FERIA DE OTOÑO 2015
Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.
Ganadería
Toros de Vellosino, encaste Juan Pedro Domecq y Díez, en la línea de María Antonia Fonseca- Los Guateles. Mansa, sin casta, mal presentada y floja. Algunos ejemplares como el 2º, 3º y 6º, faltos de trapío. El 1º y el 2º, fueron pitados en el arrastre.
Terna:
- Uceda Leal: De tabaco y oro. Estocada desprendida. Silencio. Se atraca de toro al entrar a matar y cobra una estocada contraria. Dos descabellos. Silencio.
- Eugenio de Mora: De grana y oro. Pinchazo sin soltar, pinchazo hondo y estocada caída y atravesada. Silencio. Estocada desprendida y dos descabellos. Silencio.
- Gonzalo Caballero: De blanco y plata. Pinchazo que pierde el equilibrio sin consecuencias, estocada caída, aviso y descabello, en el toro de su alternativa. Pinchazo y estocada, aviso. El animal tardó en doblar. Saludos desde el tercio.
Presidente: Javier Cano Seijo.
Nada que objetar a la labor del presidente. Su actuación pasó desapercibida, como tiene que ser.
Suerte de varas:
- Cerillero II. 513 Kg: Hizo una fea desigual en el caballo, metió los riñones en la primera vara, pero en la segunda salió suelto. Manso en el caballo con arreones durante la lida propios de su condición.
- Colombino I. 505 Kg: En ambas entradas al picador no se empleó y no lo castigó. Mansote e inválido.
- Colombino II. 530 Kg: Tanto en la primera vara como en la segunda hizo una fea pelea en el caballo. En la primera se defendió con la cara alta y salió suelto y la segunda intentó quitarse el hierro. Toro sin rematar, manso que no se empleó en la muleta.
- Aguadulce. 576 Kg: Acudió suelto al picador que tapaba puerta y salió huyendo al sentir el hierro. En la segunda vara no se empleó y salió suelto. Manso sin más.
- Nochemala. 597 Kg: En la primera vara fue castigado trasero y el piquero no tuvo el detalle de rectificar. Volvió a entrar al relance. En la tercera vara marcó el castigo pero el animal salió suelto. Comportamiento cambiante de este toro, con detalles de bravo y arreones de manso.
- Alcaraban. 583 Kg. Acudió al reserva y el piquero le tapó la salida. No se empleó. En la segunda entrada hizo una fea pelea. Manso que no ha transmitido nada en la muleta.
Cuadrillas y otros:
No se llenó en esta ocasión tampoco el coso venteño, se veía mucho cemento libre. Gonzalo Caballero sustituyó a López Simón, herido en la tarde anterior, hecho que aprovechó el torero madrileño para tomar la alternativa de manos de Uceda Leal.
Destacó en el sexto la ineptitud del peón que tapaba puerta. Se inhibió totalmente en sacar al toro del caballo. Ya en el primero se le vieron las intenciones al no estar colocado en su sitio al aparecer los caballos de picar en el ruedo. El presidente debería haber tomado nota de estos detalles. Este señor que tiene la osadía de vestirse de torero responde al nombre de Pablo Delgado. En banderillas se lucieron Diego Ramón Jiménez y Curro Robles, en el primero y sexto, respectivamente. Ambos tuvieron que desmonterarse. También se lució en el quinto El Puchi, jugándosela en dos ocasiones ante un manso que hacía hilo a todo aquel que se movía en su presencia.
Respecto al comportamiento del público, ayer también tuvo un detalle que llamó la atención a los aficionados. El picador Álvaro Rodríguez, picó trasero a su enemigo y no quiso rectificar. El público premió su labor con un fuerte aplauso.
Comentarios:
Fue una tarde que sale uno de la plaza y no sabe a dónde ir después de haber perdido casi la identidad personal, cuestionándose por qué vino y que ha hecho durante dos horas en este lugar. Desgraciadamente suele pasar esto después de aguantar una tarde como la que dieron los matadores y el ganado que tuvo a bien la empresa traer en esta denostada feria. Después de esto a nadie le extraña que el público que paga su entrada encuentre alicientes incluso donde no los hay, saltándose las reglas del rigor, que debe imperar en estos espectáculos. Incluso los más benevolentes con la fiesta, abandonaban el coso buscando refugio en la distancia, tratando de olvidar el mal trago que habían pasado.
Ni Uceda Leal con sus estocadas, ni Eugenio de Mora, que parecía que había encontrado el sitio donde se torea y tampoco el aliciente de la inesperada alternativa de Gonzalo Caballero, sustituyendo a López Simón, fueron capaces de devolver a la fiesta lo que necesita, que el público abandone la plaza deseando regresar en el próximo festejo. Supongo que los únicos que habrán quedado satisfechos con el resultado de la corrida serán los empresarios, ya que dado el cartel y el ganado, jugaban a caballo ganador.
Por su parte Uceda Leal ha dado a la fiesta todo lo que tenía y su inclusión en los carteles obedecerá más a un resultado económico del empresario que lo que este torero pueda ofrecer al público. A su primero lo pasó por ambos pitones pero el resultado de su faena pasó inadvertido en los tendidos, y su segundo, un manso que no quería pelea huía constantemente del engaño. El torero se limitó a perseguirlo por el ruedo para sacarle un pase en cada tendido. En resumen, para olvidar.
Eugenio de Mora, trató en todo momento de agradar a los asistentes, pero le costaba al torero toledano convencerse de que el camino elegido no era el correcto. A su primero trató de fijarlo por bajo pero el animal se desentendió rápidamente de la pelea. Sólo pudo sacarle una serie de redondos al hilo y descomponiendo la figura. Lo intentó al natural pero el toro no respondió a su petición. Solo al final y cuando dejó de citar con la figura descompuesta consiguió dos derechazos que hicieron soplar a los tendidos. En su segundo tuvo la virtud de encontrar los terrenos adecuados para su enemigo, quiso calentar el ambiente comenzando la faena de hinojos, pero ese no era el estado natural del torero con la muleta en la mano. Intentó el toreo al natural, pero no consiguió sacar ningún muletazo limpio, y el toreo en redondo careció de continuidad. Le faltó decisión al torero.
El toro de la alternativa de Gonzalo Caballero fue un animal que acudía a todo aquello que se movías a su alrededor, pero fueron arreones de manso, incluso en la ceremonia de su alternativa el toro vio al grupo inmerso en el dialogo y se fue a por ellos como alma que lleva el diablo. Pero todo fue un espejismo. El torero cometió el error de recibirlo con unos pases por alto y de esta manera el toro rebañaba en los remates. Era un toro que había que llevarlo muy metido en la muleta .y rematar los muletazos por bajo, de esta manera el animal metía la cabeza con claridad, pero no debió ser fácil este detalle ya que el madrileño no lo consiguió. Por el pitón izquierdo el toro no tuvo recorrido. En su segundo, intentó llegar al público con dosis de tremendismo comenzando la faena con el pase cambiado, pero los muletazos volvía a rematarlos por arriba y ese hecho causó que el toro lo desarmara. La faena fue insulsa con algún detalle insignificante, casi para olvidar, pero desde el punto de vista del torero fue su primera tarde de matador. Suerte torero..
©Pepeíllo.
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