miércoles, 31 de mayo de 2017

30 de mayo de 2017. Coleccion de mansos


Ganadería

Montealto, con procedencia Juan Pedro Domecq y Díez en las líneas de: Juan Pedro Domecq Solís y El Ventorrillo y Luis Algarra, Variados de capa. El juego que ofrecieron los astados en los dos primeros tercios fueron de mansos y descastados y algunos cumplieron en la muleta. Donde no cumplieron fue en la presentación. Todos crearon en los aficionados la duda de que los pitones habían sido manipulados. El quinto destacó entro todos como presunta manipulación, y esperamos que el presidente haga lo preceptivo de analizar las astas. 

Terna:

  • Leo Valadez: De teja y oro. Tres pinchazos, aviso y dos descabellos. Silencio. Bajonazo que causa vergüenza en los tendidos, aviso. Silencio.
  • Diego Carretero: De grana y oro. Dos pinchazos, el primero sin soltar, estocada perpendicular y algo delantera y descabello. Silencio. Pinchazo y estocada contraria. División de opiniones cuando saluda.
  • Andy Younes, que hizo su presentación: De lila y oro. Estocada perpendicular y delantera y dos descabellos. Silencio. Bajonazo. Silencio.

Presidente: D. Justo Polo Ramos.

Nada que objetar a su labor en el ruedo, sin embargo los aficionados protestaron ya que varios de los novillos venían sin cara y el presidente debía haber tomado medidas en el reconocimiento. El problema atañe en exclusiva al presidente que deberá tomar las medias para aclarar este atentado a la fiesta basado en una posible manipulación de las astas de los animales lidiados en la mejor plaza del mundo. O no?

Suerte de varas

  1. Venturoso. 528 Kg. Negro salpicado. No fue castigado en el caballo, y por el juego ofrecido tuvo detalles de manso y sin casta que se dejó torear en la muleta.
  2. Caramelo. 461 Kg. Colorado. En la primera entrada fie picado trasero y en la segunda vara no fue castigado. En ambas se defendió y también en el juego que dio en la muleta, demostrando su condición de manso. 
  3. Rápido. 499 Kg.. Negro salpicado. En la primera vara empujó y el piquero le pegó fuerte. En la segunda se agarró de largo pero el picador se limitó a marcar el castigo. En el último tercio se rajó.
  4. Boticario. 640 Kg. Negro bragado. Acudió suelto al caballo y no fue castigado. En la segunda entrada mostró mansedumbre. Manso que se dejó torear en la muleta pero el torero no lo aprovechó. 
  5. Tremendo. 505 Kg. Melocotón. La suerte de varas no existió Manso en el caballo, se dolió en banderillas y en la muleta el torero estuvo por debajo de su enemigo. 
  6. Brasileño. 520 Kg. Castaño listón. En la primera entrada al montado el burel se defendió y en la segunda el piquero se limitó a marcar el castigo. El novillo mostró su condición de manso en los tres tercios.

Cuadrillas y otros: 

Con buena temperatura y con una ocupación de la mitad del aforo, hizo su presentación en Las Ventas el torero francés, Andy Younes. 

Por resaltar algo de lo ocurrido los tres espadas hicieron uso de su quite, pero no lucieron en sus actuaciones. Solo pusieron voluntad.

En banderillas se lucieron Morenito de Arlés en un par en el tercero por el cual tuvo que desmonterarse, Pepín Monge en el tercero, y en el sexto, El Algabeño, el novillo le echó la cara arriba y el torero de plata aguanto con vergüenza torera. 

En la lidia del quinto destacó, Carlos Ruiz de la cuadrilla de Diego Carretero.

Comentarios:

La colección de mansos que saltaron al albero venteño defraudaron a los que pusieron su ilusión en los astados de la familia Montes. Si la fiesta continúa de esta manera, la suerte de varas no tardará en desaparecer. En el comportamiento de los novillos hubo algunos que se dejaron torear, lo que demuestra que la base del toreo moderno está basado en la muleta y los ganaderos solo buscan que sus productos lleguen a ella con recorrido y nobleza, para que los matadores puedan triunfar a bajo coste.

Este hecho puede tener una explicación ya que de otra manera no venden un novillo. Pero en base a qué fundamento los ganaderos crían toros con el comportamiento del carretón si después saltan a la arena de los cosos y los toreros se ponen a pegar mantazos y trapazos basando sus faenas en la cantidad y no en la calidad, desprestigiando el arte que tanta sangre, sudor y lagrimas les costó a los matadores de antaño crear para el bien de la fiesta. Eso fue lo que ocurrió ayer. Y de este desastre no se salvó “naide”, como dijo Guerrita. Por un lado el ganadero ofreciendo una colección de mansos y descastados animales y por otro lado, los toreros no estuvieron a la altura de los novillos. Los tres anduvieron como vulgares pegapases, basando sus faenas en la cantidad y no en la calidad, utilizando con descaro las ventajas que ofrece el destoreo, llenando los tendidos de sopor. Y eso que eran novilleros. Novilleros con la facultad de emplear los mismos recursos que sus mayores establecidos en la cabeza del escalafón. Lo único que los diferenció de estos fue la cantidad de quites que ejercitaron, de eso si podían aprender los toreros consagrados, pero su vulgaridad fue tal, que eliminó cualquier atisbo de reconocimiento por parte del público. Ni los más recalcitrantes palmeros cayeron en la trampa de aplaudir a Diego Caballero al ser atropellado en el quinto. El novillo le hizo trizas la taleguilla y una vez que se la remendó su cuadrilla, se puso a dar bernardinas con el fin de calentar el ambiente. Fue patético que un chaval tuviera que mendigar en el centro del ruedo, con el traje destrozado, unos aplausos a un público indiferente de lo que ocurría en el ruedo. Es duro tener que criticar de esta manera a chavales que comienzan a labrarse su provenir en este duro oficio, pero más duro es verlos practicar el toreo como si ya fueran figuras con el cortijo y el mercedes pagado en el garaje. 

