jueves, 31 de mayo de 2012

30 Mayo 2012: La suerte de varas

Corrida de toros. En la 21ª de feria se han lidiado toros de Carriquiri. Origen Núñez, en la línea de Alcurrucen y Manolo González. Tres cuartos de entrada.
Terna:
  • Carlos Escolar, Frascuelo: Media estocada delantera y tendida. (Silencio). En el cuarto, media estocada que vale. (Silencio).
  • Ignacio Garibay Tres pinchazos y estocada. (silencio). En el quinto, estocada caída. Se echa el toro y después se levanta dos veces hasta que se echa definitivamente para no levantarse más. (silencio).
  • Javier Castaño: Estocada contraría tirándose como un cañón. Aviso (Silencio). En el sexto, Medía estocada tendida y descabello. (Vuelta).

Presidente: Don César Gómez Rodríguez, no tuvo problemas en la tarde, ya que de momento a los toros mansos no está permitido devolverlos.

Suerte de varas:
El sexto toro salvó la tarde. Entró tres veces al caballo, la última casi en la boca de riego de la plaza. Se arrancó en todas con tranco, y en cuanto sentía el hierro, salía suelto del caballo. En la última vara el piquero, Tito Sandoval, picó con el regatón. El público se partía las manos aplaudiendo. No he conocido una ovación tan larga en esta plaza. El picador abandonó el ruedo envuelto en aplausos. Todo lo que ocurrió anteriormente fue un desastre, toros que acudían a los caballos sueltos porque ningún torero lo paraba de salida, y en el segundo fue una verdadera capea. Todos los toros mansearon en el caballo y los picadores picaban trasero.

Cuadrillas y otros:
Destacó David Adalid en la colocación de dos pares de banderillas y la lidia de Marco Galán, que tuvieron que desmonterarse. También puso un par Manuel Izquierdo en el segundo de la tarde, gustándose en la suerte.

Comentarios

La tarde iba de saldo, los toros habían impregnado el albero de mansedumbre y falta de casta, y no digamos de bravura, esa es una condición que rara vez aparece en el ganado que se cría actualmente, ya que la mayoría de los ganaderos se dedican a la cría del toro artista, que demandan los toreros artistas. Para que nos entendamos, esos ganaderos son los que llenan los chiqueros de las plazas de toros impresentables, borregos, y presumen que los torean las figuras, bueno, le dan pases, que parece lo mismo, pero no lo es. Sin embargo los que se dedican a la cría del toro con casta tienen que lidiarlo en Francia. Paradojas de la vida. Esta es la mejor feria del mundo, según los cronistas al servicio de los taurinos, y lo que no entiende el aficionado es que pintan estos toros en esta plaza, estos y muchos más. Está muy claro, son toros de saldo que a la empresa les saldrá a precio de saldo.

Iba la corrida de mal en peor, pero apareció en el ruedo el sexto de la tarde. Un pavo de 633 kg pero pobre de cabeza. Comenzó a hacer cosas feas, y la cuadrilla no consiguió pararlo en el capote. Esto suele ser habitual en esta época, los toreros no tiene afición y esos detalles pasan inadvertidos para ellos. Por este motivo el toro se marchó al picador cuando este hizo su aparición en el ruedo. Una vez pasado este susto, el torero tomó el mando de la lidia y puso al toro en suerte de lejos. Muchos temían que no se arrancara, pero cuál fue la sorpresa que se arrancó de largo, pero al sentir el hierro salió huyendo como alma que lleva el diablo. Volvió a repetir la misma suerte el torero y el toro volvió a arrancarse, y volvió a salir suelto del caballo. El público no se creía lo que estaba viendo, y el torero para mostrarles que no era un sueño, volvió a poner al toro, esta vez en la en la boca de riego. El toro, aunque tardeó un poco se volvió a arrancar. El público al comprobar este hecho se levantó de sus asientos y comenzó a aplaudir. Fue muy emocionante, no he visto nunca un aplauso tan prolongado. El piquero Tito Sandoval, abandonó la plaza envuelto en aplausos.

Todo lo ocurrido anteriormente había servido para llevar el sopor a los tendidos, ya que tanto la mansedumbre del ganado como los toreros, que no supieron adaptarse a las condiciones que les ofrecieron sus enemigos, no sirvieron para sacarlos del aburrimiento. Frascuelo en su primero se le vio desconfiado ante el manso que le tocó en suerte. En su segundo se le vio algo más dispuesto, pero el toro estuvo defendiéndose durante toda la faena de muleta.

Ignacio Garibay se encontró en su primero un manso y además inválido y en cuanto le bajaba la muleta el toro rodaba por la arena. Sin embargo su segundo, aunque manso, se dejó torear, pero la muleta del mejicano no se adaptó a su enemigo, y no quiso torear. La presentaba retrasada, metía el pico y rectificaba terrenos y esas vulgaridades solo se les permiten a las figuras.

