la labor que ofrecía  Mosquetón y la pañosa, junto con el torero, eran unos acompañantes privilegiados de la bravura que ofrecía el toro. Escribano estuvo digno, pero cuando un toro está por encima del matador, algo nos hemos perdido los aficionados.

A Daniel Luque se le vio frio y con pocas ganas de fajarse con sus enemigos. Se limitó a cumplir el expediente, y eso no es habitual en el torero de Gerena. En su primero se lució con el capote, primero con unas largas de recurso y a continuación con verónicas ajustadas y templadas. Otra suerte que los taurinos están llevando al precipicio del olvido. Brindó al cielo su primero en recuerdo de su padre. Por el pitón derecho el sevillano no se acopló y le tocaba la muleta en cada intento de lucimiento. En el toreo al natural el “vitorino” con poco recorrido no transmitió nada, y el torero tampoco intentó prolongar las embestidas para su lucimiento. El toro se fue cerrando en tablas y solo quedó la voluntad del torero. El sexto de salida se desplazaba por los dos pitones pero el matador solo consiguió una verónica templada. Con la muleta lo mantuvo en el tercio, pero al pasarlo, tanto por el derecho como al natural se pudo comprobar que lo único que podía ofrecer es entrar a matar.

©Pepeíllo.

domingo, 27 de abril de 2025

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros. 

“No aprenden los toreros.”

En tarde primaveral y con un tercio de plaza. Se lidió una corrida de Saltillo. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del Papa Francisco, fallecido el pasado día 21 de abril. El ganado, de variada presentación y juego, entretuvo a los aficionados, que posiblemente esperaban algo más de casta en el encierro. El primero y tercero fueron aplaudidos de salida. El segundo, tercero y quinto fueron ovacionados en el arrastre. El segundo tuvo una muerte brava. El quinto fue el más desatacado del encierro.

Javier Castaño fue recibido con aplausos en su regreso a Las Ventas y como signo de despedida del torero este año. Cristóbal Reyes confirmó la alternativa de manos de Javier Castaño con el toro Presidiario II. Intentó recibir a su primero frente a toriles, pero el toro cuando apareció en el ruedo prefirió hacerle un desplante y marcharse barriendo las tablas.

Terna:

Javier Castaño: De blanco y oro. Pinchazo hondo bajo y atravesado. Silencio. En el cuarto estocada atravesada y tres descabellos. Silencio. Se retiró a la enfermería.

Luis Gerpe: De verde manzana y oro. Estocada muy delantera. Aviso. Estocada delantera y caída. El toro se echó y lo levantó el puntillero. 2º aviso. Volvió a levantarlo el puntillero. Al tercer intento consiguió despenarlo. Silencio. En el quinto estocada desprendida. El toro continuó pidiendo pelea hasta que dobló. Vuelta al ruedo con protestas tras petición.

Cristóbal Reyes: De burdeos y oro. En el toro de su confirmación tres pinchazos, el primero perdiendo la muleta y cuatro descabellos. Entre los intentos de matar, recibió dos avisos. Silencio. En el sexto el animal recibió cinco pinchazos y como regalo un bajonazo. Entre tanto la presidencia le envió dos avisos. El animal se echó supongo que aburrido al ver el “matador” que le había tocado en suerte. El torero recibió un silencio muy benevolente.


Presidente: D. José Luis González González.

Estuvo en su sitio cuando el público solicitó un trofeo a Luis Gerpe en el quinto sin caer en la trampa del triunfalismo de los tendidos. La petición no fue mayoritaria. Tuvo el detalle de permitir a cuatro toros acudir al caballo tres veces. Un detalle de aficionado, Presidente.

Suerte de varas:

No anduvieron finos los picadores. El primero, tercero, quinto y sexto recibieron un mensaje de los tendidos por su labor. Continúan castigando trasero y en los bajos y algunos como el segundo y el quinto no rectificaron. El tercero en la paletilla.

CUADRILLAS.

Los toreros de plata no pasaron de cumplir con su labor. Algunos intentaron lucirse en banderillas pero su intención quedó en eso. En el quinto Joao Pedro se la jugó al echarle el toro la cara arriba al cuadrar. Salió apurado del embroque y el toro hizo hilo y se libró de la cornada al intentar saltar el olivo.

