jueves, 6 de julio de 2023

 Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo


Novillada nocturna

“La casta tardó en salir, pero…”

Reseña

Se lidiaron seis novillos de Torrehandilla, procedencia Jandilla. Salvo el segundo bien presentados, de juego desigual, el primero un manso que acuño las pezuñas en el albero y le costaba moverse, el cuarto, quinto y sexto mansos encastados que presentaron dificultades durante la lidia. En el caballo mostraron mansedumbre. El segundo tuvo una muerte brava al hilo de las tablas. El quinto fue aplaudido en el arrastre.

Terna:

José Antonio Lavado. De rosa palo y plata. En el primero pinchazo bajo, estocada trasera y atravesada. Silencio. En el cuarto media atravesada y descabello. Silencio.

Alejandro Mora. De sangre de toro y oro. En el segundo estocada desprendida saliéndose de la suerte. Silencio. En el quinto estocada. Saludos. Lo encunó al entrar a matar sin consecuencias.

Christian Parejo. De sangre de toro y oro. En el tercero estocada cruzándose y dos descabellos tras aviso. Saludos. En el sexto estocada a ley. Oreja.

Presidente: D. José María Fernández Egea. Dejó que se lidiara el segundo novillo sin el trapío y presentación que exige esta plaza, pero por la noche todos los gatos son pardos.

Cuadrillas y otros.

En la primera novillada nocturna, el coso de la calle de Alcalá registró un cuarto del aforo. Los toreros de plata cumplieron en su cometido, destacando José Chacón y Vicente Herrera, de la cuadrilla de Christian Parejo.

Comentarios:

El juego de los novillos tuvo dos fases muy diferenciadas. El primero de nombre Limosnero,después de acudir suelto al caballo en las dos entradas, se agarró a la arena del albero y le costó regalar las embestidas. José Antonio Lavado no tuvo nada que hacer. El segundo, de nombre Botinero, fue protestado de salida por falta de trapío, nadie consiguió pararlo y cuando acudió al caballo y después de hacer una pelea de manso, salió suelto en las dos ocasiones, se dolió en banderillas, pero en la faena de muleta que le ofreció Alejandro Mora no se cansó de acudir al engaño citando fuera de cacho y con el pico por delante. Solo anoté dos muletazos templados. En tercer lugar apareció en el ruedo Achacado que no fue castigado en varas a pesar que el picador marcó dos veces delantero y salió del ruedo entre aplausos. Pero al no castigarlo nadie consiguió pararlo y el animal anduvo por el ruedo sin fijeza. En la muleta de Christian Parejo mostró nobleza acudiendo como un carretón, y el torero no llegó a enterarse de lo que tenía enfrente, confundiendo la cantidad con la calidad en el toreo, hasta que en un lance dio la vuelta de campana y con ello el final de lo estaba ofreciendo.

Pero a partir del cuarto, el panorama cambio. El novillo se llamaba Detective, un jabonero de bonita lámina. En el caballo no se le vio. En la primera entrada José A. Lavado lo metió debajo del peto y en la segunda fue el piquero quien no dejó velo en la pelea. En el último tercio el novillo mostró una mansedumbre encastada, poniendo en aprietos al matador, que solo encontró medios muletazos y punteándole la muleta en todos los embroques. Este novillero está a punto de tomar la alternativa. Ahí lo dejo, deseándole los mejores augurios. Vendimiador salió al ruedo en quinto lugar causando admiración por su capa albahía, novillo que tampoco fue parado de salida y se marchó al picador que tapaba puerta. En la segunda entrada hizo una fea pelea en el caballo. Al comienzo de la faena de muleta, Alejandro Mora lo citó de lejos mostrando mucho valor aguantando la acometida del burel. La casta del novillo exigía una muleta que lo sometiera por bajo y lo que hizo fue defenderse de las acometidas de su enemigo. Lo intentó al natural pero el animal tenía mucho que torear, y eso fue lo que no apareció en su muleta. El torero mostró mucha voluntad, pero la casta exige algo más. Cerró el festejo Chorreado y cuando acudió al caballo al picador se le rompió la vara dos veces. El utrero cumplió en la pelea. En el último tercio lo citó a distancia con el pase cambiado. Continuó con una tanda de derechazos templando las embestidas de su enemigo. Ofreció otra tanda pero con menos hondura. Todo lo demás fue un toreo de “mercadillo” y el novillo se fue apagando. Solo quedó en el albero la voluntad del matador que le valió para que le concedieran un trofeo. La estocada fue muy buena.

No dio para más la noche en la que el festejo nos había metido.

©Pepeíllo.

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