sábado, 15 de junio de 2019

14 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

31ª de Feria. Corrida de toros. 

“Que quieren estos toreros…” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Fuente Ymbro, procedencia Jandilla. Bien presentados, con cara, pero de juego variado. Mansearon en el caballo y algunos se fueron con las orejas al desolladero. El sexto fue devuelto a los corrales y en su lugar se corrió un sobrero del conde de Mayalde. 

Terna: 
  • Morenito: De verde botella y oro. Pinchazo bajo que escupe, aviso y bajonazo. Silencio. Pinchazo, aviso, y estocada baja. Silencio. 
  • Pepe Moral: De azul purísima y oro. Dos pinchazos y estocada habilidosa saliéndose de la suerte. El animal tuvo una muerte brava. Silencio. Pinchazo y estocada, aviso y 4 descabellos. Pitos. 
  • José Garrido: De burdeos y oro. Aviso y estocada baja perdiendo la muleta. Silencio. Tres pinchazos tras aviso, media estocada que escupe, estocada baja, 2º aviso y tres descabellos. Pitos.
Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro. 

Le costó al presidente tomar la decisión de enviar al sexto a los corrales ante una evidente falta de fuerzas. Lo hizo en el tercio de banderillas. 

Cuadrillas y otros. 

Tarde de temperatura agradable aunque al final del festejo se notó algo de frio. El coso venteño registró algo más de media entrada. 

Comentarios: 

¡Que quieren estos toreros!. El ganado manseó en el caballo, pero en la muleta metieron la cabeza mostraron nobleza y condiciones para el triunfo. 

El primero de La tarde de nombre Vinazo, mostró mansedumbre en el caballo, y no fue castigado y salió suelto en las dos varas que recibió. El matador lo recibió a portagayola y se le paró en la suerte. Morenito de Aranda aguantó la parada y salió del trance con apuros. El matador brindó la faena aunque el toro no lo merecía ya que lo único que había mostrado era mansedumbre. El torero templó una tanda de derechazos procurando que el manso no le marchara a tablas. En la siguiente tanda remató con dos muletazos muy toreros. Esto fue todo, según transcurría la lidia la faena iba perdiendo interés y el animal buscando el amparo de las tablas. Lo intentó al natural pero no encontró las condiciones para el lucimiento. En el cuarto de la tarde de nombre Sacacuartos, el burel hizo en el caballo una pelea de manso. Con la muleta lo pasó con la derecha pero su enemigo no tuvo una embestida clara, pero el torero no encontró el sitio que requería el toro, no se colocó en su sitió y en todos los muletazos le punteaba la pañosa. Lo intentó al natural como último recurso y su labor resultó sosa y vacía de contenido, el toro se le coló en un momento de la faena, volvió con la derecha pero su labor no dijo nada a los tendidos. El matador agotó sus dos tardes en la feria con más pena que gloria. 

El segundo de la tarde de nombre Retama, se dejó picar en el caballo empujando sin fijeza y el piquero le tapó la salida, en la segunda entrada no se empleó. Y salió suelto de la pelea. En la muleta tuvo recorrido por ambos pitones. Pepe Moral lo sacó al anillo y allí mostró sus intenciones con la derecha, limitándose a acompañar la embestida de su enemigo en lugar de intentar el toreo. Al natural el toro se defendía ya que no le hicieron bien las cosas y el torero decidió tomar el acero. El quinto, de nombre Agitador, hizo una fea pelea en el caballo y en la segunda vara recibió un picotazo. Pepe Moral comenzó la faena con una pedresina citando desde el anillo del albero, pero el torero se limitó a acompañar la embestida del burel, haciendo uso del toreo ventajista pero sin llegar a los tendidos, hasta que el toro fue perdiendo acometividad llegándose a rajar. Al final y como recurso lo intentó al natural, pero sin conseguir ni una simple tanda. El torero sevillano estuvo muy debajo de su enemigo. 

El primero de José Garrido, de nombre Patrullero, fue un animal sin codicia que manseó en el caballo, acudiendo suelto al montado y dejándose pegar pero mostrando una buena dosis de mansedumbre. José Garrido comenzó la faena de muleta doblándose con él y el toro se derrumbó debido a su falta de fuerza, el mansurrón tenía su picante y el torero le recetó dos tandas de redondos bajando la mano pero mal colocado, a partir de aquí el torero pacense comenzó a mostrar desconfianza y el burel comenzó a pararse. El matador se echó la muleta a la izquierda pero cuando el toro estaba pasado de faena y como recurso de no saber cómo continuar su labor. La consecuencia fue que su enemigo se fue al desolladero sin torear. El sexto fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un sobrero de nombre, Joyero. Al no pararlo nadie el animal acudió al picador de reserva y allí se dejó pegar empujando en la pelea. Todo fue un espejismo, en contraquerencias el toro manseó defendiéndose y saliendo suelto del caballo. Con la muleta en la mano José Garrido lo sacó a los medios y el animal acudía al engaño con codicia. Se echó la muleta a la izquierda y sólo consiguió pases sueltos pero sin ligazón. Volvió a intentarlo con la derecha pero el público presente estaba cansado de tanta vulgaridad ofrecida por los toreros y pedía a gritos que finalizara el espectáculo para resguardarse del frio que se presentó con la caída de la tarde, quedando claro que cada torero desperdició su oportunidad de triunfo. 

©Pepeíllo.

No hay comentarios: