Plaza de toros de Aranda de Duero.
Segundo festejo de las fiestas patronales 2018.
“El tercero tapó la vergüenza ganadera”
Ganadería
La ganadería anunciada en los carteles era de García Jiménez, pero lo que apareció por toriles no fue lo anunciado. No caí en el detalle de dar un paseo por la plaza por si había algún cartel que anunciara los cambios de ganado, pero lo que salió por toriles fue lo siguiente: 1º, 2º, 4º de la ganadería de Peña de Francia, 3º de la ganadería de Olga Jiménez Fernández, del mismo encaste, 5º de Salvador Domecq y 6º de García Jiménez. Todos de la misma procedencia, Domecq en sus distintas variantes En una palabra, una autentica limpieza de corrales. Salvo el tercero que fue un torazo y un manso encastado, los demás blandos, descastados, sin cara, rayando la vergüenza de echar por toriles toros sin un mínimo de trapío aunque se lidiasen en una plaza de tercera, ya que el público que acude a ellas también paga su localidad.
Terna:
- El Fandi De añil y oro. En su primero media estocada caída y trasera. Oreja de regalo. En el cuarto estocada algo trasera. 2 orejas.
- Miguel Ángel Perera: De verde y oro. Bajonazo de juzgado de guardia al segundo de la tarde. Saludos tras petición. En el quinto pinchazo bajo y estocada caída. Oreja muy discutida. .
- Morenito de Aranda. De catafalco y plata. En el tercero dos pinchazos y estocada que vale. Saludos. En el sexto estocada desprendida que le valen 2 orejas.
Presidente:
A pesar de su excesiva generosidad en la entrega de trofeos sin petición mayoritaria, en el segundo no cayó en la corriente triunfalista que sacó a relucir el público, pidiendo un trofeo para Perera después de un bajonazo infame En el tercero se equivocó al cambiar el tercio con una vara. Respecto a la elección del ganado ningún aficionado, por muy generoso que sea, vería con buenos ojos lo que se lidió en esta corrida. Supongo que el presidente tendría alguna justificación para permitirlo.
Cuadrillas y otros:
La plaza registró media entrada. Como viene siendo habitual, la suerte de varas prácticamente no existió. Una entradita al caballo para justificar la suerte. El cuarto no llegó ni a sangrar. El tercero, un animal con trapío que trasmitió emoción a los tendidos, acudió al caballo y el piquero se durmió en los laureles y salió despedido de su montura. Seguramente que estará acostumbrado a la debilidad enfermiza de los toros que se lidian habitualmente. El piquero se lesionó y tuvo que picar el reserva. Hubo un detalle en el primero digno de mencionar, el piquero no le tapó la salida al toro. ¡Que cunda el ejemplo!.
En el segundo de la tarde Ambel colocó un buen par de banderillas. El toro le echó la cara arriba y el torero de plata aguantó la reunión con profesionalidad. También se lució la cuadrilla de Morenito en la colocación de los palitroques en el tercero.
Comentarios:
El Fandi inició la corrida recibiendo a su primero con una larga cambiada de rodillas, el animal le apretó en tablas aunque se quedaba corto por ambos pitones. Trató de dar espectáculo con las banderillas, pero solo quedó en la intención, las colocó a toro pasado, interpretó la moviola y solo en el tercer par se apoyó en un pitón al cuadrar. Algo es algo. Con la muleta en la mano recibió a su enemigo en las tablas del 6, sacándolo a los medios y desde aquí mostrar al respetable la vulgaridad de su arte. A pesar que su enemigo se toreaba solo, el granadino, no se paró en ningún momento, remataba los muletazos para fuera, limitándose a acompañar la embestida. Por el izquierdo el burel tuvo menos recorrido y el torero solo trató de justificare. Al cuarto de la tarde lo recibió con una larga cambiada, y en el tercio de banderillas colocó un segundo par cuadrando en la cara de su enemigo. La espectacularidad del tercer par al violín gustó mucho a sus incondicionales. Con la muleta lo recibió con unos muletazos clavando las rodillas en la arena, pero su toreo adoleció de una mínima exigencia, limitándose a acompañar la embestida del toro. A pesar que el animal tenía querencias a tablas, el matador lo mantuvo en el centro del ruedo. Remató con unos adornos que le valieron las dos orejas.
El primero de Miguel Ángel Perera se dejó torear con el capote y en el caballo recibió un picotazo y el piquero tuvo la poca profesionalidad de taparle la salida a un animal con un comportamiento enfermizo y sin casi fuerza. Con la muleta en la mano el torero extremeño volvió a demostrar que no es su temporada, toreó sin torear, estuvo pero no estuvo, su muleta adoleció del poderío que tuvo en otras temporadas, aunque su enemigo perdía las manos cuando lo sometía, el torero no trató de justificarse en ningún momento. El cuarto fue un calco del anterior. Lo recibió con un pase cambiado, lo intentó al natural pero no tuvo enemigo. A la apatía del torero se unió el ganado que le soltaron en esta nefasta tarde para su carrera. A pesar de esto, el generoso público le regaló una orejita que el torero paseó con orgullo por el ruedo.
Morenito de Aranda en el tercero lidió con el más "bonito" de la tarde. Un toro cuajado que comparado con las hermanitas de la caridad que salieron antes y después, había que hacerle un monumento en la plaza. El animal apareció en el ruedo queriéndose enterar de todo lo que ocurría en la plaza. Lanzó por los aires al caballo de picar como si fuera un juguete de feria. En la faena de muleta su enemigo tenía mucho que torear y el arandino estuvo muy firme con él. En el toreo al natural Morenito mostró los detalles que encierra en el manejo de la pañosa. En el transcurso de la faena el toro se fue rajando y fue una pena que el matador fallara con la tizona, con ello perdió los trofeos, pero no el reconocimiento de lo mostrado. Al sexto lo recibió con una larga cambada. La faena de muleta la basó toreando al natural aunque el toro se quedaba algo corto en la embestida. En el toreo en redondo estuvo por encima de su enemigo. Una estocada algo desprendida le permitió salir por la puerta grande con las dos orejas en la mano.
©Pepeíllo.
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