jueves, 31 de mayo de 2007

San Isidro 2007 21ª: Nada de nada

30-5-2007

Toros de Celestino Cuadri. Encaste: Urcola y Santa Coloma.

  • Pepín Liria: Pinchazo tendido sin soltar, estocada tendida. Silencio. Dos pinchazos, metisaca, estocada tendida. Tímidos pitos.
  • Curro Díaz: Pinchazo bajo y atravesado y ocho descabellos. Silencio. Seis pinchazos infames. Aviso y un descabello. Bronca.
  • Javier Valverde: Dos pinchazos, otro sin soltar hondo y seis descabellos. Aviso. Saludos desde el tercio. Cinco pinchazos y un descabello. Silencio, sin soltar saliéndose de la suerte. Estocada caída. Aviso, silencio. Pinchazo, aviso, estocada arriba. Aplausos para el torero y al novillo en el arrastre. Estocada. Oreja.

Preside la novillada D. César Gómez Rodríguez.

Los toros de Celestino Cuadri decepcionaron a los aficionados y a toda persona que se dejó caer por la plaza, pero a los toreros, también. Esta podía ser una sucinta crónica de lo acontecido ayer tarde en la plaza de toros de Las Ventas. Pero no sería justo medir a todos por el mismo rasero ya que puestos a desgranar lo sucedido, hay que decir que los toreros estuvieron por debajo del comportamiento de los toros, aunque de esta ganadería se espera siempre más y porque su comportamiento es analizado minuciosamente por los aficionados.

La pelea que llevaron a cabo en el caballo fue algo decepcionante y, excepto el sexto que apretó un poco en la segunda vara, los demás no tuvieron un comportamiento destacable. Los toreros tampoco se esmeraron en ponerlos en la suerte adecuadamente, excepto Curro Díaz que puso a su primero a una distancia prudencial y los aficionados pudimos ver el comportamiento de ese toro en la pelea con el montado. Los demás no se molestaron siquiera en intentarlo, eso sí, cuando lo hacían muchos de ellos quedaban colocados a la derecha del picador en lugar de quedar al lado contrario, pero bueno, eso ya es un vicio que han tomado como normal casi todos los toreros.

Los quites no existieron y torear con el capote tampoco, a excepción del que llevó a cabo el torero de plata Antonio Jiménez, Ecijano, que lidió el primero de Pepín Liria, un toro que se plantó en la boca de riego sin intención de moverse hasta que un torero lo sacara de allí, y tuvo que enseñarle a su maestro cómo se paraba el toro delante de sus narices. Espero que tomara nota el matador.

En cuanto a la lidia de sus enemigos, Liria estuvo sin sitio ante su primer enemigo, un burel que se dejó torear, pero el diestro murciano se limitó a pegar pases, eso sí, perdiendo pasos y fuera de cacho, sin cruzarse, consiguiendo aburrir hasta el cemento de los tendidos, sin intentar someterlo en ningún momento bajándole la mano. De esta medicina adolecieron también los demás coletas, ya que Curro Díaz trató de torear pero al revés de las condiciones del toro, sin cruzarse, cuando el enemigo le estaba pidiendo lo contrario, es decir, que le bajara la mano y lo llevara toreado con la muleta arrastrando por el albero, pero sin arrugarse.

Javier Valverde se llevó una voltereta impresionante al recibir de capote a su primero, que se temió lo peor, ya que el toro lo lanzó al aire como si de un trapo se tratara, pero afortunadamente para el torero todo quedó en un susto. En su faena a sus dos enemigos adoleció del mismo defecto que sus compañeros, y es que estos toros, aunque no sacaran la casta que de ellos se esperaba, también tienen su lidia, y esta no consiste en pegar pases a destajo.

San Isidro 2007 20ª: Querer y poder

29-5-2007

Toros de Dolores Aguirre. Encaste: Atanasio Fernández.

  • José Pacheco, “El Califa”: Pinchazo en el tendido 2, estocada en el 8, después de haber dado la vuelta al ruedo. Silencio. Tres pinchazos y se echa el toro. Aviso. Silencio.
  • Rafael Rubio, “Rafaelillo”: Dos pinchazos y estocada trasera. Aviso. Saludos desde el tercio. Pinchazo hondo arriba y estocada casi entera. Vuelta con petición de otra. Aviso.
  • Ángel Gómez Escorial: Pinchazo sin soltar saliéndose de la suerte. Estocada caída. Aviso, silencio. Pinchazo, aviso, estocada arriba. Aplausos para el torero y al novillo en el arrastre. Estocada. Oreja.

Preside la novillada D. Manuel Muñoz Infante.

Muy mansa salió la corrida de Dolores Aguirre. Todos los toros buscaban el camino de la dehesa en cuanto salían al ruedo, huyendo de los capotes poniendo a las cuadrillas en evidencia ya que no sabían que hacer con ellos. Los animales iban sin fijar de un piquero a otro, sin que ningún torero fuera capaz de pararlos. Cuando entraban al caballo alguno que otro se permitió el lujo de apretar, pero en contadas ocasiones, para que nadie se llamara a engaño. Supongo que la ganadera no habrá criado estos animales a cuerpo de rey durante cuatro años en la dehesa buscando este comportamiento ya que lo único que les falta a los toros de lidia es tener un harén para completar su felicidad, para que luego salgan a la plaza a mostrar lo que sus genes les han marcado.

Los que también se quedarían sorprendidos del comportamiento de los toros fueron las cuadrillas, ya que como están acostumbradas siempre al mismo guión, es decir, al toro que no da problemas, cuando salen estos animales con esa mansedumbre dentro de su piel no saben qué hacer. Ayer, durante la lidia del primero, los banderilleros se las vieron y se las desearon para colocar los rehiletes, ya que el toro se acunó en tablas y de allí no se movía sino era para barbear por toda la plaza. Algún osado aficionado les recordó que en sus tiempos de joven vio parear algún toro al sesgo, pero estoy completamente seguro de que si había alguien que conociera la ejecución de esta suerte no se acordaba.

Con los matadores pasó lo mismo pero con la diferencia de que hubo uno que quiso y sabía lo que había que hacer con este tipo de toros, que no era ni más ni menos que jugársela. Así lo hizo. Se llamaba Rafaelillo y en cuanto tomó la muleta le dio unos pases de castigo que acabaron fijando al toro. Qué cambió dio el burel, no parecía el mismo, con la derecha ligó unas series muy mandonas y hasta lo intentó al natural, hecho que no se merecía el toro, pero por ese pitón no tragaba y rebañaba buscando lo que dejaba atrás haciendo honor a su nombre de fiera.

Su segundo, un toro que se fue al picador cuando aún no estaba colocado, salía suelto a recorrer el ruedo buscando la salida con ahínco, pasando por todos los capotes que había en el albero sin el menor pudor. Con la muleta, el torero se lo llevó a los medios y le recetó dos pases por bajo indicándole al toro quién era el que mandaba allí. A continuación comenzó a torear adelantando la muleta y ligando algunas series de redondos donde consiguió algunos muletazos eternos, haciendo barrer al toro el albero con el hocico. Durante una serie perdió la muleta, pero era lo mínimo que le podía pasar toreando ante un burel de esa catadura. Una reflexión. ¡Eso sí es inventarse un toro! No lo que hacen algunas figuras con el toro cadavérico.

Tanto El Califa como Gómez Escorial lo único que pudieron hacer fue salir por su propio pie de la plaza, que ya fue bastante. En sus faenas respectivas lo intentaron pero no pudieron.

Un detalle llamó la atención ayer en la plaza. Una vez terminada la faena del quinto de la tarde hubo petición minoritaria de oreja para Rafaelillo, un torero modesto que se la jugó, y que posiblemente necesitaba este trofeo para seguir luchando con el propósito de ser alguien en este mundo del toro. Pero el presidente, con buen criterio, no concedió, pero los tendidos de sol, estos que habitualmente se llenan de pañuelos pidiendo los trofeos de las figuras en faenas ventajistas, no lo hicieron ayer, demostrando con ello la grandeza de este espectáculo totalmente democrático, pero que por este motivo a veces salen a relucir también sus miserias.

martes, 29 de mayo de 2007

San Isidro 2007 19ª: Decepción

28-5-2007

Corrida de novillos. Novillos de La Quinta. Encaste: Conde de Santa Coloma en la línea de Javier Buendía.

