lunes, 5 de octubre de 2015

4 de octubre de 2015: Toros y toreros


FERIA DE OTOÑO 2015

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

Toros de Adolfo Martín, encaste Albaserrada. Corrida con muchos matices, en el tipo, en general mansos y poca casta, salvo el primero. El tercero fue protestado de salida. Primero y tercero fueron despedidos con leves pitos en el arrastre. El sexto fue aplaudido.

Terna:

  • Rafaelillo: De tabaco y oro. Pinchazo en hueso. Y estocada desprendía. Saludos desde los medios muy merecidos. Pinchazo sin soltar y estocada trasera y tendida. Saludos.
  • Fernando Robleño: De blanco y oro. Estocada desprendida. El burel se traga la muerte a pesar de su comportamiento de manso. Silencio. Estocada perdiendo la muleta- Silencio. 
  • Paco Ureña: De salmón y oro. Pinchazo recibiendo y estocada trasera y caída. Saludos. Pinchazo sin vaciar la embestida, estocada baja, aviso y estocada. Vuelta al ruedo merecida.

Presidente: Julio Martínez Moreno.

La actuación del presidente pasó inadvertida. Se limitó a marcar los tiempos de la lidia, como debe ser.

Suerte de varas:

  1. Aviador. 575 Kg: En la primera vara de dejó pegar y la segunda prácticamente no existió. Manso encastado con problemas durante la faena de muleta.
  2. Fogonero. 526 Kg:. En ambas entradas al caballo se dejó pegar, en la segunda con menos empuje. Manso y con peligro en la muleta. 
  3. Rizos 502 Kg: En la primera vara humilló en el castigo pero en la segunda entrada se defendió. Manso sin más. 
  4. Baratillo. 527 Kg: En ambas entradas al caballo se arrancó con tranco. En la primera el piquero le tapó la salida y le arreó de lo lindo, en la segunda se limitó a marcar el castigo. Manso y peligroso en el juego que dio en la muleta. 
  5. Horquillero. 520 Kg: En ambas entradas al caballo no se empleó y salió suelto. Manso y descastado.
  6. Murciano. 545 Kg. Fea pelea hizo en el caballo. En la primera entrada no existió el castigo y en la segunda se limitó a defenderse. Manso. Durante la faena de muleta el torero le sacó lo que no tenía. 

Cuadrillas y otros:

En esta ocasión “Los Adolfos” no llenaron la plaza. Al terminar el paseíllo los toreros dedicaron unos aplauso a una pancarta en defensa de la Escuela Taurina de Madrid. A criterio del aficionado a la empresa le costaría muy poco cuidar los detalles que adornan las corridas de este tipo donde se lidian encastes considerados duros a la vez que minoritarios. Me refiero que los sobreros deberían ser del mismo encaste o en la misma línea, y no de ganaderías consideradas comerciales que chocan con las preferidas del aficionado.

En banderillas se lució Jesús Romero. El público le obligo a saludar con montera en mano. También se lució Juan Cantora, en el único para que colocara al segundo y José Mora en el cuarto.de la tarde.

Comentarios:

En esta ocasión los aficionados abandonaron la plaza comentando el valor de los toreros al enfrentarse a un encierro complicado de Adolfo Martín. El ganadero venía con mucha responsabilidad ya que en anteriores comparecencias en este coso, el juego de sus toros le había dejado mal sabor de boca. En esta ocasión su comportamiento fue exigente para los toreros, pero estos dejaron en buen lugar al ganadero al dejarse la piel sobre el albero.

Rafaelillo se encontró en su primero al único astado que sacó casta en la muleta, aunque durante la lidia derrochó sosería y no transmitió nada a los tendidos. Pero con la franela el astado terminó enterándose y distinguiendo entre el engaño y el torero, pero éste estuvo muy digno y le presentó pelea durante toda la faena, hecho que el público reconoció. En su segundo comenzó doblándose con él y a pesar de mostrar un buen pitón izquierdo, le costaba tragarse el segundo muletazo. De nuevo Rafaelillo tiró de casta y le sacó al toro lo que no tenía, realizando una lidia muy por encima de lo que su enemigo merecía.

