Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
Corrida de toros
“Lo que es la bravura”
Ganadería
Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Araúz de Robles, encaste Gamero Cívico, en la línea de Samuel Flores. El primero fue devuelto a los corrales al partirse una pezuña. Salió un sobrero de Chamaco, que también fue devuelto y en su lugar salió el segundo sobrero de la misma ganadería. El encierro fue desigual, algunos ejemplares fueron protestados por falta de trapío. El cuarto fue aplaudido en el arrastre.
Terna:
No debió permitir cambiar de tercio en el cuarto, ya que el animal no fue castigado en el caballo y quedó muy crudo para la muleta. Por lo demás, sin problemas en sus funciones.
Cuadrillas y otros.
Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del ganadero D. Javier Araúz de Robles.
Tarde soleada de buena temperatura. La plaza registro tres cuartos del aforo. En el cuarto se tuvieron que desmonterar Tomás López y Fernando Sánchez. En el tercero se lucieron con profesionalidad, Juan Navazo y Alberto Zayas. Ante la falta de arrancada de su enemigo, los toreros de plata tuvieron que jugarse el tipo.
El torero de plata Fernando Sánchez está atravesando en un gran momento. En el cuarto de la tarde puso un par de poder a poder, dándole todas las ventajas al toro y no es la primera vez que ejecuta esta suerte en esta feria. Saliendo de la cara de su enemigo andando. Fue un gran par, en el que muchos de sus compañeros deberían intentar reflejarse en él.
Comentarios:
Joselito Adame, se encontró en el cuarto con un toro, de nombre Carantoña, que en la muleta derrochó casta y bravura. En el caballo mostró signos de mansedumbre. En la primera entrada derribó con poder pero salió huyendo del embroque. En la segunda entrada recibió el castigo trasero y volvió a salir suelto. De esta manera el animal se quedó crudo. El maestro mexicano decidió cambiar el tercio y cuando comenzó la faena de muleta, lo cito con un estatuario junto a las tablas de sombra y allí lo arrolló. Suerte tuvo el maestro en ese lance. El torero se recuperó y continuó la lidia, pero el toro tenía mucho que torear y el matador estuvo por debajo de su enemigo. El único pero es que por el pitón izquierdo tuvo menos recorrido, pero por el derecho manó embestidas transmitiendo emoción en la pelea, pero no encontró la muleta que merecía la faena que ofrecía el animal. Fue una pena que se fuera sin torear. Es el problema de la bravura. Quiso maquillar el cuadro de su labor con unas manoletinas, pero en esta ocasión lo que hizo fue emborronarlo más. La generosidad del público fue mal interpretada por el matador, que ante los aplausos se marcó una vuelta al ruedo por su cuenta. Después de dar la vuelta al ruedo, se retiró a la enfermería. Otro detalle que no se entendió. El primero de su lote fue un sobrero de Chamaco, de nombre Afanoso. El toro manseó en el caballo y en la faena de muleta Adame le recetó unas tandas de redondos aseados, pero en el toreo al natural estuvo desconfiado, sin ceñirse a su enemigo. Al volver sobre la mano derecha estuvo en un tono ventajista y llena de vulgaridad, dejándose ir un toro que estuvo pidiendo un torero que quisiera triunfar. No enconté en el torero mexicano la entrega y el valor que ha hecho gala durante su carrera.
Pepe Moral no dejó nada escrito para el recuerdo. Su primero, de nombre Chicloso, se rajó al tercer muletazo y se marchó en busca del amparo de las tablas. El torero anduvo mendigando un pase aquí y otro allí, pero el animal no dio opción a sus peticiones. A su segundo de nombre Chiringuito, que no se empleó en el caballo, lo recibió de hinojos en los medios pero su gesto no llegó a los tendidos. Cuando intentó practicar el toreo serio y con un toro sosote, Moral se contagió de la sosería y decidió tomar el acero.
Nos esperaba la sorpresa de la tarde, y esta fue el toreo de Ángel Téllez. El primero de su lote, de nombre Campiña, cumplió en el caballo y en la muleta mostró mucha nobleza y poco recorrido, y aunque en las primeras tandas apretó en la pelea, se fue apagando como una vela, pero el torero madrileño tiró de muleta y de toreo, y le sacó al toro unos naturales que nadie esperaba. Estuvo muy firme el matador, y los aficionados sintieron que perdiera los trofeos por un mal uso del acero. En el sexto, las hadas se irían a cenar, dada la hora, y dejaron desprotegido al torero, que no anduvo fino ante las exigencias de su enemigo. Por el pitón izquierdo acudía con la cara alta y el torero no encontró la templanza para meterlo en la muleta. Una pena torero. Esperaba impaciente que saliera el sexto, pero…
©Pepeíllo.
Corrida de toros
“Lo que es la bravura”
Ganadería
Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Araúz de Robles, encaste Gamero Cívico, en la línea de Samuel Flores. El primero fue devuelto a los corrales al partirse una pezuña. Salió un sobrero de Chamaco, que también fue devuelto y en su lugar salió el segundo sobrero de la misma ganadería. El encierro fue desigual, algunos ejemplares fueron protestados por falta de trapío. El cuarto fue aplaudido en el arrastre.