  • Benjamín Gómez: Pinchazo arriba tendida, estocada baja atravesada perdiendo la muleta. Silencio. Estocada larga perpendicular y dos descabellos. Silencio.
  • Miguel Ángel Calas: Seis pinchazos y dos descabellos. Aviso Silencio. Dos pinchazos, estocada delantera. Silencio.
  • José María Lázaro: Dos Pinchazos, aviso, estocada arriba. Aplausos para el torero y al novillo en el arrastre. Estocada. Oreja.

Preside la novillada D. Trinidad López Pastor.


Mucho habían apostado los aficionados con esta novillada, y no era para menos, ya que el encaste de Santa Coloma hacía presagiar una buena tarde de toros, pero fueron saliendo los novillos al albero y su juego, fundamentalmente en el tercio de varas, fue llenando de decepción a los esperanzados aficionados. Pero eso no fue todo, los novilleros tampoco estuvieron muy acertados al ponerlos en suerte y eso es fundamental en animales de este encaste, porque una buena lidia puede cambiar su comportamiento, y si se hubieran hecho las cosas medianamente bien hoy estaríamos hablando posiblemente de otra manera.

Otro de los defectos que acusaron los toreros fue que los novillos no fueron parados de salida, y ese es un problema que hace que el animal campee a sus anchas por el ruedo de un picador a otro, recibiendo infinidad de mantazos y aprendiendo lo que no deben. A pesar de eso no mostraron en la muleta el peligro típico de este encaste. La novillada estuvo muy bien presentada, ya que algunos de ellos podían haber pasado por toros.

Los novilleros estuvieron voluntariosos y el que mejor lote se llevó fue José María Lázaro. Recibió a sus dos enemigos a portagayola y su primero, un novillo que no se empleó en el caballo, llegó a la muleta pidiendo pelea y acudía a todo envite que el novillero le ofrecía. Le dio una serie de redondos muy templados, seguida de otra serie con un cambio de manos muy torero, pero con el problema del toreo moderno, es decir, cortando las series con tres muletazos, cerrar con el de pecho y salir de la cara del novillo garboso, buscando los aplausos del respetable. Eso se puede hacer con toros que presenten dificultades y que necesiten series cortas, pero con este tipo de novillo era para haberse hartado a torear y haber dado series de siete y ocho muletazos. Pero para eso hay que mandar y si no lo hacen los figuras, cómo lo van a hacer los novilleros. No obstante, estuvo muy voluntarioso, y si no hubiera sido porque falló a espadas, se le hubiera concedido un trofeo. En su segundo, otro novillo de lujo que se tragaba los dos primeros muletazos con claridad en cada serie, exigía a partir de aquí que torero hiciera todo lo demás y claro al no poder con él, la faena fue bajando de nivel.

El primero de Benjamín Gómez fue el novillo peor presentado de la corrida y llegó cabeceando a la muleta, defecto que el novillero podía haberle corregido, pero no lo hizo y confundió la cantidad con la calidad, pero quedando descolocado en cada pase. Su segundo, un novillo que no se empleó en el caballo, llegó a la muleta con las fuerzas justas, no obstante, tuvo la casta necesaria para ofrecer al novillero la oportunidad de torear, pero este no estaba por la labor y su faena se fundamentó en perder pasos y no pararse ni en el momento de matar.

El segundo de la tarde lo recibió de capote Miguel Ángel Cañas para sacárselo a los medios, pero no toreando, eso debe ser muy difícil ya que lo hacen muy pocos toreros, él fue ganando terreno pero cuando el toro había pasado. No confundamos. Fue uno de los pocos novillos que apretaron en el caballo, pero para no variar, fue picado trasero. En la faena de muleta citó desde los medios con la muleta recogida como un cartucho, pero cuando el novillo llegó a jurisdicción debió de oír el resoplido del tren y rectificó terrenos. Así cualquiera. En la faena de muleta intentó el toreo al natural pero sin cruzarse y metiendo el pico. Lo intentó en redondos pero el novillo se le quedaba corto. Su segundo fue un novillo sosote, que junto al aire que sacudía el ruedo venteño, le complicó la faena al torero, pero él seguía en sus trece del toreo moderno, es decir, fuera cacho y paso para atrás.

San Isidro 2007 18ª: Negocio redondo

27-5-2007

Cinco toros del Conde de la Corte y uno de Dña. María Olea. Encaste: Conde de la Corte.

  • Antonio Barrera: Pinchazo, casi entera desprendida y dos descabellos. Silencio. Pinchazo arriba recibiendo, pinchazo y casi entera. Aviso. Silencio.
  • Iván Vicente: Estocada arriba saliéndose de la suerte. Aviso. Vuelta por su cuenta. Dos pinchazos y seis descabellos. Aviso. Silencio benevolente.
  • Iván García: Pinchazo, estocada casi entera caída y atravesada. Silencio indiferente. Dos pinchazos, uno bajo y un descabello. Silencio.

Preside la corrida D. Julio Martínez Moreno. Asesor: José Cabezas Porras, Joselito Calderón.


Esta corrida se celebra en verano y no se llena ni la mitad de la plaza. En el cartel tres toreros jóvenes y modestos que intentan abrirse camino en esta difícil y selecta profesión, donde no sólo llega el que más condiciones reúne, sino el que más padrinos tiene, y de este grupo diré que no todos. El cartel de no hay billetes. El ganado del Sr. Conde de la Corte, que visto su juego, de saldo, vamos, que se lo regalan a más de un empresario y no lo quiere ya que en lugar de hacer afición espanta de las plazas a la gente, menos en Madrid, aquí todo vale, y como dije, tres espadas modestos y, por si algo fallaba, allí estaba el Usía acompañado del asesor, Joselito Calderón, para mantener en el ruedo al primero y al segundo, dos toros que en realidad eran dos auténticos cadáveres. Todo ello Negocio redondo.

En cuanto a la oportunidad que se les ofreció a los matadores fue como echar a galeras a tres jóvenes para que vayan aprendiendo el difícil camino que hay que recorrer en esta vida antes de obtener el éxito. Lo que ocurre es que algunos de ellos de su misma profesión, y que se llaman toreros, lo obtienen casi antes de nacer. Demasiado consiguieron en salir de la plaza por su propio pie, y si me apuran tuvieron la gran suerte de que algunos de los toros fueron unas almas de la caridad, como le pasó a Antonio Barrera en su primero, un noblote animal que no tenía ni pinta de toro de lidia, inválido que se le quedó a la mitad de la suerte en un natural y se lo pensó tres veces antes de cogerlo, tiempo que le dio al torero para poner arena por medio. A todas las dificultades anteriores hay que unir el aire que estuvo presente durante toda la lidia y que dificultó la labor de los coletas.

La mansedumbre fue el denominador común de la corrida, supongo que el mayoral tomaría buena nota del comportamiento de sus pupilos para llevar en el futuro una selección más depurada en el ganado si no quiere que la ganadería termine en el matadero que sentirían los aficionados.

Antonio Barrera le tocó en suerte un primer animal que no parecía ni toro. Al recibirlo de capote le costaba doblar para seguir embistiendo, llegando a pararse para darse la vuelta. Ese defecto lo vio todo el mundo menos el presidente, claro. El toro sacó tan pocas fuerzas que le costaba mantenerse en pie, pero el Usía apostó por él, y claro, perdió, lo que ocurre es que con su decisión alguien ganaría, creemos que el empresario. En el cuarto de la tarde, un toro manso de escuela que se dejó pegar en el caballo, lo recibió con un pase cambiado desde los medios, pero cuando se puso a torear el toro necesitaba un torero con oficio, ya que en los pocos muletazos que consiguió embarcar a su enemigo éste metía la cabeza con claridad e incluso llegó a hacer el avión, pero había que mandar y por supuesto quedarse en su sitio y eso fue lo que no demostró el coleta.

Iván Vicente le sacó algunos muletazos al segundo de la tarde, pero como la faena no tuvo continuidad, no caló en los tendidos. En su segundo, un toro sin fijeza y que nadie se atrevió a parar, campeó a sus anchas sobre el albero y cuando lo recibió de muleta le recetó unos pases de castigo y con esto se le acabó el cuento al toro. Lo que ocurre es que se le acabó el cuento y las pocas ganas de embestir que tuviera.