Fernando Robleño estuvo algo desdibujado durante toda la tarde. Aunque sus dos enemigos no le dieron ninguna facilidad, al torero madrileño le faltó ese punto de casta que atesora en su muleta pero que en esta ocasión no lo vio tan claro. Su primero midió mucho sus embestidas y salía de los muletazos enterándose de todo. Les costaba acudir al engaño, tanto para los adentros como para fuera. El torero abrevió y tomó el acero. Su segundo no tuvo recorrido y el torero trató de sacarle lo que no tenía, pero su enemigo no transmitía nada y terminó rajándose.

Paco Ureña se equivocó al recibir a su primer enemigo con muletazos por arriba. A mi entender a este tipo de ganado hay que hacerle las cosas por bajo. En la segunda tanda le enganchó y le levantó los pies del suelo, el torero continuó hasta liquidar a su enemigo. El toro terminó enterándose de todo y como consecuencia le costaba tragarse los muletazos. El torero arriesgó pero no llegó a dominar a su enemigo. El matador se retiró a la enfermería pero reapareció para liquidar al sexto. Al comienzo de faena de éste lo volvió a enganchar pero este hecho hizo que el torero sacara la casta que atesoraba en su interior y le hizo una faena que hizo vibrar a los tendidos. A pesar que su enemigo tenía muy poco recorrido por el pitón izquierdo, le recetó unos naturales citando de frente, mostrando a la afición venteña el poderío de su mano izquierda, rematados con un pase de pecho sensacional, jugándosela frente a un enemigo incierto. Al fallar con el acero le privó de obtener el trofeo que ya tenía casi en el esportón, ganado a sangre y fuego. Otra vez será torero.



©Pepeíllo.

domingo, 4 de octubre de 2015

3 de octubre de 2015: Tarde de relax


FERIA DE OTOÑO 2015

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

Toros de Vellosino, encaste Juan Pedro Domecq y Díez, en la línea de María Antonia Fonseca- Los Guateles. Mansa, sin casta, mal presentada y floja. Algunos ejemplares como el 2º, 3º y 6º, faltos de trapío. El 1º y el 2º, fueron pitados en el arrastre.

Terna:

  • Uceda Leal: De tabaco y oro. Estocada desprendida. Silencio. Se atraca de toro al entrar a matar y cobra una estocada contraria. Dos descabellos. Silencio. 
  • Eugenio de Mora: De grana y oro. Pinchazo sin soltar, pinchazo hondo y estocada caída y atravesada. Silencio. Estocada desprendida y dos descabellos. Silencio. 
  • Gonzalo Caballero: De blanco y plata. Pinchazo que pierde el equilibrio sin consecuencias, estocada caída, aviso y descabello, en el toro de su alternativa. Pinchazo y estocada, aviso. El animal tardó en doblar. Saludos desde el tercio.

Presidente: Javier Cano Seijo.

Nada que objetar a la labor del presidente. Su actuación pasó desapercibida, como tiene que ser.

Suerte de varas:

  1. Cerillero II. 513 Kg: Hizo una fea desigual en el caballo, metió los riñones en la primera vara, pero en la segunda salió suelto. Manso en el caballo con arreones durante la lida propios de su condición. 
  2. Colombino I. 505 Kg: En ambas entradas al picador no se empleó y no lo castigó. Mansote e inválido. 
  3. Colombino II. 530 Kg: Tanto en la primera vara como en la segunda hizo una fea pelea en el caballo. En la primera se defendió con la cara alta y salió suelto y la segunda intentó quitarse el hierro. Toro sin rematar, manso que no se empleó en la muleta. 
  4. Aguadulce. 576 Kg: Acudió suelto al picador que tapaba puerta y salió huyendo al sentir el hierro. En la segunda vara no se empleó y salió suelto. Manso sin más. 
  5. Nochemala. 597 Kg: En la primera vara fue castigado trasero y el piquero no tuvo el detalle de rectificar. Volvió a entrar al relance. En la tercera vara marcó el castigo pero el animal salió suelto. Comportamiento cambiante de este toro, con detalles de bravo y arreones de manso.
  6. Alcaraban. 583 Kg. Acudió al reserva y el piquero le tapó la salida. No se empleó. En la segunda entrada hizo una fea pelea. Manso que no ha transmitido nada en la muleta. 

Cuadrillas y otros:

No se llenó en esta ocasión tampoco el coso venteño, se veía mucho cemento libre. Gonzalo Caballero sustituyó a López Simón, herido en la tarde anterior, hecho que aprovechó el torero madrileño para tomar la alternativa de manos de Uceda Leal.