Los novilleros han sido siempre novilleros, no socias de los matadores consagrados y como tales, a las plazas hay que ir en novilleros, de esta manera el público reconocerá su disposición.

©Pepeíllo.

martes, 30 de mayo de 2017

29 de mayo de 2017: Un torazo al cierre de una tarde soporifera



Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros. 

Ganadería

José Luis Pereda, procedencia, Núñez, en las líneas de Martín Berrocal y Torrestrella. El segundo mostró algo de casta y el sexto, un “torazo” con muchas dificultades en la muleta. El ganado fue manso, inválido y salvo alguna excepción, descastado y en general mal presentado. El segundo y el quinto fueron protestados por falta de trapío, a pesar que el segundo era un toro con cinco años y medio. 

Terna:
  • Morenito de Aranda: De nazareno y oro. Metisaca y media estocada que vale. Silencio. Media delantera y atravesada, aviso y bajonazo. Silencio. 
  • Iván Fandiño: De purísima y oro. Estocada trasera y atravesada perdiendo la muleta y descabello. División de opiniones. Estocada baja y atravesada que hace guardia. Silencio.
  • Gonzalo Caballero: De gris perla y oro. Estocada atravesada que el toro cae” rodao”. Estocada baja perdiendo la muleta y descabello tras aviso.
Presidente: D. Trinidad López Pastor-Expósito
Varios toros fueron protestados, el segundo con fuerza, pero el presidente no hizo caso ni a las protestas ni a la manifiesta invalidez del animal. En el quinto se le protestó el cambio de tercio cuando el toro no había sido picado.

Suerte de varas: 

  1. Viajero. 543 Kg. Castaño albardado. Fue castigado bajo y se dejó pegar, pero no fue castigado. A la salida perdió las manos. En la segunda entrada el piquero se limitó a marcar el castigo. Inválido que se defendió en la muleta. 
  2. Arocheno. 508 Kg. Castaño. En la primera vara empujó sin clase y en la segunda acudió suelto al caballo se repuchó y salió suelto. Manso y blando que se vino arriba en banderillas y se fue sin torear.. 
  3. Panadero. 550 Kg.. Negro listón chorreado. En las dos veces que entró al montado el picador se limitó a sujetarlo. Manso y descastado.
  4. Cilantro. 525 Kg. Castaño. Entra suelto en la pelea con el caballo, se defendió y perdió las manos. La segunda vara no existió. Manso en el caballo y noble en la muleta. Estuvo por encima del torero. 
  5. Petanco. 506 Kg. Negro listón. En las dos ocasiones entró suelto y salió suelto. En la segunda el picador no anduvo fino. Manso que se defendió en la muleta.
  6. Agrio. 610. Kg. Negro listón, bragado, meano axiblanco. En la pelea con el montado entró suelto y salió suelto. En la primera se dejó pegar y en la segunda empujó sin fijeza. 

Cuadrillas y otros: 

En tarde agradable el coso venteño registró tres cuartas partes de su aforo. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo del torero Víctor Barrio, fallecido en la plaza de Teruel el 9 de Julio del pasado año. Hoy hubiera cumplido 30 años.

Con las banderillas se lució Zamorano en un par al primero. En la parte negativa dio pena ver parear a la cuadrilla de Gonzalo Caballero al tercero de la tarde. 

En la brega destacó Jarocho en el quinto..

Comentarios:

La tarde ha sido de tedio y de pena como casi todas en esta feria soporífera. Los que tratamos de contar lo que ocurre en el ruedo con nuestros aciertos y nuestros errores, no salimos de dar vueltas a la misma plaza. La plaza de la crítica a ganaderías llenas de animales podridos de casta, inválidos, mansos, y para rematar suertes de varas en vías de desaparición. Toreros que ocupan lo alto del escalafón que han instaurado las ventajas y el destoreo por sistema. Con lo expuesto da la impresión que existe una conspiración en contra de la fiesta establecida por empresarios, ganaderos y toreros, 

Después entrarían en liza los toreros, pero estos tampoco demostraron nada que hicieran olvidar la mentira que adorna, con letras mayúsculas la situación de la fiesta, aunque algunos tuvieron su oportunidad. Ayer se vio bien claro. Salieron al albero toros descastados, mansos y algunos inválidos, pero a pesar de esto hubo algunos que se dejaron torear en la muleta. El sexto fue el único animal con romana y trapo, que le puso las cosas muy complicadas al torero Gonzalo Caballero. El chaval no sabía cómo meterle mano a ese pedazo y encastado animal, y menos someterlo por bajo. Por esos motivos el burel terminó tirando tornillazos y los aficionados temiendo que el torero terminara sobre el hule. Los espectadores valoraron el esfuerzo del matador y le premiaron con una sonora ovación. Así de injusto es este negocio. El tercero de la tarde fue otro manso y descastado burel que llegó a la muleta defendiéndose ya que en el caballo no fue amoldado su temperamento. El torero cometió el error de no bajarle la mano, y el toro según transcurría la faena buscaba desesperadamente la huida de la pelea. No llegó a ligar ninguna tanda de muletazos y cuando citaba lo hacía con el pico como defensa natural. Ese no es el camino, torero. 

Morenito de Aranda se encontró en su primero a un inválido que terminó defendiéndose en la muleta y el torero arandino lo recibió con maneras, pero en cuanto lo sometía por bajo el toro perdía las manos, y la voluntad del torero no fue suficientes para apagar ese fuego encendido del ganado podrido que se lidia en esta plaza. Sin embargo en su segundo no encontró en su muleta la horma que necesitó su enemigo. El toro tuvo buen tranco pero el torero no supo adaptarse para templar las embestidas de su enemigo, consiguiendo únicamente dos redondos templados y rematados en la cadera que casi hicieron brillar el entusiasmo de los presentes, pero fue poco bagaje para un torero que siempre se espera, que tanto su capote como su muleta, brillen a gran altura. 

