Ganadería
6 novillos de Guadajira, encaste Marqués de Domecq línea Martelilla. Bien presentados pero sin cabeza. Salvo el tercero, que fue aplaudido en el arrastre, en general mansos y descastados, el cuarto se echó durante la faena de muleta.
Terna:
- Miguel de Pablo: De salmón y oro. Estocada perpendicular saliéndose de la suerte y metiendo el brazo con habilidad y tres descabellos. Silencio. Dos pinchazos, bajonazo pescuecero y 11 descabellos. Silencio benevolente.
- Miguel Ángel Moreno: De obispo y oro. Pinchazo y sartenazo infame tirándose fuera de cacho. Pitos. Pinchazo y estocada habilidosa saliéndose de la suerte, aviso y tres descabellos. Silencio benevolente.
- Diego Fernández: De catafalco y oro. Sartenazo, Aviso y 6 descabellos. Silencio. Estocada baja al encuentro. Silencio.
Presidente:
Julio Martínez Moreno. No estuvo acertado en sus funciones el presidente, en el segundo, un novillo que no reunía condiciones para la lidia y los únicos que no lo vieron así fue él y su acompañante en el palco, Joselito Calderón. Que trate de ahorrarle un novillo a la empresa Calderón, bueno, el aficionado ya conoce con quien se trata este personaje funesto para la fiesta, pero que lo haga el representante de la autoridad, creando con ello vergüenza en los aficionados que comprueban tarde tras tarde que con defensores de la fiesta como estos, no hace falta antitaurinos ni leyes que prohíban estos espectáculos.
Suerte de varas:
- Insanable 498 Kg. Mal el picador y el novillo un manso que salió huyendo al sentir el hierro donde lo colocó el piquero, en los bajos. En la segunda vara le tapó la salida y no lo castigó, volviendo a salir suelto. Manso e inválido.
- Intranquilo 495 Kg: Lo picó en los bajos el piquero que no se digno rectificar el puyazo. El burel mostró mansedumbre. La segunda vara prácticamente no existió. Manso e inválido que el presidente no quiso devolverlo a los corrales.
- Logroñejo 514 Kg: No fue castigado en las dos entradas que hizo al montado, aunque se dejó pegar con fijeza. Sacó casta y en la muleta mostro nobleza, poniendo en bandeja un triunfo que torero no supo aprovechar.
- Haloso 532 Kg: Marcó en los bajos aunque rectificó y le tapó la salida. El astado se dejó pegar, pero sin humillar. En la segunda entrada solo marcó el castigo. Novillo encastado que se fue apagando según transcurrió la lidia.
- Jalifano 538 Kg: Lo castigo trasero y salió suelto marchándose a toriles En la segunda vara lo metieron debajo del caballo y el impresentable picador, lo volvió a picar trasero, es decir donde más daño le hacía al novillo. Manso y descastado.
- Internado 512 Kg. Salió suelto en cuanto sintió el hierro en el morrillo. En la segunda entrada fue castigado trasero e hizo una fea pelea y volvió a salir suelto. En la tercera marcó muy trasero. Manso y descastado.
Cuadrillas y otros:
Una de las entradas más flojas que se han visto en esta plaza. Gracias a los autobuses de los seguidores de los toreros, se pudo ver algo más poblado el tendido ocho. Por las demás zonas ganó el cemento por goleada. A los aficionados no nos extraña este hecho, ya que son muchas las preguntas que tarde tras tarde quedan sin responder. Como por ejemplo: ¿Dónde están los isidros? ¿Donde están los carteles que reclamen espectadores y los aficionados vuelvan a las plazas? ¿Donde están los novilleros que antaño venían a jugársela a Madrid? ¿Dónde están las cuadrillas que mostraban su arte lidiando y preparando al novillo para que su matador triunfara? ¿Dónde están los picadores que picaban en el morrillo a los toros, le hacían la carioca a los mansos para que no huyeran del castigo? Hoy se lo hacen a todos los animales que salen por toriles. ¿Dónde están los novilleros que no huyen de las ganaderías encastadas? ¿Dónde están los presidentes que deben devolver un toro que no reúna condiciones para la lidia sin necesidad de que los aficionados se lo reclamen? ¿Dónde están los novilleros que se tiran a matar por derecho? Y por último, ¿dónde están las ganaderías encastadas que dan espectáculo en el ruedo, esas de las que huyen las figuras y los que no tiene aspiraciones en llegar ser alguien en la fiesta?