El primer enemigo de Javier Castaño, llegó a la muleta defendiéndose y tirando derrotes, y el torero estuvo valiente plantándole cara, pero debía haberle bajado la mano para someterlo y no lo hizo, y lo único que le permitió el burel es estar valiente. El segundo, después de la suerte de varas tan espectacular, trató de meterlo en la muleta con mucha disposición, pero el toro estuvo a la defensiva y el torero tenía que haber intentado bajarle la mano, pero lo dejó para otro día.

©Pepeíllo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

29 de mayo de 2012: Volvieron las ventajas y el aburrimiento


Toros de: Las Ramblas, Encaste Salvador Domecq. El cuarto fue devuelto a los corrales y en su lugar se corrió un sobrero de Hnos. Fraile Mazas.

Terna:
  • Julio Aparicio: Estocada en los bajos saliéndose de la suerte. Pitos Dos pinchazos y descabello. Bronca.
  • David Fandila, “El Fandi”: Estocada atravesada entrando a matar fuera de cacho. Silencio. Pinchazo y estocada tendida, atravesada y descabello. Silencio.
  • Miguel Ángel Perera: Dos pinchazos y media estocada, caída y atravesada y se echa el toro. Silencio. Pinchazo, estocada caída y atravesada. Petición, y saludos.

Suerte de varas:
  • Dromedario: En la primera entrada al caballo es picado trasero y en los bajos. En la segunda pica también en los bajos.
  • Pasacalle: En las dos entradas al caballo el piquero se limitó a colocar la puya trasera y señalar el castigo.
  • Indefinido: El toro acude al caballo sin ponerlo en suerte, le hace la carioca y el toro la única muestra de bravura fue que se dejó pegar. En la segunda vara se limitaron a poner al toro en suerte, ya que el castigo no existió.
  • Madrileño: En la primera vara no lo castigaron y en la segunda entrada le zurró la badana el piquero.
  • Bienvenido: En la primera entrada lo pica trasero y el toro vuelve a entrar al caballo al relance. En la segunda vara no se le castigó.
  • Madroño: Tanto en la primera vara como en la segunda acudió suelto al caballo. En la primera se dejó pegar y en la segunda manseó al recibir el castigo.
Incidencias:
El primer toro se rompió el pitón derecho en la primera entrada al caballo, haciendo dudar sobre la integridad de las defensas del animal, pero nadie se rasgó las vestiduras por ello. Todo continuó como si nada hubiera pasado. Al final de la corrida, Julio Aparicio sorprendió, a todos los que desconocían este hecho, cortándose la coleta. Se la cortó El Fandi. El ganado de Las Ramblas fue impresentable e indigno para esta plaza, pero seguro que el año que viene volverá. Ángel Otero se lució en banderillas en el primero de la tarde, por lo que tuvo que desmonterarse.

Presidente:
Envió a los corrales al cuarto toro, invalido hasta en su comportamiento, y eso que no fue picado, como casi toda la corrida, claro. Los aficionados esperan que lleve a cabo las investigaciones oportunas para qué analicen las astas del primero de la tarde.

Volvieron a Madrid toros cadavéricos y descastados y ni El Fandi fue capaz de entretener a esos espectadores incondicionales que poblaban los tendidos de sol y parte de sombra, aplaudiendo sus pares a toro pasado y disfrutando del dispendio que este torero hace de su condición física. Alguien le debería haber informado lo que ocurrió el día anterior a cargo de Fernando Sánchez, un torero de plata, que puso dos pares de banderillas que pusieron la plaza boca abajo, dejando muy alto su el pabellón de su profesión, para que un torero, en la cúspide del escalafón, como El Fandi, venga al día siguiente a desprestigiarlo. No Fandi, eso no es así. Ya está bien que siga viviendo de la ignorancia de la mayoría de los espectadores que pagan su entrada, y no baratas, para ver la vulgaridad que va ofreciendo en todos los lugares donde actúa. Sepa Ud. que los aficionados de esta plaza van a verlo porque son esclavos del abono que ofrece la empresa que la gestiona, con el consentimiento de la plana política y de los medios de comunicación, que la mayoría están al servicio de estos poderes, importándoles un comino, la fiesta y los aficionados.

A pesar de esto, se permite Ud. acartelarse como figura y elegir para abrir plaza a un torero en horas bajas, ya que el corazón a veces juega esas malas pasadas, pero un torero que ha demostrado en varias ocasiones que sabe torear, y que con su muleta supo poner la plaza de Las Ventas boca abajo, hecho que Ud. aún no ha conseguido, ya que no está tocado por esa varita caprichosa que es la genialidad, y su arte, lleno de vulgaridad, no ha conseguid llegar al sentimiento de los aficionados, por lo menos de esta plaza.