Fandiño continúa en horas bajas, y lo malo de eso es que se llegue a producir la desdicha del olvido. Sería una pena, pero en el camino que está su disposición es posible que lo encuentre con facilidad. Su primero y a opinión de algunos aficionados presentes y de la mía propia, el animal se fue al desolladero sin torear, a pesar que el vizcaíno comenzó la faena citando en la distancia con dos pases cambiados, pero rápidamente cayó en la vulgaridad, viciando tanto su toreo en redondo como al natural, citando fuera de cacho y con el pico de la muleta, llenando el albero de trapazos. Como punto final a su faena tiró de las bernardinas, pero ya no había solución. Su segundo necesitó un torero dispuesto a corregir los defectos, ya que el toro soltaba la cara en los remates y según transcurría la faena y no encontrar mando en el torero, quien terminó haciéndolo fue el toro, defendiéndose con bruscas acometidas. El matador volvió a usar la pesadez como bandera de su toreo. 


©Pepeíllo.

sábado, 27 de mayo de 2017

27 de mayo de 2017: El tremendismo enaltece a las Ventas



Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida De toros.

Ganadería

Del Torero. Procedencia Juan Pedro Domecq y Díez. El ganadero le vendió a la empresa una corrida mansa, descastada e inválida. El segundo y el tercero fueron protestados por falta de fuerzas. Tampoco destacó en cuanto a su presentación, ya que algunos ejemplares no estaban rematados. 

Terna:

  • Joselito Adame: De. añil y oro. Tuvo que descabellar al primero de Francisco José espada por cogida de este, recibiendo otro aviso durante su labor. Silencio. En su primero, pinchazo y bajonazo. Silencio. En cuarto lugar mató al quinto que le correspondía a Espada de un bajonazo infame. Aviso. Silencio. .En sexto lugar se corrió el cuarto. Estocada entrando a matar sin muleta, saliendo arrollado sin consecuencias. Oreja. 
  • Francisco José Espada: De grana y oro. Fue prendido al entrar a matar a su primero y lo retiraron a la enfermería con conmoción cerebral para no aparecer más. Antes de entrar a matar recibió un aviso.
  • Ginés Marín: De verde y oro. Dos pinchazos y 5 descabellos en su primero. Silencio. Media estocada baja y descabello. Silencio.
Presidente: D. Javier Cano Seijo.

No estuvo fino en esta ocasión el presidente, tomó el pelo a los aficionados que le protestaron con razón el tercero por inválido, pero al parecer todos los presentes lo vieron menos él. La oreja concedida a Adame en el sexto fue más propio de circo que de una plaza considerada seria por aficionados cada vez más escasos. Esta la seriedad de un palco cuyas decisiones van en contra del beneficio de la fiesta. Así le va. 

Suerte de varas: 

  1. Jilguero. 545 Kg. Hizo una fea pelea en las dos entradas al caballo y en ambas salió suelto. Manso que se dejó torear
  2. Verbenero. 537 Kg. Acudió suelto al caballo, se dejó pegar lo justo, salió suelto y perdió las manos. En la segunda vara también acudió suelto y no se empleó. Fue protestado. Manso, descastado e inválido 
  3. Pargo. 520 Kg. Recibió protesta por falta de trapío. Acudió al caballo sin colocarlo en suerte y perdió las manos. En la segunda entrada el piquero marcó el castigo bajo, pero no lo castigó. Fue fuertemente protestado. Inválido e impresentable para la lidia. 
  4. Omani. 549 Kg. En la primera vara hizo una fea pelea, manseando, y en la segunda acudió sin tranco, y el piquero se limitó a marcar el castigo, saliendo suelto. Manso, descastado y noble. 
  5.  Hurtador. 571 Kg. Empujó sin fijeza en la primera entrada recibiendo un justito castigo. En la segunda no fue puesto en suerte. Y una vez cambiado el tercio acudió de nuevo al montado y salió suelto a terrenos de nadie. Manso sin paliativos. 
  6. Oropéndulo. 580 Kg. En la primera vara romaneó empujando con un pitón. En la segunda empujó pero el piquero se limitó a sujetarlo. Manso. 
Cuadrillas y otros: 

Con tres cuartos de entrada se celebro la 16ª corrida de abono de la feria de San Isidro, donde confirmó la alternativa el torero madrileño, Francisco José Espada, que sufrió una voltereta al entrar a matar a su primero que lo dejó inconsciente. Fue trasladado a la enfermería donde se le apreció traumatismo craneoencefálico. Una vez concluido el paseíllo el torero Ginés Marín recibió una fuerte ovación por su triunfo en la tarde de su salida por la Puerta Grande, que tuvo que corresponder con un saludo desde el tercio.

En el primero de la tarde el tercio de banderillas fue una autentica capeaen cuanto a la mala colocación de los toreros. Fernando Sánchez destacó en la colocación en banderillas en el segundo y en el cuarto, donde también destacó Miguel Martín. En lo negativo hay que olvidar el par que intentó colocar el torero Antonio Manuel Punta, donde hasta en el tendido se sintió la vergüenza torera que no demostró el torero de plata. 

Comentarios:

Se le iba la tarde al torero mexicano, Joselito Adame, perdido en la vulgaridad y en la trampa, pero en el sexto y ante un toro que debía haber pasaportado a mejor vida sin miramientos, ya que su condición de manso e inválido no se merecía otro trato, se cuadró para entrar a matar, lanzó la muleta a la arena, y se fue detrás del estoque al morrillo de su enemigo saliendo arrollado del embroque sin consecuencias. El toro cayó “rodao”. Este hecho causó el delirio en los tendidos que se poblaron de pañuelos como premio al tremendismo que también tiene su cabida en la fiesta pero que es más propio de los espectáculos circenses. 