TORO A TORO

1º Presidiario II: N.25. 567 kg. Cárdeno bragado meano corrido y axiblanco. En la primera vara el toro se quejó del castigo y el picador no anduvo acertado. En la segunda entrada se defendió y blandeó.

2º Millorquito N. 37. 543 kg. Negro entrepelado, bragado, meano, axiblanco. En la primera vara fue castigado trasero, el animal empujó en el peto. En la segundo se defendió y salió suelto. En la tercera se repuchó ante el castigo.

3º Chinito. N. 33. 572 kg. Cárdeno claro. Se defendió en el primer encuentro con el picador y el piquero lo castigó en los bajos. En la segunda vara el castigo lo recibió en la paletilla. En la tercera el toro salió suelto.

4º Astador. N. 10. 597 kg. Cárdeno. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda se repuchó y no le gustó el castigo.

5º Presidiario I. N. 36. 563 kg. Cárdeno, bragado, meano, corrido. En la primera vara lo tuvo que cerrar, empujó y se dejó pegar. En la segunda empujó y en la tercera se arrancó de largo y lo castigo bajo.

6º Relamido. N.48 533 kg. Cárdeno, bragado, meano Lo castigó trasero en el primer encuentro con el caballo. En la segunda marcó mal aunque rectificó.El animal no se entregó. En la tercera acudió de largo pero no se entregó en la pelea.

Crónica:

Los toreros siguen sin tomar nota de las desgracias que sufren algunos compañeros. Cuando se visten de luces se sentirán impunes y pensarán que los males les ocurren a otros. Un ejemplo: Recientemente le echaron al corral un toro a Alejandro Mora y además en el toro de su confirmación. Creo que los toreros deberían tomar nota de esos detalles, y no llevar las faenas a esos extremos y con el agravante de ofrecer vulgaridad. Como decía el crítico desaparecido J. Vidal, las faenas de muleta en cinco minutos. Ayer a Cristóbal Reyes le dieron dos avisos y precisamente en el toro de su confirmación. A esta faena consiguió adaptar su muleta casi al final de la misma. En la última tanda con la derecha consiguió templar las embestidas de su enemigo. Lo que hizo antes, citar fuera de cacho, trapazos por aquí y por allá… No imprimir a su labor la transmisión necesaria que llegara a los tendidos. Se le complicó la suerte suprema y… Dos avisos y a punto de sonar el tercero. Pero no paró aquí el desastre de avisos. En el sexto y después de recibirlo con la muleta con medios pases y mostrando muy poca confianza en el toreo al natural y ante un animal con poco recorrido, no llegó a acoplarse en ningún momento. Solo al final de faena y antes que comenzaran a sonar los avisos, consiguió una tanda aseada de naturales. ¡Para ese viaje no necesitó tantas alforjas de tiempo! Comenzó la suerte suprema con cinco pinchazos y un bajonazo al hilo del segundo aviso. El toro se echó aburrido después de tanta infamia muleteril.

Pero no terminó con Reyes el problema de los avisos. Luis Gerpe, matador con años de alternativa, recibió dos avisos en el primero de su lote. Su labor quedó plasmada ante un soso ejemplar con el cual el torero lo intentó pero no consiguió su objetivo. Recibió el primer aviso después de entrar a matar por primera vez. Después dio un sainete el puntillero que levantó al toro dos veces, y llegó el segundo aviso. Lo tuvo que despenar por detrás. En el quinto, ya lo dice el dicho. “No haya quinto malo”. El animal comenzó comiéndose la pañosa del toledano, el torero le recetó dos tandas aseadas de redondos y otras dos por el pitón izquierdo. A la tercera lo arrolló y salió conmocionado de la cogida, pero no le impidió continuar en la lidia. Se mostró dispuesto el torero ante un toro que metía la cara con casta y bravura. El toro después de recibir una estocada desprendida continuó pidiendo guerra, hasta que dobló.