Julio Aparicio al final del festejo se cortó la coleta. Una coleta que venía pesándole en los últimos tiempos y que los aficionados tuvieron la paciencia de esperar de él algún detalle que los sacará de la monotonía en que los toreros actuales han metido a la fiesta. Estos detalles tampoco se produjeron ayer, ya que estuvo sumido en la impotencia que le ha caracterizado en las últimas apariciones en esta plaza. El torero en un momento de debilidad o de honradez, y posiblemente originado por su estado de ánimo, de no poder salir del agujero donde hace tiempo entró llevándose con él su arte, decidió retirarse. Si él lo ha decidido, bien hecho está, pero la fiesta necesita toreros como él, que sepan alimentar aunque sea con ilusión a los aficionados que se acercan a las plazas, con el propósito de ver salir de su capote o de su muleta un toque de magia, con el fin de contrarrestar la insolente vulgaridad que los toreros han implantado en ella.

Por su parte, Miguel Ángel Perera, volvió a abrir el tarro de la ramplonería en la que lleva metido hace tiempo y el torero pacense no da con la tecla de cómo salir de ella. Lo primero que hay que hacer para intentar torear y salir de la crisis anti taurina, es anunciarse con toros, y después torear, que como dijo aquel, no es lo mismo que dar pases. Esto último fue a lo que se limitó Perera, primero con un toro cadavérico, y manso. Lo tenía todo el pobre animal, pero malo, claro, dio la impresión que los empresarios fueron a elegir de la ganadería lo más barato, si es que en este tipo de ganaderías comerciales hay algo bueno, hecho que el aficionado pone en duda. Al final, y después de aburrir al personal hasta se puso pesado intentando, sacar adelante una faena que desde todo punto de vista no existió. En su segundo y ante un toro con tranco, lo intentó primero por el pitón derecho, pero sacando al toro para fuera, en lugar de rematar en la cadera, haciendo la escarpia y metiendo el pico. En un momento de la faena se quedó al descubierto y casi lo arrolla. Este toro no valía ni para eso, así a nadie le extraña que se los rifen todas las figuras. Al no llegar su toreo al público, acudió al recurso del arrimón, que un sector de la plaza le criticó, y otro lo aplaudió. Creo que el torero jugó esa carta con ese propósito. Ya se sabe que es el recurso de los que no han sabido ganarse los olés toreando.

©Pepeíllo

martes, 29 de mayo de 2012

28 de mayo de 2012: Arte y ganas de triunfar


Novillos de: Guadaira. Encaste Juan Pedro Domecq-Jandilla

Terna:
  • Alberto Duran: Estocada perpendicular recibiendo. Silencio. Bajonazo de pena. Silencio benevolente.
  • Gómez del Pilar: 2 Pinchazo, bajonazo de escándalo. Saludos desde el tercio. Pinchazo y estocada muy baja. Oreja.
  • Damián Castaño: Estocada desprendida. Silencio. Pinchazo, al segundo intento lo cazó de una estocada baja. Silencio
Suerte de varas:
  • Platanero: En la primera vara marcó trasero no lo castigo. La segunda algo caída, tampoco lo castigo. Debía ir al oculista este piquero o abandonar este oficio. El novillo tampoco hizo nada digno de resaltar.
  • Pintor: Lo coge delantero y no le apretó. En la segunda vara lo pone de largo y el novillo se arranca, pero no lo castiga, el burel pierde las manos.
  • Canallito: Lo pica delantero, pero el novillo no muestra mucho interés en la pelea. La segunda vara prácticamente no existió.
  • Candil: Lo recibe el picador con la caña de pescar en la mano. Que poca profesionalidad muestran estos piqueros. Lo pica trasero y le tapó la salida, el burel empujó y se dejó pegar, pero salió suelto. En la segunda vara lo puso de largo, el novillo se arrancó pero el piquero se agarró trasero y no lo castigó.
  • Hortensio: Se dejó pegar en la primera entrada al caballo. Se arranca de largo y lo pica en la paletilla. Que mal el picador. Debía plantearse una retirada, la afición se lo agradecería.
  • Animador: Lo picó trasero aunque rectificó. En la segunda vara la puya la coloca baja, y el novillo manseó.
Incidencias
Como todas las novilladas apareció el cemento en casi todos los tendidos y como en casi todas las novilladas, saltó la sorpresa. Ya lo dicen los antiguos del lugar: Si te consideras aficionado, no faltes a ninguna novillada.

Presidente
A decir verdad todos los presentes sabían que en la plaza había una persona que manejaba los tiempos de las suertes, pero nadie se acordó de él, como tiene que ser.