Iván García tuvo muchos problemas para fijar al caballo a su primero y después de muchos intentos, y muchos capotazos, el toro se fue al picador de reserva sin que nadie se pusiera por medio para evitarlo. En las banderillas que puso destacó el primer par, que casi se asomó al balcón, los restantes fueron vulgares. Con la muleta se le vio desconfiado, con la muleta retrasada y fuera de cacho. Por el pitón izquierdo rebañaba con saña el toro. El sexto de la tarde empujó en el caballo, pero el picador, después de lo visto, no se esforzó en picar en su sitio. El toro acabó refugiado en tablas y de allí no le sacaba ni la guardia civil.

domingo, 27 de mayo de 2007

San Isidro 2007 17ª: Ni un solo quite

26-5-2007

Cuatro Toros de El Torreón: Encaste D. Juan Pedro Domecq. Dos, 2º y 4º de Torrestrella. 1 sobrero de La Martelilla, corrido en tercer lugar. Encaste Marqués de Domecq.

  • Serafín Marín:: Estocada en los bajos. Silencio con benevolencia. Estocada hasta la cruz que cae redondo el toro. Tímidos aplausos.
  • Matías Tejela: Pinchazo hondo atravesado saliéndose de la suerte. Silencio. 2 pinchazos, media baja y 2 descabellos. Silencio benevolente.
  • Eduardo Gallo: Pinchazo sin soltar, estocada que rueda el toro como una peonza. Saludos desde el tercio. Estocada caída casi entera, tendida y 1 descabello. Silencio.
Preside la corrida D. César Gómez Rodríguez..

Para cualquier neófito en materia taurina el título de esta humilde crónica no sería nada significativo, pero para cualquiera aficionado que sepa de que va este mundillo y que no haya asistido a la corrida, lo mínimo que sentiría es pena por dos motivos. El primero y fundamental, por la situación de la fiesta. El segundo, por el sopor que tuvieron que aguantar los aficionados que asistieron a esta corrida. Es llamativo que una ganadería que el año pasado dio pena ver salir a sus toros al albero de esta plaza(1), repita este año para demostrar que su ganadería está en horas bajísimas y que necesita una selección más escrupulosa de sus astados para evitar que vaya llenado las plazas de este país de inválidos como los de ayer.

Los espadas tampoco estuvieron a la altura de sus nombres toreros, ya que no fueron capaces de demostrar sobre la arena ni un solo detalle que hiciera honor a su nombre, porque excepto las estocadas de Serafín Marín a su segundo y la de Eduardo Gallo a su primero, la tarde transcurrió en una soporífera monotonía. Lo que parece tan simple como es poner al toro en suerte al caballo, ayer fue un cúmulo de despropósitos. Ninguno de los espadas estuvo acertado en colocarlo, y si uno lo hacía mal, el siguiente peor. Eduardo Galo llegó a poner al tercer toro casi debajo del caballo y el piquero va y coloca la puya en la paletilla. Demencial. No sería justo si no reflejara que el primero de la tarde empujó con clase la primera vez que entró al caballo, pero el piquero se encargó de estropear la suerte tapándole la salida. Un compañero suyo, de la cuadrilla de Matías Tejela, después de citar toreando con el caballo a su enemigo, segundo de la tarde, va y marca la puya en los bajos las dos veces que entró el toro al caballo.

De capote, ni un triste quite, vamos, ni lo intentaron. Y en lo referente a las labores de muleta hay que destacar el buen toro que dejó escapar Eduardo Gallo en su primero, un sobrero de La Martelilla. Comenzó sin fe para aguantar las embestidas de su enemigo y terminó perdiéndole pasos entre cada muletazo y toreando fuera de cacho, vamos, como si estuviera en cualquier otra plaza de la geografía española, y no es que en los demás cosos no sepan de que va esto, es simplemente que el público triunfalista asistente es mayoría y poco tienen que hacer los aficionados que exigen que el toro salga al ruedo con sus características de fiereza que hay que dominar toreando, y no como la mayoría, que salen en un estado cadavérico para ser la comodidad de las figuras de turno.

Serafín Marín está muy bajo, se le vio sin sitio y sin esa casta que él suele sacar a relucir y que le ha aunado al lugar que ocupa en el escalafón. Esperemos que se recupere mentalmente de este bache, toreros como él son necesarios. A Matías Tejela le tocó en suerte un enemigo que llegó a la muleta con una embestida muy corta y junto a la escasez de fuerzas, el toro lo único que hacía era defenderse y ante este material el torero lo único bueno que hizo fue abreviar. Su segundo, otro invalido de la ganadería titular que no valía un euro, y que debía haber devuelto el Usía, llegó a la muleta dejándose torear, pero el coleta no intentó bajarle la mano, toreó fuera de cacho y perdiendo pasos entre pase y pase, es decir el antitoreo, impropio de un coleta que actualmente está pisando la frontera donde se encuentran las figuras. Dio la impresión que toro y torero habían hecho un pacto de no agresión.


(1) La plaza con la supuesta mejor feria del mundo, pero desde hace algún tiempo en entredicho.

viernes, 25 de mayo de 2007

San Isidro 2007 15ª: Dar la nota

24-5-2007

Toros de Alcurrucén. Encaste: D. Carlos Núñez

  • Enrique Ponce: Estocada baja atravesada. Aviso. Saludos desde el tercio. Metisaca en los bajos y estocada al rincón de Ordóñez. Petición minoritaria. Saludos desde el tercio.
  • El Cid: Estocada desprendida saliéndose de la suerte y un descabello. Aplausos. Estocada delantera habilidosa y un descabello. Silencio.
  • Matías Tejela: Estocada baja y tendida. Estocada desprendida y siete descabellos. Aviso. Silencio. Pinchazo saliéndose de la suerte y dos descabellos. Silencio.

Preside la corrida D. Trinidad López Pastor

La tarde iba entre el tedio y el aburrimiento, pero tampoco era una de esas corridas en las que el aficionado siente que le han robado la cartera. Toros sosos, toreros que lo intentaban pero no conseguían romper la monotonía de la tarde y convertirla en un resonar de olés al unísono entre el público asistente y la afición, sino todo lo contrario. Pero salió el quinto de la tarde, un inválido de libro y el Usía lo devolvió. En su lugar salió un sobrero de los Hermanos Lozano, más ruinoso que el primero y claro, la parroquia se alarmó y comenzaron las protestas. Pero el Usía, asesorado por el Sr. Cabezas Porras, cómo no, dijo que “verdes las han segado” y el sufrido aficionado, que protestó para que se cumpliera el reglamento, vio cómo mancillaban sus derechos unos individuos que se sientan en el palco, ¿para qué? ¿para hacer cumplir la ley? Los que no protestaron, porque no lo consideraron oportuno, supongo que no se sintieron estafados, los que lo hicieron sí, y precisamente por la autoridad competente. El Cid, ante tal ruina, hizo lo que sólo cabía hacer, abreviar y dar un suspiro con ello a los aficionados.

En su primero, un toro de una arboladura terrorífica y astifina, lo arrolló al segundo capotazo de recibo y por lo menos salió andando por su propio pie pero cojeando visiblemente, y este hecho lo dejó marcado para el resto de la faena. La mansedumbre de su enemigo creo que tampoco le hubiera permitido mucho el lucimiento, pero en condiciones normales no me cabe la mínima duda que lo hubiera intentado.

Enrique Ponce es un maestro de Madrid, o por lo menos de determinados sectores de la plaza, y ayer demostró que sabe dirigir a sus incondicionales en contra de todo grupo de aficionados que no estén de acuerdo con su labor en el ruedo y que se permitan criticarla. Hasta ahí podíamos llegar, criticar al maestro de maestros, a este torero que se inventa el toro y el toreo en cuanto se enfrenta a cualquier inválido de la cabaña brava española, y después de consentirlos por aquí y por allá de la plaza, agotando el tiempo que le concede el reglamento para la lidia del toro, consigue encandilar a su público con unos muletazos sueltos de temple y hondura no llenos de ventajas.