Javier Castaño recibió a su primero con la muleta sometiéndolo por bajo. Después lo pasó por el pitón derecho con una tanda aseada. Continuó por el mismo pitón pero sin llegar a bajarle la mano. Por el pitón de los “billetes”, el salmantino no estuvo confiado. En el cuarto su labor fue muy breve. El toro mostró signos de blandura y poco claras sus intenciones de colaborar en el juego que le plantó Castaño. Después de un desarme, el torero decidió tomar el acero. Se retiró a la enfermería por un problema de abductores y no reapareció.


©Pepeíllo.

sábado, 26 de abril de 2025

Plaza de toros de San Agustín de Guadalix. Corrida de toros.

Feria del Aficionado.

“La belleza del tercio de varas”

El coso registró un lleno absoluto en la celebración del segundo festejo del ciclo Feria del Aficionado, en corrida de Desafío Ganadero, donde se corrieron 3 toros de la ganadería de Prieto de la Cal, 1º, 3º y 5º y 3 de Herederos de D. Celestino Cuadri. Bien presentados, donde se cuido el tercio de varas y los toros dieron en general buen juego. Los demás tercios el juego fue desigual, el primero, cuarto y sexto, fueron aplaudidos en el arrastre y al sexto se le concedió la vuelta al ruedo. El festejo estuvo muy bien organizado, siendo ejemplo a seguir, los aficionados salimos de la plaza comparando como se desarrolló la corrida y como lo hacen, por lo general, en otras plazas. Si alguien tiene alguna duda, diré: El presidente de “La Peña 3 Puyazos”, informó que dos toros se habían astillado un pitón, el primero y quinto, y que por motivos ajenos a su voluntad no se pudieron arreglar. Es lo que tiene la modestia bien interpretada.

Terna:

Luis Gerpe: De malva y oro. Estocada delantera y caída. El animal se tragó la muerte y se levantó dos veces al intentar el descabello. Aplausos. Estocada perdiendo la muleta. Silencio.

Juan de Castilla: De blanco y oro. Estocada arriba de bonita ejecución perdiendo la muleta. Oreja. Pinchazo al paso, estocada habilidosa al paso y 5 descabellos. Silencio.

Cristóbal Reyes: De marino y oro. Pinchazo sin soltar y estocada caída y perpendicular. Silencio. Dos pinchazos en la paletilla y estocada baja. Silencio.

Presidente:

Concedió la vuelta al ruedo al sexto. Permitió que los toros acudieran al caballo como mínimo tres veces, recuperando una suerte que hacen afición.

Suerte de varas:

La suerte de varas fue un espectáculo. Tanto los toreros como los picadores cuidaron este tercio, dejando ver a los toros y midiendo el castigo. Algunos animales acudieron cuatro veces al caballo y los montados en estos casos usaban la puya de tentadero. Fue un autentico espectáculo.

CUADRILLAS.

El ganado fue exigente y los toreros de plata en general anduvieron a la altura de esta exigencia salvo en el tercero, que en el tercio de banderillas y durante la lidia, no estuvieron a la altura de lo que exige un toro de lidia, enseñándole lo que nunca un torero debe mostrar. En el cuarto se tuvo que desmonterar Joao Pedro y en el sexto lo hicieron Yelco Álvarez y Víctor Pérez, ofreciendo un tercio espectacular de banderillas. Dos de los picadores fueron aplaudidos cuando se retiraban del ruedo.

TORO A TORO

1º Felino: N.53. Jabonero. En la primera vara se arrancó de largo, el piquero marcó bajo el castigo. Y el animal no se empleó. En la segunda se agarró bien pero solo marcó el castigo. En la tercera se arrancó de largo, el picador se agarró arriba y el toro se repuchó. En la cuarta entrada el animal volvió a arrancarse de largo y el picador marcó con la puya de tentadero pero el burel no se entregó en la pelea.

2º Vendedor. N. 25. Negro. En la primera entrada fue castigado trasero. Hubo algunas protestas. En la segunda vara se arrancó de largo y el picador se limitó a marcar el castigo. En la tercera volvió a arrancarse de largo y el picador se limitó a marcar la puya. Blandeó un poco.

3º Arrempuja. N. 9. Jabonero. En la primera vara el picador marcó el castigo. En la segunda puesta, el animal tuvo el feo detalle de escavar y acudió al caballo sin estar colocado. En la tercera entrada no fue castigado y en la cuarta el picador utilizó la puya de tentadero. El toro tuvo muy mala lidia.

