Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Feria de San Isidro 2018. 24ª festejo de abono.
Corrida de toros.
“Tarde de clavel y espinas”
Ganadería
Se lidiaron 5 toros de la ganadería de Victoriano del Río y 1 de Cortés, del mismo propietario, ambas de distintas procedencias con el tronco de Juan Pedro Domecq y Díez. Ganado terciado, como para figuras, mansos, descastados y blandos, y cómodos para la muleta, vamos, lo que prefieren las figuras. Otro petardo del ganadero de Guadalix.
Terna:
- Sebastián Castella; De grana y oro. Pinchazo hondo, aviso. El toro tarda en doblar. Silencio. En el cuarto, pinchazo, aviso, pinchazo hondo, 2º aviso. Se echó el toro. Saludos benevolentes.
- José María Manzanares: De burdeos y oro. Pinchazo hondo. Silencio. Estocada saliéndose de la suerte. El animal tarde en caer. Silencio.
- Cayetano: De azul noche y oro. Estocada tendida y caída. Oreja con protestas. Estocada trasera y baja. Aplausos generosos.
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito.
El presidente en el tercero se lavó las manos como Pilatos. “El público pide la oreja, la concedo”. El público pide lo imposible, lo concedo. Y se quedaría tan ancho. Pero él como aficionado sabe que la faena distó mucho de tal premio. También cometió otros errores, al dejar pasar una corrida en el reconocimiento, que anduvo muy lejos en presentación de lo que se exige esta plaza, pero se anunciaban figuras y supongo que habría que abrir la mano para que no enfrentarse a los taurinos. Haciendo eco del título de un libro: “Todo está perdido”.
Suerte de varas:
- Epicentro. 560 kg. Negro bragado meano: 1ª Vara. Marcó arriba y el animal perdió las manos. 2ª Vara. Perdió de nuevo las manos y el picador se limitó a sujetarlo.
- Azor. 558 Kg. Negro listón. 1ª Vara. Acudió suelto al caballo y salió huyendo cuando sintió el hierro acudiendo al reserva. 2º Vara. Se dejó pegar pero no lo castigaron. El toro manso pregonado e inválido.
- Maleado. 540 Kg. Negro listón (Ganadería de Cortés) 1ª Vara. El piquero marcó el castigo muy trasero. 2ª Acudió suelto y manseó..
- Duermevelas. 574 Kg. Castaño. 1ª Vara. Se dejó pegar y el piquero le tapó la salida.2ª Vara: Acudió suelto y el picador se limitó a sujetarlo.
- Caminero. 578 Kg. Negro. 1 Vara. El picador estuvo muy mal. Permitió que el toro derribara. 2ª Vara. Se agarró bien y el animal se dejó pegar.
- Soleares. 550 Kg. Castaño. 1ª Vara. Se dejó pegar y empujó sin clase. 2ª Vara: Picotazo y trasero.
Cuadrillas y otros.
En tarde de sol y sombra y de figuras, se celebró la 24 corrida de abono con un lleno absoluto. El empresario después de este éxito debería cuidar un poco más la tauromaquia, salvo que su interés sea exclusivamente llenarse los bolsillos de euros con el mínimo esfuerzo y a costa de poco a poco ir desplazando a los aficionados. a la clandestinidad.
Comentarios:
En estos espectáculos todo vale, hasta el fraude, y lo más degradante es que el público que acude a ellos no pide explicaciones a los responsables Ni al presidente, concediendo trofeos, ni al ganadero por el juego y presentación de su ganado, ni al empresario, supuestamente, comprándolo a precio de saldo, ni a los toreros, que después de elegir el ganado, se dedican a engañar a los públicos con faenas indigna, o estos dejándose engañar, perdiendo tos valores como personas y como toreros. Ayer Cayetano cometió un error muy grave en el tercero al recoger la oreja de manos del alguacilillo. Provocó a los aficionados que protestaban el premio concedido ya que consideraron que la faena no mereció tal distinción. Estos toreros modernos no es que hayan perdido la honradez toreando, han perdido hasta la dignidad. En el sexto, con un trofeo en el esportón y con un público totalmente entregado en la vulgaridad, buscó con ahínco La Puerta Grande. Recibió al toro en la puerta de toriles, hizo un quite muy bonito con una larga cambiada de pie, pero cuando hubo que torear, el manso le sacó los colores. Se equivocó en los terrenos y cuando quiso darse cuenta el toro le dijo que, verdes las han segado. No dudo de sus conocimientos como torero, pero, a pesar de no demostrarlo, le cegó la ambición y la soberbia.
Ayer fue tarde de claveles para los “isidros” y para los espectadores ignorantes e ingenuos, pero fue una tarde con espinas, tanto para la fiesta como para los aficionados, que acuden a la plaza para ver salir por toriles el toro-toro, y que enfrente haya un torero-torero. Ni Castella ni Manzanares estuvieron como toreros. Su condición de figuras debería conllevar una mínima exigencia en su profesión. Castella ante dos inválidos, mansotes y el cuarto un carretón, solo tuvo el detalle de ofrecer el arrimón en este último, pero antes no olvidó de sacar a relucir las ventajas que le atesoran, incapaz de librarse de ellas y que no le permiten mostrar una imagen de torero. Debería reflexionar sobre su futuro, ya que es un matador que a pesar de tener mucho pasado, no ha ofrecido en las últimas temporadas, una labor digna de su condición de figura.
El fino y buen estoqueador torero alicantino, que atiende por el nombre de Manzanares, estuvo, pero no estuvo. Estuvo físicamente, pero como torero dejó mucho que desear su aptitud. Su inhibición fue total ante sus dos enemigos, el primero un inválido y “manso pregonao”, y el segundo un encastadito animalito que no valía para nada y que embestía como un carretón en la muleta. Como digo, el fino torero alicantino, estuvo pero no estuvo. Seguro que las empresas continuarán contratándolos, los presidentes concediendo trofeos indignos a faenas indignas, y el público instalado en la nube de ignorancia, dejándose engañar al desconocer los principales principios que rigen estos espectáculos, donde el modernismo está apartando como a una enfermedad contagiosa.
Esta tarde los caballos volverán a aparecer en la arena venteña con un público donde el braceo de los equinos marcarán los aplausos de los presentes, mientras que desmochados toritos corren desconsoladamente en busca de la presa que difícilmente alcanzarán. Otro espectáculo, otro público, y como decía un amigo, volveré a una corrida de rejones cuando el toro salga al ruedo como lo parió su madre Misión imposible
©Pepeíllo
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