Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Novillada picada.
Cuarta de la temporada.
Ganadería
6 Novillos de la ganadería de La Ventana del Puerto. Encaste Atanasio Fernández-Lisardo Sánchez. En general bien presentada, mansa y sin casta El sexto fue devuelto a los corrales y en su lugar se corrió un sobrero de José María López, encaste Torrestrella, cuyo comportamiento fue de manso pero con casta, de los persiguen a los toreros hasta las tablas cuando huelen a la presa.
Terna:
- Tomás Angulo. De nazareno y oro. Estocada trasera tirándose a ley. El toro cayó “rodao”. Saludos desde el tercio. Bajonazo. Vuelta protestada por su cuenta.
- David de Miranda. Nuevo en esta plaza. Azul y oro. Estocada baja perdiendo la muleta, que vale. Saludos benevolentes desde el tercio. Pinchazo y bajonazo infame. Silencio.
- Roca Rey. De Lima. Nuevo en esta plaza. De azul celeste y oro. Estocada baja perdiendo la muleta. Oreja. Pinchazo hondo desprendido, aviso. Oreja. Sale a hombros por la puerta grande.
Presidente: D. Javier Cano Seijo.
No anduvo acertado en sus decisiones el presidente. Concedió un trofeo inmerecido a Andrés Roca en el tercero y otro en el sexto que le permitió salir por la Puerta Grande. Mantuvo en el ruedo al quinto, un animal que no podía ni con su alma, preguntándose el aficionado a quien beneficiaba con ese gesto, a la fiesta seguro que no. Permitió, como todos sus compañeros que tienen la responsabilidad de evitarlo, que los toreros de plata citaran con los capotes a los toros desde el burladero de la segunda suerte, con el único propósito de que los animales derrotaran en la madera y se dejaran en ella las defensas y parte de su agresividad. Ni tan siquiera llegó a amonestarlos el alguacilillo.
Suerte de varas:
- Sombrero 515 Kg: No se entregó de salida saliendo suelto de los capotes. En la primera entrada al caballo salió suelto, mostrando mansedumbre. En la segunda entrada al montado se repuchó, manseó y volvió a salir suelto. Manso, sin casta que se defendió en la muleta.
- Resistemucho. 538 Kg. Con escasa fuerza, en la primera entrada al montado el picador permitió que el novillo se estrellara en el peto y fue muy mal picado. En la segunda vara fue castigado trasero, se dejó pegar pero salió suelto. Manso, sin casta que se dejó torear con la muleta.
- Resistente. 525 Kg: En la primera entrada al caballo cumplió pero tuvo el feo detalle de salir suelto de la pelea. En la segunda vara el piquero solo marcó el castigó pero en los bajos. El novillo cumplió en el caballo y se dejó torear en la muleta.
- Niñoso. 539 Kg: Al no ser parado de salida el astado acudió suelto al picador en el tendido 1. En la segunda entrada, ya en contraquerencias, empujó con fijeza y el picador le zurró la badana. El toro tuvo clase embistiendo en la muleta.
- Huracán. 530. Kg: Entró al relance al montado sin que nadie tuviera la habilidad de ponerlo en suerte, derribando al caballo, perdiendo las manos a la salida. La segunda entrada al caballo fue un simulacro. El animal solo tuvo nobleza, pero era un cadáver. . .
- Mayoral. 521 Kg. En la primera entrada el novillo se estrelló en el peto y se dejó pegar por el piquero, pero salió suelto. En la segunda entrada lo metieron debajo del caballo y no pudo verse el comportamiento del animal ante el caballo. Manso encastado.
Cuadrillas y otros:
Se registró en el coso venteño un tercio de plaza, por decir algo, y ante esta falta de espectadores, los novilleros ejecutaron en todos los novillos los quites correspondientes. Unos salieron mejor y otros no tan bien, pero los aspirantes a matadores lo intentaron. Hubo varios piques entre ellos, hechos que hacía tiempo que no se veía en la plaza. Los chavales, lo mismo que sus mayores, los toreros, se hacen funcionarios demasiado pronto. También los toreros de plata no se amedrentaron ante sus enemigos en cuanto a la colocación de los rehiletes se refiere. Hubo de todo como en botica, pero en líneas generales anduvieron en este tercio con profesionalidad, aunque a algunos de ellos no les salieran las cosas como esperaban, pero en esta ocasión sería injusto negarles su disposición a intentar ganarle la cara a su enemigo y reunir los garapullos arriba, en el morrillo. Sin embargo continúan sin encontrar la manera de parar al toro de salida. Ayer y ante un ganado cuyo encaste suele salir abanto, no consiguieron parar a ningún novillo y al cuarto lo picaron en el tendido 1, antes de que se colocara el montado contra querencias, y en el sexto nadie intentó meterle el capote por bajo para intentar pararle los pies. Fue el único novillo que sacó casta, persiguiendo a los banderilleros hasta las tablas y algunos tuvieron que tomar el olivo para evitar la cornada, Ante la falta de colocación de sus compañeros.
