domingo, 14 de septiembre de 2025

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.

Corrida de toros desafío ganadero.

“A Aranda de Duero en sus fiestas. ¡¡Ánimo arandinos para que la fiesta taurina regrese a la Chata y las fiestas recupere en estos días el color que se merece!!

“Lidia, lidia y lidia”

Para el primer desafío ganadero eligió el empresario dos ganaderías, encastadas en Santa Coloma y Albaserrada, Rehuelga, 1º, 2º y 3º, y José Escolar. 4º, 5º y 6º. En cuanto a la presentación al ganado le salvó la cara y ajustándonos a los datos, fue una limpieza de corrales. Lo de Rehuelga con la edad casi al límite de los seis años, descastada y de escasas fuerza, lo de Escolar sacó casta, mala, pero casta. La plaza registró un tercio del aforo, en tarde veraniega. Al finalizar el paseíllo los aficionados le dedicaron una ovación al torero Juan de Castilla, por su recuperación de los percances sufridos en esta temporada.

TERNA:

Sebastián Ritter: (Sustituyó a Damián Castaño). De nazareno y oro. En el segundo estocada casi entera, desprendida y atravesada. Silencio. En el cuarto estocada muy defectuosa. Silencio.

Juan de Castilla: De nazareno y oro. En el tercero pinchazo y estocada desprendida que vale. Saludos desde el tercio. En el quinto pinchazo bajo y estocada muy baja y atravesada y 4 descabellos. Silencio.

Miguel Andrades: (Confirmación). De blanco y oro. En el toro de su confirmación, pinchazo arriba, estocada en los bajos que hace guardia. Aviso. Intentó descabellar pero los aficionados se lo recriminaron. Pinchó de nuevo. 2º aviso. Perdió los papeles y le salvó la campana. Silencio. En el sexto dos pinchazos, estocada baja, atravesada y trasera. El toro se echó. Silencio.

PRESIDENTE: D. José A. Rodríguez San Román.

No anduvo acertado el presidente. No devolvió el tercero por falta de fuerzas. En el tercio de varas debió permitir que algunos ejemplares acudieran al caballo tres veces. Sino qué sentido tiene un desafío ganadero

SUERTE DE VARAS:

Fue vulgar la labor de los picadores, y a pesar de no traspasar los límites del ensañamiento que vienen mostrando con regularidad, en algunas ocasiones, fue deprimente la actuación de varios de ellos.

CUADRILLAS.

La nota negativa la dieron los rehileteros en el quinto. Tuvieron que pasar cuatro veces para dejar cuatro palos. Parece mentira que un torero de plata como Gómez Escorial tenga que pasar estos momentos después de tanto años como subalterno. Todo tiene un principio y un fin, torero.

TORO A TORO

1º Avispa: N. 17. 555 kg. Cárdeno oscuro. Cinqueño. Rehuelga. En la primera vara el animal no se empleó y el picador midió el castigo. En la segunda se arrancó de largo y marcó arriba y volvió a ser benévolo en el castigo.

2º Mulerito. N. 7. 536. Cárdeno Chorreado. Cinqueño. Rehuelga. Marcó trasero, el toro empujó y el piquero le tapó la salida. En la segunda entrada lo dejaron en la tercera raya, el picador ajustó trasero el castigo y el animal se empleó en el peto sin fijeza.

3º Logroñés N. 10. 538 kg. Cárdeno. Cinqueño. Rehuelga. Acudió al caballo y se encontró topando en el peto. El montado no lo castigó. La segunda entrada se limitó a marcar el castigo trasero. El toro perdió las manos y arrecieron las protestas.

4º Cantador. N. 61. 523 kg. Cárdeno b. meano. Cuatreño. José Escolar. La primera vara fue un desastre. Marcó el castigo trasero y bajo, sin llegar a castigar severamente. En la segunda entrada acudió de largo pero se defendió.

5º Capador. N. 32. 592 kg. Cárdeno. Cuatreño José Escolar. El piquero lo castigó trasero y el animal empujó con un pitón. En la segunda entrada fue colocado más lejos, le costó acudir y cuando lo hizo el picador no anduvo acertado.