4º Intermediario. N. 22. Negro. Cuatro veces acudió el astado al caballo para no desentonar de los demás. En la primera hizo una fea pelea, en la segunda el picador marcó arriba y no lo castigó, en la tercera marcó trasero, no lo castigó y el toro no se entregó en la pelea. En la cuarta entrada le costó arrancarse de largo y el piquero se agarró arriba.

5º Hocicón. N. 47. Berrendo en jabonero y capirote. En la primera entrada se defendió. Y el piquero marcó el castigo algo bajo. En la segunda marcó baja y el animal se repuchó. En la tercera acudió de largo y no se empleó. En la cuarta entrada se defendió. Su juego fue de manso descarado.

6º Bronceado. N. 45. Negro. Acudió a la primera cita con el picador sin colocar, por ese motivo empujó en el peto solo con un pitón. En la segunda entrada se arrancó de largo y con tranco y se dejó pegar. En la tercera su arrancada fue un espectáculo y en la cuarta repitió el mismo juego para deleite de los presentes.

Crónica:

Que decir que no haya dicho ya. Los toreros mostraron mucha voluntad, pero a veces cuando aparece la casta, como ocurrió en el tercero, no solo hay que echarle ganas, también conocimiento. El tercero llevó una mala lidia y cuando llegó a la muleta Cristóbal Reyes no estuvo a la altura que requería un animal “avisado”. Después de brindar la faena a dos de los organizadores del festejo, lo sometió por bajo, pero en eso quedó su labor. A partir de aquí solo mostró desconfianza y el toro lo “olió”, limitándose a enseñarle lo que le faltaba por conocer a su enemigo. En el sexto le tocó en suerte uno de los mejores toros de la corrida. Lo recibió con el capote sacándolo para fuera y templando las acometidas de Bronceado. En el último tercio el animal comenzó comiendo la pañosa por el pitón derecho y el torero debió tomar la muleta sin mando y no se adaptó a su enemigo. Al natural el toro tuvo menos recorrido y le faltó darle distancia, lo poco que sacó lo hizo fuera de cacho pero con descaro. En una palabra, el toro se fue sin torear y con otro añadido a criterio de un aficionado próxima a mi localidad. “Fue un toro para haber armao un escándalo”. Dicho queda.

Al recibir a su primero de capote Luis Gerpe, el toro se desplazó por ambos pitones. Con la muleta el animal le apretó al comienzo de faena y lo sacó a los medios. El toro fue exigente y le sacó unos redondos poniendo mucha voluntad en su labor. Se le coló y lo puso en aprietos rompiéndole la taleguilla. A partir de aquí no se acopló a las exigencias de su enemigo y poniendo voluntad consiguió un buen natural, pero había que tragar mucho para sacarle lo que el toro tenía. Añado un detalle, se notó mucho que el toro no fue castigado en varas y también el viento fue otro problema para el torero. El animal tuvo una muerte brava agarrándose a la vida en los últimos estertores, levantándose dos veces al intentar apuntillarlo. El cuarto de Cuadri, metió la cara en el capote y consiguió templar sus acometidas. Con la muleta lo sacó a los medios sometiéndolo por bajo pero el animal mostró complicaciones y el torero no encontró la distancia que exigía su enemigo. Se lo llevó por delante y después de tenerlo al margen le perdonó la cornada. Al natural le cogió el aire a su enemigo pero el toro no admitía ligazón. En resumen un toro complicado y un torero con voluntad que llenó de emoción los tendidos.

El primero de Cuadri, un pavo y con cara astifina como toda la corrida, metió la cara en el percal al recibirlo Juan de Castilla, pero mostró algo de blandura. Con la pañosa al segundo muletazo el animal se cayó, y el torero lo entendió con unas tandas en el toreo en redondo templando las embestidas de Vendedor. Al natural el animal mostró mucha calidad y el colombiano lo llevó toreado con unos muletazos largos y templados. Después de otra tanda de naturales el toro le avisó que no tenía nada más que ofrecer. El quinto fue un ejemplar de Prieto de la Cal precioso de lámina, parecía un animal de otra época lejana. Al recibirlo de capote lo desarmó. En el último tercio el toro fue exigente y sabía lo que dejaba atrás, frenando la embestida antes del embroque. Ante esta situación el matador decidió tomar el acero pero al intentar machetearlo lo desarmó.

