sábado, 16 de mayo de 2015

15 de mayo de 2015: Tarde de portagayolas

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

6 toros de la ganadería de Parladé, procedencia, Juan Pedro Domecq Díez, mansos en el caballo, y de desigual presentación y sin rematar, a algunos les salvaba la leña de la cabeza. El cuarto, aplaudido en el arrastre, y el sexto se vinieron arriba en banderillas. 

Terna

  • Miguel Abellán. De blanco y plata. Estocada desprendida entrando a matar fuera de cacho y perdiendo la muleta, aviso. Oreja protestada El toro tuvo una muerte brava. Pinchazo bajo y estocada algo contraria. El toro, herido de muerte seguía embistiendo. Aplausos. 
  • Miguel Ángel Perera. De sangre de toro. Estocada caída saliéndose de la suerte, perdiendo la muleta tras aviso. Aplausos. Bajonazo saliéndose de la suerte y perdiendo la muleta. Aviso y 6 golpes de verduguillo. Silencio.
  • Iván Fandiño: De fucsia y oro. Pinchazo tirándose a ley y estocada que vale. Silencio. Pinchó entrando a matar por derecho y el toro se lo echó a los lomos quedando tendido en la arena inconsciente. Aviso. Al recuperarse volvió a entrar a matar como un cañón y cobró una estocada hasta las cintas. Aviso. Petición.. 

Presidente: D. Javier Cano Seijo 

Fue muy protestada por los aficionados la generosidad del presidente en el premio concedido a Miguel Abellán en el primero de su lote, ya que su faena no fue para tal distinción ni hubo petición suficiente en los tendidos. En el sexto el respetable solicitó la oreja para Fandiño, pero en esta ocasión estuvo más serio en su decisión, ya que no había petición mayoritaria. 

Suerte de varas

  1. Facilón. 527 Kg. En la primera entrada al caballo el piquero no lo castigó y le tapó la salida. El toro no se empleó. En la segunda se limitó a marcar el castigo y además trasero. Manso que no se empleó. 
  2. Triguero. 590 Kg. En las dos entradas que hizo al montado no fue castigado ni se empleó en la pelea. En la primera entrada perdió las manos. Manso en el caballo que se dejó torear. 
  3. Fisgador. 515 Kg: En la primera vara acudió al caballo al relance y fue castigado trasero. En la segunda entrada el montado se limitó a sujetarlo. No se le vio en el caballo y en la muleta se defendió.
  4. Fanfarrio. 605 Kg: Cuando acudió al caballo se defendió como un manso. En la segunda entrada se arrancó de largo, el piquero se limitó a marcar el castigo pero no le tapó la salida. Este hecho fue una novedad- El picador fue aplaudido en su labor. El toro manseó en el caballo y se vino arriba en banderillas.
  5. Histrión. 590 Kg. En la primera vara hizo una fea pelea empujando el peto con un pitón. En la segunda el piquero no lo castigo. Salió suelto en ambas entradas. Manso que se dejó torear.
  6. Jinvilla. 580 Kg: Entró al caballo al relance y se defendió en la pelea. En la segunda vara se arrancó de largo pero no fue castigado y no tuvo fijeza. El burel manseó en el caballo pero se vino arriba en banderillas.. 

Cuadrillas y otros:

La tarde se presentó ventosa y este hecho motivo que los toreros eligieran el tendido 5 para realizar su labor, ya que era la zona de la plaza donde menos molestaba el viento. Al anunciarse dos figuras, el coso registró el primer lleno de la feria. En la colocación de los rehiletes se desmonteraron los toreros de plata Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero, en especial el primero. También estuvo acertado Domingo Siro en el primero, donde en el segundo par lo hizo todo el torero. Joselito Gutiérrez estuvo muy bien en la lidia del quinto. 

Miguel Abellán brindó su primer toro al médico de la plaza, García Padrós. Le llamó la atención a los aficionados que durante la lidia del primero el mozo de espadas de Abellán incitara a los espectadores para que jalearan la faena de su torero. A lo que hemos llegado. Y lo más importante, que nadie tome cartas en este asunto.

Iván Fandiño fue arrollado en el sexto al entrar a matar, quedando tendido inmóvil durante unos segundo en el ruedo. Recuperándose posteriormente. 

Comentarios:

Fue la tarde de las portagayolas, una suerte que no termina de entrar en esta plaza y que no se valora en la medida de la peligrosidad de su ejecución. Miguel Abellán es un torero que la practica con asiduidad, pero Iván Fandiño, no. Seguramente buscaba con estos detalles resarcirse con esta plaza después del fiasco de la tarde de los seis toros. Él sabrá. Lo que diferenció a los matadores fue en la ejecución de la suerte suprema, mientras Fandiño entró ejecutando la suerte por derecho, tanto Abellán como Perera lo hicieron citando fuera de cacho. Lo mismo ocurrió en las faenas de muleta. Tanto Abellán y Perera abusaron del destoreo, citando fuera de cacho y aprovechando las embestidas, sin embargo Fandiño en el sexto consiguió algunos muletazos bajando la mano y rematados en la cadera antes que su enemigo se entregara en la pelea. 

Abellán se encontró en su primero con un enemigo que sabía lo que dejaba atrás y le costaba pasar por el engaño rebañando al final de los muletazos. Al natural le ahogó la embestida con el fin de provocarlo pero el toro no estaba dispuesto a regalar nada. El torero se le vió con disposición y como consecuencia consiguió meter a su público en la faena. El cuarto llegó a la muleta con tranco y los tendidos afines al torero se entregó con lo que el madrileño le ofrecía, que no era ni más ni menos que derechazos al hilo del pitón y citando escondiendo la pierna contraria. El toro le exigió más al torero, pero él no estuvo a la altura. Baste un detalle: en una serie de derechazos, el toro se comía la muleta y el torero le aguanto los dos primeros muletazos, después tuvo que echar mano del pase circular para tapar sus carencias y de paso calentar el ambiente, pero el toreo lo dejó para otro día. Un buen toro que se mereció una muleta poderosa, con ganas de torear pero no de dar pases.

Miguel Ángel Perera no se encontró a gusto con ninguno de su lote. La pureza de su toreo está basada en la templanza de su muleta, pero ayer, ni eso. En su primero y como es habitual, no se cruzó en ningún momento, aunque su enemigo midió mucho sus embestidas, el torero tampoco consiguió meterlo en la faena, limitándose, tanto al natural como en redondos a acompañar el viaje de su enemigo. En su segundo estuvo desconfiado y no se llegó a acoplar en ningún momento. El toreo al natural que practicó estuvo basado en el unipase, aunque el toro metía la cabeza con claridad, pero al parecer el torero no lo vio así. 

Fandiño en su primero se encontró con un enemigo que si lo sometía por bajo perdía las manos, a pesar de esto el torero de Orduña no se acopló con la derecha y cuando lo intentó al natural el toro no tuvo recorrido, terminó ahogándole la embestida. Su segundo fue otro toro que transmitió a los tendidos, al principio de faena se arrancó de improvisto y el torero le recetó dos pases cambiados sin dudar. La faena pasó por momentos de altibajos, consiguiendo algunos redondos templados bajando la mano. Al natural el toro tuvo menos recorrido, pero el torero lo intentó, aguantando en algunos momentos la incertidumbre de su embestida. Al entrar a matar sufrió un revolcón que lo dejó tendido en la arena. Fue un momento dramático, pero afortunadamente, el torero se repuso y pudo acabar con su enemigo.



©Pepeíllo.

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