Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
FERIA DE SAN ISIDRO 2024. Corrida de toros. 7ª de feria.
“Lo que es la casta”
Ganadería
FERIA DE SAN ISIDRO 2024. Corrida de toros. 7ª de feria.
“Lo que es la casta”
Ganadería
Se lidiaron 6 toros de La Quinta, encaste Santa Coloma en la línea de Joaquín Buendía. Excepto el sexto, bien presentados, de noble juego destacando el cuarto y el quinto, sobre todo éste. El resto con una nobleza impropia de este encaste. El ganadero sabrá lo que selecciona, pero esto antes de llevar la ganadería al matadero porque las figuras le den al espalda. Y que lo hacen sin ningún resentimiento por la fiesta y solo por sus intereses.
Terna:
- Perera: De nazareno y azabache. Aviso antes de tomar el acero, pinchazo sin soltar, pinchazo hondo y perpendicular, descabello, 2º aviso y dos descabellos. Silencio. En el cuarto estocada trasera perdiendo la muleta, aviso. Vuelta al ruedo tras injusta petición.
- Emilio de Justo: De blanco y azabache. Estocada caída. Saludos. En el quinto estocada arriba, aviso, 2 descabellos, 2º aviso y dos descabellos. Vuelta al ruedo.
- Ginés Marín: De turquesa y oro. Tres pinchazos, aviso y descabello. Silencio. Golletazo que hace guardia impropio de un torero que se anuncia en plazas importantes, ¡Qué pena! Otro pinchazo y estocada. El animal no le quedó otra alternativa que echarse. Bronca.
Mantuvo con rigurosidad la seriedad del palco en la petición de oreja del cuarto. Por lo demás el borrón que el sexto pasara el reconocimiento, un animal feo de hechuras que solo le salvó la cara.
Suerte de varas:
- Cedacero. N. 9. 577 kg. Cárdeno claro. Manseó en el primer puyazo y se dejó pegar en el segundo. Manso que se dejó torear en tablas.
- Fusilero N. 17. 574 kg. Cárdeno. Se dejó pegar en su encuentro con el picador que marcó el castigo delantero. En la muleta solo mostró nobleza y poco recorrido.
- Lentisco. N. 37. 589 kg. Cárdeno. Se dejó pegar, salió suelto y no lo castigó.
- Vidriero. N. 46 532 kg. Cárdeno. Se dejó pegar en el caballo y llegó a la muleta ofreciendo nobleza y algo de casta.
- Periquito N. 50 543 kg. Cárdeno. En la primera entrada fue castigado trasero después de arrancarse de largo. En la segunda empujó en el peto con clase. En la muleta sacó la casta de Santa Coloma.
- Zamorano. N. 61. 627 kg. Cárdeno. No defraudó en el caballo. En la muleta se encontró con el toreo barato de Ginés Marín.
En tarde fresquita y de figuras, de nuevo volvió a agotarse el aforo En el segundo y en el quinto fueron aplaudidos los picadores. En banderillas en el primero se lucieron los toreros de plata. En el segundo se tuvo que desmonterar El Algabeño. En el quinto lo tuvo que hacer Morenito de Arlés.
Comentarios:
En los quites los matadores sacaron a relucir de sus capotes las chicuelinas, destacando Emilio de Justo. Marín en su quite al segundo, respondió a Emilio de Justo también por chicuelinas, un detalle poco habitual.
El ganado de La Quinta sacó mucha nobleza y solo sacó mostraron casta el quinto y algo el cuarto. En este toro Perera solo se lució con el capote. En la muleta le salvo la primera tanda de redondos citando de lejos. Lo que vino después fue más de un torero inexperto, Salió con apuros en tres ocasiones y por culpa de la casta y porque el torero citaba colocado en la oreja y este encaste no permite que le tomen el pelo. El público no lo entendió así y quiso premiar su labor porque perdió los papeles, Al primero lo recibió de hinojos frete a toriles. Con la muleta le costó tiempo ver las condiciones de su enemigo. Se equivocó de terrenos y al final el animal lo llevó a tablas y allí le sacó lo que pudo. Volvió a jugar con los avisos y a punto estuvo que le devolvieran el toro al corral. Es el toreo moderno y casi siempre para nada.
