domingo, 2 de abril de 2023

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Corrida de Toros. Desafío ganadero.

“Las Ventas rugió con la suerte de varas”

Ganadería

Se lidiaron 3 toros de Pallarés y 3 de Cuadri. Los anunciados de Los Maños fueron rechazados. El primero de Pallarés fue devuelto por inválido y en su lugar se corrió un sobrero de Martín Lorca, animal descastado que solo supo defenderse. Los restantes de Pallarés blandearon y no dieron juego.

Los Cuadris mostraron las dificultades de “La Casta”. El sexto se encontró con un torero y con un picador que ejecutaron la suerte de varas midiendo el castigo y dejando ver al toro. Ofreciendo un bonito espectáculo. El quinto y el sexto fueron aplaudidos de salida y el cuarto en el arrastre.

Terna:

  • Esaú Fernández. De sangre de toro y oro. En el primero pinchazo hondo y estocada tendida y desprendida. Silencio. En el cuarto estocada en los bajos y atravesada y dos descabellos. Pitos.
  • Adrián de Torres: De blanco y oro. Pinchazo, aviso, pinchazo y estocada casi entera y desprendida 2º aviso y dos descabellos. Silencio. Estoconazo que rueda sin puntilla. Oreja.
  • Gómez del Pilar: De gris perla y oro. En el tercero tres pinchazos saliéndose de la suerte, aviso, y cuatro descabellos. Silencio. En el sexto dos pinchazos y estocada casi entera tras aviso. Se echó el toro.

Presidente: D. José María Fernández Egea.

Siento mucha indignación a la vez que pena cuando un presidente se atribuye la vitola de empresario. Son decisiones que van en contra de los espectadores y de la fiesta. Ocurrió en el primero de la tarde. Un animal manifiestamente inservible para la lidia, el presidente lo mantuvo en el ruedo hasta el tercio de banderillas. Cuando se piensa como empresario… En el quinto cambió el tercio de banderillas con dos palos solo.

Cuadrillas y otros.

En tarde algo desapacible con un viento molesto incluso para los presentes, la plaza registró un aforo de 8.212 espectadores. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Rafael Jiménez Chicuelo, que debutó con caballos en el año 1.952, en la ciudad cordobesa de Cabra.

En el sexto, de nombre Paracaidista, Gómez del Pilar y Juan Manuel Sangüesa, ofrecieron un espectáculo digno de la fiesta en la ejecución de la suerte de varas. Sin embargo en el tercio de banderillas tuvieron que pasar siete veces por la cara del toro para dejar cuatro palos, Un capotazo de Curro Javier ante el querencioso segundo casi puso en pie los tendidos.

Comentarios:

Otro titular de lo ocurrido en el coso venteño podría haber sido:”Cuadri, marcó la diferencia”, ya que uno de sus toros hizo rugir los tendidos. Ocurrió en el sexto y en la ejecución de la suerte de varas, pero no por eso debemos caer en el triunfalismo. Un animal que tuvo que soportar un tercio de banderillas infame. No se mereció esto Paracaidista. Cuando llegó al último tercio la desconfianza se adueño del torero y ante un animal con poco recorrido el matador no se acopló en ningún momento. El Cuadri terminó midiendo mucho y el torero con gestos de lamentación por la lidia que había recibido su enemigo. El primero de su lote, de nombre Pantera, fue protestado de salida. En el tercio de varas no fue castigado debido a su escasez de fuerzas pero el presidente ignoró las protestas y cambio el tercio. La labor con la muleta no llegó a los tendidos, el matador se limitó a pasarlo a media altura sin someterlo en ningún momento, y al no haber toro…

Un estoconazo tirándose tras el estoque le permitió a Adrián de Torres cortar el primer trofeo de la temporada en Las Ventas en el quinto de la tarde, de nombre Revisor. El toro rodó como una bola. De salida el animal metió la cabeza con clase en el capote y el torero de Linares consiguió levantar los primeros olés de la tarde, pero en el caballo no se empleó y fue castigado trasero. La cuadrilla no anduvo fina y tuvo que pasar cinco veces para colocar dos palos. Unido a esta infame lidia, la falta de fuerzas hizo que el animal, llegara a la muleta recortando el viaje por ambos pitones. y con mucho peligro. El matador en lugar de lidiarlo intentó el toreo tremendista, llevando la preocupación a los tendidos. Su primero, de Pallarés y de nombre Ibarreño, acudió en la primera entrada al montado descompuesto y no se pudo ver su juego. En la segunda entrada el picador se agarró bien, y el toro se dejó pegar pero con signos de blandura. Con la muleta el torero no llegó a acoplarse consiguiendo algunos muletazos sueltos pero sin ligazón y perdiéndole pasos continuamente.

Esaú Fernández tuvo que lidiar un sobrero de Martín Lorca de nombre Querencia. El toro fue picado trasero. Con la muleta el torero se mostró desconfiado ante la incierta embestida de su enemigo que solo le permitió pasarlo al unipase. Ante este material el torero sevillano intentó un circular invertido y los presentes se lo criticaron. El cuarto de Cuadri y de nombre Mediador, en la primera entrada al caballo le tapó la salida y el animal derribó. En la segunda entrada recibió un ínfimo castigo por parte del montado, recibiendo una monumental bronca. Con la muleta en la mano el matador no pudo con su enemigo, que a la defensiva le plantó cara a un torero medroso que no encontró el sitio de la lidia que merecía su enemigo.

©Pepeíllo.

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