A Jesús, deseándole un pronto despertar
y una pronta recuperación. Animo Jesús.
Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
Corrida de toros
“Otra tarde, la misma historia”
Ganadería
Se lidiaron 6 toros de la ganadería del Pilar, procedencia Juan Pedro Díez, en la línea de María Antonio Fonseca, vía Aldeanueva. Según dicen los entendidos, la línea buena de Juan Pedro Domecq. Ganado bien presentado que no defraudó y que puso en bandeja el triunfo a los coletas, pero el único que lo aprovechó fue Javier Cortés. El primero fue un buen toro y se llevó el reconocimiento de los aficionados al ser aplaudido en el arrastre. En la suerte de varas el juego fue desigual, pero los picadores tampoco estuvieron acertados, castigaron trasero. El quinto empujó con fijeza y el piquero le zurró la badana con saña. El único que cumplió con su cometido fue Oscar Bernal en el cuarto, que abandono el ruedo entre aplausos.
Terna:
- Javier Cortés. De catafalco y oro. Estocada contraria que vale. Aviso. El animal tuvo una muerte brava. Oreja. En el cuarto tres pinchazos y pinchazo hondo y descabello tras aviso. Silencio
- Tomas Campos: De caldero y oro. Estocada en la paletilla y descabello. Protestas de los aficionados. En el quinto pinchazo sin soltar y bajonazo en los bajos que levantó las protestas de los aficionados. Aviso. Silencio
- Francisco José Espada: De gris perla y plata. Estocada muy contraria que vale. El torero se tiró por derecho a matar o morir. Aviso. Su labor fue silenciada. En el sexto estocada caída, aviso. Comenzó con el descabello y recibió el segundo, cuando descabellaba. Le recetó al animal 15 descabellos. Protestas.
Presidente: D. Juan Francisco García González.
Sin problemas.
Cuadrillas y otros.
Con temperatura veraniega, la entrada rozó la mitad del aforo. Terminado el paseíllo Javier Cortés tuvo que responder a los aplausos del respetable en reconocimiento por su lucha por superar los problemas en la vista.
En el tercero se tuvo que desmonterar Iván Vicente al lucirse en el tercio de banderillas. En este toro también se la jugó Jesús arruga al tratar de reunir ganándole la cara a su enemigo. El animal hizo hilo con él y un capote y el burladero, lo libró de la cornada. Es lo que tiene la casta. En el cuarto se la jugó Luis González en la colocación del tercer par.
Comentarios:
A la tarde le faltaron quites y le sobraron avisos. Como digo en el título, la misma historia, ya que se fueron sin torear varios de los ejemplares que se lidiaron. Una pena. Como descargo con los toreros hay que decir que con esta ganadería no suelen anunciarse las figuras. ¿Por qué? Son toros exigentes, que suelen pedir el carnet de torero, pero los de ayer solo les exigieron torear, y eso es precisamente lo que no hicieron, debido a que los contratos escasean para ellos .y en consecuencia, poca experiencia.
El festejo fue de más a menos y eso siempre representa un problema para el espectador. Javier Cortés cortó una oreja en su primero, de nombre Bastardero. Comenzó la faena sacándolo a los medios con una tanda a media altura, continuando con otra tanda abrochada. Al natural la faena no tuvo continuidad, pero consiguió algunos muletazos largos y templados. El animal respondió a las exigencias del torero pero a este le faltó echar al paso adelante. El público premio su labor con un apéndice. Al cuarto, Sospetillo, lo recibió con estatuarios rematados con un trincherazo de cartel. Continuó con una tanda de redondos muy templados y sometiendo a su enemigo por bajo. Con la izquierda ofreció unos naturales aseados, pero el acero le jugó una mala pasada.
En el segundo de la tarde, de nombre Mirilla, Tomás Campos no pudo con las dificultades que le plateó su enemigo. Lo sacó a los medios con muletazos por alto que iban en contra de la lidia que debió adoptar. Por el pitón derecho no se acopló y cuando intentó el torero al natural, no tuvo el mando ni el temple que requería la faena. El animal terminó defendiéndose y echando la cara arriba, que fue lo que le enseñó el matador. El quinto, marcado en la tablilla con el nombre de Burreñito, tuvo complicaciones y el torero no anduvo fino. Lo pasó en la muleta por ambos pitones, pero su enemigo no colaboró en las intenciones del torero.
El tercero, nombrado como Resistente, José Francisco Espada lo sometió por bajo hasta llevarlo al anillo, en ese terreno le dio una tanda de derechazos, acoplando la muleta a las acometidas de su enemigo y sin arrugarse. La siguiente tanda ya no tuvo la misma transmisión. Al natural al burel le costaba tragarse los muletazos, pero el torero continuó apostando por el valor ante la cara de un manso encastadito. Estuvo el torero por encima de su enemigo. A la faena le sobraron las manoletinas, pero están de moda y hay que satisfacer al respetable. En el sexto, de nombre, Guajiro, acudió a todas las citas que el matador le requirió, pero su muleta no estuvo a la altura que deseara el torero. Al natural tuvo menos recorrido y tuvo el defecto de prolongar en exceso la faena y los espectadores se lo recriminaron. Dio un verdadero recital con el verduguillo que a punto estuvo de echarle el toro al corral.
©Pepeíllo.
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