Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
Feria de San Isidro. 14ª de feria. Corrida de toros
“Ni ganado ni toreros, una tomadura de pelo”
Del ganado anunciado se lidiaron 3 toros de La Ventana del Puerto, 3º, 4º y 6º, dos del Puerto de San Lorenzo, 2º y 5º y el remiendo fue de Valdefresno, lidiado en primer lugar. El segundo fue devuelto a los corrales y se corrió un sobrero del Vellocino. Mal presentados, mansos, flojos y faltos de casta. De saldo.
- Manzanares. De obispo y oro. Estocada entrado fuera de cacho. Silencio. Metisaca y estocada trasera. Silencio.
- Emilio de Justo De grana y oro. Metisaca y estocada al rincón. Silencio. Metisaca y estocada desprendida tras aviso. Saludos tras petición.
- Roca Rey. De catafalco y oro. Pinchazo delantero y bajonazo tras aviso. División de opiniones. Estocada habilidosa saliéndose de la suerte. Silencio.
Presidente: D. Ignacio Sanjuán Rodríguez: Se le criticó al presidente la falta de presentación del ganado. Devolvió al segundo por falta de fuerzas.
Cuadrillas y otros.
Con un lleno hasta la bandera, los toreros de plata brillaron a un buen nivel, destacando en el quinto Morenito de Arlés y Pérez Valcarce, que tuvieron que desmonterarse en el tercio de banderillas,
Comentarios:
Si hablamos que la corrida fue una tomadura de pelo, alguien podría molestarse ya que pagaría una buena cantidad de dinero por una entrada. Seguramente serían los que aclamaron a Manzanares en su primero, un torete que salió picado de toriles, y el alicantino se limitó a pasarlo en la muleta con una vulgaridad impropia de un maestro en estas lides. Si nos referimos al segundo de su lote, un animal que llegó a la muleta después de emplearse en el caballo y que el matador al no tener materia prima para lucirse, a su manera claro, decidió tomar el acero y finiquitar sus actuaciones en esta feria de una manera indigna de un profesional que se precie de serlo.
Si nos referimos a Roca Rey, ese mismo público intentó echar la casa por la ventana ofreciéndole su apoyo a un torero que habrá tenido mejores días, no lo dudo, pero esta tarde estuvo vulgar y ventajista. Así lo demostró en su primero, un toro que se dejó torear pero el matador peruano se dedicó a otra cosa. Ante la presentación de su enemigo, los aficionados, que también pagan su entrada, le dedicaron su apoyo de otra manera; recordándoles con “Miaus”, lo que a ellos les parecía que estaba toreando, bueno torera, torear, no. Pero en el sexto el panorama cambión Este burel ya no fue la hermanita que todo lo aguanta. El torete, ´mostró algunas complicaciones y el torero, considerado maestro, porque llena las plazas, no supo por donde le daba el aire.
En la lidia de Emilio de justo cayó Langosto, un sobrero del Vellocino, que en un principio los empleados pusieron en la tabla los datos del quinto pero rectificaron y salió el primer sobrero. Un manso que salió huyendo de la muleta y que cuando lo fijó el matador fue un carretón en nobleza. El extremeño se limitó a pasarlo colocándose al hilo y acompañando las embestidas de su enemigo. El quinto, de nombre Cigarro se entretuvo en pelearse con las tablas del burladero del 6, pero en el último tercio mostró un pitón derecho que el matador no lo vio para torear sino para dar muletazos al hilo con una falta evidente de colocación. Se barruntó por la zona que si llega a matar bien, ese público que mencioné al principio estaba dispuesto a sacarlo por donde no debería haber salido, pero falló a espadas y eso alivió la carga de los aficionados que no vieron con buenos ojos el posible resultado de la faena.
Una reflexión: Emilio, es la segunda ocasión que le veo faenas fuera de cacho y sin ningún interés de enmienda, espero que reflexione sobre esta manera de interpretar el toreo y nos vuelva a ofrecer que no es un pegapases del escalafón.
©Pepeíllo.
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