Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

A Máximo C. por su interés por conocer los destalles de la fiesta.

Novillada

“Una más para el olvido”

Reseña

Se lidiaron tres novillos de Fuente Ymbro, 1º, 2º, y 3º en orden de lidia, y tres de Montealto, 4º, 5, y 6º. Sin gota de casta y bravura, manejables en la muleta, pero el juego en el caballo dejó mucho que desear. No sería extraño que alguna mente pensante de los despachos sórdidos, planteara eliminar esta bella suerte. El sexto fue devuelto por inválido y en su lugar salió un sobrero de Montealto, que tampoco aportó nada a la calurosa tarde. El quinto recibió tímidos aplausos en el arrastre. 

Terna:

• Jorge Martínez. De púrpura y oro. Estocada baja y aviso. Aplausos, ¿a cuenta de qué? Estocada habilidosa. Aplausos de sus incondicionales.
• García Pulido. De blanco y oro. Metisaca y estocada trasera. El animal aburrido de pedir pelea, se echó. Silencio. En el quinto estocada. Oreja protestada.
• Mario Navas. De azul pavo y oro. Estocada baja perdiendo la muleta. Silencio. Pinchazo sin soltar y estocada casi entera y caída y descabello tras aviso.

Presidente: D. José Luis González González.

Concedió un trofeo a García Pulido en el quinto, devaluado ya que no existió el toreo al natural. Devolvió el sexto después de muchas protestas de los aficionados, pero antes jugó a empresario. Debe ser un juego interesante, muchos presidentes lo practican.

Cuadrillas y otros.

Se celebró la primera novillada después de la feria donde lo más destacado fue la flojísima entrada que registró el coso venteño y el calor, un calor asfixiante. En el quinto se desmonteró el banderillero El Niño de Aranjuez al colocar dos pares de banderillas. Su labor tampoco fue merecedora de tal distinción.

Comentarios:

Y, el palco vuelve a las andadas triunfalistas. Concedió un trofeo a García Pulido en el quinto ante un novillo de nombre Liviano que tuvo un buen pitón derecho y que el toledano aprovechó con dignidad de novillero, pero por el izquierdo el animal no regalo ninguna embestida, y claro, sin el toreo al natural el trofeo fue un regalo que los aficionados protestaron. Todo lo demás fue como un mal sueño en un ambiente bochornoso, menos mal que unas nubes obraron el milagro para que los aficionados de sol, atenuaran el sofocante calor. Se lo merecían. Los “AFICIONADOS” de los tendidos 5 y 6, no hicieron acto de presencia. Ellos están a otra altura, a la altura de las figuras, de los empresarios y de los apoderados, que les eligen sus toritos para que no sufran ningún contratiempo. Mientras ellos, esperan impacientes el otoño y aparezcan de nuevos “SUS FIGURAS, y sus aplausos, claro

Pero los novilleros de ayer, punteros en el escalafón, tampoco estuvieron en novilleros como antes, excepto García Pulido en el quinto, intentaron jugar a mayores practicando el toreo moderno, fuera de cacho y rematando los muletazos para fuera. García Pulido recibió al quinto, de hinojos y con un pase cambiado. Con esto ya tenía casi el trofeo en el esportón, pero no se limitó sólo a la espectacularidad, aprovechó el buen pitón derecho de su enemigo para cuajar unas series de redondos, dándole distancia, adelantando la muleta, que sacaron de la monotonía a los aficionados. Por el izquierdo el animal no ofreció la movilidad y la nobleza que ofreció por el derecho. El primero de su lote llegó de la dehesa con el nombre de Jalado, novillo que no fue castigado en varas como la mayoría de sus hermanos de camada. En la segunda entrada al caballo se arrancó de largo y con buen tranco, pero se defendió en la pelea. En el último tercio el animal acudía al engaño con el fin de encontrar el temple y el mando en la muleta del torero, pero no encontró la respuesta adecuada. Al no mandar en la pelea, el novillo lo desbordó con sus embestidas. En un momento de la faena se le coló y el matador salió del trance como pudo. Los presentes aplaudieron el error del torero, el cual le pudo constar un disgusto. A veces el público no sabe ni lo que aplaude.

Jorge Martínez ofreció a su primero de nombre Vivero, un toreo vulgar en la faena de muleta. El animal, manseó en el caballo, saliendo huyendo del castigo, pero los animales de hoy están seleccionados para la muleta, y cuando llega este momento los toreros ofrecen vulgaridad. Al intentar el toreo al natural, el novillo lo arrolló sin consecuencias. Al cuarto de la tarde, el murciano se encontró con Incansable, un novillo que se defendió en el caballo y llegó al último tercio escaso de fuerzas y el matador pasó con más pena que gloria, eso sí, mostrando mucha pinturería al cuadro que dibujó con la pañosa.

En el tercero de la tarde, de nombre Patrullero, el pucelano Mario Navas se vio ante un enemigo que le costó mantenerse en la pelea, y tanto el novillo como la muleta del torero se fueron apagando sin visos de ofrecer algo interesante a la concurrencia. En sexto lugar se lidió un sobrero de Montealto de nombre Veraniego, que tampoco ofreció en el caballo nada destacable. En el último tercio el torero mostró disposición, pero tanto su muleta, con falta de mando, como la mansedumbre del novillo no fueron por el mismo camino. Sin más, de momento

©Pepeíllo.