Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Corrida de La asociación de la Prensa
“Como colofón, fallaron los Vitorinos”
Ganadería.
Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Victorino Martín, encaste Albaserrada. Salvo el tercero, aplaudido en el arrastre, mansos, blandos y descastados, ofreciendo mal juego en el caballo.
Terna:
- Manuel Escribano; De gris plomo y oro. En el primero, bajonazo. Silencio. En el cuarto, pinchazo y estocada caída. Silencio.
- Paco Ureña: De verde manzana y oro. En el segundo, estocada caída y aviso tras descabello. Saludos desde el tercio. En el quinto estocada baja y descabello tras aviso. Silencio.
- Emilio de Justo: De berenjena y oro. En el tercero estocada trasera y tendida y cinco descabellos tras aviso. Silencio. En el sexto estocada acompañada de un aviso. Aplausos.
Presidente: D. José Magán Alonso
Sin problemas en sus decisiones.
Suerte de varas:
- Lazarillo. 536 kg. Negro entrepelado. 1ª Vara. Fue castigado trasero aunque el piquero rectificó. El animal no se empleó. 2ª Vara. De nuevo fue castigado trasero y repitió el mismo juego. Manso y descastado
- Escogido. 556 Kg. Negro entrepelado.1ª Vara: El piquero se agarró bien pero el animal no se entregó en la pelea, durmiéndose en el peto. 2º Vara: El toro se arrancó de largo, el picador se agarró trasero y rectificó. Manso en el caballo. En la muleta el torero le sacó lo que no tenía.
- Pesonero. 540 Kg. Cárdeno. 1ª Vara. El montado se agarró pero el toro no se lució en la pelea. 2ª Vara. Recibió un picotazo. Se dejó pegar en el caballo y en la muleta sacó las dificultades de la casta.
- Hebreo. 562 Kg. Cárdeno. 1ª Vara. Acudió suelto, le tapó la salida y volvió a salir suelto, sin emplearse.. 2ª Vara: Volvió a acudir suelto y no recibió castigo. El animal quedó sin picar llegando a la muleta con las fuerzas muy justas pero metiendo la cara con nobleza.
- Borranito. 568 Kg. Cárdeno. 1ª Vara:. Lo dejaron debajo del peto y el toro no se empleó. 2ª Vara. Lo dejaron de largo y el animal sacó la mansedumbre y buscó las querencias del ruedo donde nadie le molestara. Cuando lo colocaron de nuevo, recibió un picotazo. Manso en el caballo y en la muleta.
- Tomillero. 560 Kg. Cárdeno 1ª Vara. Le arreó el picador y salió suelto. 2ª Vara: Mostró la mansedumbre que llevaba dentro, se dejó pegar y volvió a salir suelto.
Cuadrillas y otros.
Al festejo acudió el Rey de España que vio la corrida desde una barrera del tendido 9, acompañado por Victoria Prego, presidenta de La Asociación de la Prensa..
Al finalizar el paseíllo Paco Ureña recibió una ovación por su disposición en apuntarse a esta corrida y no encontrarse en plenas facultades físicas.
Con temperatura primaveral y con un viento que refrescaba el ambiente, el coso venteño colocó el cartel de “No hay billetes”.
En el tercero y en el tercio de banderillas, saludaron montera en mano, Morenito de Arlés y Perea Valcarce. También destacó en este toro la lidia de Ángel Gómez.
Los tres toreros brindaron al Rey sus primeras faenas. Paco Ureña hizo en el segundo un doble brindis, al público y al Rey, por el mismo precio.
Comentarios:
De nuevo se volvieron a escuchar en los tendidos las voces de los espectadores patriotas lanzando al aire, los “Vivas a España”, sin venir a cuento. Pero como dijo Rafael el Gallo, al filósofo, Ortega y Gasset: “hay gente pa to”
Lo que si se escuchó en el quinto desde el tendido 7, fue, “Victorino, solo te queda el nombre”, frase sentenciosa que recriminaba al ganadero de Galapagar el mal juego que ofreció su ganado. Dicho queda.
Lo que sí pudo observarse fue la disponibilidad de los toreros, pero no todos corrieron la misma suerte. Por un lado Paco Ureña y Emilio de Justo. Ureña vino en unas condiciones físicas mermadas y a pesar de ello le sacó a su primero lo que no tenía, colocándose en su sitio y obteniendo una faena con altibajos, perdiendo con la espada el premio a su disposición y al toreo que mostró con la muleta. En el quinto no tuvo enemigo, a pesar de ello mostró la disposición del torero que busca ofrecer a la concurrencia lo mejor de su muleta, obteniendo algunos muletazos hondos. Me gustó también la disposición de Emilio de Justo en sus dos enemigos. A su primero le plantó cara y a pesar de no llegar a dominarlo, estuvo muy digno en su labor. Al natural aunque no llegó a acoplarse, llenó el albero con voluntad. En el sexto se le vio seguridad tratando de fijar las zapatillas en la arena intentando superar con valentía las complicaciones que le presentó su enemigo. Otra vez será, torero.
Sin embargo Manuel Escribano intentó en sus dos enemigos agradar pero a su manera. Y la manera del torero sevillano no agradó a la parroquia venteña. Recibió a sus dos enemigos a portagayola, aunque el primero le hizo un desprecio y se marchó sin acudir al engaño, en el segundo lo intentó de nuevo y puso el corazón en vilo a los presentes, ya que el toro apareció en el ruedo andando y en un segundo podría haberlo borrarlo de la arena. El torero pasó muchos apuros cuando el animal acudió al engaño, pero hay que decir que esta suerte no está valorada en la medida del riesgo, siendo calificada de tremendista. El toro le apretó en querencias y el torero salió del apuro con dignidad. En banderillas lidió a sus dos enemigos con vulgaridad. Y con la muleta, Escribano no anduvo afortunado. Su primero no se empleó y el torero de Gerena terminó contagiándose de su enemigo. El toro acudía al engaño con la cara alta y con un tranco que le impedía transmitir emoción a los tendidos. Al final el público le recriminó su pesadez en alargar una faena inexistente. Al cuarto lo recibió desde el anillo con un pase cambiado, continuando con unos muletazos por alto que castigaron mucho al animal, que junto a las exigencias del tercio de banderillas, terminó aplomándose en la muleta, lo que evitó el intento de lucimiento del torero, si es que eso era lo que pretendía.
©Pepeíllo.
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