lunes, 20 de agosto de 2012

19 de Agosto 2012: A tener en cuenta

Corrida de toros. Se lidiaron toros de José Luis Pereda y la Dehesilla, 3º. Encaste: Predomina Domecq y Núñez

Terna:
  • Sergio Aguilar: De lila y oro: Estocada desprendida. Silencio. Dos pinchazos sin soltar, pinchazo delantero y bajonazo atravesado. Aplausos y saludos desde los medios.
  • Octavio Chacón: De vainilla y oro. Confirmación. Estocada desprendida y trasera tirándose por derecho. Saludos desde el tercio. Pinchazo en los bajos y estocada tirándose a ley. Aplausos compasivos de su público.
  • Gabriel Picazo: De Blanco y oro: Estocada algo trasera, aviso y descabello. Saluda a sus incondicionales. Media estocada saliéndose de la suerte. Aplausos de su público.
Presidente: D. Julio Martínez Moreno comenzó jugando a empresario, burlando a los aficionados presentes al no devolver al primero de la tarde que salió dando muestras de blandura, acentuándose este defecto según transcurría la lidia. Después no ocurrió nada significativo que pusiera en duda su actuación en defensa de los que pagan su entrada y por supuesto, de la fiesta.  

Suerte de varas: Destacó el quinto de la tarde que empujó con clase en el caballo, pero a los profesionales del castoreño les da igual. Pican trasero, les tapan la salida a los toros y lo más importante, los toreros de a pie no les interesa nada esta suerte. No pusieron en suerte ningún toro y algunos de ellos entraron al relance, permitiendo que el segundo se dejara la acometividad en el peto al darse contra el un golpe de cuidado. Cuando lo intentaron llenaron el albero de vulgaridad y de capotazos. Solo en una ocasión lo consiguieron. En el primero de la tarde y al no pararlo el torero con el capote el toro campeó a sus anchas por el albero y entro suelto al caballo en el tendido 10. Lamentable.  

Cuadrillas y otros: Los toreros de plata en cuanto un toro plantea alguna dificultad se arrugan y no les importa montar un sainete como le ocurrió al subalterno Víctor Cañas en el segundo, que para dejar un palo tuvo que pasar dos veces por la cara del toro. En el sexto de la tarde al salir del primer par de banderillas, Juan Carlos García, el toro hizo hilo y el torero se quedo un momento apoyado en el estribo y cuando su enemigo hizo por el no acertó a saltar la barrera y lo corneo en el estribo. A los toros nunca se les debe perder la cara. Se lo llevaron a la enfermería.

No están los tiempos para ir desperdiciando oportunidades, y menos estos toreros en edad de merecer. Sin embargo los tres se fueron sin cortar pelo y eso que hubo toros que llevaban el triunfo en sus genes para que los matadores hubieran conseguido lucir con luz propia en el firmamento del buen toreo. A Sergio Aguilar le falló la tizona cuando más lo necesitaba, después de haber ejecutado el toreo que demanda la afición. Series templadas y ligadas, bajando la mano, cargando la suerte y rematando en la cadera, sin ninguna artimaña que desluciera su toreo ante los ojos de los aficionados. Pero la diosa fortuna, caprichosa donde las haya, no quiso que el torero madrileño corriera la misma suerte con la espada que en su primero, donde después de no acoplarse a su enemigo y realizar una faena insulsa, le receto una estocada tirándose por derecho que lo despeno sin puntilla. Así son las cosas y así le fue ayer a este torero, no obstante los aficionados abandonaban la plaza comentando que hay que tenerlo en cuenta ya que su toreo puede dar más de una satisfacción a los aficionados.

La cruz de la moneda se la llevo Gabriel Picazo en el tercero de la tarde. El toro estuvo muy por encima del matador y los aficionados comentaban sus lamentaciones al ver que el toro había puesto en bandeja las dos orejas al torero y este no quiso o no pudo conseguirlas. Estuvo vulgar consiguiendo algunos muletazos bajando la mano, pero faltos de remate. Al natural no se acoplo en ningún momento, en fin, dadas sus circunstancias el torero se estará acordando de este toro toda la vida que decida seguir en este oficio. Su nombre era Buenasnoches. En su segundo estuvo igualmente muy vulgar. Derechazos al hilo del pitón, metiendo el pico y perdiéndole pasos en cada muletazo. El toro le ofreció la oportunidad de haber puesto la plaza boca abajo en los primeros compases de faena, pero el torero decidió dormirse en la mediocridad. Así no se puede llegar a ser figura del toreo, maestro.

Por su parte, Octavio Chacón que confirmaba alternativa, estuvo muy vulgar ante el inválido primero. Después de unos doblones de recibo continuo recetándole unos derechazos muy suaves con el propósito de cuidar a su enemigo, pero sin cruzarse en ningún momento y metiendo el pico, es decir, el toreo vulgar que hace aburrir a los aficionados, pero no a sus seguidores que jaleaban su faena en cada muletazo. Al final echo mano del arrimón, tan manido en las figuras, pero que en esta ocasión no venía a cuento. A su segundo lo citó desde los medios y el toro acudió con tranco, pero en los primeros compases de faena su toreo se fue diluyendo al no saber qué hacer con la embestida de su enemigo. Al faltarle mando el único recurso fue bailar en la cara del toro, dando medios pases y descomponiendo la figura. Una pena, torero.

©Pepeíllo.