Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo
Corrida de novillos.
“Que desastre de merienda”
Ganadería.
Se lidiaron 6 novillos de La Guadamilla, encaste Domecq Solís, una vez eliminada la rama santacolomeña. De variada presentación y juego. Varios de ellos protestados. El segundo y el sexto fueron devueltos por falta de fuerzas. En el caballo el único que empujó con fijeza fue el quinto, el resto solo mostraron mansedumbre. El cuarto fue aplaudido tímidamente en el arrastre.
Terna:
- Pedro Gallego. Presentación. De grana y oro. Estocada contraria tras aviso. Estocada casi entera y atravesada, 2º aviso. Silencio. En el cuarto pinchazo y estocada en los bajos. Silencio.
- Manuel Caballero: Presentación. De azul pavo. Estocada trasera, tendida y desprendida. Silencio. En el quinto dos metisaca y estocada caída. Silencio.
- Bruno Aloi: De lila y oro. Aviso tras estocada tendida y trasera y descabello. Saludos desde el tercio. En el sexto aviso tras pinchazo hondo en el hoyo de las agujas. El animal tuvo una muerte brava. Silencio.
Devolvió el segundo y el quinto, a este le tembló el pulso y lo hizo después del tercio de banderillas. Por lo demás sin problemas.
Suerte de varas:
- Vigilante. 525 Kg. Salió suelto en las dos peleas que tuvo con el montado. En la primera empujó con un pitón y en la segunda el piquero marcó el castigo trasero, rectificó y el animal apretó en el peto.
- Perdigochero. 516 kg. En la primera vara peleó sin fijeza y salió suelto. En la segunda fue castigado trasero, el novillo no se empleó y volvió a salir suelto.
- Lunero. 520 kg. En la primera entrada se limitó a marcar el castigo. En la segunda se le arranco de improviso y desmontó al picador, pasando apuros tendido en la arena. En la tercera entrada volvió a repetir el mismo guión. No tuvo fortuna el piquero mostrando un deficiente manejo del caballo.
- Glotón. 522 kg. El tercio fue un desastre. En la primera entrada no lo sujetó y casi lo desmonta y el animal salió huyendo de la pelea. En la segunda el novillo se limitó a empujar en el peto y el piquero a sujetar la vara.
- Correcumbre. 510 kg. En la primera vara se dejó pegar pero sin fijeza y en la segunda cayó trasera, el animal empujó y no fue castigado.
- Mensajero. 490 kg. En la primera entrada al caballo se dejó pegar, en la segunda acudió suelto y el picador se limitó a sujetarlo.
Cuadrillas y otros.
Primera novillada del ciclo, “Cénate Las Ventas”. El coso registró algo más que un tercio de aforo. Se devolvieron dos novillos, el segundo y sexto y en su lugar se corrieron dos sobreros, el primero de Chamaco y el segundo de Los Chospes.
La cuadrilla de Bruno Aloi, trató de dignificar el tercio de banderillas con profesionalidad tanto en el tercero como en el sexto. Sin embargo en el quinto la cuadrilla de Manuel Caballero brilló en la dirección opuesta.
Comentarios:
La cuadrilla de Bruno Aloi, trató de dignificar el tercio de banderillas con profesionalidad tanto en el tercero como en el sexto. Sin embargo en el quinto la cuadrilla de Manuel Caballero brilló en la dirección opuesta.
Comentarios:
Fue lamentable ver los pasillos interiores de la plaza llenos de mesas, oliendo a fritangas como si de una terraza de bar se tratara. Creo que se ha dado otro paso en la dirección equivocada, ya que lo que menos importa es lo que ocurra en el albero. Estos espectadores acuden a la plaza a divertirse aunque la seriedad de la fiesta de desmadeje en jirones. Daba vergüenza verlos mostrar el pañuelo blanco solicitando trofeos a faenas que no merecían ni ser recordadas.
Pedro Gallego recibió a sus dos enemigos de hinojos frente a toriles y en el cuarto fue arrollado sin consecuencias para continuar en la lidia. En el último tercio el jienense lo recibió con dos pases cambiados, El novillo no se entregó en la pelea y el torero lo intentó por el derecho con muletazos sin mando y rematados para fuera. Al natural mostró una falta de mando y de temple que oscurecieron aún más su labor finalizándola con manoletinas. ¿Les suena esta suerte? Al cuarto lo recibió de hinojos en la boca de riego mostrando voluntad pero poco mando. Por el derecho se limitó a acompañar las embestidas de su enemigo y cuando lo intentó al natural, el novillo se adueño de la pelea. Como remate de faena tiró el estoque y se puso a dar pases al natural por el pitón derecho, intentado adornar una faena que no existió.
