lunes, 15 de mayo de 2023

 Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de San Isidro. 6ª de feria

“Protagonista, el viento”

En la sexta corrida de la feria celebrada el día del Patrón, se corrió una corrida remendada, cuatro toros del hierro de El Parralejo, 3º, 4º, 5º y de procedencia Jandilla y Fuente Ymbro y dos de José Vázquez, 1º y 2º., procedencia Juan Pedro Domecq. Estos últimos habían estado de sobreros con anterioridad en la feria. Bien presentados con cuajo y astifina. El juego fue variado y unido a la mansedumbre, algunos fueron exigentes con la poca casta que presentaron. El tercero y cuarto fueron aplaudidos en el arrastre. En el quinto se oyeron tímidos pitos. Toda la corrida fue cinqueña.

Terna:

  • Miguel Ángel Perera. De verde y azabache. Estocada casi entera tras aviso y 6 descabellos tras el segundo aviso. Silencio.. Cuatro pinchazos, aviso y estocada trasera y caída. Saludos desde el tercio.
  • Ángel Téllez De grana y oro. Un pinchazo y estocada baja acompañada de protestas. Silencio. Pinchazo hondo y descabello Silencio.
  • Isaac Fonseca: De frambuesa y oro. En el toro de su confirmación, pinchazo y estocada caída y tendida tras aviso y 3 descabellos tras el segundo aviso. Silencio. Estocada delantera tras aviso que vale. Aplausos a la voluntad.

Presidente: D. Víctor Oliver Rodríguez. Sin complicaciones en su labor..

Cuadrillas y otros.

El coso venteño registro una buena entrada. Los toreros de plata anunciados fueron de lujo, eclipsando por momentos hasta al viento, protagonista de la tarde. En banderillas se desmonteraron Curro Javier en el segundo, Javier Ambel en el cuarto. Jesús aguado colocó un par en el tercero jugándosela al intentar cuadrar. Ambel dio una lección durante la lidia del segundo.

Comentarios:

Fue una corrida donde el protagonista fue el viento, pero el trapío del ganado y las agujas que lucían como defensa, tampoco dejaría indiferente a nadie. Los toreros tuvieron que luchar con sus enemigos y viendo ondear sus engaños como banderas, y alguno por ofrecer el lucimiento de su labor, a los empresarios para su contratación.

Esto le ocurrió al mejicano Fonseca en el sexto, que al no conseguir lucirse con el toro de su confirmación lo intentó con el sexto de nombre Hostelero, un toro que metió la cara con nobleza en el capote pero el matador no llegó a lucirse. El animal se empleó en el caballo con fijeza y con la muleta el torero quiso jugársela citando de hinojos desde la boca de riego con el pase cambiado y tuvo que repetir la cita al perder la muleta en el embroque y el toro por el impulso rodar por la arena. Continuó citándolo dándole distancia, sacándole una tanda de redondos tragando, pero con ellos se esfumó su ilusión. Al natural no le bajó la mano y su labor careció de firmeza. Una pena que la voluntad del torero no se viera gratificada. El primero de nombre Optimista y al no pararlo de salida, acudió suelto al caballo y derribó, y después se marchó al reserva. En la segunda vara fue picado trasero y con el agravante que acudió casi debajo del peto. Con la muleta el torero se dobló con el manso y continuó con una tanda de redondos faltos de colocación. Lo que hizo por el pitón izquierdo le faltó mando y al no someterlo el animal, se adueño de la pelea. Sólo anoté dos redondos ajustados.

A Perera le tocó en suerte Humilde, que acudió suelto y salió suelto en la primera entrada al caballo y fue castigado bajo. En la segunda vara volvió a entrar suelto y el piquero mostró una falta de dominio del caballo. En el último tercio se pudo comprobar que al toro le costaba acudir a la pelea que le presentaba el torero, que tuvo al viento como enemigo principal. Lo intentó al natural, lo que sirvió para ver que el burel no valía para nada, pero el matador tampoco convenció. El segundo de su lote se llamaba Camillero. El animal se encontró con el viento y el torero, una figura que muchos aficionados se preguntarán, como un matador que utiliza el alivio por sistema, ha llegado tan lejos. Alguna explicación habrá que no llego a comprender. En la segunda vara el toro empujó en el caballo, pero no fue castigado. Con la muleta el extremeño lo intento y llevó a cabo dos tandas de derechazos sin cargar la suerte y rematados para fuera. Lo único que tuvo en su haber fue la ligazón. Perera ya lo conocemos como él nos conoce a nosotros. Sólo le anoté un natural sin aliviarse, y el alivio se le reconoce en otras plazas, en esta, creo que no.

Ángel Téllez continúa sin el sitio que dejó. En el primero se encontró con Levítico, otro cinqueño bien presentado que no fue parado de salida y acudió suelto al caballo y salió suelto, sin recibir castigo. Con la muleta lo recibió con una tanda de dos muletazos ajustados y sin descomponer la figura, pero eso fue todo. Continuó con otra tanda sin ajuste. El animal se iba apagando y cuando lo intentó al natural mostró que había perdido el mando de su muleta, y los muletazos no encontraban el remate que los hace bellos. El quinto se llamaba Marismeño, un nombre ligado a la tauromaquia. En varas derribó las dos veces que acudió al montado. El picador castigó en el morrillo y su labor fue premiada con aplausos. En la faena de muleta el torero se encontró con dos enemigos, el viento y el toro y en este con signos de mansedumbre. y Téllez no encontró el ajuste apropiado en su muleta a las embestidas de su enemigo, pero el manso no quiso pelea y los naturales adolecieron de limpieza, convirtiéndose de nuevo en trapazos. Los aficionados le protestaron, no su disposición, sino su falta de lucimiento.

Torero, los aficionados queremos verte arriba y toreando, y no perdido en la vulgaridad. Mucha suerte.

©Pepeíllo.

No hay comentarios: