FERIA SAN ISIDRO 2019
Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
12ª de Feria. Corrida de toros.
“Un presidente de feria”
Ganadería
Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Pedraza de Yeltes, procedencia, Aldeanueva El Pilar, mal presentada, algunos toros sin rematar. El juego que dieron fue de mansos y descastados y algunos blandos, librándose de estos calificativos el quinto. Alguien comentó con ironía: los toros de nota se los venden a los franceses… Dicho queda.
Terna:
- Octavio Chacón: De verde hierba y oro. En su primero pinchazo y estocada baja y trasera. Silencio. En el cuarto, pinchazo y estocada baja que vale. Silencio. Tuvo que matar el sexto por cogida de su compañero, Juan Leal Estocada sin soltar, estocada y tres descabellos. Silencio
- Javier Cortés. De blanco y oro. En el primero de su lote, pinchazo bajo y atravesado, pinchazo sin soltar y otro pinchazo tras aviso. Silencio. En el quinto, sartenazo infame, pinchazo sin soltar y otro sartenazo sin soltar y estocada trasera, caída y tendida. Aviso.
- Juan Leal: De vainilla y oro. Estocada en dos tiempos tras aviso. Oreja de feria en el único toro que mató.
Presidente: D. Gonzalo de Villa Parro.
De nuevo los aficionados y en un acto de libertad de expresión, le invitaron que no sentara más en el palco para no seguir degradando la fiesta con decisiones inoportunas. Esto ocurría una vez terminado el paseíllo. El Usía se lo pensó y como respuesta a los que pedían su cese, concedió un trofeo a Juan Leal en el tercero de la tarde, convirtiendo esta plaza en un autentico chiringuito de pueblo, donde se ha perdido el criterio y ha ganado la opinión de un público bullanguero que solo busca la concesión de orejas. Ayer, junto a este público triunfalista, encontró su sitio el señor presidente. Mal vamos señor Villa Parro.
Suerte de varas:
- Dudanana: 584 Kg. Colorado. En la primera vara empujo dejándose castigar. En la segunda entrada fue puesto en suerte por Chacón y el picador se limitó a sujetarlo, mostrando su mansedumbre y su invalidez.
- Portadito: 539 Kg. Colorado. No tuvo suerte el picador en la primera vez que acudió al caballo, le castigó en la paletilla, sin embargo en la segunda acudió de largo y marcó arriba. Mansote aunque empujó un poco en el jaco.
- Portador: 539 Kg: Colorado. El picador se agarró trasero el animal se dejó pegar y el montado le tapó la salida. En la segunda vara acudió presto al cite del piquero y se dejó pegar. Mansote que se apagó en la muleta.
- Bello: 576 Kg: Colorado. Acudió suelto al caballo y no se empleó. En la segunda entrada se dejó pegar pero sin ninguna fijeza-. Manso, soso y descastado.
- Pórtico. 592Kg: Colorado. Se dejó pegar con fijeza y en la segunda vara se limitó a sujetarlo.. El animal cumplió en el caballo y en muleta.
- Miralto. 559 Kg. Castaño. El picador se agarró arriba pero el toro hizo una fea pelea. En la segunda entrada lo colocaron de largo, se arrancó y el piquero se limitó a sujetarlo. Mansote.
Cuadrillas y otros.
El coso venteño registró una buena entrada en un ambiente caluroso.
Al finalizar el paseíllo aparecieron unas pancartas en los tendidos de sol, pidiendo la dimisión del presidente, D. Gonzalo J. de Villa Parro.
Suena extraño, pero ayer fueron aplaudidos dos picadores según se retiraban del ruedo. El hecho ocurrió en el segundo y en el sexto. Los del castoreño respondían a los nombres de, Juan Francisco Peña y Daniel López Candel.
En el tercero de la tarde se tuvo que desmonterar, el torero de plata, Marc Leal, en el tercio de banderillas. En el sexto también se lucieron en este tercio Agustín de Espartinas y Manuel de los Reyes.
Comentarios:
De nuevo apareció la sorpresa en el tercero. Al comienzo de faena de muleta el torero francés Juan Leal recibió a su enemigo de hinojos en el centro del anillo, recetándole 5 muletazos que levantaron los olés en los tendidos, sobre todo del público bullanguero. Buen punto de partida para encender la llama de la polémica, trofeos, si, trofeos, no, a faenas poco rigurosas con el sentir de varios sectores de la plaza. El matador después de este recibimiento continuó con una tanda de redondos sin ajustar, el toro por un lado y el torero por otro. El animal fue perdiendo acometividad y el perdió la muleta en un momento de la faena. En un intento de agradar a los presentes, lo arrolló, volviendo a la cara del toro con tremendismo y ahogando las embestidas del burel. El público se puso pesado y el presidente en un acto de generosidad mal interpretada, concedió un trofeo.
El torero se retiró a la enfermería para no aparecer más.
La otra cara de la moneda fue Octavio Chacón. No tuvo un buen lote el torero gaditano, pero siempre aporta algún detalle del toreo clásico que atesora. A su primero lo sacó a los medios sin perderle la cara y toreando, pero el animal dada su falta de fuerzas no aguantó la lidia. Al final se pasó de faena. En el cuarto la suerte le ofreció otro animal manso, soso y descastado. El torero lo sacó a los medios sin someterlo, pasándolo en redondos pero despegado. El animal no se prestó al lucimiento y el torero al no conseguirlo en redondos se cambió de mano pero tampoco logró su objetivo. También con este enemigo se pasó de faena. Como dije, tuvo que matar el sexto por cogida de su compañero Juan Leal. El torero comenzó la faena con cierto clasicismo ya que no se desmonteró durante la faena, seguramente en un detalle a su compañero herido. El toro se fue apagando y con ello limitando las posibilidades de que Chacón mostrara el poder de su muleta. Estuvo por encima del toro, y a pesar que su labor no destacó, si se pudo observar que la interpretación que hace del toreo clásico dista mucho del que se practica en la actualidad, necesitando para su lucimiento ganado poderoso, no lo que salió ayer por toriles.
Javier Cortés se encontró en el segundo de la tarde a un animal blando y lo que le ofreció fue un toreo barato en el toreo en redondo. Cuando lo intentó al natural consiguió una tanda de tres muletazos ajustados y templados. El animal se rajó intentando marcharse a querencias. Con ello se le cerró al torero madrileño la oportunidad de lucimiento. El quinto fue un animal con romana. En el comienzo de faena de muleta se dobló con el “tren” sacándolo a los medios. En estos terrenos no encontró la quietud que necesita el toreo ya que estuvo bailando en la cara del toro durante toda la faena. Solo consiguió una tanda de redondos con templanza pero colocándose al hilo del pitón y descomponiendo la figura. En un momento de la faena el toro se lo llevó por delante pero sin consecuencias para el matador. A mi entender se dejó ir un buen toro.
©Pepeíllo.
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