Hay que asistir a las novilladas. Este hecho debería ser ley para todo aquel que se considere aficionado. Hasta el presente, lo único bueno de la feria ha salido de estos festejos. Ayer se lucieron dos banderilleros, el primero Agustín Serrano, de la cuadrilla de Damián Castaño. El novillo se acunó en tablas y antes de que el compañero que lidiaba le tuviera que dar dos o tres capotazos de más para sacarlo de querencias, el banderillero se acercó a tablas y citó desde allí, el novillo se arrancó y puso un par al sesgo que levantó a los aficionados de sus asientos. Hacía tiempo que no se veía un par como este. El torero de plata tuvo que desmonterarse. En el quinto de la tarde, preludiando lo que ocurriría después en la faena de muleta de su maestro, apareció en la arena Fernando Sánchez, tercero de la cuadrilla de Gómez del Pilar, y cuando los presentes aún no se habían recuperado del disgusto que les dio su compañero David Pascual, al fallar en el primer envite del tercio, cuando vieron colocado a Fernando Sánchez, dispuesto a colocar el segundo par. Comenzó a andar con elegancia, dejándose ver y acercándose a su enemigo hasta casi entrar en jurisdicción, y dándole todas las ventajas al burel le ganó la cara, y clavó reunido arriba saliendo andando de la suerte. Aquello fue puro arte. Pues, no terminó ahí la inspiración del torero. En el tercer par, volvió a fallar su compañero, y tuvo la deferencia hacía él y sobre todo, hacía el público, de repetir la gesta como si nada hubiera ocurrido. Fue maravilloso. Toda la plaza puesta en pie aplaudiendo al torero de plata. Si hubiera dado la vuelta al ruedo a nadie le hubiera sorprendido. Los dos toreros de plata saludaron montera en mano, en ese momento nadie escamoteó un aplauso para el compañero que se había unido al saludo sin hacer nada para merecerlo, pero, como lo estaría pasando mal, le serviría como estimulo.

Por su parte, Gómez del Pilar, consiguió que los aficionados abandonaran el coso hablando de toros. A unos les gustó más, a los puristas, no tanto, pero su disposición en sus dos novillos a nadie dejó indiferente, como tampoco dejaron indiferentes los novillados. El torero vino a triunfar y si no lo consiguió fue porque estuvo muy mal con el acero En el segundo de la tarde comenzó recibiendo a su enemigo a portagayola, aunque esta suerte no es del agrado de Madrid, dice mucho de la disposición que traía el torero. Ya con la franela lo recibió de hinojos desde el anillo, templando unos muletazos aprovechando la bondad que manaba del burel. Continuó con una serie muy templada de derechazos, largos y algo despegadillos, abrochados con un pase de pecho de pitón a rabo, continuando con unos remates echándose al novillo por delante. Con la izquierda le sacó una serie de naturales templados, bajando la mano durmiéndose en la suerte, que sacó de las gargantas de los presentes los primeros olés de la tarde. El único pero, es que prolongo la faena demasiado, la cual la remató con unas bernardinas ajustadas y adornadas con dos pases de pecho. Pero cuando se tiró a matar no le acompañó la suerte y perdió con ello todo lo que tenía ganado y casi metido en el esportón.

Y como el torero había venido a triunfar y ese era su objetivo, volvió a recibir a su segundo enemigo a portagayola, recetándole en querencias unas verónicas donde tuvo que aguantar el empuje del novillo en chiqueros. Comenzó la faena de muleta con un estatuario, colándosele el novillo, pero el torero no se arrugó, se echó la muleta a la izquierda y en ella basó su faena. Dio unas series de naturales bajando la mano donde el novillo surcaba la arena con el hocico, rematadas con pases de pecho al hombro contrario, sin aliviarse aprovechando el viaje del toro. En una de ellas perdió la muleta, pero el público, metido ya en la faena, ni se percató del detalle. Muchas figuras tendrán que aprender de este coleta que, de momento, quiere ser torero. Abundaron los remates toreros, cada muletazo levantaba del asiento a los espectadores, en fin, una tarde para no olvidar, tanto para el público como para el matador, ya que si llega a cuajar como torero, no se le olvide torear, como les ha ocurrido a muchos de ellos, y sobre todo, que con la práctica corrija algunos defectos que por supuesto aparecieron en sus dos actuaciones, pero que no merece la pena mencionar, ya que no hay que olvidar que es un novillero. La oreja fue un regalo debido al bajonazo que le recetó a su enemigo. Una verdadera pena, torero.

Esta tarde torearon también dos novilleros, Alberto Duran y Damián Castaño, a ambos se les vio verdes y eso que la novillada fue de lujo, y en ningún momento les pidió el carnet de torero, pero ninguno supo aprovechar la ocasión que se les presentó.

©Pepeíllo

lunes, 28 de mayo de 2012

27 de mayo de 2012: Los toreros no estuvieron a la altura


Toros de: Baltasar Ibán, Encaste Contreras y Domecq en la línea de Los Guateles-María Antonia Fonseca
Terna:
  • Fermín Spínola: Estocada que vale. Silencio. Estocada en los bajos. Silencio.
  • Serafín Marín: Pinchazo, aviso, estocada y descabello División de opiniones cuando saluda. Metisaca, 2 Medias estocadas tendidas, perdiendo la muleta. Aviso. Estocada baja que vale.
  • Rubén Pinar: Estocada habilidosa, saliéndose de la suerte. Silencio. Media atravesada. Silencio.