Pero al no conseguir el reconocimiento a su esfuerzo toreando el torero tuvo que tirar del recurso del valor mal interpretado por los aficionados y de esta manera conseguir el único trofeo de la tarde. Pero valor se demuestra con toros y si con animales encastados y que transmitan miedo a los tendidos, el matador decide hacer este tipo de gestas, allá él y sus plañideros seguidores. Pero volviendo atrás en el tiempo, su primero fue un animal que llegó a la muleta mostrando una invalidez manifiesta y el torero tuvo que conformarse con pasarlo por la muleta pero sin someterlo, ya que se quedaba sin enemigo. En esta ocasión su labor fue premiada con un absoluto silencio. Nadie de los futuros plañideros sacó a relucir sus protestas. Que no se repitan estos espectáculos bochornosos de toros que ruedan por la arena y que los toreros tiene que hacer de enfermeros es una lucha donde deben implicarse todos, incluidos los toreros. Ante el descastado y manso cuarto, que mostró nobleza en la muleta, el matador dio un recital de mentiras y falsedades manejando la muleta, donde los mantazos, el pico y la colocación delante del toro anduvieron presentes durante toda la faena, por llamarla de alguna manera, hecho que sorprendería hasta los más proclives festivaleros, que hacen con sus peticiones de trofeos un flaco favor a la fiesta. Pero nadie de estos ínclitos amigos del tremendismo, protestó por la mentira que estaba ofreciendo el “valeroso” torero mexicano.

Ginés Marín se encontró en su primero a un animal que se parecía un toro solo en su forma. Al segundo muletazo se derrumbó y el torero en un acto que le honró decidió tomar el acero y no estar recordando a los espectadores durante diez minutos el estado de la fiesta ante un animal que nunca debió lidiarse. En su segundo y quinto de la corrida, fue un manso que desarrolló sentido y que llegó a la muleta avisado y le costaba tragarse los muletazos. El torero debió lidiarlo, como se hacía antaño con los mansos, pero ese tipo de faenas ha perdido actualidad en la tauromaquia. Ahora si no se le dan 200 muletazos, los ínclitos espectadores que alaban el tremendismo circense lo toman como una ofensa personal. 

Por su parte, Francisco José Espadas, toreó solamente el toro de su confirmación. Prolongó la faena y recibió del palco un aviso antes de entrar a matar. Cuando lo hizo fue enganchado por su enemigo que lo zarandeó y llegó a pisotearlo en la arena. El torero tuvo que ser trasladado la enfermería para no volver a aparecer.

©Pepeíllo.

viernes, 26 de mayo de 2017

26 de mayo de 2017: Uno que se marcha


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.. 


Ganadería

5 toros de Jandilla y 1 de Vegahermosa, lidiado en tercer lugar. Ambas ganaderías de procedencia Juan Pedro Domecq y Diez. Bien presentados, algunos de ellos con casta como el segundo. El quinto fue devuelto a los corrales y en su lugar se lidió un sobrero de Salvador Domecq, de la misma procedencia. Al segundo se le dio la vuelta al ruedo ante el estupor de muchos de los presentes.

Terna:
  • Paquirri. De azul y oro. Pinchazo arriba y descabello. Silencio. Estocada desprendida. Silencio.
  • Sebastián Castella. De celeste y oro. Estocada casi entera y trasera. Aviso. Oreja. Aviso, pinchazo sin soltar y estocada caída, 2º aviso. El toro se echa. Saludos desde el tercio.
  • López Simón. De marino y oro. Estocada saliéndose de la suerte. Silencio. Dos pinchazos, y estocada saliéndose descaradamente de la suerte. Aviso. Silencio.

Presidente: D. Gonzalo Julián de Villa Parro.

Le costó al presidente devolver al quinto después de mostrar signos evidentes de invalidez, y cuando lo hizo sorprendió a los asistentes ya que algunos pensaron que se había equivocado de pañuelo y en lugar de cambiar el tercio, mostró el pañuelo verde. Pero el mal ya estaba hecho, tenía que haber tomado esa decisión antes, pero intentó colar el inválido. Al segundo le concedió la vuelta al ruedo, a un toro que no se le vio en el caballo, escarbó, y aunque tuvo trasmisión en la muleta el premio causó muchas sorpresas en los tendidos. Poco a poco las decisiones de los presidentes van en la dirección de ir mentalizando a los aficionados que algo grande puede ocurrir en cualquier momento. Con justificación o sin ella. 

Suerte de varas: 

  1. Chillista. 524 Kg. Negro listón. En la primera entrada al caballo empujó en el peto y el piquero le tapó la salida. Volvió a entrar suelto y de nuevo fue castigado trasero, se repuchó. Manso y descastado. 
  2. Hebrea. 527 Kg. Negro listón. Las dos veces que acudió al caballo no fue castigado y en la muleta tuvo transmisión, pero no para la vuelta al ruedo..
  3. Imperial. 561Kg. Negro. De Vegahermosa. En la primera vara el piquero marcó bajo y trasero y en la segunda no lo castigó. Cumplió con el montado y en la muleta se fue sin torear..
  4. Investigadora. 552 Kg. Negro listón. No lo pusieron en suerte, el piquero le tapo la salida y el animal se dejó pegar. En una palabra, todo al revés. .
  5. Hojeadora. 544 Kg. Castaño bragado. El sobrero se defendió en el caballo y salió suelto. En la segunda se arrancó con tranco pero el piquero se limitó a sujetarlo. Blando y complicado en la muleta. El torero no pudo con él. 
  6. Decano. 556 Kg. Negro bragado meano. El piquero lo hizo todo mal y al final el toro se fue sin picar. Manso en el caballo, en la muleta estuvo por encima del torero. 

Cuadrillas y otros: 

Tarde bochornosa donde el coso venteño registro un lleno casi total aunque no se llegó a colocar el cartel de “no hay billetes”.

Destacó en la lidia Raphael Viotti en el segundo, y en la colocación del tercer par de banderillas en el quinto. En el tercero se lucieron con los garapullos, tanto Domingo Siro como Jesús Arruga, intentando hacer bien su labor. 

Comentarios:

Paquirri se despedía de Las Ventas. A todos nos pareció bien la medida tomada, pero hay que recordar que este torero nunca disfrutó de un consenso en Madrid. Tuvo su tiempo de esplendor amparado por la férula de la prensa, tanto partidista como de la llamada del corazón y desde esta protección envió dardos envenados contra el sector crítico de Las Ventas, en lugar de demostrar sobre el ruedo su valía como torero. 