Destacó en el sexto la ineptitud del peón que tapaba puerta. Se inhibió totalmente en sacar al toro del caballo. Ya en el primero se le vieron las intenciones al no estar colocado en su sitio al aparecer los caballos de picar en el ruedo. El presidente debería haber tomado nota de estos detalles. Este señor que tiene la osadía de vestirse de torero responde al nombre de Pablo Delgado. En banderillas se lucieron Diego Ramón Jiménez y Curro Robles, en el primero y sexto, respectivamente. Ambos tuvieron que desmonterarse. También se lució en el quinto El Puchi, jugándosela en dos ocasiones ante un manso que hacía hilo a todo aquel que se movía en su presencia.

Respecto al comportamiento del público, ayer también tuvo un detalle que llamó la atención a los aficionados. El picador Álvaro Rodríguez, picó trasero a su enemigo y no quiso rectificar. El público premió su labor con un fuerte aplauso.

Comentarios:

Fue una tarde que sale uno de la plaza y no sabe a dónde ir después de haber perdido casi la identidad personal, cuestionándose por qué vino y que ha hecho durante dos horas en este lugar. Desgraciadamente suele pasar esto después de aguantar una tarde como la que dieron los matadores y el ganado que tuvo a bien la empresa traer en esta denostada feria. Después de esto a nadie le extraña que el público que paga su entrada encuentre alicientes incluso donde no los hay, saltándose las reglas del rigor, que debe imperar en estos espectáculos. Incluso los más benevolentes con la fiesta, abandonaban el coso buscando refugio en la distancia, tratando de olvidar el mal trago que habían pasado.

Ni Uceda Leal con sus estocadas, ni Eugenio de Mora, que parecía que había encontrado el sitio donde se torea y tampoco el aliciente de la inesperada alternativa de Gonzalo Caballero, sustituyendo a López Simón, fueron capaces de devolver a la fiesta lo que necesita, que el público abandone la plaza deseando regresar en el próximo festejo. Supongo que los únicos que habrán quedado satisfechos con el resultado de la corrida serán los empresarios, ya que dado el cartel y el ganado, jugaban a caballo ganador.

Por su parte Uceda Leal ha dado a la fiesta todo lo que tenía y su inclusión en los carteles obedecerá más a un resultado económico del empresario que lo que este torero pueda ofrecer al público. A su primero lo pasó por ambos pitones pero el resultado de su faena pasó inadvertido en los tendidos, y su segundo, un manso que no quería pelea huía constantemente del engaño. El torero se limitó a perseguirlo por el ruedo para sacarle un pase en cada tendido. En resumen, para olvidar.

Eugenio de Mora, trató en todo momento de agradar a los asistentes, pero le costaba al torero toledano convencerse de que el camino elegido no era el correcto. A su primero trató de fijarlo por bajo pero el animal se desentendió rápidamente de la pelea. Sólo pudo sacarle una serie de redondos al hilo y descomponiendo la figura. Lo intentó al natural pero el toro no respondió a su petición. Solo al final y cuando dejó de citar con la figura descompuesta consiguió dos derechazos que hicieron soplar a los tendidos. En su segundo tuvo la virtud de encontrar los terrenos adecuados para su enemigo, quiso calentar el ambiente comenzando la faena de hinojos, pero ese no era el estado natural del torero con la muleta en la mano. Intentó el toreo al natural, pero no consiguió sacar ningún muletazo limpio, y el toreo en redondo careció de continuidad. Le faltó decisión al torero.

El toro de la alternativa de Gonzalo Caballero fue un animal que acudía a todo aquello que se movías a su alrededor, pero fueron arreones de manso, incluso en la ceremonia de su alternativa el toro vio al grupo inmerso en el dialogo y se fue a por ellos como alma que lleva el diablo. Pero todo fue un espejismo. El torero cometió el error de recibirlo con unos pases por alto y de esta manera el toro rebañaba en los remates. Era un toro que había que llevarlo muy metido en la muleta .y rematar los muletazos por bajo, de esta manera el animal metía la cabeza con claridad, pero no debió ser fácil este detalle ya que el madrileño no lo consiguió. Por el pitón izquierdo el toro no tuvo recorrido. En su segundo, intentó llegar al público con dosis de tremendismo comenzando la faena con el pase cambiado, pero los muletazos volvía a rematarlos por arriba y ese hecho causó que el toro lo desarmara. La faena fue insulsa con algún detalle insignificante, casi para olvidar, pero desde el punto de vista del torero fue su primera tarde de matador. Suerte torero..