Suerte de varas:
  • Lastimoso: En la primera vara se dejó pegar, le tapó la salida el piquero de turno y salió suelto del caballo. En la segunda entrada lo picó en la paletilla. Después de picar en los bajos, a nadie le extraño que el toro saliera suelto del piquero y no quisiera volver.
  • Pistolero: El toro empujó con fijeza y se durmió en el peto y el picador no levantó la vara, hecho que le reprocharon los espectadores. En la segunda entrada el toro acudió a la cita del picador con alegría, pero el montado se limitó a marcar la vara.
  • Camarito: No se empleó en la primera cita con el caballo. En la segunda lo picó trasero, manseó y salió suelto del caballo.
  • Ruiseñor: Acudió con prontitud pero manseó en la pelea. En la segunda entrada el piquero no lo castigó.
  • Asustado: Acudió al caballo con fijeza y se creció en el castigo. En la segunda entrada lo picó trasero y el toro salió suelto de la pelea.
  • Camarino: Picó trasero y el animal se defendió. En la segunda entrada lo picó en los bajos y el animal intentó quitarse el hierro. Con un piquero de esta catadura que toro no mansea
Incidencias: El segundo toro de la tarde, de nombre Pistolero, fue aplaudido en el arrastre. Vaya sainete que montó el torero catalán, Serafín Marín, para matar a su segundo enemigo. En el cuarto de la tarde se lucieron en banderillas, tanto El Chano como Francisco Javier Rodríguez, que tuvieron que desmonterarse. Asistió a la corrida una hija del Rey de España, a la cual los toreros brindaron algunos de sus toros. Las monteras antes de llegar al Palco Real, tuvieron que pasar de mano en mano por los tendidos, originando en alguno momento la rechifla de los espectadores.

Presidente: En esta ocasión pasó inadvertida la actuación del presidente, D. Julio Martínez Moreno. Como tiene que ser.

Hubo dos toros que sacaron casta y que llevaron la emoción a los tendidos, pero los toreros no estuvieron en su sitio. En el segundo de la tarde Serafín Marín no estuvo a la altura que requería su enemigo, solo dio una serie de redondos aguantando la acometividad de su enemigo, a continuación el toro fue quien impuso su ley, la ley de la casta, y claro, es por este motivo por lo que los toreros figuras no quieren ni oír hablar de ella, ya que les obliga a tirar de recursos para intentar someterlos y tienen que exponer ante un animal que no permite el más mínimo error. Serafín Marín tuvo la honradez de enfrentarse a una corrida de este tipo, pero en honor a la verdad, estuvo por debajo de su enemigo, tenía que haberle bajado la mano y no lo hizo. En cambio trató de adornar con unas manoletinas una faena que no existió. A Serafín Marín, como a la mayoría de los toreros, se le olvidó torear. Su segundo enemigo fue un toro que en lugar de llevar casta en la sangre llevaba sosería, pero que se dejó torear en los primeros compases de la faena, pero no se ajustó a su enemigo y cuando quiso darse cuenta el toro se había apagado. Es otro de los problemas del torero moderno, creer que todos los toros son parecidos al carretón, o en el peor de los casos al borrego con cuernos, y que se les puede recetar doscientos pases, quieran o no quieran los toros, pero este no quiso.

El tercero de la tarde fue un manso encastado que llegó al último tercio metiendo la cabeza allí donde ponía la muleta el matador, Rubén Pinar, pero el torero de Albacete no lo entendió así. Toreó a su enemigo sin hondura, de una manera vulgar, es decir, fue una mala copia del que practican las figuras y no llegó a los tendidos. Una pena que se dejara escapar esta ocasión que le hubiera permitido para situarse en el escalafón, ya que su segundo, enemigo, sexto de la tarde, no le dio esa oportunidad, ya que llegó a la muleta muy parado y el torero tuvo que limitarse a abreviar.

El primer burel del mejicano Fermín Spinola, no llegó a calar en los tendidos, pero su faena tampoco fue para recordar. Lo intentó con la muleta retrasada y por muy bonito que quiso ponerse en la cara del toro, si de su franela no manaba nada interesante, no pudo evitar que los espectadores perdieran el interés de lo que acontecía en el ruedo y aprovecharan la ocasión para cambiar impresiones con los vecinos de localidad. En su segundo, cuarto de la tarde, volvió a aparecer otra oportunidad que el torero no la supo aprovechar. En el principio de faena se dobló con su enemigo con maneras pero con esto terminó toda la enjundia que traía preparada para esta tarde. No pudo con su enemigo, no le dio distancia y no se ajustó a las condiciones del astado, que le dio la oportunidad de lucirse, pero el torero no lo entendió así. Después de tanta vulgaridad y tantas ocasiones perdidas, el público abandonó el coso cuando eran las nueve y media de la noche, y todo para nada. La corrida de Baltasar Ibán estuvo en el tipo, salvo el primero que salió con mas caja que sus hermanos de camada. En la pelea que mantuvieron con los montados, en líneas generales, mansearon, destacando el segundo.


