martes, 23 de mayo de 2023

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de San Isidro. 12ª de feria. Corrida de novillos. 

A Miguel Requis. El sabe por qué.

“Tarde de juego variado”

Se lidiaron 6 novillos de Montealto, de procedencia El Ventorrillo y Luis Algarra. Bien presentados, su juego fue variado pero no defraudó. Algunos mostraron mansedumbre, pero también casta. El primero fue aplaudido en el arrastre. El primero y cuarto tuvieron una muerte encastada, y el quinto fue pitado pero tampoco defraudó su mansedumbre.

  • Jorge Martínez. De grana y oro. Estocada al paso. Aplausos. Estocada perdiendo la muleta.
  • Jorge Molina De marino y oro. Estocada delantera perdiendo la muleta, y descabello tras aviso. Aplausos. Estocada desprendida y descabello tras aviso. Saludos desde el tercio.
  • Sergio Rodríguez. De purísima y oro. Dos pinchazos y estocada tras aviso. Saludos desde el tercio. Estocada que escupe y otra casi entera y descabello tras aviso. Silencio.

Presidente: D. Eutimio Carracedo Pastor. Sin problemas en sus funciones.

Cuadrillas y otros.  

El cartel reunió a más de media plaza en tarde de lluvia y ambiente desapacible. Los toreros de plata no defraudaron. Ante una novillada exigente, hubo un buen nivel. En el tercero y en banderillas, tuvieron que desmonterarse Juan Carlos Rey y Toñete. Juan Navazo también destacó durante la lidia del segundo novillo Los montados no corrieron el mismo camino, aunque también fue variada su labor. Continúan picando trasero y sin medir el castigo. En el quinto una voz desde el tendido manifestó: “a los toros hay que picarlos”. El problema no es que lo dijera, es que llevaba razón. En el cuarto Álvaro Marrón marco el castigo arriba, rara avis, los demás donde cayera el hierro. Cuando los manden a su casa, se preguntarán por qué.

Comentarios:

Se anunciaron tres novilleros con un bagaje encomiable, a los tres se les vio rodados y el primero, José Martínez a punto de tomar la alternativa, le tocó en suerte Carcelero, que cumplió en varas pero el piquero lo castigó en la primera entrada, la segunda fue un trámite y aunque mostró escasez de fuerzas, llegó a la muleta embistiendo pero el novillero lo desaprovechó. Templó varias de las tandas que le ofreció su enemigo, pero le sobró pico y le faltó colocación. Confundió la cantidad con la calidad. En su segundo de nombre Ventajista, hizo una fea pelea en el caballo y en la muleta le dio pocas oportunidades al matador que estuvo dispuesto en su labor. Lo recibió con unos estatuarios rematados por un remate por bajo muy torero. El manso encastadito le regaló una tanda de derechazos que el matador no aprovechó. En el toreo al natural el astado presentó complicaciones y menos recorrido, pero al torero se le vio firme.

A Jorge Molina le tocó en suerte Veraniego en el novillo de su presentación. El burel comenzó su pelea con el caballo manseando en la primera vara y en la segunda le arreó el piquero y el astado recibió el castigo con dignidad. El torero lo recibió presentándole la muleta por bajo pero continuó mostrando el engaño fuera de cacho y con el pico por delante. Su enemigo acudía con nobleza al engaño hasta que clavó las defensas en la arena y dio la vuelta de campana. A partir de aquí comenzó a defenderse y tuvo menos recorrido. El torero le sacó una tanda de redondos templados llevando al animal metido en la muleta. Se le vieron al torero maneras y fue una pena que su enemigo no correspondiera. Regaló unas manoletinas como remate de faena. Al quinto lo llamaban Soñador y su mansedumbre y la disposición del torero no aburrió a los presentes. Al no pararlo de salida, el manso se marchó al picador de reserva. En esos terrenos se encontró como en su casa, pero cuando le presentaron el picador en contraquerencias, acudió suelto en la primera entrada y fue castigado bajo. En la segunda salió suelto buscando la salida. No fue castigado en varas. Con la pañosa lo recibió con muletazos por alto y pases cambiados, mostrando disposición y valor. Continuó con una tanda de derechazos ajustados, que a mi entender fue lo mejor de la tarde. Al natural construyó su labor en torear llevando al novillo muy empapado en la muleta para que no saliera huyendo de la pelea, no lo consiguió como hubiera sido su deseo. El animal terminó en toriles y en ese terreno el matador culminó su faena ofreciendo unas bernardinas de regalo.

Sergio Rodríguez aprovechó su inclusión en el cartel para hacer su también la su presentación. El novillo se llamó Venturoso. En la primera vara empujó con fijeza pero en la segunda no se empleó y se repuchó. Los toreros de plata estuvieron muy elegantes en el segundo tercio. Al torearlo a una mano Rubén Sánchez el burel le apretó y tuvo que saltar el olivo. El novillero dispuesto a todo, recibió a su enemigo de hinojos en el 7 y le dio una tanda de derechazos con pase cambiado de regalo. Los olés resonaron en los tendidos. Pero cuando comenzó el torero de verdad, dio una tanda rematada para fuera quitándole vistosidad a su labor y a su voluntad. Cuando lo intentó al natural le faltó mando y le sobró citar con el pico. Volvió a la derecha y ofreció muletazos de variada condición. Mostró voluntad y ganas. En el sexto de nombre Tabernero, al no conseguir pararlo de salida, el animal acudió suelto marcando el piquero bajo el castigo. En la segunda entrada le zurró la badana y salió suelto. Con la muleta le sobró voluntad y le faltó temple. Tanto en redondos como al natural el novillo fue exigente, pero el matador no le respondió con la misma moneda, no le bajó la mano y le tocaba la muleta en casi todos los remates. Decidió tomar el acero y no permitir que la tarde gris y fría continuara cayendo sobre nuestros cuerpos.

©Pepeíllo.

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