Sin embargo y ajustándonos a lo vimos ayer, el matador tapó a los dos toros que le tocaron en suerte, pasándolos en la muleta, a mi parecer, en terrenos equivocados, ya que si se les daba los medios posiblemente les hubieran exigido y posiblemente la muleta del torero no hubiera estado en condiciones de responder a esta exigencia. Tuvo el detalle de parear a su segundo, pero de manera vulgar, colocando los rehiletes a toro pasado. Al cuarto de la tarde consiguió hacerlo malo, y en esa trampa no cayeron los aficionados venteños.

Castella en su primero y ante un cinqueño ejemplar, comenzó intentando lucirse con el capote y ya en la faena de muleta lo recibió con los consabidos peses cambiados, los cuales forman parte de su repertorio habitual, continuando con una serie de redondos ajustados pero olvidándose, como también es habitual, de cargar la suerte y con el pico de la muleta por delante. Continuó con otra tanda de redondos llevando a su enemigo empapado en la muleta. Al natural su toreo no brilló, consiguió algunos detalles como un cambio de manos pero sin colocarse en su sitio. El quinto le pidió el carnet al torero y este se lo debió dejar en el hotel, y el toro no se lo perdonó. Es lo que tienen los toros exigentes y complicados. Su enemigo necesitó una muleta que lo hubiera sometido por bajo y ese fue precisamente el examen que el torero no aprobó. En una palabra, Castella no pudo con su enemigo. 

Alberto López Simón demostró ayer que continúa en ese estado de indiferencia que no le permite realizar una labor, primero con valor y segundo con torería. No pudo con ninguno de sus dos enemigos, aunque tampoco fueron una perita en dulce, pero un torero que va camino de ser figura tiene que demostrar su valía no solo con el carretón, sino con los toros que presenten complicaciones, y aunque ante estos animales los aficionados no le van a exigir el toreo bonito, tampoco le pueden permitir que en su primero se limitara a acompañar la embestida del burel, en lugar de torear. En su segundo comenzó al natural, pero de su pañosa solo salían mantazos. Algún osado aficionado le espetó desde el tendido: “antes te valían todos los toros, ahora no te vale ninguno”. Con esto sobran comentarios. Ánimo torero a recuperar ese sitio que falta le hace a la fiesta. 



©Pepeíllo.

jueves, 25 de mayo de 2017

25 de mayo de 2017: Un torero sobre el albero venteño. Ginés Marín



Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros. 

Ganadería

Alcurrucen. Encaste Núñez en la línea de Rincón. Mansotes y nobles en la muleta. Algunos protestados por falta de trapío, como el tercero, quinto y sexto. . 

Terna:

  • El Juli: De teja y oro. Estocada baja con saltito incluido. Oreja. Metisaca y estocada baja y trasera con saltito incluido y descabello. Aplausos. 
  • Álvaro Lorenzo: Que confirmó alternativa, de azul cielo. Bajonazo descarado. Aplausos benevolentes. Estocada atravesada, aviso. Se echa el toro y casi cornea al puntillero. Saludos. 
  • Ginés Marín: Que confirmó alternativa, de marino y oro. Tres pinchazos, aviso y descabello sin clavar el estoque. Aplausos generosos. Bajonazo. Dos orejas. 

Presidente: D. Justo Polo Ramos

Concedió la segunda oreja a Ginés Marín con un bajonazo, poniendo con ello muy barata la plaza a la cual preside.

Suerte de varas: 

  1. Fiscal. 545 Kg. Negro Bragado. Manseó en las dos entradas al caballo. En la primera salió suelto y en la segunda se repuchó. Manso y noble en la muleta.
  2. Castañuela. 526 Kg. Negro bragado. Al no pararlo nadie, acudió suelto al picador que tapaba puerta y después al caballo de contraquerencias. Manso que se ha dejado torear en la muleta. 
  3. Favorito. 506 Kg. Castaño bocidorado. En la primera vara el picador midió el castigo y en la segunda no fue castigado. Manseó en el caballo y no tuvo recorrido en la muleta.
  4. Cornetillo. 527 Kg. Negro bragado. Peleó en el caballo pero no fue castigado. En la segunda vara lo tuvieron que meter debajo del peto para que acudiera y el piquero se limitó a marcar el castigo. Manseó en el caballo, buscó el amparo de las tablas, pero el torero lo entendió en los medios a su manera.
  5. Peleón. 523 Kg. Negro listón. En la primera vara se defendió en la pelea y en la segunda lo metieron bajo el peto y salió suelto. Manso que se dejó torear en la muleta. 
  6. Barberillo. 528 Kg. Negro listón chorreado. En la primera vara derribó al caballo y en la segunda acudió suelto y salió suelto sin castigo. No se le ha visto en el caballo y en el último tercio puso el triunfo en la muleta del torero.

Cuadrillas y otros

En tarde de calor se celebró la decimocuarta corrida de toros, en la cual El Juli dio la confirmación a los toreros, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín. Este último salió por la Puerta Grande al desorejar al sexto de la tarde. 

Comentarios:

Ginés Marín ya demostró algunos detalles en el tercero, pero a su enemigo le costaba acudir al engaño y al torero también colocarse en su sitio. Tanto en el toreo en redondos como al natural al animal le costaba repetir, a pesar de ser una babosa. El torero intentó poner la guinda que le falto al toro, pero no lo consiguió Sin toro no hubo faena. Pero salió el sexto y el matador lo entendió desde el primer momento, a pesar de que le costó ajustar la embestida a su muleta, pero cuando lo hizo dejó de descomponer la figura y tirar del toro, tanto al natural como en redondo, dando unos muletazos de cortijo, sobre todo un natural y un redondo sensacionales, consiguiendo unificar los criterios en los tendidos y dando un respiro al sufrimiento de los espectadores dada la vulgaridad que se habían ofrecido hasta la fecha. La faena fue de cinco minutos, ya que para cortar las dos orejas a un toro no hace falta más tiempo. El toreo fue de quilates y por poner un pero la segunda oreja le fue concedida después de un bajonazo, y eso es poner la salida en hombros de esta plaza muy barata. 