©Pepeíllo

sábado, 26 de mayo de 2012

25 de mayo de 2012: La casta la dejan para las novilladas


Novillos 4 de: Fuente Ymbro y 2 de Navalrosal, lidiados en 4º y 5º lugar.

Terna:

  • Sergio Flores: Estocada contraria y tendida. Se marcha a toriles y allí se echa. Saludos desde el tercio. Estocada tendía y trasera y 4 descabellos, se echa el toro.
  • Javier Jiménez: Estocada hasta la cruz perdiendo la muleta y dos descabellos tras aviso. Saludos desde el tercio. 3 pinchazos, aviso. Se echa el toro. Silencio
  • Fernando Adrian. Estocada baja y tendida. Descabello. Silencio. Estocada desprendida. Silencio
Suerte de varas:

  • Primero: Hurón: Acude suelto al caballo, mansea y sale suelto y se marcha al reserva, ya que nadie lo para. El picador de reserva marca sólo.
  • Segundo: Sabueso: Pica muy trasero, le tapa la salida y el novillo al no encontrar la salida se deja pegar, y pierde las manos. En la segunda vara vuelve el indocumentado picador a picar trasero, dejando al animal para el arrastre.
  • Tercero: Tamboril: Pica trasero en la primera entrada al caballo. El novillo no se entrega en la pelea. En la segunda entrada marca solo.
  • Cuarto: Rabicano. Se va suelto al caballo, y marca el castigo solamente. En la segunda vara pica trasero y baja. Como siempre, claro.
  • Quinto: Santero: Mansea. Que mal pica el bandido del picador. Lo llevan a terrenos de sombra. En la segunda vara, el picador marca solo.
  • Sexto: Telonero: Le paga en la primera vara pero el novillo no se entrega. Se marcha al reserva y en querencias y le tapa la salida y allí el novillo se deja pegar. Otra opción no tenía.
Incidencias:
Tarde de temperatura apacible, excepto en el primer toro que apretó el calor. Después unas nubes bondadosas hicieron más llevadero el festejo a los espectadores de sol. La novillada tuvo que ser remendada con dos novillos de Navalrosal. En el sexto se desmonteró el torero de plata Raúl Adrada al parear espléndidamente a su enemigo.

Presidente:
Envió a los corrales al cuarto de la tarde al romperse una mano en un lance durante la lidia. En su lugar salió un sobrero de Juan Antonio Ruiz Espartaco.

Tuvo que celebrarse una novillada para que la casta, buena o mala, apareciera de nuevo en el albero del coso venteño, y con ella volviera la emoción a los tendidos. Lo que ocurre es que ayer muchos de los asistentes a las corridas “Guapas”, los isidros y muchos aficionados triunfalistas de pañuelo fácil, se tomaron el día libre, para que se iban a molestar, ellos cuidan la fiesta a su manera, y su manera es encumbrar a las figuras cuando estas llenas de vulgaridad los ruedos. Y si no asisten a estos festejos menores nunca podrán valorar a estos chavales, que por mal que lo hagan han tenido la honradez de vestirse de luces con ganado encastado, y poner en peligro su vida intentando abrirse camino en esta profesión, donde solo algunos tienen el privilegio de imponer sus condiciones en las plazas y permitir que de chiqueros salga ganado cadavérico, para que ellos después se rompan las manos aplaudiendo su faenas ventajistas

En estos festejos donde suelen participar toreros modestos, y sus apoderados, salvo excepciones, no tienen la fuerza necesaria para imponer condiciones respecto al ganado a lidiar ni elegir compañeros de cartel, y entonces los taurinos, veedores y todo el grupo de manipuladores que rodean a la fiesta no toman cartas en el asunto, y es cuando suelen salir por chiqueros animales con casta que suelen pedir el carnet de torero a los que se ponen delante de ellos, como le ocurrió a Fernando Adrian en el tercero de la tarde y a Javier Jiménez en el quinto, novillos que no regalaron nada. Si los novilleros querían triunfar debían ganárselo a pulso. Pero eso ocurre en las novilladas, cuando aparecen las figuras por la calle de Alcalá vienen muy relajadas porque saben que sus taurinos velan por su seguridad y han cuidado con esmero lo que hay en toriles.