©Pepeíllo.

sábado, 3 de octubre de 2015

2 de octubre de 2015: Triunfalismo desbordante



FERIA DE OTOÑO 2015

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

Toros de Puerto de San Lorenzo, encaste Atanasio Fernández Lisardo Sánchez. El cuarto fue devuelto a los corrales por inválido y en su lugar salió un sobrero de Valdefresno Mansa, descastada, mal presentada y blanda. Segundo, cuarto y quinto fueron protestados de salida. Primero, tercero y cuarto fueron pitados en el arrastre.

Terna: Mano a mano entre Diego Urdiales y López Simón

  • Diego Urdiales: De Corinto y oro. Dos pinchazos y estocada casi entera. Silencio. Estocada contraria. División de opiniones cuando saluda. Se corrió turno y en cuarto lugar salió el quinto. Estocada al paso que rueda sin puntilla. 
  • López Simón: De azul pavo y oro. Pinchazo y estocada que vale. Oreja protestada. Se retiró a la enfermería y apareció para matar el cuarto y el sexto. En el cuarto estocada delantera y desprendida entrando a recibir. Oreja. En el sexto Metisaca y dos descabellos. Silencio Salió por la Puerta Grande. 

Presidente: Justo Polo Ramos.

Se le protestó al presidente la blandura del segundo de la tarde, pero que tuvo a bien mantener en el ruedo. Es lo que llamamos la defensa de la fiesta.

Suerte de varas:

  1. Pitinesco I. 552 Kg: Hizo una fea pelea en el caballo sin entregarse en ninguna de las dos entradas. Manso. 
  2. Cubanoso. 527 Kg: No se le vio en el caballo, ni fue castigado, en la primera entrada perdió las manos y en la segunda entró al relance y salió suelto. Manso e inválido. 
  3. Campanito. 551 Kg: En la primera vara manseó, sin embargo en la segunda apretó con algo de fijeza. Manso y con dificultades en la muleta.
  4. Campeador. 531 Kg: Un manso que se paseó por el ruedo sin que nadie lo parase, acudiendo al reserva que le castigó trasero. En la segunda entrada hizo una fea pelea y también fue castigado trasero. Manso e inválido. 
  5. Caratuerta. 597 Kg: No fue castigado en ambas entradas al caballo. En la primera salió suelto y en la segunda se repuchó. Manso de libro.
  6. Bailador. 559 Kg. En la primera puya se dejó pegar, en la segunda el piquero se limitó a sujetarlo. Se rompió la mano derecha durante la lidia y el torero tuvo que despenarlo. 

Cuadrillas y otros:


Casi lleno en tarde con algo de viento. El torero López Simón fue corneado en su primero y aunque terminó con él, se retiró a la enfermería donde fue tratado de una cornada de 20 cm, que le afectó a la parte posterior del muslo izquierdo. Reapareció después de la muerte del cuarto muy mermado de facultades, para liquidar a sus dos enemigos restantes. Debido a este hecho se corrió turno y en cuarto lugar salió el quinto.

En banderillas destacó Vicente Osuna en el sexto.

Comentarios:

Ambos matadores tuvieron que corresponder a la ovación cerrada del público venteño al finalizar el paseíllo, pero nadie imaginaba en lo que derivaría la corrida a partir de la cogida del madrileño en su primero. Los aficionados no daban crédito a lo que estaba ocurriendo en la plaza.