Este torero después de una faena eterna a su segundo de la tarde, un toro manso y sin ningún peligro, consiguió sacarle una serie de redondos sin trascendencia artística. Esto dio origen a que el torero considerase oportuno hacer un desplante en la cara del toro como si hubiera dominado al animal más fiero de la cabaña brava española, hecho que no hubiera tenido ninguna trascendencia si no hubiera sido porque fue criticado por la afición, dando origen a que tanto el torero como su público se sintieran molestos. Esto motivó que el saludo que realizó el coleta correspondiendo a los aplausos del público lo hiciera en un tono supuestamente provocativo, ya que fue un saludo eterno, impropio de una faena sosa y aburrida de un torero que fue la máxima figura del escalafón. Así no Ponce, el supuesto enfado de un torero hacía una afición determinada se demuestra toreando de verdad y con toros. Ese es el único camino.

Matías Tejela que sustituía a César Rincón, estuvo voluntarioso pero le faltó dar el paso definitivo, ese que marca los buenos toreros. Ante su primer enemigo, un manso que metía la cabeza con claridad, consiguió algunos muletazos templados y hondos, pero cayó en la monotonía de la vulgaridad cuando toreaba fuera de cacho y rectificando terrenos, no obstante consiguió una serie de naturales con ligazón y un bonito trasteo como final de faena al cerrar al toro en tablas. Su segundo, un manso que sólo sabía tirar derrotes cuando acudía al capote, llegó a la muleta con un pitón derecho potable, pero el torero trató de justificarse sin mucha voluntad y acierto.

jueves, 24 de mayo de 2007

San Isidro 2007 14ª: Variedad

23-5-2007

Cinco toros de Victoriano del Río y uno de Cortés, que se lidió en primer lugar. Encaste: Juan Pedro Domecq.

  • José Ignacio Uceda Leal: Estocada desprendida. Oreja. Estocada desprendida de bonita ejecución. Aplausos.
  • El Juli: Estocada un poco trasera. Oreja y petición de la segunda. Pinchazo perdiendo la muleta. Estocada perdiendo la muleta. Oreja. Sale a hombros por la puerta grande.
  • José María Manzanares: Estocada por derecho. Tímidos aplausos. Estocada caída. Oreja.
Preside la corrida D. Julio Martínez Moreno.


Los espectadores no se movieron ayer de sus localidades hasta que cayó el sexto toro. Eso quiere decir que tanto el comportamiento del ganado como el de los coletas fueron capaces de llevar a cabo tal proeza, aunque hubiera división de opiniones en la actuación de algún que otro torero, pero ahí está la riqueza de esta fiesta, que cada uno puede expresarse de acuerdo a sus convicciones y a su nivel de exigencia. Pero insisto, ayer los toros no se cayeron y su juego fue variado, hasta hubo uno que se permitió hacer una pelea brava en varas. El toro se llamaba Gaditano, se lidió en cuarto lugar, y desde que entró al caballo en la primera puya no se cansó de apretar con fijeza. ¡Qué bonito! Aquí no hubo discrepancias, como tampoco las hubo cuando se le obligó al coleta, llamado Uceda leal, que dejara al toro de largo y en cuanto el picador se cruzó toreando con el caballo, va el toro y se arranca. ¡Qué preciosidad, qué plasticidad! el toro empujando con fijeza y el picador picando arriba. Las consecuencias fueron que los espectadores se hartaron de aplaudir hasta que el montado, llamado Israel de Pedro, desapareció por la puerta de cuadrillas. Pero hubo más, este mismo toro se permitió pedirle el carné de torero a Uceda Leal, indicándole con sus embestidas los terrenos que le gustaban, los medios, pero el coleta prefirió darle el tercio, y creo, humildemente, que se equivocó. Es lo que tienen los toros encastados y bravos, que son caprichosos.

En el sexto, un osado banderillero llamado Juan José Trujillo, en el tercer par, va y se le ocurre ir despacito al toro, dejándose ver, y después de vencer las dificultades que le puso el burel le gana la cara, se asoma al balcón y clava arriba un par de banderillas antológico, que levantó a los aficionados de los asientos. Como la plaza de Madrid está últimamente tan barata, se comentó que por qué no daba la vuelta al ruedo el torero de plata. A la hora de matar, excepto El Juli en el quinto que pinchó la primera vez que entró en la suerte, tanto Uceda como Manzanares mataron de sendas estocadas a sus enemigos, sobrando los descabellos en los seis toros.
Uceda Leal, en su primero, estuvo muy torero ante un toro que metía la cabeza con mucha clase, hecho que aprovechó el madrileño para lucirse toreando con mucho gusto, rematando los pases en la “caera”, que es el toreo bueno.

El Juli estuvo en su línea, muy voluntarioso con su primero, consiguiendo series de redondos largos y templados, pero siempre toreando para fuera, escondiendo la pierna contraria y retorciéndose cuando ejecutaba los pases. Así es El Juli, o lo tomas o lo dejas. A su segundo se lo sacó a los medios andándole toreando con mucho garbo, pero ahí se acabó la enjundia de su toreo. A continuación sacó la casta ante el manso encastado que le tocó en suerte y después de una larga faena consiguió encandilar de nuevo a sus seguidores con un arrimón que le valió la segunda oreja.

El primero de Manzanares no tuvo mucho recorrido y sabía lo que dejaba atrás, pero no obstante el torero intento agradar hasta el punto de caer en la pesadez. En su segundo, un toro sospechoso de pitones, empujó con clase al caballo pero hizo cosas feas, como salir suelto las dos veces que entró al piquero. Se vino arriba en banderillas y Manzanares le recibió con unos pases de castigo en su faena de muleta que fueron jaleados por el público. Fue lo más vistoso de su labor. Después vinieron los altibajos y muchas precipitaciones ante el manso encastado, pero que metía la cabeza con claridad cuando el torero conseguía templar, consiguiendo algunos derechazos muy hondos, pero su labor quedó por debajo de las condiciones del toro. Los aficionados ya saben que el toreo es sin prisas, pero eso sí, las faenas no más de cinco minutos, sean buenas o no.

miércoles, 23 de mayo de 2007

San Isidro 2007 13ª: Ni esperanza

22-5-2007

Cinco toros de Puerto de San Lorenzo. Uno de La Ventana del Puerto. Encaste: Atanasio Fernández. Devueltos: 1º, sobrero de La Palmosilla. 2º Devuelto, sobrero de José Valenzuella. Devuelto. Segundo sobrero de La Palmosilla.

  • Juan Bautista: De tabaco y oro. Estocada caída. Silencio Pinchazo arriba, estocada y un descabello. Oreja.
  • Sebastián Castella: De grana y oro. Dos pinchazos saliéndose de la suerte. Estocada perdiendo la muleta. Aviso. Silencio. Estocada caída, cuatro descabellos. Aviso. Oreja con poca petición.
  • Ambel Posada: Confirmó la alternativa. De añil y oro. Estocada caída. Silencio. Estocada caída. Aplausos.
Preside la corrida D. Manuel Muñoz Infante


La corrida estuvo bien presentada, pero la escasez de fuerzas fue la tónica general en todos los toros de la ganadería titular y de la mayoría de los sobreros que salían por chiqueros, y de esta forma se iban esfumando las esperanzas de los aficionados de ver una corrida de toros y de toreros tal y como la definen las reglas de la tauromaquia.

Pero a partir del cuarto toro la lluvia y el viento hicieron acto de presencia y ya saben los asistentes a esta plaza, sobre todo en San Isidro, cuando se pone a llover lo hace también con saña, como intentando hacer daño a la fiesta, que tal y como la tienen a la pobrecita, pues, lo que le hacía falta. Pero la lluvia obró el milagro y algunos toreros pasaron de villanos a héroes, si es que en algún momento algún aficionado pensó que así lo eran.

La lluvia hizo bajar el listón de las exigencias y cada trapazo que daban los toreros eran jaleados con entusiasmo por parte de los asistentes que interpretaban que los coletas se estaban jugando la vida ante un ruedo impracticable. Bueno, era una manera de apreciar la faena, pero nadie se hubiera sorprendido que hubieran tomado el estoque de acero, realizaran una faena de aliño y a continuación entraran a matar. Juan Bautista, un torero modesto, quiso jugársela y le salió bien la jugada. Detrás fue Castella, que aunque menos necesitado por su condición de figura, salió a no irse de vacío, y después de varios revolcones, exponiéndose a una cornada, consiguió otra oreja muy benevolente ya que necesitó de una estocada caída y cuatro descabellos para despenar a su enemigo.