No dio para más la tarde, solo añadir que los aficionados salieron de la plaza recreándose en el paseo y lo más importante, hablando de toros.

©Pepeíllo.

domingo, 20 de abril de 2025

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros.

“Corrida de aficionados”

En tarde desapacible y algo ventosa, el coso venteño registró una entrada de 9.414 espectadores según la empresa. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, fallecido recientemente. El ganado no defraudó y la mediocridad de la terna no estuvo a la altura que requería su lidia. El primero fue aplaudido en el arrastre. El sexto tuvo una muerte brava, con la cabeza hundida en el albero y manteniéndose a la vida con los cuartos traseros.

Terna:

Rafaelillo: De grana y oro. Estocada caída y atravesada y descabello. Silencio. En el cuarto estocada habilidosa y dos descabellos. Silencio respetuoso.

Juan Leal: De verde y oro. Estocada desprendida tirándose por derecho. División de opiniones cuando saluda. En el quinto pinchazo bajo y tendido tras aviso, lo arrolló su enemigo y lo mantuvo unos segundos colgado del pitón, hecho que causó unas escenas impresionantes en los tendidos. Estocada desprendida. Vuelta al ruedo tras petición minoritaria a la voluntad y entrega.

Francisco de Manuel: De fucsia y azabache. Pinchazo hondo arriba. Y dos descabellos, uno tras aviso. Al animal le costó humillar. Silencio. Estocada arriba. El toro tuvo una muerte brava, manteniéndose a la vida apoyado con los cuartos traseros. Al intentar apuntillarlo volvió a levantarse y tuvo que descabellar el matador tres veces. Silencio.

Presidente: D. Ignacio San Juan Rodríguez.

En el quinto el presidente no atendió la petición del público que solicitó un trofeo, poniendo una tarde de seriedad en el palco presidencial.

SUERTE DE VARAS:

El ganado se mereció otro trato por parte de los montados, estos dieron otra tarde de castigo a la fiesta. Al primero José María González le arreó en las tres entradas que hizo al caballo. Continúan tapándoles la salida y haciendo la carioca como ocurrió en el cuarto. El quinto fue castigado en la paletilla y aunque rectificó, se enceló en el peto y a la cuadrilla le costó sacarlo del caballo. El presidente permitió que el primero, quinto y sexto acudieran tres veces al picador y los toreros trataron de ver a los toros en el caballo colocándoles de largo.

CUADRILLAS.

En el sexto la cuadrilla de Francisco de Manuel dio un sainete en el tercio de banderillas. Tuvieron que pasar cinco veces por la cara del toro para dejar cuatro palos. En el primero Raúl Ruiz se lució durante la lidia. En el cuarto estuvo muy aseado en el tercio de banderillas.

TORO A TORO

1º Barberito: N.213. 567 kg. Castaño. En la primera vara fue castigado trasero y empujó en el peto sin fijeza. En la segunda se dejó pegar y el piquero le arreó con saña. En la tercera se arrancó de largo y el picador se limitó a sujetarlo pero hundiendo casi las cuerdas.

2º Genovés. N. 214. 558 kg. Negro. En la primera entrada al caballo empujó en el peto y el montado le tapó la salida. En la segunda lo puso de largo pero tuvo que cerrarlo, el picador se limitó a marcar el castigo. El animal perdió las manos.

3º Saltillo. N. 217. 559 kg. Negro salpicado. Empujó en la primera entrada pero el picador midió el castigo. En la segunda vara el toro se arrancó de largo y el picador se limitó a sujetarlo.

4º Bello. N. 288. 568 kg. Negro. En la primera entrada acudió suelto, y picador se agarró trasero con carioca incluida y castigándolo. En la segunda se arrancó de largo y se dejó pegar con fijeza.

5º Camarito. N. 448. 599 kg. Negro. En la primera vara lo castigó en la paletilla, rectificó, el toro se dejó pegar y se enceló en el peto. A la cuadrilla le costó sacarlo del caballo. En la segunda el montado se limitó a marcar el castigo. En la tercera entrada tardó en arrancarse y de nuevo fue castigado en la paletilla. Se volvió a encelar en el peto.