El Juli también cortó una oreja en su primero, pero el toreo no tuvo nada que ver con el realizado por su compañero, Ginés Marín. El torero madrileño torea como sabe y hasta aquí nadie puede exigirle más, pero lo que si se le puede exigir es que sus faenas, llenas de técnica y conocimientos, no queden marcadas por las ventajas, y además sin tapujos. Cierto que consiguió muletazos largos y templados, en eso es un maestro, pero en todo lo demás no expuso nada nuevo ante la afición venteña. Metió el pico con descaro y se olvidó de cargar la suerte, y si el público le solicita mayoritariamente los trofeos, nada que objetar, salvo decir lo que ocurrió. Su segundo se emplazó en tablas y el torero estuvo muy acertado en sacarlo a los medios con solo dos muletazos. De nuevo el torero comenzó a tirar de recursos ventajistas unidas a su técnica, tanto en el torero en redondos como al natural. En el uso de rematar los muletazos para fuera, y meter el pico es un verdadero maestro, lo malo es que los aficionados también tienen sus preferencias, y no habrá duda que el día que toree con la verdad por delante se le reconocerán sus virtudes, que sin duda también las tiene. 

A Álvaro Lorenzo le tocó lidiar al primero y al quinto por su condición de su confirmación. En su primero bridó a su apoderado. Lo recibió con unos muletazos por arriba, continuando con el toreo en redondo pero escondiendo la pierna contraria, sin caer en la cuenta que en el día de su confirmación debería haber tenido el detalle de hacer las cosas con una mejor disposición. En el toreo en redondo bajó la mano pero sus muletazos sufrieron el castigo de ser enganchados. Al natural no consiguió ligar ninguna tanda. Volvió con la mano derecha y sufrió un desarme. El arrimón fue el recurso de rematar la faena. El segundo de su lote se dejó torear. El torero toledano lo intentó en redondos donde su muleta volvió a sufrir los enganchones, consiguiendo algunos derechazos templados, pero escondiendo la pierna contraria. Lo intentó al natural pero mostrando el pico por delante de la panza de la muleta. Es lo que les toca sufrir a los aficionados que vivieron otros tiempos donde el toreo se valoraba con otros parámetros. Al final el torero se puso pesado y tuvo que sufrir las críticas de los tendidos. Hay que saber medir los tiempos, matador.



©Pepeíllo.

miércoles, 24 de mayo de 2017

24 de mayo de 2017:Decepcionante ganado



Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.


Ganadería

Núñez del Novillo, perdón, del Cubillo. Encaste procedente de varias líneas de Domecq, con predominio del marqués de Domecq. El único toro que se salvó de la quema del descastamiento fue el quinto, que a pesar de mostrar signos de manso y blando, se vino arriba en banderillas. Independientemente del juego que dieron los astados, su presentación distó mucho de las exigencias de esta plaza y varios fueron protestados de salida y pitados en el arrastre. Otro fiasco de ganadería.

Terna:

  • Juan Bautista: De sangre de toro y oro. Estocada baja saliéndose de la suerte y descabello. Silencio. Bajonazo en la suerte de recibir. Silencio.
  • Alejandro Talavante: De azul noche y oro. Estocada desprendía y atravesada. Saludos. Estocada baja recibiendo Oreja. 
  • Roca Rey: De azul marino y oro. Estocada muy baja tirándose a los bajos. Silencio. Estocada. El toro tuvo una muerte brava. Silencio.

Presidente: D. Trinidad López pastor-Expósito

Si durante el festejo el presidente se dejó colar algún animal que debió volver a los corrales, visto el ganado que se lidió debía haber defendido la categoría de la plaza y no permitir que salieran por chiqueros algunos ejemplares que rondaron el trapío de novillos.

Suerte de varas: 

  1. Tobillita. 589 Kg. Salinero. En la primera entrada al montado el burel hizo una fea pelea empujando con un pitón y en la segunda, el piquero no le hizo ni sangre. Manso, descastado y blando que se dejó torear en la muleta.
  2. Tristón. 518 Kg. Jabonero. En cuanto sintió el hierro salió despavorido del caballo. En la segunda el toro se dejó pegar pero Trujillo lo sacó rápidamente para que no se dejara las fuerzas en la pelea. Manso y noble en la muleta. .
  3. Aguador. 516 Kg. Colorado chorreado. En la primera entrada se dejó pegar y empujó sin fijeza. En la segunda vara se limitó a sujetarlo. 
  4. Relatero. 542 Kg. Colorado chorreado. Acudió suelto al caballo y salió suelto. En la segunda repitió el mismo resultado. Manso, inválido y noble. 
  5. Nenito. 538 Kg. Negro listón. En la primera vara se defendió, y salió suelto. Acudió al relance pero el piquero no lo castigó. En la segunda no lo castigó, volvió a salir suelto y perdió las manos. Manso encastado. 
  6. Hoacino. 582 Kg. Negro listón. Acudió suelto al caballo, el piquero marcó bajo el castigo y le tapó la salida como vil manso. En la segunda se defendió y y salió suelto. Manso que no se le vio en la muleta, ya que por causas desconocidas, terminó con una descoordinación en sus movimientos.

Cuadrillas y otros: 

Segundo festejo donde se puso el cartel de no hay billetes. En tarde veraniega la plaza registró un lleno absoluto, donde hasta en las andanadas era difícil encontrar un hueco libre. 

Al comienzo del festejo, el tendido 7 se llenó de pancartas en protesta de cómo se está desarrollando la fiesta en cuanto al ganado presentado por la nueva empresa, pero por lo se ve no hay atisbo de cambio, y menos cuando aparecen las figuras, con su equipo de veedores, que eligen el ganado en las dehesas y nadie es capaz de llevarles la contraria. El poder, es el poder.

Talavante fue herido en quinto en el en el tercio inferior de la cara interior del muslo derecho, con una trayectoria de 20 centímetros. Pronóstico reservado. 

