Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
FERIA DE SAN ISIDRO 2024. Corrida de toros.18ª de feria.
“Cartel de figuras, malas composturas”
Ganadería
Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq. Cinqueños y tres de ellos con seis yerbas. Mucha romana pero faltos de casta, blandos y nobles. Las noblezas del primero y del quinto se ganaron los aplausos en el arrastre.
Terna:
- Morante de la Puebla. De tabaco y oro. Pinchazo sin soltar, media estocada que escupe, pinchazo hondo y descabello. Bronca que justifica la tomadura de pelo a los espectadores. En el cuarto pinchazo y estocada baja y atravesada. Silencio
- Alejandro Talavante. De blanco y oro. En el segundo metisaca en los bajos, estocada trasera y descabello. Silencio. En el quinto estocada trasera y caída perdiendo la muleta. Oreja con petición minoritaria.
- Pablo Aguado. De verde botella y oro. Dos pinchazos sin soltar, estocada atravesada, y 3 descabellos tras aviso. Silencio. En el sexto pinchazo sin soltar y estocada. El puntillero levantó al toro y tuvo que descabellar. Silencio.
Tuvo sus dudas el presidente al conceder un trofeo a Talavante en el quinto. La petición no fue mayoritaria y al final cayó en el triunfalismo. En el sexto estuvo en su sitio e hizo entrar al toro cuatro veces al caballo ya que no fue castigado en ninguna de ellas.
Suerte de varas:
- Valedor. N. 206. 586 Kg. Castaño bragado meano. En la primera vara salió huyendo al sentir el castigo. En la segunda el piquero se agarró y el toro se dejó pegar. Dio un juego variado en el caballo.
- Trinador. N. 94. 578 kg. Negro listón. En la primera vara se defendió con la cara por las nubes. En la segunda se dedicó a tocar la música del estrivo.
- Tambolirero N. 64. 597 kg. Negro listón bragado. En la primera vara acudió sin fijeza y derribó. En la segunda entrada empujó con un pitón.
- Ollero. N. 213. 593 Kg. Castaño. En la primera vara empujó con fijeza en la pelea contra un peto infranqueable. En la segunda el montado marcó el castigo en los bajos y no rectificó.
- Rebeco. N. 173. 672 Kg. Negro listón. En el quinto Rebeco desprestigió el encaste al no emplearse en la pelea con el del castoreño, salir suelto con sosería y sin gota de casta.
- Pasajero N. 62. 643. kg. Colorado ojo de perdiz. Entró al caballo cuatro veces para solo mostrar mansedumbre y no ser castigado. En la muleta un cadáver con nobleza.
Tarde calor y con un lleno, y van… En el tercio de banderillas se gustó Joao Ferreira en el primero, en el cual se desmonteró, y durante la lidia Curro Javier deleito a los aficionados. En el cuarto se lució con los palos.
Comentarios:
Los espectadores pagaron para encumbrar a sus figuras, pero casi lo consigue el que vino de tapadillo, Talavante en el quinto se encontró con un toro que metió la cara en la muleta con nobleza y el torero le ofreció el toreo al natural, el caro, y sin descomponer la figura. Ofreció variedad donde los pases rematados para dentro fueron adornados con molinetes y trincherazos gustándose. Su faena llegó a los tendidos Incluyó en su labor una tanda con la derecha, el toreo barato, adornándola con una vistosa arrucina. En el primero abrió la faena de muleta de hinojos, el toro le apretó y Talavante aguantó las acometidas. Cuando intentó el toreo serio, lo hizo al natural, pero con alivio y sin mando. Al citar con la derecha el toro se defendió y no regaló ni un muletazo.
Morante en su primero fue increpado con dureza por su labor al ver que el torero sevillano, no intentó acoplarse a lo que le ofreció su enemigo. El toro se encontró con un Morante en horas bajas, y que solo consiguió tres muletazos sin que le tocara la muleta en los remates. Y eso en una figura de alto coste… Al cuarto lo recibió con la muleta por alto y cuando lo intentó con la derecha, no dio “ni un” para recordar. Por el pitón izquierdo entre muletazo y muletazo se tomaba su tiempo, y debió pensar que era mejor tomar el acero. Y Así lo hizo ¿A la tercera irá la vencida? Lo dudo. En el primero de Pablo Aguado quiso emular el quite del perdón, pero quedo en el intento.
Con Pablo Aguado vimos torear a la verónica en el tercero. Con la muleta lo sometió por bajo. Continuó con la derecha aliviándose y falto de mando, donde el animal buscaba las querencias. Cuando lo intentó con la izquierda el burel no respondió y Aguado no supo inventarse un toro. El animal a falta de mando del torero lo llevó a las querencias de toriles y allí decidió tomar el acero. En el sexto comenzó recibiéndolo de capote y templando la nobleza de su enemigo. Con la muleta comenzó su labor con unos ayudados a dos manos. La suavidad del toro “artista” no le permitió al animal la movilidad, y si no hay toro, por muy artista que sea, no hay faena ni emoción que llegue a los tendidos.
Así que, ganadero, tome nota, menos toros artistas y más casta que llenen de emoción las plazas.
Morante en su primero fue increpado con dureza por su labor al ver que el torero sevillano, no intentó acoplarse a lo que le ofreció su enemigo. El toro se encontró con un Morante en horas bajas, y que solo consiguió tres muletazos sin que le tocara la muleta en los remates. Y eso en una figura de alto coste… Al cuarto lo recibió con la muleta por alto y cuando lo intentó con la derecha, no dio “ni un” para recordar. Por el pitón izquierdo entre muletazo y muletazo se tomaba su tiempo, y debió pensar que era mejor tomar el acero. Y Así lo hizo ¿A la tercera irá la vencida? Lo dudo. En el primero de Pablo Aguado quiso emular el quite del perdón, pero quedo en el intento.
Con Pablo Aguado vimos torear a la verónica en el tercero. Con la muleta lo sometió por bajo. Continuó con la derecha aliviándose y falto de mando, donde el animal buscaba las querencias. Cuando lo intentó con la izquierda el burel no respondió y Aguado no supo inventarse un toro. El animal a falta de mando del torero lo llevó a las querencias de toriles y allí decidió tomar el acero. En el sexto comenzó recibiéndolo de capote y templando la nobleza de su enemigo. Con la muleta comenzó su labor con unos ayudados a dos manos. La suavidad del toro “artista” no le permitió al animal la movilidad, y si no hay toro, por muy artista que sea, no hay faena ni emoción que llegue a los tendidos.
Así que, ganadero, tome nota, menos toros artistas y más casta que llenen de emoción las plazas.
©Pepeíllo.
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