6º Gitanillo. N. 307. 604 kg. Negro bragado axiblanco. Le arreó el piquero en la primera entrada y el animal se dejó pegar. En la segunda marró y rectificó, le tapó la salida y se repuchó. En la tercera fue castigado trasero y no se empleó.

CRONICA:

La terna no estuvo a la altura que exigió el ganado. Rafaelillo, torero que ha mostrado en su carrera ese poder muleteril con ganaderías exigentes, se dejó ir sin torear a su primero. Al recibirlo de capote el animal mostró poca codicia, pero con la muleta y después de someterlo por bajo, terminó lo que estaba dispuesto a ofrecer. En el toreo con la derecha el toro se desplazaba con nobleza, el torero algo tuvo que ver en él que los aficionados no vieron. Se mostró desconfiado y si sitio. Lo intentó al natural pero su enemigo se quedaba corto y la muleta del torero anduvo a la misma altura. En el cuarto al recibirlo de capote el toro se defendió. Con la pañosa comenzó con el toreo al natural, pero ofreciendo a la concurrencia trapazos y mostrando el mismo signo que en su primero, una desconfianza que extrañó a los aficionados. Como por el derecho su enemigo no tenía un pase, decidió tomar el acero y abreviar.

Al primero del lote de Juan Leal, le costó fijarlo, salía suelto de los capotes. Con la muleta lo recibió dándole distancia y con el viento como espectador. El animal no tuvo recorrido por el derecho, lo intentó al natural tirando del toro sin mover la femoral. El torero francés puso todo en su empeño de triunfar. Volvió a intentarlo por el pitón derecho pero sin lograr el lucimiento. Su enemigo no daba para más, el torero puso la voluntad, la pesadez y el tremendismo. Al quinto lo recibió de hinojos frente al portón de los miedos. El toro se le paró en el embroque, hizo hilo con el torero y lo arrolló sin consecuencias después de una alocada carrera tratando de librarse de la cornada. Con la muleta comenzó la faena dándole distancia, pero el animal estaba encelado en el burladero de toreros y tuvo que desistir en su empeño. Lo recibió en querencias intentando sacarlo a la segunda raya de picadores, pero el toro tenía mucho que torear, calamocheaba lo que aumentaba su exigencia. El francés no se acopló a las exigencias de su enemigo. Por el pitón izquierdo el toro descolgaba más, consiguiendo algún muletazo citando al pitón contrario y manteniendo la emoción en los tendidos. Prologó la faena aunque su enemigo no tenía nada más que ofrecer. Al entrar a matar lo enganchó y lo mantuvo colgado durante un tiempo que fue eterno para los que estábamos en los tendidos. Dolorido continuó con la lidia y volvió a entrar a matar. El público solicitó un trofeo pero el presidente con criterio, lo negó.

El primero de Francisco de Manuel le empujó de salida y tuvo que sacárselo para fuera. Al comienzo de faena el viento lo dejó al descubierto y casi le da un disgusto. Ofreció una primera tanda de derechazos templados. Fue lo único destacado de su labor. Le costaba acoplarse a su enemigo. Cuando lo intentó al natural el toro perdió el equilibrio y lo tuvieron que levantar los toreros de plata. Se limitó a pasarlo por la muleta pero sin ninguna transmisión a los tendidos. En el sexto no ofreció nada interesante con el capote y con la muleta lo sometió por bajo. Lo intentó al natural pero el matador anduvo al margen de su enemigo, sin mando, le tocaba la muleta en todos los pases mostrando una inseguridad evidente. Lo mejor de la faena fue que abrevió tomando el acero. El toro tuvo una muerte brava.

Lo dicho, el ganado mereció otra lidia.

©Pepeíllo.

 

domingo, 13 de abril de 2025

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros.

