FERIA SAN ISIDRO 2019
Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
1ª de Feria. Corrida de toros.
“Fallaron los coletas”
Ganadería
6 Toros de La Quinta, encaste Santa Coloma, línea Joaquín Buendía. Bien presentada aunque algunos ejemplares vinieron con mucha romana y fuera de tipo El juego ofrecido fue variado pero cada uno de los toreros tuvo su oportunidad de triunfo. Salvo el primero y el sexto su juego no defraudo a los presentes. Varios de ellos fueron aplaudidos en el arrastre.
Terna:
- Rubén Pinar: De rosa palo y oro. Pinchazo en la suerte contraria y sartenazo de libro. Silencio. Metisaca y estocada contraria que vale. División de opiniones cuando saluda.
- Javier Cortés: De purísima y oro. Estocada trasera y tendida. Ovación. Pinchazo y dos descabellos, el último tras aviso.
- Thomás Dufau: De azul noche y oro. Dos pinchazos, el primero perdiendo la muleta y el segundo por no pasar el “fielato” y estocada trasera y tendida tras aviso.. Estocada trasera y tendida. Silencio.
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito.
Sin novedad en sus funciones salvo la polémica de gestos que montó con Javier Cortés en el quinto. El torero le pedía el cambio, y el usía le indicaba que entrara de nuevo el toro al caballo pero cerrándolo más, ya que en la segunda vara lo colocó en el anillo del ruedo, con buenas intenciones, pero desde esa distancia el animal no mostró en ningún momento intención de acudir al caballo.
Suerte de varas:
- Malastardes.. 588 Kg. Negro entrepelado, bragado meano. En la primera entrada al caballo se dejó pegar pero sin fijeza. En la segunda el picador no estuvo acertado y se limitó a sujetarlo. Manso, descastado, noble y sin recorrido en la muleta.
- Bailaor. 621 Kg. Cárdeno, girón, corrido, calcetero. Fue muy mal picado. En la primera vara, lo castigó en los bajos y salió suelto. En la segunda picó trasero. El animal se limitó a dejarse pegar. Algo blando de remos pero llegó a la muleta con movilidad.
- Coronel. 566 Kg: Negro listón. En la primera vara empujó con clase, fue castigado trasero y salió suelto. En la segunda entrada empujó en el peto pero se repuchó. Con casta y el torero estuvo por debajo de su enemigo.
- Jinete. 582 Kg:. Cárdeno bragado meano. Cumplió en el caballo, pero mostrando mansedumbre, sin embargo puso en bandeja el triunfo al torero.
- Fogoso. 575 Kg: Cárdeno. En la primera vara derribó y en la segunda el piquero se agarró bien, levantando los aplausos de los tendidos. En la tercera lo puso el torero de largo pero el animal no mostró intenciones de acudir de nuevo al montado. Toro de buen juego pero fue desaprovechado en la muleta.
- Ramonero. 637 Kg..Cárdeno. En las dos entradas que hizo al caballo mostró su condición de manso. Llevaba en su esqueleto 637 kg.
Cuadrillas y otros.
En tarde primaveral se celebró la primera corrida del ciclo de San Isidro, donde el coso venteño registro media entrada. Los toreros de plata mostraron una disposición que hace tiempo no se veía. No quiero destacar a nadie ya que todos estuvieron a la altura de su profesión. Nadie intentó escurrir el bulto, también en la colocación de los rehiletes dieron un recital de profesionalidad, todos en general intentaron ganar la cara a su enemigo, unos lo consiguieron y otros no, pero con la intención bastaba. Hubo quien tuvo que tomar el olivo ante la acometida de su enemigo y lo hizo con dignidad
Como destacado me referiré al picador, Juan Francisco Peña, que colocó un puyazo al quinto que le sirvió abandonar el ruedo entre aplausos. Sus compañeros debían aprender, o posiblemente sea él el que no quera entrar en ese círculo donde se ha normalizado el puyazo trasero, en el brazuelo y para más infamia, tapándoles la salida a los toros.
Rubén Pinar brindó la lidia del primero de su lote al médico de la plaza, García Padrós.
Comentarios:
Los espadas que se enfrentaron a los astados de La Quinta eran toreros modestos, por ese motivo no estuvieron a la altura que requería la lidia de sus enemigos. Trajeron envueltos en sus engaños solo voluntad, pero una voluntad engañosa ya que los aficionados pudieron comprobar que ante enemigos exigentes hay que dar la cara y por derecho. Ninguno de los tres estuvo a la altura que requería el guión, y como consecuencia se dejaron ir una oportunidad de plata ante un escaparate que les hubiera aupado en su carrera. Eso sí, hicieron lo que sabían hacer. Toda la corrida mostró condiciones para las afueras, pero hubo algunos toreros que no quisieron o no se enteraron de ello.
Rubén Pinar sacó a su primero a los medios para no ofrecer nada interesante. Ni el toro ni el torero mostraron condiciones para ello. Desde el principio de faena se pudo observar que el pescado estaba vendido, y así fue. A su segundo lo sacó a los medios y allí recibió una serie aseada de redondos pero sin llegar a cruzarse en ningún momento al pitón contrario. El toro era de orejas y a pesar de la voluntad del torero por cumplir, su toreo no se acopló en ningún momento a las exigencias de su enemigo. Estuvo muy por debajo del toro.
El primero de Javier Cortés tuvo mucha movilidad en la faena de muleta. El torero madrileño comenzó la faena mostrándole la muleta con la mano izquierda, consiguiendo una segunda tanda aseada de naturales, el toro perdió las manos. El torero cometió un error, cambió de mano a pesar que el pitón bueno de su enemigo era el izquierdo. Cuando volvió al pitón izquierdo el toro se derrumbó y le costó levantarse. En el quinto se repitió el guión, el astado le ofreció otra oportunidad, pero el torero ofreció una faena variada, consistente en muletazos templados mezclados con trapazos de principiante y con enganchones, eso sí, sin perder la postura de citar al hilo del pitón.
El torero francés,Thomas Dufau se encontró en el primero de su lote a un animal encastadito y no pudo con él. No se comprendió desde los tendidos como a un toro de esas condiciones no lo sometió por bajo, rematando los muletazos por alto. En la segunda tanda lo desbordó y el matador no encontró el mando que requería su enemigo, por más remató la faena con trapazos indignos de un matador que quiere ser torero. El sexto no le dio oportunidad. Un animal fuera de tipo que aunque iba bien por ambos pitones, le costaba repetir y terminó parándose, con lo cual el torero solo pudo mostrar voluntad.
©Pepeíllo.
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