El tercero de la tarde fue un novillo avisado que manseó durante toda la lidia, y que cuando llegó a la muleta lo primero que hizo fue arrollar a Fernando Adrián sin consecuencias en el primer envite, tirando unos derrotes que helaban la sangre de los aficionados. El burel necesitó una muleta que lo hubiera lidiado, pero eso fue para el torero una lección a la que no asistió en la escuela y nadie se ha preocupado de enseñarle. El intentó hacer lo que hacen las figuras del escalafón, que no es ni más ni menos que ponerse bonito en la cara del toro. En el sexto no se acopló a su enemigo y en cuanto lo sometía doblaba las rodillas. Por su parte, Jaime Jiménez, en el quinto toreo sin cruzarse, por este motivo no provocaba la embestida de su enemigo, cortando las series al segundo muletazo abrochándolas con el pase de pecho aprovechando el viaje del toro y perdiéndole pasos. Sólo le recetó dos derechazos bajándole la mano para someterlo. Su faena estuvo llena de vulgaridad.

Sin embargo hubo otros novillos que pusieron en bandeja el triunfo a sus matadores, como ocurrió con los dos primeros, uno llevaba un cortijo en cada pitón y el segundo un chalet en el pitón derecho, pero los novilleros no entendieron el mensaje. Sergio Flores, en el primero, se dedicó a perder la muleta casi en cada embroque, y solo consiguió una serie de tres naturales sometiendo a su enemigo bajándole la mano. Poca recompensa ofreció el torero al público para qué este le obsequiara con el premio que puso a su alcance el burel. Fue una pena que el novillo se fuera al desolladero con las orejas puestas. En su segundo, cuarto de la tarde, se dejó torear, pero el torero mejicano estuvo ventajista y no consiguió meter en ningún muletazo los dos cuernos de su enemigo en la franela. Javier Jiménez, en el segundo, tampoco estuvo a la altura de su enemigo. Sacó a relucir lo que le han enseñado las modernas figuras, que no es ni más ni menos, lo que estamos viendo cada vez que se visten de luces: torear al hilo del pitón perderle pasos al toro, no ligar y meter el pico hasta la saciedad. También lo intentó el chaval al natural pero el novillo le enganchaba la muleta en cada pase, y en un descuido del torero se quedó al descubierto y su enemigo lo arrolló sin consecuencias. El novillo terminó defendiéndose y el coleta para tratar de animar a la concurrencia decidió adornar la inexistente faena con una manoletinas, tan recurridas en los últimos tiempos.

©Pepeíllo

viernes, 25 de mayo de 2012

24 de mayo de 2012: ¡Qué nos quedará por ver!


Toros. De: Núñez del Cubillo. Encaste de varias procedencias.

Terna:
  • Sebastián Castella: Estocada baja y trasera. Silencio. Casi entera trasera y atravesada. 2 avisos. Aplausos y saludos desde el tercio. Pitos cuando intenta dar la vuelta al ruedo
  • Daniel Luque: Pinchazo y estocada trasera y baja. Silencio. Media estocada y descabello. Silencio
  • Diego Silveti. 2 pinchazos y estocada atravesada. Silencio. Estocada trasera y caída perdiendo la muleta Silencio.

Suerte de varas:
  • Primero: Tarifeño: La primera vara trasera, el picador debió entender que hasta el rabo todo es toro. En la segunda marcó solo el puyazo. El toro ha hecho una fea pelea en el caballo.
  • Segundo: Quisquillo: Se dejó pegar en la primera entrada. En la segunda lo colocaron debajo del caballo para que el impresentable picador lo picara trasero. De vergüenza.
  • Tercero: Asturiano I: Manseó y perdió las manos. La segunda vara no existió.
  • Cuarto: Fusilero. Mansea y el piquero coloca la puya trasera. En la segunda vara, marca solo pero trasera.
  • Quinto: Fundador: Marca en los bajos. El aficionado siente vergüenza ajena de estos profesionales. Mansea, no lo pica y sale suelto en la segunda entrada al caballo.
  • Sexto: Caramelo: En la primera vara se dejó pegar y salió suelto. La segunda cayó muy trasera y salió suelto del caballo.

Incidencias:
Confirmó el mejicano Diego Silveti. El ganado de Núñez del Cubillo fue impropio para esta plaza. Ya se sabe, si viene alguna figura, por toriles sale el medio toro y algunos sin cabeza, como ocurrió con el sexto, un animal impresentable, blando que el presidente tuvo que enviar a los corrales. Y los burladeros del callejón llenos de gentes relacionados con el mundo de la política y del mundo del toro, que lucen con desparpajo el lugar que ocupan, mientras en el ruedo se produce un bochornoso espectáculo sin que nadie intente poner soluciones a esta desmadrada corrupción. Algunos ejemplares parecían novillos. Al aficionado que paga el único recurso que le queda es no volver a la plaza, ya que la autoridad no pone soluciones a este problema y los taurinos campan a sus anchas sobre esta fiesta podrida donde solo buscan el lucro personal.