“Navarro destacó en la tarde”

A pesar del pronóstico de lluvia 9.793 espectadores, según la empresa, acudieron al coso venteño. El ganado lidiado de Valdellán, encaste Santa Coloma en la línea ibarreña, llenó de aficionados el tendido y la grada del 7. Su juego variado contentó a unos pero defraudo a otros. Vino con romana la corrida y algunos fueron aplaudidos de salida. Unos se dejaron pegar en el caballo, otros mansearon, el tercero fue devuelto por falta de fuerzas, hecho que despistó a algunos sectores de la plaza que no se enteraron de lo que ocurría solo cuando vieron los cabestros en el ruedo. En su lugar se corrió un sobrero de Los Maños, del mismo encaste. El cuarto debió seguir el mismo camino ya que fue más notable su invalidez. Salvo el quinto, al encierro el faltó casta y fuerza, le sobró mansedumbre y nobleza. El cuarto fue pitado en el arrastre. Alejandro Mora recibió la confirmación de manos de Antonio Ferrera. El torero recibió los 3 avisos en el toro de su confirmación y le echaron el toro al corral.

Terna:

Antonio Ferrera. De grana y oro. Aviso antes de entrar a matar, estocada baja que hizo guardia perdiendo la muleta, pinchazo y estocada. 2º aviso. Aplausos. En el cuarto estocada muy baja. Silencio.

David de Miranda: De sangre de toro y oro. En el tercero pinchazo y estocada desprendida. Silencio. En el quinto media caída y descabello. Aviso. 3 descabellos, se echó el toro, el puntillero lo levantó saliendo herido del embroque. 2º aviso. Se volvió a echar el toro y el puntillero acertó por detrás, cuando estaba a punto de sonar el 3º aviso. Silencio.

Alejandro Mora (Confirmación): De blanco y oro. Recibió los 3 avisos en el toro de su confirmación después de varios intentos con el acero y el verduguillo. En el sexto dos pinchazos y estocada casi entera y desprendida. Silencio. En el sexto dos pinchazos y estocada casi entera. Silencio.

Presidente: D. José María Fernández Egea.

Devolvió el tercero después del tercio de banderillas. Sin embargo no quiso sacar el pañuelo verde en el cuarto, ante un astado de evidente invalidez, por tal motivo el público le envió una sonora protesta.

Suerte de varas:

Los piqueros continúan en su línea. Castigan trasero, en algunas ocasiones sin medida, continúan tapándoles la salida y ahora han incluido otra modalidad, inventada por Miguel Atienza: ”La carioca”. Cierto que algunos toros mansearon en el caballo pero no para castigarlos de esa manera, reservada para toros mansos de solemnidad.

CUADRILLAS.

Ángel Otero tuvo que desmonterarse al parear al segundo de la tarde. En esta ocasión fue un premio excesivo, ya que en el primer par no reunió en la cara del toro. En el segundo hubo más verdad. Miguelín Murillo estuvo aseado durante la lidia del segundo de la tarde.

TORO A TORO

1º Bilbaíno: N. 24. 613 kg. Cárdeno estrellado. En el primer embroque con el caballo se dejó pegar, el picador le hizo la carioca. En la segunda vara no se entregó en la pelea y salió suelto. Escaso de fuerzas y noble.

2º Mirasuelos N. 29. 593 kg. Negro bragado meano. En la primera vara no se empleó, le tapó la salida. En la segunda entrada fue recibido con un castigo en los bajos y aunque rectificó el piquero, le zurró con ganas. No se empleó en el caballo y a la muleta llegó con poco recorrido.

3º Peinador. N. 65. 620 kg. Ensabanado sucio. En la primera vara hizo una fea pelea y sin fijeza. En la segunda no se entregó y el piquero se limitó a sujetarlo. Llegó a la muleta sin recorrido.

4º Pies de plomo. N. 2. 629 kg. Cárdeno oscuro. En la primera entrada no se empleó y en la segunda fue castigado bajo, el animal se dejó pegar y el piquero le tapó la salida.

5º Navarro. N. 46. 606 kg. Negro bragado meano estrellado. En la primera entrada salió huyendo del peto al sentir el hierro. En la segunda entrada lo castigó sin compasión, le tapó la salida, el toro empujó pero sin mucha fijeza. En la tercera entrada volvió a arrearle a la mansedumbre encastada del animal.