Ayer volvió a producirse un espectáculo lamentable en el manejo de la puntilla. En el cuarto de la tarde el puntillero de la cuadrilla de Miguel de Pablo, tuvo que intentarlo hasta 11 veces para despenar al animal. Una vergüenza hacer sufrir a un animal de esa manera tan infame sin que nadie ponga solución al problema. Todo está relacionado con el dinero.
Comentarios:
El problema de las figuras no es el toreo vulgar que exhiben todas las tardes, sino que los novilleros que vienen detrás siguen el ejemplo de sus mayores, y como estos triunfan, los más jóvenes siguen la estela. Ayer se vio como Diego Fernández se dejó marchar un novillo al desolladero con las orejas puestas, el animal se lo puso en bandeja pero el torero no se enteró o no quiso enterarse. Su enemigo sacó casta y nobleza rayando la bravura, pero el coleta le cambio los terrenos y lo estropeó La duda que le quedó al aficionado es si lo hizo para tapar al novillo, que le apretaba en el centro del ruedo, o por otras causas. Él sabrá. El resultado fue que perdió una oportunidad que seguramente lamentará. A pesar de esto su labor estuvo muy por debajo de las exigencias del astado, perfilero y su muleta no mostró en ningún momento el mando que necesitaba la ejecución de un toreo que llegara a los tendidos. Solo mostró algunas maneras en el manejo de la franela. En su segundo mostró también desconocimiento en la lidia. El novillo metía bien la cabeza para los adentros pero para fuera le protestaba los muletazos, hecho que no aprovechó el torero. En otra ocasión será, matador.
Miguel de Pablo en su primero no mostró ninguna cualidad que hiciera albergar esperanzas a los aficionados. El novillo no tuvo fuerza ni agresividad, para llegar a los tendidos, y como el torero tampoco mostró ninguna cualidad en su toreo no había nada que hacer, salvo aburrir al personal. Su segundo se le paró en la muleta después de doblarse por bajo para sacarlo a los medios. Al burel le costaba acudir al engaño, y aunque el torero lo intentó por ambos pitones, el novillo se rajó. Después del primer pinchazo sin soltar, se echó en la arena, mostrando a los espectadores la catadura de su casta. Una vez que lo levantó la cuadrilla, no sin esfuerzo, lo despenó con un bajonazo de juzgado de guardia.
El primer enemigo de Miguel Ángel Moreno no se tenía en pie, a pesar de ello el toreo que llevó a cabo el coleta estuvo falto hasta de dignidad, ya que más separado no se podía torear, es lo que hacen los mayores y los pequeños tratan de imitarlos. Un aficionado le grito al presidente: “Devuelve los inválidos, Julio”, pero el usía no se enteraría, y si el representante de la autoridad no defiende la fiesta, el aficionado no espera que lo hagan losl taurinos. El torero no tuvo la dignidad de tirarse a matar por derecho, pero sí de tirar los trastos en un momento de la faena, en un detalle de valentía y arrojo y ponerse pinturero, ante un animal en estado cadavérico. Más respeto matador a tu enemigo y a la fiesta. A su segundo, un Manso y descastado ejemplar que solo buscaba el refugio de las tablas, el torero no sabía cómo meterle mano a la faena, se le vio sin confianza, tanto en sus pies como en sus brazos. Otra vez será, torero.
©Pepeíllo.
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