domingo, 23 de abril de 2023

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Corrida de novillos.

“Un novillo que justifica una camada”

Se lidiaron seis novillos de Guadaira, en la línea de Jandilla. Bien presentados y de juego desigual en el caballo. El primero, cuarto y quinto se dejaron pegar con fijeza, pero los montados midieron mucho el castigo. Segundo, tercero y sexto mansearon y alguno como el segundo descaradamente, que a la vez fue aplaudido de salida. El sexto fue un gran novillo en la muleta, que vendió cara su vida,  su muerte fue un bello ejemplo de bravura. Se le pidió la vuelta al ruedo pero su juego en el caballo, como dijo mi amigo David,  fue muy discreto.

Terna:

  • Curro Duran. De rioja y oro. Metisaca y estocada caída y delantera, que levantó las protestas de los aficionados, tras aviso. En el cuarto estocada cruzándose a ley que el novillo rueda sin puntilla. Silencio.
  • Alejandro Mora De azul pavo y oro. Pinchazo en la suerte natural y estocada en la suerte contraria. Silencio. En el quinto Estocada que el novillo rueda como una pelota. Vuelta al ruedo tras petición.
  • Miguel Andrades: De verde y azabache. Pinchazo y estocada baja. Silencio. Estocada tirándose a ley y el novillo se lo llevó por delante quedando conmocionado. Silencio.

Presidente: D. Ignacio San Juan Rodríguez

Negó un trofeo a Alejandro Mora ya que no hubo petición mayoritaria y también la vuelta al ruedo del sexto, a mi entender justamente ya que en el caballo mostró signos de mansedumbre.

Cuadrillas y otros.

En tarde arrugada de Sol y con un aforo de 6.542 espectadores, según la empresa, se celebró la novillada anunciada donde el viento hizo su aparición de forma intermitente. El sexto arrolló a Miguel Andrades al entrar a matar. Una vez en el suelo el animal, le tiró unos derrotes que para suerte del torero salió ileso.

De los toreros de plata se lució José Chacón en la lidia del primero y en banderillas trataron de cumplir en su cometido. .

Comentarios:

Se llamaba Hortensio, se lidió en sexto lugar, de entrada el burel no presagiaba buenos augurios, hizo una fea pelea en el caballo, en el tercio de banderillas, ejecutado por el matador, acudió con tranco a los cites, Miguel Andrades trató de lucirse en el segundo par y consiguió cuadrar en la cara del toro, donde los pitones acarician el pecho de la presa, después un par al quiebro ajustado, pero llegó el último tercio y el animal dijo esta es la mía, y así fue, se hizo dueño de la pelea y el gaditano puso lo único que tenía a su alcance, la voluntad. Después de recibirlo con unos estatuarios, todas las miradas estaban centradas en Hortensio, que puso las embestidas y el torero la mala colocación, limitándose a acompañar las acometidas. Es el toreo moderno. El matador se vio desbordado por su enemigo. Hasta la muerte la tuvo brava, cayó en los medios, clavando las manos en la arena y los cuartos traseros intentando agarrarse a la vida y desafiando al que había osado ponerse delante de él. La estocada de libro de escuela. Como dije en el título “Un novillo que justifica una camada” Pincel salió en tercer lugar y su entrega no destacó en el caballo, pero en banderillas tuvo movilidad, lo que permitió que el matador intentara lucirse con los palos con más voluntad que acierto, en la muleta tuvo un pitón derecho potable, pero el espada  no pudo o no quiso enterarse, en el toreo al natural el novillo se quedaba corto y el torero abusó del toreo moderno incluido el postureo.

En primer lugar salió Lagartito que fue recibido de capote por Curro Durán con unas verónicas con las manos bajas, el novillo se dejó pegar en el caballo y el montado midió el castigo en las dos entradas. Comenzó la faena con un trasteo por alto, continuando con unos redondos perdiéndole pasos y sin ligar. El animal acudía al engaño con mucha bondad pero con las fuerzas justas, el matador no llegó a acoplarse y el burel punteaba la tela. En el toreo al natural intentó ajustar las embestidas a su muleta consiguiendo algún muletazo templado pero adoleció de colocación. El cuarto de nombre Administrado, no mostró nada en el caballo, pero el montado tampoco. Con la pañosa el matador lo recibió en el 7, mostrando el animal poca colaboración ya que le costaba repetir, defendiéndose y cuando lo hacía se quedaba corto en las embestidas. El utrerano lo intentó pero le faltó tirar de muleta tratando de prolongar el recorrido y darle vistosidad a la faena

Alejandro Mora le tocó en suerte a Moliendo, un novillo que manseó descaradamente en el caballo y no fue castigado, quedando crudo. En el último tercio lo recibió con unos muletazos por alto, continuando con otra serie sin bajar la mano y el novillo se encontraba a gusto en ese juego, pero el matador no consiguió ligar ninguna serie y cuando remataba los pases por bajo el animal respondía. Lo intentó al natural, pero con la misma fórmula anterior, sin conseguir ajustar su muleta a lo que le ofrecía su enemigo. Anoté dos muletazos llevando al novillo metido en la pañosa. Desistió al no conseguir acoplarse. El quinto de nombre Rector también tuvo un juego discreto en el caballo, en la primera entrada se dejó pegar pero con poca codicia y en la segunda no se empleó. Comenzó la faena de muleta ligando una serie de redondos, el animal se dejó torear poniendo a disposición del torero una embestida de triunfo pero Durán la uso como pudo, realizando una faena de altibajos pero sin llegar a los tendidos a pesar que el novillo no se cansó de embestir. Lo mejor, la estocada.

Hubo motivos para que los olés airearan el ambiente venteño, pero desgraciadamente se quedaron en las gargantas de los aficionados.

©Pepeíllo.

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