lunes, 25 de mayo de 2015

24 de mayo de 2015: El principio del fin de los aficionados

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

6 toros de la ganadería de Las Ramblas, origen Juan Pedro Domecq y Díez en la línea de Salvador Domecq. Mansos, descastados y blandos. En cuanto a la presentación algunos sin hechuras a los cuales les tapaban la cara. El segundo y quinto fueron pitados en el arrastre.

Terna

  • David Galván. De verde botella y oro. Estocada tras aviso. Aplausos benevolentes. Tres pinchazos y tres descabellos. Silencio. 
  • Víctor Barrio. De marino y oro. Estocada saliéndose de la suerte. Aplausos benevolentes. Estocada perpendicular. Silencio.
  • López Simón. De marino y oro. Estocada baja y atravesada. Oreja. Pinchazo sin soltar y estocada desprendida. Oreja. Salió por la Puerta Grande.

Presidente: D. Julio Martínez Moreno

Concedió la oreja del tercero y del sexto sin petición mayoritaria mostrando con ello falta de afición. 

Suerte de varas

  1. Tableado. 503 Kg. En ambas entradas al caballo el piquero se limitó a sujetarlo. Inválid
  2. Forrador. 530 Kg. Se marchó suelto al montado en el tendido 2. En la segunda vara salió suelto. Manso y blando
  3. Diablo. 548 Kg: Salió suelto en la primera entrada sin castigo y en la segunda vara recibió el mismo trato. Manso sin casta. 
  4. Tejedor. 599 Kg. En ambas entradas al montado se dejó pegar. Manso y descastado.
  5. Saltamontes. 546 Kg: El picador se limitó a sujetarlo sin llegar a castigarlo. Manso, descastado y blando.
  6. Hojaldrero. 543 Kg. No fue castigado y perdió las manos la segunda vez que entró al caballo. Manso, descastado y blando. 

Cuadrillas y otros:

Con buena temperatura y algo más de media entrada, el público que acudió a Las Ventas mostró una generosidad excesiva propia del desconocimiento, originando con ello la salida a hombros del torero López Simón, todo ello motivado por las decisiones de un presidente que mostró una falta de sensibilidad hacía la fiesta, sorprendiendo con sus decisiones incluso a los aficionados menos exigentes. 

Destacar igualmente que los toreros de plata, Roberto Martín, Jarocho y Alberto Zayas se desmonteraron en el quinto al parear a su enemigo. 

Comentarios:

Mirando el resultado de la corrida en clave electoral, ya que este domingo se han celebrado elecciones en la mayoría de las Comunidades de España, los aficionados de Las Ventas han perdido la batalla. Esa batalla que mantenían desde los tendidos con los taurinos con el único fin de proteger la pureza de la fiesta de las garras de quien solo ha llegado a ella para beneficiarse. Ahora no solo tienen en contra a los taurinos, y en muchos casos con quien tiene el deber de velar para que se cumplan el reglamento, también al público que adorna los tendidos y que ignora las reglas que imperan en este tipo de espectáculos. Los aficionados ya no mandan en las plazas, ahora es la ignorancia alimentada desde todos los ángulos de la corrupción instalada en los despachos, que poco a poco han ido minando los pocos vestigios que quedaban para su defensa. 

Muchos aficionados abandonaban ayer el coso venteño con la amargura de comprobar cómo su nivel de exigencia era apagado por grupos de espectadores cuyo único fin era el triunfo del torero. .Estos grupos de neo aficionados no entendía el fondo de sus protestas, solo les molestaba que sus manifestaciones no fueran en la misma dirección que las suyas y sirvieran para que sus objetivos no se cumplieran. Por estos motivos los aficionados tuvieron que lamentar otra tarde más que un torero saliera por la Puerta Grande sin merecimientos y bajo la sospecha de un pucherazo presidencial, que según transcurre la feria de San Isidro, lleva camino de convertirse en la que más trofeos se ha concedido. 

Hubo quien se atrevió a afirmar que los toreros venían predispuestos a dejarse arrollar por sus enemigos con el único fin de levantar el ánimo de los espectadores festivaleros. Dado lo que se ha visto en esta feria muchos aficionados no pondrían en duda este hecho. En esta misma corrida pudimos comprobar cómo un torero, López Simón, fue arrollado por su enemigo y a partir de este momento tuvo al público a su favor y con un arrimón y unas manoletinas, consiguió lo que no fue capaz de conseguir toreando. No hay duda que son especulaciones que cuesta mucho creerse, pero que en un momento determinado pueden dar resultado.

El primero de David Galán fue también el primero que abrió el camino de inválidos que salieron por chiqueros, y el torero de la Isla de San Fernando, pudo salvar el tipo con unas manoletinas de cierre de faena, la cual nunca existió pero que casi consigue levantar el ánimo de los tendidos. Su segundo un manso que terminó acunado en tablas no le dio muchas oportunidades o su muleta no supo interpretar lo que su enemigo le ofreció, que en realidad no fue mucho.

Víctor Barrio por su parte no anduvo muy fino en cuestión de arte, aunque todos se están olvidando que torear es un arte, y en los primeros compases de su faena no pudo evitar que el toro le tocara la muleta, y cuando consiguió acoplarse se dedicó a descomponer la figura y citar al hilo del pitón, rematando los muletazos para fuera. Al final el toro lo llevó a sus terrenos que fueron las tablas. En su segundo y después de recetarle dos pases cambiados, intentó bajarle la mano pero no pudo con su enemigo. Lo intentó al natural pero se limitó a aprovechar el viaje del burel en lugar de someterlo. Se perdió el torero en el manejo de la franela dando trapazos y perdiéndole pasos a su enemigo, hasta que el toro se quedó sin recorrido. 

Lo dicho en el panorama se vislumbra el principio del fin de los aficionados., 



©Pepeíllo.

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