Por supuesto que hubo aficionados que no estaban de acuerdo con aquellas decisiones y mostraron a través de sus quejas su disconformidad, pero en esta plaza se ha abierto la puerta del taurinismo reinante y del espectador orejero, y estas son las muestras de que en fechas no lejanas llegará el figura de turno y le será concedido el rabo. Creo que la cocina está preparada para su cocción.

El que no pudo conseguir el objetivo marcado por sus compañeros fue Ambel Posada, ya que el enemigo que tenía enfrente era de cuidado y le había avisado por los dos pitones y como el albero no estaba para florituras, unido a su corta experiencia, decidió abreviar y salir de la plaza por su propio pie.

Antes de este hecho épico la tarde transcurría entre toros cadavéricos que salían por chiqueros para volver a entrar al momento por otra puerta, devueltos, porque hoy sí había un presidente que quiso interpretar el reglamento de acuerdo a sus normas, hecho que los aficionados agradecieron, y de toreros ventajistas en su forma de interpretar el toreo.

martes, 22 de mayo de 2007

San Isidro 2007 12ª : De "durce"

21-5-2007

Cinco Novillos de Hierbabuena: Encaste Domecq y Guardiola Domínguez. Un sobrero de hato Blanco. Encaste "Los Guateles", vía Torrestrella

  • Antonio Revesado: De grana y oro. Estocada baja saliéndose de la suerte. Silencio. Estocada trasera y tres descabellos. Aplausos y protestas cuando saluda desde el tercio.
  • Daniel Luque: De verde y oro con remates blancos. Estocada atravesada, entrando por derecho. Silencio. Pinchazo atravesado saliéndose de la suerte. Silencio.
  • Salvador Fuentes: De azul marino y oro. Estocada atravesada y un descabello. Silencio. Seis pinchazos y un descabello. Tímidos pitos.
Preside la corrida D. César Gómez Rodríguez. Asesor: D. José Cabezas Porras, “Joselito Calderón”.


De “durce” fue la novillada que trajo Ortega Cano ayer a Las Ventas del Espíritu Santo, tan de “durce”, tan blandita y tan recogidita que casi daba gana de decirle al mayoral, envuélvamela que me la llevo “pa casa”. Los novilleros también fueron de “durce” toreando, lo que ocurre es que aburrieron al personal que tuvo que pasar la tarde como pudo buscando desesperadamente un compañero de tertulia. La otra alternativa era abandonar la plaza. Vamos, que alguno llegó a pensar que se había equivocado de coso, ya que había ido a ver una novillada picada, y allí sobraron los picadores.

Los asistentes se frotaban las manos cuando a las 20: 30 horas ya se había arrastrado al quinto novillo. Pero llegó el Usía y devolvió el sexto porque no podía consentir que la gente saliera antes de la hora de la plaza. Lo que se preguntaban los que no conocían la forma de actuar de este Usía, y por supuesto de su ayudante en la cuestión de asesoría, es que ¿por qué devolvió al sexto y no toda la corrida?

De lo que pasó en el ruedo confieso que no sé que escribir, porque me decía un aficionado próximo a mi localidad: hoy no hace falta tomar notas, ya que es todo lo mismo. Novillos sin picar, porque no les hacía falta, y cuando los picaban los del castoreño se encargaban de dejar en mal lugar a los de su profesión. Toreros que no sabían poner a los novillos en suerte, quedando descolocados, pero eso es normal hoy ya que se está imponiendo la vulgaridad a gran escala sin saber siquiera que cada torero debe ocupar su lugar durante la lidia. Cuando el matador pone al toro en suerte delante del caballo le da igual quedar a la derecha que a la izquierda de éste, sin preocuparse de ello en absoluto.

Los banderilleros pasaban delante de la cara de los novillos como si estos fueran verdaderos “barrabases” de la lidia, no dándose cuenta que eran de "durce". En cuanto a los toreros, no hubo ninguno que se cruzara en la cara del toro, que diera un natural largo, hondo y por supuesto cargando la suerte. Todos lo mismo. Suerte descargada, sin ligar, metiendo el pico, perdiendo pasos y rectificando terrenos. Y a la hora de matar debió de ser un verdadero suplicio para los toreros. No se libró nadie, todos fueron a aliviarse entrando a matar saliéndose de la suerte, excepto Daniel Luque en su segundo que entró por derecho.

domingo, 20 de mayo de 2007

San Isidro 2007 9ª : Nefasto

18-5-2007

Toros de: Valdefresno. Encaste: Atanasio Fernández, en la línea de Lisardo Sánchez.

  • Miguel Abellán: De blanco y oro. Dos bajonazos infames sin el menor pudor. Silencio. Estocada. Silencio. Pinchazo, estocada y cinco descabellos. Silencio.
  • Sebastián Castella: De nazareno y oro. Cinco pinchazos y descabello. Aviso. Silencio. Estocada. Bronca. Estocada. Dos orejas. Salida por la puerta grande.
  • Miguel Ángel Perera: Cogido en el segundo de la tarde al realizar el quite, entró en la enfermería para no salir.
Preside la corrida D. César Gómez

Hace algún tiempo, a un periodista le dio por decir que un torero se había inventado un toro, por supuesto inválido. Los aficionados no daban crédito a lo que leían, ellos que van a la plaza con frecuencia y saben de qué va esto, aparte de conocer los males que atacan la situación actual de la fiesta tienen que soportar que personajes de este tipo escriban esas tonterías. Alguien le corrigió diciendo que un torero se puede inventar un toro cuando tiene delante un animal peligroso sin un pase y se la tiene que jugar para sacarle lo que no tiene, poniendo en peligro su integridad física.

Ayer la tarde fue nefasta en toda su dimensión, toros cadavéricos desde el primero hasta el último que tenían que haber devuelto en serie, toreros insulsos, toreando fuera de cacho, aliviándose, apurando el tiempo que el reglamento les concede para la lidia de sus toros con unas lidias insoportables, aburriendo al personal sin el menor respeto. El Usía, acompañado por un asesor taurino más nefasto aún que él, se permitió el lujo de no devolver ningún toro.

Con todo y con eso, al primer quite de la tarde que le correspondió hacer a Miguel Ángel Perera, en el primer toro de Castella, va y se deja coger en un pase muy ajustado por gaoneras, tan ajustado que puso al toro en la obligación de echárselo a los lomos. Pasó a la enfermería para no salir más. Aparte de esto, y para liar más la tarde, el tercero, que lo lidio Abellán, fue el que tenía que haber salido en cuarto lugar por el orden de lidia, y el que lidió Castella en cuarto lugar, en realidad tenía que haber salido en quinto lugar. En fin, un lío, y como colofón, va Castella y la lía en el sexto, dividiendo a los aficionados. No hay ninguna duda de que el toro era una ruina y lo que ocurrió es lo que ocurre siempre por esas plazas de nuestra España, que el toro sale echo un cadáver, no se pica porque no es necesario, como está ocurriendo aquí, no se devuelven, ni por equivocación del presidente de turno, como ocurrió aquí, y si después de todo esto el animal queda con las fuerzas justas para que el coleta de turno le dé los cuarenta muletazos de rigor, pues objetivo cumplido, como ocurrió aquí.

En esta plaza el triunfalismo ha germinado como la hierba en primavera, es lo que ha buscado el taurinismo y creo que lo ha encontrado. Dejándonos de cuentos, los espectadores van a la plaza a pasárselo bien y les importa un comino si el torero está toreando aliviándose o no, y si el toro es un cadáver o no, el caso es justificar la petición de orejas y cuantas más mejor, con esto justifican lo que han pagado por la entrada, y no se sienten timados. En una palabra, la integridad de la fiesta es lo que menos importa.

sábado, 19 de mayo de 2007

San Isidro 2007 8ª : Sobró casi todo

17-5-2007

Toros: 1º, 2º y 4º de Gavira. Encaste: Domecq, en la línea de El Torero. 3º, 5º y 6º de El Cortijillo. Encaste Núñez.

  • Antonio Ferrera: De berenjena y oro. Ocho pinchazos y dos descabellos. Aviso. Pitos. Dos pinchazos y un bajonazo. División de opiniones cuando saluda desde el tercio.
  • Serafín Marín: De rosa y oro. Media estocada arriba. Silencio. Media estocada, perpendicular y delantera, aviso y un descabello. Silencio.
  • Salvador Cortés: Nazareno y oro. Bajonazo infame saliéndose de la suerte. Silencio. Tres pinchazos, aviso, estocada caída y atravesada.
Preside la corrida D. Manuel Muñoz Infante.

