Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros.
“No aprenden los toreros.”
En tarde primaveral y con un tercio de plaza. Se lidió una corrida de Saltillo. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del Papa Francisco, fallecido el pasado día 21 de abril. El ganado, de variada presentación y juego, entretuvo a los aficionados, que posiblemente esperaban algo más de casta en el encierro. El primero y tercero fueron aplaudidos de salida. El segundo, tercero y quinto fueron ovacionados en el arrastre. El segundo tuvo una muerte brava. El quinto fue el más desatacado del encierro.
Javier Castaño fue recibido con aplausos en su regreso a Las Ventas y como signo de despedida del torero este año. Cristóbal Reyes confirmó la alternativa de manos de Javier Castaño con el toro Presidiario II. Intentó recibir a su primero frente a toriles, pero el toro cuando apareció en el ruedo prefirió hacerle un desplante y marcharse barriendo las tablas.
Terna:
Javier Castaño: De blanco y oro. Pinchazo hondo bajo y atravesado. Silencio. En el cuarto estocada atravesada y tres descabellos. Silencio. Se retiró a la enfermería.
Luis Gerpe: De verde manzana y oro. Estocada muy delantera. Aviso. Estocada delantera y caída. El toro se echó y lo levantó el puntillero. 2º aviso. Volvió a levantarlo el puntillero. Al tercer intento consiguió despenarlo. Silencio. En el quinto estocada desprendida. El toro continuó pidiendo pelea hasta que dobló. Vuelta al ruedo con protestas tras petición.
Cristóbal Reyes: De burdeos y oro. En el toro de su confirmación tres pinchazos, el primero perdiendo la muleta y cuatro descabellos. Entre los intentos de matar, recibió dos avisos. Silencio. En el sexto el animal recibió cinco pinchazos y como regalo un bajonazo. Entre tanto la presidencia le envió dos avisos. El animal se echó supongo que aburrido al ver el “matador” que le había tocado en suerte. El torero recibió un silencio muy benevolente.
Presidente: D. José Luis González González.
Estuvo en su sitio cuando el público solicitó un trofeo a Luis Gerpe en el quinto sin caer en la trampa del triunfalismo de los tendidos. La petición no fue mayoritaria. Tuvo el detalle de permitir a cuatro toros acudir al caballo tres veces. Un detalle de aficionado, Presidente.
Suerte de varas:
No anduvieron finos los picadores. El primero, tercero, quinto y sexto recibieron un mensaje de los tendidos por su labor. Continúan castigando trasero y en los bajos y algunos como el segundo y el quinto no rectificaron. El tercero en la paletilla.
CUADRILLAS.
Los toreros de plata no pasaron de cumplir con su labor. Algunos intentaron lucirse en banderillas pero su intención quedó en eso. En el quinto Joao Pedro se la jugó al echarle el toro la cara arriba al cuadrar. Salió apurado del embroque y el toro hizo hilo y se libró de la cornada al intentar saltar el olivo.
TORO A TORO
1º Presidiario II: N.25. 567 kg. Cárdeno bragado meano corrido y axiblanco. En la primera vara el toro se quejó del castigo y el picador no anduvo acertado. En la segunda entrada se defendió y blandeó.
2º Millorquito N. 37. 543 kg. Negro entrepelado, bragado, meano, axiblanco. En la primera vara fue castigado trasero, el animal empujó en el peto. En la segundo se defendió y salió suelto. En la tercera se repuchó ante el castigo.
3º Chinito. N. 33. 572 kg. Cárdeno claro. Se defendió en el primer encuentro con el picador y el piquero lo castigó en los bajos. En la segunda vara el castigo lo recibió en la paletilla. En la tercera el toro salió suelto.
4º Astador. N. 10. 597 kg. Cárdeno. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda se repuchó y no le gustó el castigo.
5º Presidiario I. N. 36. 563 kg. Cárdeno, bragado, meano, corrido. En la primera vara lo tuvo que cerrar, empujó y se dejó pegar. En la segunda empujó y en la tercera se arrancó de largo y lo castigo bajo.
6º Relamido. N.48 533 kg. Cárdeno, bragado, meano Lo castigó trasero en el primer encuentro con el caballo. En la segunda marcó mal aunque rectificó.El animal no se entregó. En la tercera acudió de largo pero no se entregó en la pelea.
Crónica:
Los toreros siguen sin tomar nota de las desgracias que sufren algunos compañeros. Cuando se visten de luces se sentirán impunes y pensarán que los males les ocurren a otros. Un ejemplo: Recientemente le echaron al corral un toro a Alejandro Mora y además en el toro de su confirmación. Creo que los toreros deberían tomar nota de esos detalles, y no llevar las faenas a esos extremos y con el agravante de ofrecer vulgaridad. Como decía el crítico desaparecido J. Vidal, las faenas de muleta en cinco minutos. Ayer a Cristóbal Reyes le dieron dos avisos y precisamente en el toro de su confirmación. A esta faena consiguió adaptar su muleta casi al final de la misma. En la última tanda con la derecha consiguió templar las embestidas de su enemigo. Lo que hizo antes, citar fuera de cacho, trapazos por aquí y por allá… No imprimir a su labor la transmisión necesaria que llegara a los tendidos. Se le complicó la suerte suprema y… Dos avisos y a punto de sonar el tercero. Pero no paró aquí el desastre de avisos. En el sexto y después de recibirlo con la muleta con medios pases y mostrando muy poca confianza en el toreo al natural y ante un animal con poco recorrido, no llegó a acoplarse en ningún momento. Solo al final de faena y antes que comenzaran a sonar los avisos, consiguió una tanda aseada de naturales. ¡Para ese viaje no necesitó tantas alforjas de tiempo! Comenzó la suerte suprema con cinco pinchazos y un bajonazo al hilo del segundo aviso. El toro se echó aburrido después de tanta infamia muleteril.
Pero no terminó con Reyes el problema de los avisos. Luis Gerpe, matador con años de alternativa, recibió dos avisos en el primero de su lote. Su labor quedó plasmada ante un soso ejemplar con el cual el torero lo intentó pero no consiguió su objetivo. Recibió el primer aviso después de entrar a matar por primera vez. Después dio un sainete el puntillero que levantó al toro dos veces, y llegó el segundo aviso. Lo tuvo que despenar por detrás. En el quinto, ya lo dice el dicho. “No haya quinto malo”. El animal comenzó comiéndose la pañosa del toledano, el torero le recetó dos tandas aseadas de redondos y otras dos por el pitón izquierdo. A la tercera lo arrolló y salió conmocionado de la cogida, pero no le impidió continuar en la lidia. Se mostró dispuesto el torero ante un toro que metía la cara con casta y bravura. El toro después de recibir una estocada desprendida continuó pidiendo guerra, hasta que dobló.
Javier Castaño recibió a su primero con la muleta sometiéndolo por bajo. Después lo pasó por el pitón derecho con una tanda aseada. Continuó por el mismo pitón pero sin llegar a bajarle la mano. Por el pitón de los “billetes”, el salmantino no estuvo confiado. En el cuarto su labor fue muy breve. El toro mostró signos de blandura y poco claras sus intenciones de colaborar en el juego que le plantó Castaño. Después de un desarme, el torero decidió tomar el acero. Se retiró a la enfermería por un problema de abductores y no reapareció.
©Pepeíllo.