El triunfalismo se apoderó de la tarde de la mano del torero López Simón. En su primero y ante un inválido que se defendía por la falta de fuerzas, el torero dio una tanda de derechazos templados y en un descuido el toro lo enganchó y lo hirió en el muslo izquierdo. A partir de este momento la épica anuló completamente la razón. Nunca una cogida tuvo mayor rédito. Si no hubiera sido por este hecho seguro que la faena hubiera pasado inadvertida ante un toro que no se merecía otra cosa, y seguramente el torero hubiese llevado a cabo el recurso del arrimón. Pero la cogida cambió todo el guión. Guión que hizo que Diego Urdiales pasara casi inadvertido en la tarde, ante un lote que no dio muchas oportunidades al torero riojano, que tuvo que limitarse a sacar de su muleta la seriedad que le caracteriza y poco más, como un trincherazo de lujo a su primero, un animal que se quedó sin recorrido desde el comienzo de faena. A su segundo trató de fijarlo por bajo y lo único que consiguió fue algún muletazo suelto y al tercero de su lote en cuanto lo sometía por bajo el animal doblaba las manos. Esto fue el bagaje que Diego Urdiales se llevó de esta tarde convertida por el azar en una tragicomedia que seguramente le costaría superar a muchos de nuestros clásicos de la literatura. Así se escribe la historia.

Se cambio turno con el fin de dar tiempo para una posible vuelta a la plaza de López Simón, y así fue, el torero reapareció en el ruedo en olor de multitudes, cruzándolo desde la puerta de la enfermería hasta la tronera de matadores. Ese hecho decepcionó a los más puristas, ya que con ese detalle tenía cortada casi la segunda oreja. Es lo que se llama vista comercial. La faena al quinto no tuvo el mérito que el público generoso le dio. Lo que ocurrió fue que la voluntad interesada del torero, con la pierna herida y casi arrastrándola por la arena, y ante un manso que no quería pelea y que estuvo buscando la salida de la plaza en todo momento, el matador supo vender una faena que solo dejó en su registro una tanda de derechazos bajando la mano. Todo lo demás fue una faena sin continuidad dada la condición de su enemigo, pero el triunfalismo rompió todo el rigor que existe en este tipo de espectáculos. El sexto no le dio oportunidad al torero madrileño ya que se partió la mano derecha al comienzo de la faena de muleta y tuvo que abreviar. Una pena, ver a un animal de estas características con la pezuña colgando defendiéndose de sus enemigos.



©Pepeíllo.

viernes, 2 de octubre de 2015

1 de octubre de 2015: Día de reencuentros y falsas expectativas



FERIA DE OTOÑO 2015

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de novillos.

Ganadería

Novillos de El Torreón. Encaste, Juan Pedro Domecq y Díez. Muy desigual, faltos de casta y en general flojos. El quinto, inválido, fue devuelto al corral y en su lugar se corrió un sobrero de Dolores Rufino, procedencia Núñez.

Terna:

  • Filiberto: De rosa y oro. Dos pinchazos, uno bajo y el otro saliéndose de la suerte y tres descabellos. Silencio. Pinchazo en los bajos y estocada muy baja. Protestas cuando saluda.
  • Alejandro Marcos: De sangre de toro y oro. Pinchazo y estocada trasera tras aviso y dos descabellos. Silencio. Estocada tirándose a matar, aviso y siete descabellos. Silencio.
  • Joaquín Galdós: De sangre de toro y oro. Pinchazo, estocada y tres descabellos. El novillo se echó cuando lo dejaron tranquilo. Silencio. Metisaca, estocada algo trasera y descabello. Silencio

Presidente: Javier Cano Seijo.

De nuevo este presidente volvió a repetir una mala jugada a la fiesta. Y van…… De nuevo dejó en el ruedo al inválido primero que pedía a voces su devolución a chiqueros. Los aficionados a través de sus protestas le recordaban que ese no es el camino. Hay que tener poca afición para tomar la decisión que tomó el usía. Sin embargo al quinto no dudo en devolverlo, bajo las protestas de los aficionados, claro. Al quinto bis, debió condenarlo a banderillas negras, pero presiento que se le olvido el aplicar la reglamentación.