Presidente:
Envió a los corrales al segundo y sexto de la tarde y en su lugar se corrieron los sobreros de Carmen Segovia y Salvador Domecq. Los aficionados se preguntaban, ¿cómo habían sido admitidos para la lidia estos animalitos, sin trapío, sin casta y blandos? ¿No saben imponer la autoridad a estos corruptos taurinos?

Después de lo ayer, ¡qué nos faltará por ver en esta plaza! Tal y como está planteado este circo, creo que muchos desastres más. Después de lo ocurrido y ante la incapacidad que tiene el aficionado de que esto cambie a través de sus protestas, ¿por qué no va a la plaza a disfrutar, como hacen los ocupantes de otros tendidos? Esos que se quemaban ayer las manos aplaudiendo la faena de Castella al cuarto de la tarde, y, porque mató mal, si no, le dan las dos orejas. Qué más da que el toro sea un novillo, que toree al hilo del pitón, que cite con la muleta retrasada. Todas las figuras hacen lo mismo y casi todos los espectadores se lo pasan en grande. No recordáis las faenas de Manzanares a dos toritos de Victoriano del Rio en la última feria de Sevilla. Los pobres animales iban y venían al toque que les indicaba la muleta del fino torero alicantino. Fue indescriptible, los locutores de la TV emocionados por el toreo que manaba de la muleta del alicantino. Su padre, presente en el callejón, lloraba de alegría al ver que su hijo había sido capaz de superar las hazañas por él conseguidas.

Hubiera sido un drama que en ese momento alguien presente en la Maestranza hubiera mostrado su descontento a través de las críticas al matador: que si ponte en tu sitio, el toro es una babosa y no trasmite nada, que estás toreando metiendo el pico, que rematas los muletazos para fuera en lugar de para dentro, en fin, esa serie de improperios que sufren los pobres toreros cuando llegan a Las Ventas, y que como sigan así, dejarán de anunciarse en este plaza, porque hay que tener en cuenta que antes Madrid marcaba el futuro de muchos toreros y la temporada se hacía en función del resultado que obtenían en la feria de S. Isidro, pero hoy no. Madrid ya no manda, y eso les ha costado mucho conseguirlo al taurinismo para que un grupo de aficionados indocumentados vengan a exigirles a sus toreros que se pongan en su sitio, y lo más importante, que toreen toros. Habrase visto osadía.

No ha mucho tiempo, los taurinos de la época en connivencia con la prensa al servicio de este taurinismo, mantenían que los toros se caía porque Madrid exigía el toro grande, y claro, muchos ganaderos tenían que sacar a su ganado fuera de tipo para poder dar el trapío que les permitiera lidiar en esta plaza. Después de muchos años, y a través de estas falacias y otras de mayor calibre, han conseguido meter en Madrid el medio toro y según se pudo comprobar ayer, el novillo, para las figuras, claro. Y resulta que estos medios toros han perdido todos los atributos que les caracterizaban en otras épocas: fiereza, casta, bravura, en fin, lo que hacía que el público asistente permaneciera pendiente de lo que ocurría en el ruedo y encima se siguen cayendo con mayor frecuencia que antes, y claro, nadie pide responsabilidades a estos taurinos insaciables.

Ayer fue un día triste para la fiesta. No hubo toros, ni toreros, ni picadores que hicieran su trabajo con honradez. Picaban donde caía la puya, siempre trasera o en los bajos y digo picar, por decir algo, ya que la mayoría se dedicaron a marcar el castigo. Fue vergonzoso el espectáculo que ofrecieron estos señores del castoreño. ¿Y para eso se visten de toreros? No creo que entienda nadie a que juegan estos señores y a quien sirven, al espectador, no. Castella estuvo a punto de romper el maleficio en su segundo enemigo, pero no se le vio como otras tardes. Llevó a cabo el toreo fácil, pero los aficionados facilones y que quieren el triunfo del torero a costa del hundimiento de la fiesta, a punto estuvieron de encumbrarle, pero mató mal y eso le privó de los trofeos, que con sus resonantes oles le habían puesto en bandeja.

Nadie entendía que pintaba Daniel Luque en esta feria, pero solo había que leer el cuadernillo de la reseña de la corrida para entenderlo. A este torero lo apodera Simón Casa, con esto, está todo dicho.

Diego Silveti confirmó la alternativa, y en su primero estuvo perdiéndole pasos desde que apareció en el ruedo con la muleta. En su segundo, otra de los mismo. Lo recibió en el anillo mostrando valentía pero cuando le llegó la hora de torear comenzó el sainete conocido. Le perdía pasos, no templaba, quedaba descolocado para el siguiente pase, en fin, un torero que no demostró en esta tarde su inclusión en esta feria. Otra vez será.

©Pepeíllo