Se viene debatiendo desde hace tiempo entre los corrillos de aficionados sobre el número de corridas que se celebran en la feria taurina de San Isidro, y sobre todo que hay muchos carteles que no dan la talla para esta plaza. Bueno, sin que nadie se sienta molesto, diremos que este era uno de ellos, como por supuesto ya ha habido otros. Este es el tipo de cartel que si la corrida se hubiese celebrado fuera de feria la plaza no hubiera registrado más de la mitad del aforo. Pero si vamos directamente a lo ocurrido, ahí es donde verdaderamente nos damos cuenta de la calidad de lo acontecido.

La ganadería de Gavira se esperaba con cierta expectación motivada por el juego que dio el verano pasado, pero ahí quedó todo, en esperanza. Antonio Ferrera se quejaba de que no se valoraba su esfuerzo porque bajo su criterio se jugaba la vida, exponiendo mucho tratando de agradar al público. En casi todas las plazas se agradece el esfuerzo que hacen los toreros, sobre todo los banderilleros, y tienen su público, pero hay que recordarles a todos ellos que los aficionados valoran ese esfuerzo, pero que cuando clavan los rehiletes a toro pasado todo el esfuerzo anterior no vale para nada, y esa es la tónica general.

En su primero, salvo el pundonor que puso en el tercio de banderillas, no se le recuerda ni un detalle torero. Con el capote todo fueron trapazos, y con la muleta, por cambiar la frase, diré que al natural comenzó a dibujar mantazos, toreando para fuera, sin mando y con todos los pases rematados con enganchones, eso sí, el toro iba a todos lo envites, pero ese es el problema que tienen muchos toreros que cuando el toro mete la cabeza están invitados al fracaso. Eso sin contar que en la suerte de varas el toro anduvo por sus fueros, no le pusieron en suerte ninguna de las dos veces que el toro fue al caballo. En el cuarto, la misma lección, con la agravante de que no fue picado. En la muleta fue el toro quien le marcó los terrenos donde quería la pelea y fue una pena porque tenía una embestida para haberse hecho de oro toreando, pero...

Serafín Marín, en su primero, adoleció del defecto que tienen muchos toreros en la actualidad: que no paran al toro de salida con el capote, y que es lo que ocurre, que el burel campea a sus anchas por el ruedo sin fijeza y cuando salen los montados es picado por el que le viene en gana, mientras el matador y sus peones son meros espectadores. Con el caballo blandeó y cuando llegó a la franela el toro perdía las manos en cuanto le bajaba la muleta, y esto unido a que el torero no se acopló, la faena adoleció de lo fundamental y el espectador se aburrió de lo lindo. Su segundo, un sobrero de El Cortijillo, engañó a los tendidos ya que en la primera vara empujó con fijeza, pero al segundo puyazo se rajó. Con la muleta dio dos series en redondos de muletazos templados y ligados, pero al natural el toro protestaba y después de porfiar con su enemigo, consiguió sacar dos naturales buenos.

Salvador Cortés le tocó en suerte un sobrero de El Cortijillo que fue protestado con su flojera, pero el Usía, desoyendo las quejas del público, lo mantuvo en el ruedo. En la faena de muleta el torero estuvo vulgar, perdiendo pasos y haciendo uso de las ventajas que ofrece hoy el toreo moderno. A la tercera serie es cuando se dio cuenta que tenía un toro que había que torear cruzándose y echándole la muleta a la cara, pero eso son palabras mayores. Su segundo, un sobrero de Couto de Fornilhos, no se entregó en el capote y fue muy mal picado, porque hay que mencionar que aunque los toros entran al caballo dos veces es por puro formulismo ya que se están picando con un picotazo sólo, luego, esta plaza ya se está pareciendo a cualquiera de nuestra geografía. ¿Cuál será el siguiente paso que den estos taurinos corruptos? El tercio de banderillas fue un desastre. Con la muleta el toro tenía una embestida descompuesta, pero cuando lo embarcaba y lo llevaba toreado el toro metía la cabeza bien, pero para sacar algún muletazo limpio tuvo que dar docenas de mantazos, pero ese es el toreo moderno, si quieres lo coges y si no, lo dejas.

jueves, 17 de mayo de 2007

San Isidro 2007 6ª : No encontró tarro de las esencias

15-5-2007

Toros de Núñez del Cubillo. Encaste: En la línea de Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio.

  • Morante de la Puebla: De nazareno y plata. Pinchazo bajo trasero, saliéndose de la suerte. Indiferencia. Dos pinchazos y estocada trasera y tendida Tímidas protestas.
  • Curro Díaz: De purísima y oro. Tres pinchazos entrando sin convicción y tres descabellos. Silencio. Pinchazo y golletazo de juzgado de guardia. Aplauso y pitos cuando va a iniciar la vuelta al ruedo.
  • Pedro Moya, “El Capea”: De tabaco y oro. Estocada entrando fuera de cacho. Silencio. Pinchazo sin soltar, estocada. Indiferencia.
Preside la corrida D. Julio Martínez Moreno

Según comentaba un aficionado próximo a mi localidad, en esta ocasión Morante de la Puebla no abrió el tarro de las esencias. Creo que hay que matizar algo más respecto a esto: no lo abrió porque no la encontró, ni tampoco lo buscó. Estuvo desdibujado toda la tarde. El primero al recibirlo de capote, le echó la cara arriba y a partir de ahí se acabó Morante. Después lo intentó en los quites que le correspondieron, en el tercero y en el del perdón, pero tampoco se hizo perdonar.

El que sí buscó el tarro de las esencias fue Curro Díaz, y lo encontró, el suyo claro, no nos confundamos, en su segundo enemigo, un toro blando, como toda la corrida, que se dejó torear hasta que se rompió embistiendo en redondos. Después, cuando lo intentó por el izquierdo, el toro estaba sin fuerzas y se quedaba corto. Aunque falló con la espada y el premio se limitó a recoger los aplausos desde el tercio, los aficionados salieron del coso venteño, toreando en redondos, eso sí, de arriba abajo y de fuera para dentro, cerrando la serie con un pase de pecho eterno. Su primero fue un toro que hizo una bonita pelea en varas, pero el piquero de turno le tapó la salida y le zurró la badana como si le fuera la vida en el intento. Así fue, que el toro llegó a la muleta embistiendo casi por compromiso.

Morante, como decía, sólo se dejo ver en su primero en un quite aseado, después entró en la vulgaridad típica de estos toreros que no saben quedarse quietos cuando no ven las cosas claras. Su segundo, un novillo con la cabeza desarrollada y supuestamente tocado de pitones, comenzó la faena dándole pases por alto y terminó de la misma manera, totalmente desconfiado. Supongo que el empresario le pagaría, sin vulgaridad y sin ningún tipo de desconfianza. En fin, otra vez será, Morante.

De El Capea, poco que decir, ya que tampoco se esperaba mucho de él. Es un coleta que no cala en los tendidos. En su primero, citó de largo y el toro acudió con buen tranco, permitiéndole dar una serie de redondos aseados, pero ahí se acabó todo, entrando su faena en la vulgaridad que nos tiene acostumbrados este torero. En su segundo, otra de lo mismo, toreando al hilo del pitón, quedando descolocado entre un pase y otro, y la gente pensando en abandonar la plaza con la mayor brevedad para poder comentar en las tertulias los redondos de Curro Díaz.

miércoles, 16 de mayo de 2007

San Isidro 2007 5ª : Puerta grande

14-5-2007

Novillos de Guadaira. Encaste: Jandilla.

  • Emilio Justo: De rojo sangre y oro. Estocada. Saludos desde el tercio. Estocada trasera y tendida. Silencio.
  • Pérez Mota: De verde y oro. Estocada caída. Petición que el Usía no concede. Vuelta. Estocada desprendida. Silencio.
  • Pepe Moral: Estocada trasera, caída y atravesada. Oreja. Pinchazo, estocada. Oreja. Salida por la puerta grande.
Preside la corrida D. César Gómez Rodríguez.