6º Corredor. N. 18. 530 kg. Cárdeno. Cuatreño. José Escolar. La primera vara cayó baja, el picador midió el castigo y el animal no se empleó en la pelea. En la segunda tampoco lo hizo y de nuevo fue castigado trasero. En la tercera se dejó pegar.

CRONICA:

La corrida tuvo dos partes muy diferenciadas marcadas por el comportamiento del ganado. Lo de Rehuelga sacó poca casta, poca bravura y mucha blandura. Una pena que una ganadería emblemática esté en horas tan bajas. Sin embargo los escolares mostraron muchas complicaciones en el último tercio y ninguno de los toreros interpretó el papel que le tocó en cada uno de ellos. Los aficionados echaron en falta en los toreros el concepto de la lidia.

Miguel de Andrades recibió a su primero de hinojos frente a toriles, pero el toro salió haciendo hilo hacía las tablas. El torero cambio su papel y se colocó de rodillas en el tercio y le recetó la larga cambiada que tenía en su guión. Llevó a cabo el tercio de banderillas y no anduvo fino. Con la muleta se dedicó a cuidar a su enemigo por el derecho. El de Rehuelga tenía poco que ofrecer. Por el izquierdo tuvo algo de recorrido pero el jerezano estuvo por debajo de sus embestidas. Remató con las manidas manoletinas y a punto estuvo de llevarse un disgusto. Con el sexto fue otra película. Al recibirlo de capote lo tuvo que sacar para fuera al no poder aguantar las acometidas de Corredor, tercero de Escolar. El toro acudía al engaño lamiendo el albero. En el tercio de banderillas pasó apuros en el tercer par. En el último tercio se pudo ver desde el principio que el torero no podía con el toro. El carbón, muy negro, pero carbón que Corredor llevaba dentro le puso en aprietos. Era un toro para lidiarlo no para intentar ponerse bonito. El toro se hizo dueño y señor del albero, y al torero le dejó la opción de exponer a sabiendas que no sacaría nada de ello.

El segundo de la tarde de nombre Mulerito, de Rehuelga, lo tuvo que sacar para fuera Sebastián Ritter. El torero brindó la faena a su compañero de terna Juan de Castilla. Realizó Ritter un bonito trasteo pero cuando se puso a torear, por el pitón izquierdo se limitó a acompañar las embestidas de su enemigo. Otra tanda por el mismo lado estuvo algo más ajustada, pero sin llegar a los tendidos. La sosería del animal y la falta de colocación del torero, hizo que su labor no brillara en tarde de sol radiante. En el cuarto y recuperado el orden de lidia, el “josescolar”, apretó de salida y el matador con dignidad lo sacó a los medios. Tenía mucho que torear Cantador, pero eso fue lo que no hizo Ritter. El toro aprendió mucho durante la lidia y llegó avisado a la muleta. Acudía a la pañosa con la cara por las nubes y quedándose en la mitad de la suerte. El toro necesitó, lidia, lidia y lidia, y eso fue lo que no recibió.

El primero de Juan de Castilla le apretó de salida y tuvo que sacarlo a los medios. Eso fue lo único que hizo. En el caballo se comprobó que el toro tenía las fuerzas muy justas. Con la muleta tuvo que llevar a cabo su labor citando a media altura. El animal debido a la escasez de fuerzas en lugar de embestir se defendía y no quedaba lugar para el lucimiento. Su devolución hubiera sido lo más justo, pero el presidente… Al quinto, otro “josescolar” lo recibió de capote sacándolo a los medios enseñándole a embestir, pero cuando el animal llegó a la muleta, después de ser sometido a un tercio de banderillas denigrante, el animal diría: “Tonterías las justas”. Y así fue, Capador sacó todo el carbón que tenía dentro y el torero no pudo apagarlo con el toreo moderno. El toro medía y el torero sin mando, tuvo que interpretar el baile que marcaba su enemigo. De esta manera no dejó ningún detalle para el recuerdo.

Insisto, cuando las ocasiones se presentan hay que tirar del guión de la lidia.

©Pepeíllo.

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