Durante la faena de muleta al sexto de la tarde el toro comenzó a dar muestras de descoordinación y el torero tuvo que abreviar y despenarlo. El único argumento que tuvo a su alcance el aficionado es que en la primera vara el animal fue castigado en la paletilla. Pero insisto, es una mera apreciación.

Comentarios:

Tarde de olvido a pesar de las figuras. Roca Rey mostró una insolidaridad, con sus compañeros de cartel. En el tercio de banderillas del segundo y quinto, dejó desprotegidos a los banderilleros de la cuadrilla de Talavante, al no colocarse en su sitio. En el primero llegó tarde y en el segundo ni se molestó. Y ya que hablamos de respeto también lo podía hacer extensible a los que ocupan los tendidos, y anunciarse con toros y no con lo de ayer..

Y salió el quinto de la tarde, una manso que hizo hilo a la salida de un par al torero de plata Juan José Trujillo. Con la muleta lo primero que tuvo que tragar Talavante fue una especie de quiebro al venirle el toro descompuesto y que el pacense aguantó. Pero, todo lo sucedió después no tuvo nada que ver con el poderío que ha mostrado Talavante en otras ocasiones. Se le vio algo apático y el toro se hizo dueño de la pelea. En la segunda tanda de naturales el animal se comía la muleta y el torero no encontró en ningún momento contrarrestar la acometividad de su enemigo, que le hizo perder la pañosa. Cuando volvió al toreo en redondos, el animal lo prendió y lo zarandeó. El matador después de comprobar su estado volvió a la cara del toro, dando una tanda de naturales que generó en los tendidos una carga emotiva a pesar que el torero escondía la pierna contraria. Ajustándonos a los hechos Talavante no pudo con su enemigo, pero eso no quita que le deseemos una pronta recuperación. La faena a su primero fue de altibajos, pero con el predominio de las ventajas por delante, tanto en redondos como en el toreo al natural. Un desplante como epilogo de faena llevó la alegría a los tendidos. 

Juan Bautista parecía que se anunciaba para abrir el cartel a las figuras. Desgraciadamente así fue. El francés se limitó en su flojo primero a una fría faena llena de ventajas ante un animal que de entrada tuvo recorrido por ambos pitones. Cuando se percató de las condiciones de su enemigo trató de remendar la plana e intentó el toreo rematando los muletazos en la cadera, pero sus intenciones no llegaron los tendidos. Lo intentó al natural pero por ese lado el toro tuvo meno recorrido. Ante el inválido y noble cuarto, Bautista se limitó a pasarlo por la muleta como fiel funcionario que no quiere destacar ante su jefe. Si le bajaba la mano el burel rodaba por la arena, y de esta manera y ante el calentamiento de los tendidos, el torero terminó aburriendo y casi con una componente provocadora. Esto último fue una apreciación subjetiva.

Roca Rey defraudó a sus incondicionales. Estos esperarían que el peruano desarrollara sobre el albero venteño su repertorio, casi rayando el tremendismo, pero para ese tipo de faenas hace falta toro, y eso fue lo que no hubo salvo el mencionado quinto. Su primero fue un astado soso y que terminó defendiéndose en la muleta. Después de los compases de recibo, el torero no se ajustó al natural y en redondos no se cruzó en ningún momento de la faena. Tiró del recurso del arrimón, pero para este caso y sin toro, no coló. En el sexto no pudo hacer nada al sufrir el animal una descoordinación en los primeros compases de la lidia.



©Pepeíllo.

martes, 23 de mayo de 2017

23 de mayo de 2017: Toro, toro, toro……


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

4 toros de Valdefresno y dos de los Hermanos Fraile Mazas, lidiados en quinto y sexto lugar. Aunque es preceptivo dar datos del comportamiento de la ganadería, no me saldría mucho de la realidad de los hechos si abrevio y digo que fue una autentica mansada, inválida y descastada, y aunque fueron devueltos al corral dos toros, el primero y el cuarto, los dos sobreros no se diferenciaron mucho de los del hierro titular. Vaya despropósito de ganaderías que está contratando el nuevo empresario. El primero fue devuelto a los corrales, se corrió turno y en su lugar apareció el cuarto. El cuarto un sobrero de Adelaida Rodríguez, también fue devuelto, y en su lugar se lidió el segundo sobrero, de la ganadería de Carriquiri

Terna:

  • Daniel Luque: De rioja y oro. Estocada desprendida y trasera. Silencio. Dos pinchazos, estocada caída, aviso y dos descabellos. Silencio
  • Jiménez Fortes: De celeste y azabache. Estocada, descabello, aviso y descabello. Silencio. Estocada baja y descabello. Silencio. 
  • Juan Leal: De lila y oro. Media estocada, aviso y descabello. División de opiniones cuando saluda. Pinchazo sin soltar y estocada baja. Silencio. 

Presidente: D. Jesús María Gómez Martín.

No lo tuvo fácil D. Jesús, ya en el primero de la tarde comenzó dudando sobre su devolución, en premonición de lo que vendría después. También envió a los corrales al cuarto, por inválido, como toda la corrida, pero como los demás aguantaron en pie, esa fue su salvación. Pero nadie se hubiera extrañado si llega a echar toda la corrida para atrás, pero no lo hizo. A estos empresarios hay que darles un escarmiento serio y los únicos que tiene fuerza es la autoridad, una vez comprobado que los aficionados son tratados como la lacra de la fiesta. 

Suerte de varas: 

  1. Pelotillo. 548 Kg. Negro. Recibió dos picotazos y a pesar de esto blandeó y se defendió en la muleta
  2. Cigarro. 521 Kg. Negro. Tampoco fue castigado, su entrada al caballo sirvió para levantar las airadas protestas de los aficionados. Inválido, descastado. 
  3. Pomposico II. 526 Kg: Negro. En la primera vara empujó con un pitón, no fue castigado y perdió las manos. La segunda entrada al caballo fue un trámite.
  4. Perseguido. 554 Kg. Colorado anteado. El montado tuvo que salir a los medios para intentar castigarlo, ya que el toro se emplazó en esos terrenos. En la segunda vara el burel se defendió mostrando la mansedumbre que llevaba dentro. 
  5. Yegüero. 510 Kg. Negro. .De Fraile Mazas. El picador no tuvo fortuna, el toro a pesar de ser un inválido casi derriba al montado El toro salió de la pelea sin castigar. En la segunda vara recibió un picotazo. Manso, descastado e inválido. 
  6. Cantanero. 565 Kg: Negro bragado. En la primera vara se arrancó de largo y salió despavorido al sentir el hierro. En la segunda entrada le costó acudir al montado y cuando lo hizo el piquero, a pesar de agarrarse trasero, el burel empujó metiendo los riñones. Manso blando y descastado. 