Ha tenido que llegar Pepe Moral para abrir la puerta grande. Hasta ahora nadie había pasado ni de cerca por ella, y creo que oportunidades ha habido. Comenzó recibiendo a su primero a “portagayola”, recetarle unas verónicas en el anillo, destacando las dos últimas, y con esto comprobar que el novillo iba de lujo. Con la franela comenzó la faena citando de lejos, con un pase cambiado, seguido de unos derechazos con mucho temple. Casi toda la faena fue construida por el pitón derecho ya que por el izquierdo el novillo no era tan claro. Toreó con mucho temple aunque abusando del pico y torear al hilo del pitón, pero eso sí, la faena tuvo mucha ligazón.

En el segundo fue un toro en toda regla de 514 Kg. Fue muy mal picado, y tampoco se entregó con codicia en el caballo, pero el torero vio claro el pitón izquierdo y por él construyó la faena, dándole unas series de naturales que levantó los olés del respetable, aunque hubo momentos que abusó del pico, y otro detalle en su debe, estuvo rectificando terrenos durante toda la faena, pero, bueno, es novillero y no era cuestión de aguarle la fiesta al joven torero con unos “quíteme esos defectos de ahí”. Lo peor es cuando esos defectos se convierten en auténticas ventajas en las figuras del escalafón, dando la impresión que lo llevan los toreros en sus genes. Le fue concedida la oreja aunque pinchó al entrar a matar la primera vez.

El primero de Emilio Justo fue un novillo que no tuvo ninguna dificultad, pero al no tener continuidad la faena no llegó a calar en los tendidos. Sin embargo, el cuarto de la tarde presentó más dificultades al torero, ya que rebañaba en cada pase y por el pitón izquierdo embestía rebrincado.

Pérez Mota adoleció en su primero de la continuidad, y realizó una faena con altibajos, fue un novillo de embestida poco clara, pero el torero tampoco hizo nada para intentar corregir los defectos. Fue premiado con la vuelta al ruedo, después de una petición minoritaria. En su segundo, otro toro para figuras, le pegaron en varas con saña, y eso que el único defecto que había cometido era salir por toriles y por supuesto encontrarse con un picador incompetente, de nombre Antonio Márquez, que al marrar en su primera entrada, quiso vengarse. En la muleta el novillo demostró estar escaso de esa virtud que hoy adolece la mayoría de la cabaña brava, la fuerza, y en cuanto le bajó la mano el torero el novillo perdió las manos. A partir de aquí el burel fue perdiendo recorrido y el torero también.

lunes, 14 de mayo de 2007

San Isidro 2007 4ª : Casta y bravura

13-5-2007

Toros: 1º, 2º, 3º y 4º de Escolar Gil. Encaste: Albaserrada. 5º y 6º de Hernández Plá. Encaste: Santa Coloma.
  • José Pedro Prados, “El Fundi”: De verde y oro. Bajonazo saliéndose de la suerte, cinco descabellos. Dos avisos. Pitos. El toro aplaudido en el arrastre. Media estocada al paso. Pinchazo hondo y cuatro descabellos. Pitos.
  • José Ignacio Ramos: De tabaco y oro. Pinchazo y estocada perdiendo la muleta y dos descabellos. Silencio. Estocada baja. Tiene el toro una muerte brava en los medios. El toro aplaudido en el arrastre. Silencio.
  • Fernando Robleño: Bajonazo delantero. Aviso, cinco descabellos. Estocada hasta los gavilanes. Aplausos. Aplaudido en el arrastre.
Preside la corrida D. Manuel Muñoz Infante.



Salieron toros por chiqueros con casta y alguno que otro con bravura, como le pasó al primero de la tarde, que aunque justo de trapío fue el primer toro que se picó en la feria. En líneas generales cumplieron con los montados, destacando el quinto que fue tres veces al caballo y dio espectáculo. La tercera vez que lo pusieron en suerte, lo colocaron de lejos y el toro se arrancó con un tranco que puso en pie a los aficionados aplaudiendo. El único pero es que el picador se fue entre aplausos cuando en realidad había picado trasero, pero bueno, como corren tiempos de escasez de este tipo de suerte, llegará un día en que los espectadores no sabrán si tienen que aplaudir o protestar.

Otro hecho importante es que el toro, como toda la corrida, no se cayó y después de soportar esta lidia todavía tuvo fuerzas para pedirle el carné al torero que lo lidió, con el propósito de que le hiciera las cosas bien hechas, porque sino, el segundo pase no se lo tragaba. Pero el torero le dudó en la cara del toro y ahí se acabó lo que se daba, y el torero tuvo que bailar al son que le marcaba su enemigo.

Así es el toro encastado, y así es su comportamiento, después nos sorprende que las figuritas, esas que matan cien corridas al año, nunca se enfrenten a estos tipos de toros, y en cuanto dan cinco naturales sin ligar vaciando la embestida del toro lo más lejos posible, tengan a toda la prensa especializada a su favor, y estos guerreros que han tenido la vergüenza torera de vestirse de luces con este tipo de ganado tengan que jugársela para que alguien desde un despacho se acuerde de ellos para matar la siguiente corrida, de la duras por supuesto.

El segundo de El Fundi manseó en el caballo y no teniendo bastante con eso, el picador le puso la primera vara en los costillares, y la segunda trasera, y claro con ese bagaje difícilmente se podían corregir los defectos a un toro encastado, y a todo lo anterior había que unir la mala lidia que llevó el burel. El torero así lo entendió y se limitó a prepararlo para la muerte.

El primero de Ramos acudía con prontitud a todo lo que se movía en la plaza, y entró al caballo tres veces, pero tampoco la lidia que se le dio al toro fue de ejemplar ejecución, así, cuando el toro llegó a la muleta iba avisado por ambos pitones y el torero se limitó a aliñarlo.

El primero de Robleño en lugar de embestir topaba y a pesar de que el toro tenía sus dificultades, el torero no quiso pararse con él y se limitó a cumplir el expediente, más de bailarina de ballet que de torero. En su segundo, un toro de impresionante arboladura, manso de libro, pero encastado, trajo en jaque a la cuadrilla y a los picadores hasta que el director de lidia puso orden en el ruedo. Cuando llegó a la muleta el torero quiso hacerle la faena con la izquierda pero puso por medio muchas precauciones y, claro, nos quedamos con la duda de saber qué hubiera sucedido si el torero se hubiera entregado con más fe.

domingo, 13 de mayo de 2007

San Isidro 2007 3ª : El multiencaste

12-5-2007

Toros: De Arauz de Robles. Encaste: Diversos: Gamero Cívico, en las líneas de Samuel Flores y Guardiola Soto, de Martínez y otros orígenes en la línea de Rufo Serrano.
  • Juan Bautista: De verde y oro con remates blancos. Estocada de bonita ejecución. Tímidos aplausos. Estocada trasera. Silencio.
  • Javier Valverde: De grana y oro. Dos Pinchazos sin soltar y bajonazo. Silencio. Estocada de bonita ejecución. Oreja con escasa petición.
  • Iván García: Estocada atravesada entrando fuera de cacho. Silencio. Tres pinchazos y cuatro descabellos. Aviso.
Preside la corrida D. Trinidad López Pastor, auxiliado por el asesor taurino José Cabezas Porras, “Joselito Calderón”.


Ayer salieron los aficionados hablando de toros, pero no porque los coletas llevaran a cabo faenas que merecieran la pena, no, fue debido a que salieron por chiqueros toros de distinto pelaje y procedencia. La morfología de unos recordaba a la casta “murube”, otros a los “gamerocivios”, otros a los “samueles”, en fin que los aficionados no se aburrieron. En la parte del recuerdo tenemos que mencionar las estocadas de Juan Bautista y Javier Valverde, las verónicas de Iván García a sus dos toros y con el garbo torero que puso al sexto en suerte, llevándolo galleando y dejándolo colocado con arte, el toreo a caballo que ejecutó El Legionario, en el segundo toro de Javier Valverde, citando de frente y un par que colocó Pedro José Cebadera, asomándose al balcón, en el segundo de la tarde.