Emilio de Justo recibió a su primero con una larga cambiada continuando con unos lances a la verónica ajustados. Con la muleta sacó al toro a la segunda raya de picadores doblándose con él. Le dándole dos muletazos templados por el pitón derecho. Eso fue todo. Al animal le costaba repetir y el cacereño espaciaba los muletazos rectificando terrenos. En el quinto el santacoloma mostró casta y el torero también. Se dobló por bajo con su enemigo continuando por el pitón derecho. En la segunda tanda se lo llevó por delante lanzándole en el suelo dos derrotes que nos heló la sangre. Continuó la lidia echándose la muleta a la izquierda, poniendo a los presentes junto a las emociones, intentando ganarle la pelea a la casta. Remató con un abaniqueo muy torero como remate de una faena donde prevalecieron las castas de los dos contendientes. Fue una pena que fallara con el acero y recibiera dos avisos, no el reconocimiento de la afición.
Ginés Marín recibió al tercero en toriles con una larga cambiada. En el último tercio lo fijó en los medios, pero su labor quedó marcada por la sosería de su enemigo. Lo que intentó no llegó a los tendidos. En el sexto realizó una faena muy acelerada, propia de un torero bisoño, y el ya no lo es, que tampoco llegó a los tendidos.. Se puso pesado, mató rematadamente mal y el premio del respetable fue una bronca, con dos avisos en su debe.
©Pepeíllo.
El ganado de La Quinta sacó mucha nobleza y solo sacó mostraron casta el quinto y algo el cuarto. En este toro Perera solo se lució con el capote. En la muleta le salvo la primera tanda de redondos citando de lejos. Lo que vino después fue más de un torero inexperto, Salió con apuros en tres ocasiones y por culpa de la casta y porque el torero citaba colocado en la oreja y este encaste no permite que le tomen el pelo. El público no lo entendió así y quiso premiar su labor porque perdió los papeles, Al primero lo recibió de hinojos frete a toriles. Con la muleta le costó tiempo ver las condiciones de su enemigo. Se equivocó de terrenos y al final el animal lo llevó a tablas y allí le sacó lo que pudo. Volvió a jugar con los avisos y a punto estuvo que le devolvieran el toro al corral. Es el toreo moderno y casi siempre para nada.
Emilio de Justo recibió a su primero con una larga cambiada continuando con unos lances a la verónica ajustados. Con la muleta sacó al toro a la segunda raya de picadores doblándose con él. Le dándole dos muletazos templados por el pitón derecho. Eso fue todo. Al animal le costaba repetir y el cacereño espaciaba los muletazos rectificando terrenos. En el quinto el santacoloma mostró casta y el torero también. Se dobló por bajo con su enemigo continuando por el pitón derecho. En la segunda tanda se lo llevó por delante lanzándole en el suelo dos derrotes que nos heló la sangre. Continuó la lidia echándose la muleta a la izquierda, poniendo a los presentes junto a las emociones, intentando ganarle la pelea a la casta. Remató con un abaniqueo muy torero como remate de una faena donde prevalecieron las castas de los dos contendientes. Fue una pena que fallara con el acero y recibiera dos avisos, no el reconocimiento de la afición.
Ginés Marín recibió al tercero en toriles con una larga cambiada. En el último tercio lo fijó en los medios, pero su labor quedó marcada por la sosería de su enemigo. Lo que intentó no llegó a los tendidos. En el sexto realizó una faena muy acelerada, propia de un torero bisoño, y el ya no lo es, que tampoco llegó a los tendidos.. Se puso pesado, mató rematadamente mal y el premio del respetable fue una bronca, con dos avisos en su debe.
©Pepeíllo.
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