6º Mirasuelos. N. 0. 620kg. Negro bragado meano. Acudió suelto al montado y el picador se agarró bien. El toro salió suelto de la pelea. En la segunda vara hizo una pelea de manso y volvió a salir suelto.

Crónica:

La tarde ofreció detalles que los matadores no vieron o no quisieron ver. Deben perder la noción del tiempo cuando toman la muleta. El caso es que se ha impuesto que los espectáculos sean interminables y aburridos por falta de contenido. Es la tauromaquia moderna, y esta puede incluir desconocimiento de la lidia, la necesidad de triunfo de algunos matadores… Aunque creo que hoy los neo-aficionados no permitirían una corrida con una duración de hora y media como antaño, por ejemplo.

A Alejandro Mora le devolvieron el toro de su confirmación al corral al recibir los tres avisos. No acertó a matar y como la faena la prologó demasiado, no encontró los recursos con el acero para despenar a su enemigo. La escasez de fuerzas con que llegó a la muleta el animal, hizo que al comienzo de faena el toro acudiera al engaño con la cara alta, hecho que el matador trató de corregir bajándole la mano y someterlo por bajo. El poco recorrido debido a la falta de fuerzas, algo que pudo comprobar de salida ya que al recibirlo de capote el toro echaba las manos por delante, hizo que el torero prolongara la faena intentando agradar al público con solo voluntad, pero se le complicó la espada y ya conocen el resultado. Con la lección recibida, al sexto le costó fijarlo de salida, recibiendo muchos capotazos. Con la muleta lo sacó a los medios sometiéndolo por bajo, pero su labor tanto por el derecho como por el izquierdo careció de interés para los presentes, el animal no transmitía nada y la muleta del torero tampoco.

Pero llegó el turno del director de lidia, un torero experimentado con los años de alternativa que comenzó luciéndose con el capote pero su enemigo llegó a la muleta con nobleza y poco recorrido, que Ferrera consiguió lucirse alargando la embestida con temple y maneras, pero en la faena también hubo enganchones que impidieron que su labor rayara a más altura. Pero amigos, llegó la hora de la verdad, y en esta ocasión la hora de la verdad fue el tiempo que empleó durante la faena y la presidencia le envió el primer aviso antes de usar el acero. Después de una estocada baja perdiendo la muleta y que hizo guardia, volvió a entrar a matar, recibiendo el segundo aviso. Seguro que el matador quiso consolidarse con su compañero de terna y transmitirle: que le echen un toro al corral le puede pasar a cualquier. Mal ejemplo, matador. El cuarto no le dio opción al lucimiento con el capote. Con la muleta no consiguió lucirse debido a su invalidez. Lo pasó por alto para evitar que su enemigo rodara por el albero. El problema es que dadas las condiciones del toro, prolongó la faena,  intento ponerse bonito a la vez que los tendidos le recriminaban su apuesta por la supuesta provocación. Otro mal ejemplo para el toricantano, matador.

David de Miranda le tocó lidiar con la única devolución de la tarde. Al ejemplar de Los Maños, logró templar algunos capotazos a pesar de su corto recorrido. Después de brindar al público, sacó a su enemigo a los medios con muletazos templados. El toro no se entregó en la pelea y cuando acudía al engaño lo hacía con poco recorrido. No hubo toro, no hubo faena que destacar. Destacó en su labor no recibir ningún aviso. Navarro apareció en el ruedo enterándose de todo. Le apretó de salida y el torero tuvo que sacárselo para fuera. Con la muleta lo sacó a los medios sin bajarle la mano a pesar que su enemigo acudía con la cara por las nubes. Cuando se centró bajándole la mano el toro descolgaba mostrando que tenía mucho que torear y había desarrollado sentido. Alargó mucho la faena y recibió dos avisos. El toro se echó pero aún en la arena vendió cara su muerte y el puntillero tuvo que visitar la enfermería. El tercer aviso estuvo a punto de adornar la tarde, poniendo un punto negro en la carrera del fino torero de Trigueros y un mal ejemplo para la fiesta y su compañero de terna.

Mal ejemplo dieron los compañeros a Alejandro Mora, con tanto aviso por medio, después para llevarse vacíos los esportones de los trofeos. La próxima vez recuerden: “hora y media”.Se evitarán sobresaltos.

©Pepeíllo.