También hubo detalles que no gustaron a los aficionados. Por ejemplo: hubo toros que flojearon, como el primero, tercero y cuarto, y su devolución a los corrales no hubiera sorprendido a nadie, pero estaba en el palco el asesor taurino, José Cabezas Porras, Joselito Calderón y eso son palabras mayores. Este hecho dio origen a que los aficionados le recordaran al presidente a través de sus protestas que cumpliera con su obligación, y si tenía que devolver un toro, o los que fueran, que lo hiciera sin ningún pudor. Alguien debía enseñar a Iván García que cuando se brinda el toro a una dama, sea de la condición que sea, se le tira la montera de frente pero nunca de espaldas.

Otro de los detalles desagradables de la tarde ocurrió cuando mató Javier Valverde al quinto de la tarde. Un toro en la línea de Saltillo, de bonita lámina, que fue presto al centro del anillo al primer cite del matador pero que se fue quedando corto según transcurría la faena, típico en este encaste, pero el torero estuvo en la línea ventajista, toreando con la muleta retrasada, muy por debajo de las condiciones del toro. Mató de una estocada de bonita ejecución, saliendo con un golpe en el muslo que le tuvo renqueando el resto de la tarde. Hubo petición minoritaria de oreja que el presidente no estaba dispuesto a conceder, pero al llegar los mulilleros para arrastrar al toro, fueron retrasando su labor hasta que la petición fue en aumento y el Usía terminó accediendo a la petición.

Eso visto de esta manera da la impresión de que estos señores son hermanitas de la caridad, que van haciendo favores a los toreros desamparados por el éxito. Pues no, por este detalle tan humanitario “trincan” una cantidad de dinero, que el torero de sus emolumentos tiene que pagar, aparte de lo que la empresa arrendataria les abona por sus servicios. Como pueden comprobar, en este mundillo el que no corre vuela, pero siempre buscando la especulación. Por supuesto el Usía no se dio por enterado del problema, supongo que tomaría nota en su apretada agenda y lo tendrá en cuenta en próximos festejos ¿?.

sábado, 12 de mayo de 2007

San Isidro 2007 2ª : Ni un detalle

11-5-2007

Toros: De Lagunajanda. Encaste: Juan Pedro Domecq
  • Domingo López Chaves: De azul marino y oro. Sablazo infame y cinco descabellos. Silencio. Pinchazo hondo atravesado, saliéndose de la suerte, pinchazo hondo caído y cinco descabellos. Silencio.
  • Eduardo Gallo: De grana y oro. Pinchazo sin soltar y estocada caída. Silencio. Estocada. Silencio.
  • Pedro Gutiérrez “El Capea”: De azul y oro. Estocada caída citando fuera de cacho. Silencio. Estocada que vale. Silencio.
Preside la corrida D. Jesús Martínez Moreno


Se dice pronto, ni un detalle que llamara la atención a los aficionados, ni por parte de los toreros ni de los toros. Parece que estaban todos de acuerdo en interpretar el mismo guión y no salirse de él para que nadie se sintiera molesto. Comenzando por los toros que son los que ponen a cada torero en su sitio, o por lo menos así debería ser, no demostraron nada de lo que el ganadero comentaba previo a la corrida.

Él vendría con mucha ilusión a la supuesta primera plaza del mundo, con el ganado elegido de antemano con mucho esmero, y si eso era la crema de su ganadería, que será lo demás, por no tener no tuvo ni presentación y algunos de ellos fueron protestados por falta de trapío. De fuerzas, las justas, vamos, para ser devueltos todos ellos, pero el Usía prefirió no alargar mucho la tarde, a pesar de eso, devolvió dos de ellos, el quinto y el sexto, obligado por las protestas airadas de los aficionados, que si no llega a ser así, ni eso. Ya me dirán en qué se parece esto a la primera plaza del mundo. Los que salieron como sobreros no mejoraron el comportamiento de sus antecesores, siguieron en la misma línea y si no fuera porque tenían distinto hierro, no se hubieran notado los cambios.

En cuanto a los toreros, todos salieron con la lección aprendida. Torearon fuera de cacho, metiendo el pico de la muleta, rectificando terreros continuamente, perdiendo pasos, es decir, con todas las ventajas del mundo. Muchos aficionados se preguntaban ¿Para qué vienen a la supuesta primera plaza del mundo? Para esto que no vengan, y si lo hacen que exijan ganado de garantías y que se dejen de historias del medio toro y encima hecho un cadáver.

¿Para qué están los veterinarios? ¿Para cobrar sólo? Pues, que desaparezcan de este circo taurino y por lo menos saldrá más barato asistir a este tipo de festejos a todo aquel que siga sintiendo la fiesta como hay que sentirla, con afición, esperando que un día se produzca el milagro de que salga por toriles el toro íntegro para el que quiera ponerse delante de él.

San Isidro 2007 1ª : Ni toros ni casi toreros

10-5-2007

Toros: La Martelilla. Encaste: Marqués de Domecq.
  • Luis Miguel Encabo: De blanco y oro. Estocada casi entera saliéndose de la suerte y dos descabellos. Silencio. Dos pinchazos y media que basta. Silencio para el torero y bronca para el Usía.
  • Antonio Ferrera: De verde y oro. Estocada a trompicones. Silencio. Pinchazo, estoca trasera saliéndose de la suerte perdiendo la muleta y un descabello. Silencio.
  • Fernando Cruz: De granate y oro. Estocada delantera. División de opiniones. Estocada fuera de cacho Aviso. Dos descabellos. Tímidos aplausos.
Preside la corrida D. César Gómez Rodríguez.


En la tarde de ayer aparecieron toros por chiqueros que podíamos denominar de media casta. Aunque no rodaron por la arena, la corrida fue floja y los picadores se podían haber quedado en su casa porque, aparte de no picar, no hicieron mas que marrar, y en dos de ellos, en el cuarto y en el sexto, se cayeron del caballo al entrar el toro en suerte y no atinar con el morrillo. Casi toda la terna podía haber seguido el mismo camino, y digo casi toda, porque el único que se salvó fue Fernando Cruz. Los toreros banderilleros, Encabo y Ferrera, aburrieron con el intercambio de palitroques y la vulgaridad en la colocación, pero cuando un torero debe mostrarse valiente y voluntarioso es en la reunión con el toro, asomándose al “balcón” y clavar los rehiletes arriba y reunidos, y para más datos, salir andando de la suerte. Seguro que cuando explicaron esta lección en la escuela hicieron “novillos”. En las faenas de muleta de ambos diestros se mostraron ventajistas y estuvieron rectificando terrenos continuamente.

El quinto fue un toro que le estaba pidiendo a Ferrera los medios y el torero, sin embargo, motivado por las rachas de viento que se hicieron presentes durante la corrida, decidió hacer la faena en el tercio y, claro, allí el toro tuvo un comportamiento distinto. El sexto fue por definición un manso encastado que puso a toda la cuadrilla en evidencia. De entrada le puso a Fernando Cruz el pitón en la cara al recibirlo de capote, debido a la escasez de fuerzas. A pesar de esto, el toro sacó un poco de casta y marcó las pautas de su lidia, porque no hubo ningún torero que consiguiera fijarlo. Lo picó el picador de reserva, y en un alarde de sacar fuerzas de flaqueza de donde no las tenía puso en aprietos a toda la cuadrilla en un descuido que tuvieron. Gracias que estaban cerca de la tronera y pudieron resguardarse. En la faena de muleta el torero trató de fijarlo con unos pases de castigo pero el toro no se entregó en la pelea y terminó con muchas complicaciones.

Los toros tuvieron las fuerzas justitas para tenerse en pie, típico de corrida de figuras, mansearon en el caballo y fueron incómodos para la muleta porque llegaron a ella defendiéndose y tuvieron poco recorrido, aunque sin ningún peligro, pero para eso está el torero para hacer la faena de acuerdo a las condiciones del toro. El único que intentó acoplarse a sus enemigos fue Fernando Cruz, que consiguió en su primero alguna que otra serie ajustadita y templada. El cuarto, segundo de Encabo, se echó a mitad de faena, supongo que aburrido de tanta vulgaridad.

Las cuadrillas no estuvieron tampoco a la altura de las consecuencias, entrando su labor en una fase anodina que podían haberse quedado en casa y seguro que no se les hubiera echado de menos. En conclusión, que ayer hasta sobraron los espectadores, ya que la corrida se pudo ver a las claras que era una de relleno de la feria.

jueves, 10 de mayo de 2007

Crónicas publicadas en la Sección femenina

TENDIDO 7
Autor Título Sinopsis
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