Terna:
- Joselito Adame: De turquesa y oro. En el primero de su lote pinchazo hondo y estocada caída y trasera. Saludos. En el cuarto, pinchazo saliéndose de la suerte. Aviso y estocada habilidosa, caída, saliéndose de la suerte. Vuelta al ruedo protestada.
- Pepe Moral: De verde botella y oro. Pinchazo saliéndose de la suerte. Media estocada tendida perdiendo la muleta. El manso recorrió el albero y en querencias recibió 6 descabellos, entre ellos el matador recibió dos avisos. Silencio. En el quinto estocada caída. Silencio.
- Ángel Téllez: De blanco perla. Pinchazo y estocada caída. Vuelta al ruedo. Estocada trasera tirándose por derecho. Aviso. Silencio.
No debió permitir cambiar de tercio en el cuarto, ya que el animal no fue castigado en el caballo y quedó muy crudo para la muleta. Por lo demás, sin problemas en sus funciones.
Cuadrillas y otros.
Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del ganadero D. Javier Araúz de Robles.
Tarde soleada de buena temperatura. La plaza registro tres cuartos del aforo. En el cuarto se tuvieron que desmonterar Tomás López y Fernando Sánchez. En el tercero se lucieron con profesionalidad, Juan Navazo y Alberto Zayas. Ante la falta de arrancada de su enemigo, los toreros de plata tuvieron que jugarse el tipo.
El torero de plata Fernando Sánchez está atravesando en un gran momento. En el cuarto de la tarde puso un par de poder a poder, dándole todas las ventajas al toro y no es la primera vez que ejecuta esta suerte en esta feria. Saliendo de la cara de su enemigo andando. Fue un gran par, en el que muchos de sus compañeros deberían intentar reflejarse en él.
Comentarios:
Joselito Adame, se encontró en el cuarto con un toro, de nombre Carantoña, que en la muleta derrochó casta y bravura. En el caballo mostró signos de mansedumbre. En la primera entrada derribó con poder pero salió huyendo del embroque. En la segunda entrada recibió el castigo trasero y volvió a salir suelto. De esta manera el animal se quedó crudo. El maestro mexicano decidió cambiar el tercio y cuando comenzó la faena de muleta, lo cito con un estatuario junto a las tablas de sombra y allí lo arrolló. Suerte tuvo el maestro en ese lance. El torero se recuperó y continuó la lidia, pero el toro tenía mucho que torear y el matador estuvo por debajo de su enemigo. El único pero es que por el pitón izquierdo tuvo menos recorrido, pero por el derecho manó embestidas transmitiendo emoción en la pelea, pero no encontró la muleta que merecía la faena que ofrecía el animal. Fue una pena que se fuera sin torear. Es el problema de la bravura. Quiso maquillar el cuadro de su labor con unas manoletinas, pero en esta ocasión lo que hizo fue emborronarlo más. La generosidad del público fue mal interpretada por el matador, que ante los aplausos se marcó una vuelta al ruedo por su cuenta. Después de dar la vuelta al ruedo, se retiró a la enfermería. Otro detalle que no se entendió. El primero de su lote fue un sobrero de Chamaco, de nombre Afanoso. El toro manseó en el caballo y en la faena de muleta Adame le recetó unas tandas de redondos aseados, pero en el toreo al natural estuvo desconfiado, sin ceñirse a su enemigo. Al volver sobre la mano derecha estuvo en un tono ventajista y llena de vulgaridad, dejándose ir un toro que estuvo pidiendo un torero que quisiera triunfar. No enconté en el torero mexicano la entrega y el valor que ha hecho gala durante su carrera.
Pepe Moral no dejó nada escrito para el recuerdo. Su primero, de nombre Chicloso, se rajó al tercer muletazo y se marchó en busca del amparo de las tablas. El torero anduvo mendigando un pase aquí y otro allí, pero el animal no dio opción a sus peticiones. A su segundo de nombre Chiringuito, que no se empleó en el caballo, lo recibió de hinojos en los medios pero su gesto no llegó a los tendidos. Cuando intentó practicar el toreo serio y con un toro sosote, Moral se contagió de la sosería y decidió tomar el acero.
Nos esperaba la sorpresa de la tarde, y esta fue el toreo de Ángel Téllez. El primero de su lote, de nombre Campiña, cumplió en el caballo y en la muleta mostró mucha nobleza y poco recorrido, y aunque en las primeras tandas apretó en la pelea, se fue apagando como una vela, pero el torero madrileño tiró de muleta y de toreo, y le sacó al toro unos naturales que nadie esperaba. Estuvo muy firme el matador, y los aficionados sintieron que perdiera los trofeos por un mal uso del acero. En el sexto, las hadas se irían a cenar, dada la hora, y dejaron desprotegido al torero, que no anduvo fino ante las exigencias de su enemigo. Por el pitón izquierdo acudía con la cara alta y el torero no encontró la templanza para meterlo en la muleta. Una pena torero. Esperaba impaciente que saliera el sexto, pero…
©Pepeíllo.
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