jueves, 1 de junio de 2023

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de San Isidro. 20ª de feria. Corrida de toros

“Limpieza de la dehesa”

Reseña

Se lidiaron seis toros de Alcurrucén, procedencia Rincón Núñez. Para abreviar una autentica tomadura de pelo al aficionado. Mal presentada, mansos de escuela en el caballo, descastada. Varios de ellos fueron pitados de salida y los seis pitados en el arrastre. Espero que Plaza1 recapacite y traiga ganado de cabeza de camada y no la porquería que aparecieron por chiqueros. Y otra recomendación que Los Lozanos sufran el silencio por parte de esta plaza durante unos años.

  • Diego Urdiales. De catafalco y oro. Estocada haciendo todo el torero tras aviso. Tímidos aplausos por la seriedad del torero en su labor. En el cuarto estocada habilidosa que vale. Silencio
  • Alejandro Talavante. De grana y oro. Tres pinchazos y estocada tendida con descabello incluido. Silencio. En el quinto estocada y descabello tras aviso. Silencio.
  • Daniel Luque. De marino y oro. Estocada casi entera y caída y descabello tras aviso. Petición y saludos desde el tercio. En el sexto estocada. Vuelta al ruedo tras petición.

Presidente: D. José Luis González González. Le reclamaron al usía dos trofeos, en el tercero y en sexto, para premiar las faenas de Daniel Luque, pero el presidente los negó. Lo que nadie comprendió es como permitió la lidia de una corrida impresentable para Madrid ¿Tanto poder tiene la empresa? En el cuarto cambió el tercio con tres palitroques.

Cuadrillas y otros.

Por la mitad del festejo la lluvia no quiso perder el espectáculo y los paraguas poblaron los tendidos. El coso registró una entrada de 22798 espectadores, según la empresa. Los toreros de plata tuvieron sus luces y sus sombras. Iván García de desmonteró en el tercero. En el cuarto el desconcierto durante la lida fue total

Comentarios:

Comentan los aficionados que tienen que desplazarse al país vecino para ver la suerte de varas en toda su integridad, y que si una ganadería no cumple con una mínima exigencia, al año siguiente no la contratan. En este caso los aficionados son los que controlan la fiesta. Si lo que se lleva visto durante la feria en la primera plaza del mundo, hubiera ocurrido en Francia, no habría toros en el campo para montar al año siguiente otra feria. Lo de hoy ha sido denigrante, pero toquemos madera y pensemos en el futuro y ¿que nos esperará mañana? Igual nos tenemos que acordar de lo visto hoy. De la suerte de varas no podemos decir nada ya que no existió. Hablaremos que Diego Urdiales estuvo muy serio en su primero, presentando la muleta plancha y mandando en la faena pero ante un animal que no valía un duro. Permitiéndole algunos detalles con la seriedad que le caracteriza. En el cuarto le tocó en suerte un manso que estuvo dictando las normas de su mansedumbre sin que nadie de luces le impusiera las suyas. La faena de muleta prácticamente no existió. Talavante supongo que fue quien llenó la plaza. En su primero se encontró con un enemigo que soltaba la cara en cada muletazo defendiéndose en la pelea. El “maestro” decidió tomar el acero y despenar al animal y aliviar la pesadumbre de los presentes. En el cuarto y ante un desbarajuste total en la lidia, cuando tomó la muleta se permitió la osadía de brindar la muerte de su enemigo. Desde luego tuvo un detalle el “maestro”, no intervino durante la lidia ya que hoy solo vale la faena de muleta. Para que se iba a molestar el “maestro”, después todo se olvida. Se plantó de hinojos en la arena y allí le recetó una serie de redondos y naturales se tratara, pero con la diferencia que el ganado seguro que lo eligieron para él. O no. Continuó con medios pases tanto en redondos como al natural como si de un “maestro” que todo lo tiene ganado. Daniel Luque también estuvo metido en este fregado ganadero. Es otra figura, no sé si manda o le mandan. En el tercero fue el único matador que estuvo por encima de su enemigo, otro manso que no dijo nada en el caballo. Para que, esa suerte no se lleva en estos tiempos. Lo recibió con unos muletazos por bajo con la pierna flexionada, ligando a continuación unas tandas ligadas de derechazos llevando al toro prendido en la muleta y sobre un pañuelo. Por el pitón izquierdo el manso no quiso que le tomaran más el pelo y no regaló muchas embestidas. En el sexto, con la lluvia de testigo y frente a un manso de libro, se dobló con el toro fijando la faena por el pitón derecho. Los olés resonaron. Al sevillano le pidieron un trofeo pero se tuvo que conformar con la vuelta al ruedo.

Como decía un vecino de localidad, mañana más y mejor. O no.

©Pepeíllo.


No hay comentarios: