viernes, 17 de mayo de 2019

16 de mayo 2019. Saldo de matadero

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

3ª de Feria. Corrida de toros. 

“Saldo de matadero” 

Ganadería 

Se anunciaron 4 toros de la ganadería de Valdefresno y dos, 3º y 4º, de Fraile Mazas, ambas con procedencia Atanasio Fernández, Lisardo Sánchez y Puerto de San Lorenzo. El juego ofrecido fue de saldo, mostrando una mansedumbre, un descastamiento y una invalidez impropios de un ganado bravo. Se salvó de la quema el cuarto. El primero de la tarde estuvo buscando la salida desde su aparición en la arena, y al no encontrarla se vengó con la mansedumbre ofrecida.. 

Terna: 
  • David Galván: De marino y oro. En su primero, pinchazo, y estocada baja y tendida, recibiendo un aviso del presidente. Ovación. En el cuarto tres pinchazos y descabello tras aviso. Silencio 
  • Juan Ortega: De verde botella y azabache. Estocada habilidosa y tres descabellos. El toro se echa en el anillo de la plaza al no acertar el matador con el verduguillo. Silencio. En el quinto dos pinchazos, media estocada y dos descabellos. Aviso El animal tardó en caer. Silencio. 
  • Joaquín Galdós. De barquillo y oro. Estocada habilidosa y algo baja. Silencio. Estocada casi entera y atravesada. Silencio. 
Presidente: D. José Magán Alonso. 

La tarde comenzó con un animal con evidentes síntomas de invalidez pero como nadie protestó el presidente se hizo el desentendido y no lo devolvió a los corrales. Después de este detalle la lidia continuó sin incidencias para el palco. 

Suerte de varas: 
  1. Campero. 601Kg. Negro bragado. Ofreció un espectáculo deprimente el juego en el caballo. Manso, inválido y descastado.. 
  2. Lirio.. 527Kg. Negro. En la primera vara acudió suelto al caballo, el animal no se entregó. En la segunda fue castigado trasero a pesar de entrar al montado despacio y a la medida para el piquero. Manso inválido y descastado. 
  3. Carasucio. 563 Kg: Negro. En la primera vara el picador se agarró bien y el toro empujó en el castigo. En la segunda volvió a agarrarse arriba pero el toro salió suelto de la pelea con el jaco. Manso que repitió en la muleta pero con querencias hacía las tablas. 
  4. Madrileño. 570 Kg:. Negro. En la primera vara el piquero le tapó la salida y le arreó sin medida. En la segunda se limitó a marcar el castigo. Blando y en la faena de muleta desbordó al torero. 
  5. Cantinillo. 561 Kg: Negro bragado. El piquero se agarró bien pero el burel empujó sin clase. En la segunda entrada al montado no quiso pelea Manso y descastado. 
  6. Lisongero. 564 Kg. Negro. Acudió al caballo topando en el peto. En la segunda vara fue castigado trasero y se repuchó. Manso y descastado y con peligro en la muleta. 
Cuadrillas y otros. 

Con un aforo de media entrada y en tarde soleada y ventosa, como viene siendo habitual, al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del torero sevillano, Joselito, El Gallo, impulsor de la construcción de este coso, herido mortalmente en Talavera de la Reina, a causa de la cornada que le infirió el toro Bailaor, de la ganadería de la Viuda de Ortega, hace hoy 99 años. 

Los toreros de plata no desentonaron, eso sí, yendo de más a menos. Destacó en la lidía del sexto Antonio Chacón. 

Comentarios: 

De nuevo un cartel de toreros buscando una oportunidad para levantar el vuelo del escalafón. Pero ante un ganado de estas condiciones es difícil abrirse camino en esta profesión El único torero que mostró manera fue Juan Ortega en el primero de su lote. Al comienzo de faena lo sometió por bajo templando las embestidas de su enemigo. Poco más pudo hacer el torero sevillano, que se encontró con dos enemigos, el viento y un toro con cara, Ambos le permitió al torero dibujar sobre la arena del albero venteño tres pinceladas de lo pudo ser una obra de arte, pero el burel no permitió la osadía del matador y comenzó a emborronar el lienzo. con la mansedumbre que trajo de la dehesa. Los aficionados nos quedamos con la ilusión fundida en el desanimo, pero con la retina empapada con tres muletazos templados, sin descomponer la figura y vaciando la embestida en la cadera. Con el quinto el matador tuvo que limitarse a pasarlo por la pañosa al no conseguir parar el gazapeo de un animal que buscaba con ello la desconfianza del torero y no cejó en su intentó hasta que lo consiguió,. 

La labor, tanto de David Galván como de Joaquín Galdós no paso de la mediocridad. El primero no consiguió con la muleta levantar las tertulias que se habían formado en los tendidos, dada la baja calidad que latía del ruedo. A pesar de eso consiguió sacarle a su primero tres muletazos templados, pero los aficionados aún estaban en la sorpresa por qué el presidente no había enviado el toro al corral. Se pasó de faena y al rematarla con unas manoletinas, debió hacerse daño en la mano con el estoque. El cuarto no le ofreció nada al torero, este intentó buscar el momento cumbre a una faena de dudosa existencia, solo con la voluntad que le ofrecía su vergüenza torera. Hubo momentos que el animal desbordaba al torero y este no encontraba ni el sitio ni el mando de la muleta. 

Joaquín Galdós en el tercero de la tarde consiguió templar algunos redondos, pero lo establecido en esta plaza no permite citar fuera de cacho, salvo en casos de verdadera necesidad, y este no era el caso. El animal según transcurría la faena comenzó a medir las embestidas, y al matador se le vio algo pasado de revoluciones. Con el único intento de agradar alargó la faena y tan malo es no llegar como pasarse. El sexto le presentó las credenciales de su mansedumbre ligada con su falta de fuerza y le tiró dos gañafones al comenzar la faena El matador decidió tomar sus precauciones y tomó el acero, hecho que le agradeció la parroquia, ya que era la hora de la cena y aún había que llegar a casa. 

©Pepeíllo.

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