Suerte de varas:
  1.  475 Kg: Apareció en el ruedo sin fijeza y en cuanto que el torero lo sometió con el capote comenzó a blandear. Todo lo que vino después fue una pantomima de lidia. 
  2. 463 Kg: Apretó de salida y el torero aguantó su acometida. El picador no le hizo ni sangre para un análisis en las dos veces que entró al caballo.
  3. 461 Kg: Otra suerte de varas que fue un auténtico simulacro. El piquero se limitó a marcar el castigo, pero trasero, como es habitual. El torero se limitó a hacer de enfermero para que el novillo no rodara por la arena.
  4. 490 Kg: Nada más aparecer en el ruedo, se volvió a meter en el chiquero. No le gustaría el ambiente. En ambas entradas al caballo hizo una fea pelea y en la segunda acudió suelto.
  5. 538 Kg: Fue un toro con cuajo. Comenzó su labor en el ruedo buscando la salida, saliendo suelto de los engaños y el juego que dio en el caballo fue de manso “pregonao”. El picador lo persiguió por el ruedo intentando sujetarlo en el peto. Un picotazo aquí y otro allí fue el resultado. El novillo salía huyendo del caballo cuando sentía el hierro. En banderillas hizo hilo en el primer par y terminó metiendo la cabeza con claridad en la muleta. Manso encastado.
  6. 517 Kg. Tampoco en este novillo existió el castigo. Dos picotazos y una fea pelea en el caballo fue el resultado de esta suerte. 

Cuadrillas y otros:

En las cuadrillas hubo dos destacados, por un lado la labor de Jesús González, Suso, en la lidia del quinto y por otro Raúl Adrada al parear al sexto, ganándole la cara a su enemigo y asomándose al balcón. El público con sus aplausos le hizo desmonterarse.

Comentarios:

.El comienzo de esta feria fue una tarde reencuentros, de afectuosos saludos y deseos de que la tarde fuera gratificante para los espectadores. No se cumplieron los deseos y según transcurría la corrida los asistentes iban retomando los saludos y contándose el devenir veraniego de cada uno.

Ni el ganado ni los toreros fueron capaces de fijar la atención de los aficionados, solo el presidente al no devolver el primero y durante la lidia del quinto, nada de lo que ocurrió entre estos dos hechos hizo mantener la atención a los presentes. Solo algunos detalles. Unos con los engaños y otros por falta de sensibilidad. De estos últimos Filiberto tuvo la osadía de brindar el primer novillo después de las protestas pidiéndole al presidente la devolución del inválido. Un novillo así no se brinda nunca, torero. Otro de los detalles fue el enfado de este torero cuando los espectadores le criticaron si intento de saludar desde el tercio. El torero se metió en el callejón dando puñetazos en las tablas. Hay que guardar los modos, torero y pensar que el público casi siempre tiene razón, y que su voluntad hay que ganarla en la arena toreando, o por lo menos intentándolo. Y no es que no lo intentarás ante los dos enemigos que te encontraste durante la lidia del cuarto, primero el novillo y después, el viento, que te dejó al descubierto en varias ocasiones, el público, valoró tus maneras y tu voluntad, jugándotela en el toreo al natural, y te solicitaba que lo cerraras, ya que los terrenos elegidos no eran los más adecuados, pero lo que no te personó fue que despenarás al novillo con dos bajonazos infames, primero un pinchazo y después una estocada. Con eso, torero, en esta plaza no se debe saludar, y menos enfadarte. No olvides que esta plaza a pesar de los taurinos, aún pude dar y quitar mucho a los toreros. En el primero y ante un inválido protestado, no tuviste ninguna opción, solo criticarte que no debiste prolongar la faena ante un animal de esas características ni mostrarte tan pinturero durante algunas fases de la faena. No era el momento de esos adornos.

Alejandro Marcos mostró maneras en el manejo de la franela al recibir a su primero, pero le falto centrarse, con ello consiguió dos buenos naturales que despertaron los tendidos. Al quedarse el novillo sin recorrido se fue cerrando las posibilidades al torero. En su segundo y ante un complicado enemigo, que terminó metiendo la cabeza en la muleta, estuvo digno el torero, pero le faltó oficio para haberle dado la distancia que reclamaba el novillo y asentar las zapatillas en la arena. El animal terminó defendiéndose. Lo despenó de una buena estocada tirándose a matar.

El primero del peruano Joaquín Galdós fue sosote, y el torero se limitó a realizar el toreo moderno, es decir, no colocándose en su sitio embarcando con el pico de la muleta y rematando para fuera los muletazos, en una palabra, el toreo de quilates de las figuras. Se puso pesado y el público se lo recriminó, pero el torero hizo caso omiso a los tendidos y continuó adormilando a la concurrencia. En su segundo su muleta continuó interpretando el toreo ventajista, en la segunda serie de redondos el animal se derrumbó, que unido a que protestaba por el pitón izquierdo, el público fue perdiendo interés en lo que ocurría en la arena.



©Pepeíllo.