Comentarios:
Decir que Las Ventas es una plaza seria y de responsabilidad es negar lo evidente. La seriedad de una plaza la dan sus gestores y los espectadores que ocupan sus tendidos. De los primeros ya se tiene datos suficientes sobre las intenciones con que llegan a la fiesta. Sobre los espectadores, cada día hay menos aficionados que acuden al coso venteño, y si antes eran garantía de exigencia a la autoridad a que cumpliera la normativa a través de sus protestas, hoy los tendidos se han convertido en una verbena donde grupos de espectadores que acompañan al torero de turno, exigen el triunfo de su torero al precio que sea.
En el tercer novillo un presidente generoso regaló una oreja a Andrés Roca Rey, después de una faena donde el torero limeño demostró ganas de triunfar, citando desde la boca de riego a su enemigo para ejecutar tres pases cambiados sin enmendarse, pero con esto y algunos detalles que justificaron sus maneras, fue todo lo que ofreció a la parroquia venteña. Esta oreja junto a la obtenida en el sexto, le sirvió al torero colombiano para salir por la Puerta Grande, premio que se ha puesto al alcance de cualquiera que llegue a esta plaza con un nutrido grupo de incondicionales y acosen al presidente para la concesión de trofeos. En el sexto, el coleta estuvo en novillero, jugándosela ante un manso y encastado burel que se lo llevó por delante en dos ocasiones, pero el torero continuó la faena hasta terminar con su enemigo, sacándole dos muletazos templados con el engaño barriendo la arena. Una vuelta al ruedo hubiera sido más justo, pero un público triunfalista y un presidente generoso fueron la nota discordante del final de faena.
Tomás Angulo se regaló una vuelta al ruedo en el cuarto. El torero pacense se quitó el rubor del rostro y dio la vuelta con tranquilidad, imaginándose el clamor que manaban de los tendidos. Pero la verdad fue bien distinta, su enemigo metió la cabeza en la muleta con claridad, pero el torero se limitó a colocarse al hilo del pitón desconociendo por completo que en esta plaza los aficionados valoran que los toreros se coloque en su sitio, pero el coleta debió entender que a sus partidarios eso les importaba un bledo. Prolongó la faena en exceso y el novillo se quedó sin recorrido. No tuvo bastante con esto sino que lo despenó de un bajonazo infame. Lamentable, torero. En su primero y ante un novillo que acudió al engaño con prontitud a partir de la primera serie comenzó a rajarse, pero el torero se le vio sin mando en la muleta y colocándose en la oreja de su enemigo. Al primer natural lo arrolló sin consecuencias visibles.
David Miranda en su primero realizó un toreo de baja calidad, metiendo el pico hasta donde llegaba el vuelo de la muleta y citando fuera de cacho. Qué pena de fiesta, que les habrá hecho a estos toreros que la tratan tan despectivamente. No tuvo bastante con castigar a los presentes con estas vulgaridades, que para rematar la faena, su faena, la adornó con unas bernardinas. Seguro que intentaba tapar las carencias que había demostrado con anterioridad. En su segundo y ante un cadáver que los aficionados aún se están preguntado como el presidente lo mantuvo en el ruedo, el torero de Trigueros, se limitó a cuidarle sin bajarle la mano en ningún momento evitando con ello que su enemigo rodara por la arena, hubiera sido una pena, pero tampoco hay que extrañarse, ya que las figuras están hartos de hacer de enfermeros y cortarles orejas a toros cadavéricos, luego, no nos extraño que este chaval intentará lo propio, lo que ocurre es que estos toreros no tienen aún a su alcance el favor de la prensa. Penoso de creer, pero cierto.
©Pepeíllo.
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