A Manuel Caballero le devolvieron su primer novillo y corrió turno lidiando en su lugar al quinto, que después de fijarlo en los medios, al animal no le gustaban los adentros, lo pasó por el derecho sin mando y con menos temple, con muletazos atropellados. Como suele decirse, no dio ni uno bueno por el pitón derecho. Cuando lo intentó por el pitón de los “biyetes”, el animal tuvo menos recorrido y el albaceteño lo suplió con posturas de figura, sin mostrar nada que salieran de la vulgaridad. Continuó por el derecho y los aficionados no vimos el fin de tanto muletazo vulgar. El torero no supo sacarle a su enemigo lo que le ofreció, que en realidad no fue mucho. Al quinto, sobrero de Chamaco, no lo entendió, o no quiso entenderlo, lo recogió en el tercio a un animal con querencia a tablas. Debió sacarlo a los medios y en ellos jugársela, pero no quiso exponerse y el novillo en cuanto vio la oportunidad se cerró en tablas y allí el torero le plantó cara a su enemigo a sabiendas, es mi opinión, que se había equivocado de terrenos. Es querer y poder y a veces, sentir la necesidad de ser torero.
En el tercero Bruno Aloi estuvo en novillero. A su primero lo citó al hilo de las tablas y al segundo muletazos plantó las rodillas en tierra y llevó el clamor a los tendidos. Lo sacó a los medios y le recetó una tanda por el derecho bajándole la mano. Continuó por el mismo pitón olvidándose de bajar la muleta, perdiendo su labor la brillantez del inicio de faena. Por el izquierdo el animal no quiso pelea y fue marchándose a tablas según transcurría la faena. El mejicano a pesar de no acoplarse, estuvo en novillero. En el sexto le tocó lidiar un sobrero de Los Chospes, lo sacó a los medios con torería. Lo intentó por el pitón izquierdo pero el animal acudía rebrincado a la muleta y el torero no supo corregir ese defecto. Por el derecho el novillo tuvo poco recorrido y se defendió. La voluntad del torero le hizo ponerse pesado y recibir un aviso de la presidencia.
A las doce menos cuarto era hora de abandonar el coso venteño, y lo más importante, sin un recuerdo que nos acompañara en el regreso a casa.
Pedro Gallego recibió a sus dos enemigos de hinojos frente a toriles y en el cuarto fue arrollado sin consecuencias para continuar en la lidia. En el último tercio el jienense lo recibió con dos pases cambiados, El novillo no se entregó en la pelea y el torero lo intentó por el derecho con muletazos sin mando y rematados para fuera. Al natural mostró una falta de mando y de temple que oscurecieron aún más su labor finalizándola con manoletinas. ¿Les suena esta suerte? Al cuarto lo recibió de hinojos en la boca de riego mostrando voluntad pero poco mando. Por el derecho se limitó a acompañar las embestidas de su enemigo y cuando lo intentó al natural, el novillo se adueño de la pelea. Como remate de faena tiró el estoque y se puso a dar pases al natural por el pitón derecho, intentado adornar una faena que no existió.
A Manuel Caballero le devolvieron su primer novillo y corrió turno lidiando en su lugar al quinto, que después de fijarlo en los medios, al animal no le gustaban los adentros, lo pasó por el derecho sin mando y con menos temple, con muletazos atropellados. Como suele decirse, no dio ni uno bueno por el pitón derecho. Cuando lo intentó por el pitón de los “biyetes”, el animal tuvo menos recorrido y el albaceteño lo suplió con posturas de figura, sin mostrar nada que salieran de la vulgaridad. Continuó por el derecho y los aficionados no vimos el fin de tanto muletazo vulgar. El torero no supo sacarle a su enemigo lo que le ofreció, que en realidad no fue mucho. Al quinto, sobrero de Chamaco, no lo entendió, o no quiso entenderlo, lo recogió en el tercio a un animal con querencia a tablas. Debió sacarlo a los medios y en ellos jugársela, pero no quiso exponerse y el novillo en cuanto vio la oportunidad se cerró en tablas y allí el torero le plantó cara a su enemigo a sabiendas, es mi opinión, que se había equivocado de terrenos. Es querer y poder y a veces, sentir la necesidad de ser torero.
En el tercero Bruno Aloi estuvo en novillero. A su primero lo citó al hilo de las tablas y al segundo muletazos plantó las rodillas en tierra y llevó el clamor a los tendidos. Lo sacó a los medios y le recetó una tanda por el derecho bajándole la mano. Continuó por el mismo pitón olvidándose de bajar la muleta, perdiendo su labor la brillantez del inicio de faena. Por el izquierdo el animal no quiso pelea y fue marchándose a tablas según transcurría la faena. El mejicano a pesar de no acoplarse, estuvo en novillero. En el sexto le tocó lidiar un sobrero de Los Chospes, lo sacó a los medios con torería. Lo intentó por el pitón izquierdo pero el animal acudía rebrincado a la muleta y el torero no supo corregir ese defecto. Por el derecho el novillo tuvo poco recorrido y se defendió. La voluntad del torero le hizo ponerse pesado y recibir un aviso de la presidencia.
A las doce menos cuarto era hora de abandonar el coso venteño, y lo más importante, sin un recuerdo que nos acompañara en el regreso a casa.
©Pepeíllo.
1 comentario:
Me ha gustado la "lección", maestro. Gracias y hasta la próxima. Abrazos
Publicar un comentario