Cuadrillas y otros: 

En tarde de calor, se celebró el duodécimo festejo del ciclo isidril, donde el coso venteño registró tres cuartos de su aforo. Una vez finalizado el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del atentado terrorista perpetrado en Manchester. Las banderas de la plaza de Las Ventas ondeaban a media asta. 

En la brega destacó en el segundo de la tarde, Cándido Ruiz

Con los palitroques destacaron Juan Contreras, en el primero y Juan Caricol en el cuarto. Sin embargo en el quinto la cuadrilla de Fortes montó el sainete en esta suerte. 

Comentarios:

A la caída del quinto y del sexto toro, parte de los tendidos manifestaban su disconformidad, a través de la frase, Toro, toro, toro…….. En estos espectáculos la verdad es muy subjetiva y todo aquel que paga su entrada tiene la facultad de pensar que “su verdad” vale más que las de las demás. Pero ayer como no había figuritas, este hecho dio pie a que no existieran enfrentamientos por defender esa verdad subjetiva que cada uno posee. Por este motivo fue un buen momento para que toda la plaza hubiera unificado criterios en la lucha a través de la protesta, para intentar conseguir que por chiqueros salgan animales que vuelvan a emocionar a los espectadores.

La ocasión lo merecía ya que el ganado que trajo de la dehesa la familia Fraile, creo que debería haber ido al matadero, y seguramente le hubieran puesto trabas. Vaya corrida que lidió el ganadero salmantino, y que no tuvo ningún rubor en adquirir el nuevo empresario de las Ventas, que va camino de superar a todos los anteriores gestores, en la mala calidad ofrecida hasta la fecha. El empresario continúa vendiendo humo y los que asisten al coso respirando el hedor que emana de sus despachos.

Los toreros no tuvieron oportunidad de lucir sus ansiadas esperanzas de triunfo, pero tampoco era el momento de jugársela a la ruleta rusa, como lo hizo Juan Leal en el tercero, un manso y descastado animal, que el torero quiso bordar delante de su enemigo, el extremismo del arrojo innecesario. Su valentía pecó de excentricidad, ya que hasta para ser valiente hay que saber aprovechar la oportunidad, y lo de ayer fue casi una falta de respeto a los aficionados. Ya que el ganado lo único que mereció fue una faena de aliño antes de transportarlos a mejor vida. En el sexto el torero francés intentó repetir la misma faena y el público le protestó su osadía diciéndole con su protestas, si deseas jugártela, allá tu, pero a nosotros no nos hagas participes de esta irresponsabilidad.

Daniel Luque tuvo que bailar con la más fea, en cuanto al ganado se refiere. Le tocó limpiar de los corrales los dos sobreros, al serle devueltos los dos toros de su lote. Pero tampoco los sobreros encandilaron el festejo. Se nota que el empresario lo que compra lo hace a conciencia, y visto el resultado, no creo que sea lo más granado de la dehesas. Vergonzoso fue lo que salió por chiqueros. En su primero bis, se le coló al primer muletazo, después de sacarlo a los medios, y al tercero el burel perdió las manos. El animal comenzó a defenderse y parándose en la mitad de la suerte, y el torero sevillano tuvo que tragarse varios parones mostrando, en la parte que le correspondía, una vergüenza torera, algo tan escaso hoy en este mundillo.. Su segundo visto lo que mostró, durante la lidia, el torero estuvo dispuesto pero esa disposición no le bastó para templar las acometidas de su enemigo, ya que en casi todos los muletazos le punteaba la pañosa. Al prolongar la faena, tanto el toro como el torero entraron en el camino de la vulgaridad, haciendo interminable esta tarde de mansos, inválidos y descastados animales. . 

Jiménez Fortes fue más comedido en su labor a pesar recibir a su primer enemigo de rodillas y recetarle unos naturales, de los cuales en dos de ellos consiguió lucirse tirando de su enemigo con temple. Pero el toro debido a sus escasas fuerzas no se entregó en la pelea y en cuanto que el torero le bajaba la mano trataba de rendir cuentas perdiendo las manos. A pesar de esto y debido a su disposición, el torero consiguió algún muletazo de calidad, pero no fue suficiente para romper el rumbo que había tomado la tarde. En su segundo y ante un animal de las mismas condiciones, se repitió la misma historia, el torero lo intentó, tanto en redondos como al natural, pero en cuanto intentaba someterlo el animal perdía la verticalidad. Una pena torero. 



©Pepeíllo.

lunes, 22 de mayo de 2017

22 de mayo de 2017: El público ilustrado


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de novillos

Ganadería

El Montecillo. Procedencia, Juan Pedro Domecq y Díez y Juan Pedro Domecq Solís. Bien presentada, aunque a la mayoría de los ejemplares les faltó cara. El cuarto y el quinto se dejaron pegar en el caballo, librándose de la mansedumbre y descastamiento que mostraron sus hermanos de camada. El segundo, cuarto y quinto se dejaron torear

Terna:
  • Jesús E. Colombo: De Rioja y oro. Pinchazo y estocada trasera. Saludos correspondiendo a unos aplausos generosos. Estocada trasera y contraria, aviso. Vuelta al ruedo discutida. 
  • Pablo Aguado: De verde botella y oro. Bajonazo de escándalo y estocada delantera. Aviso. Silencio. Estocada caída que vale. Aplausos.
  • Rafael Serna: De fucsia y oro. Estocada caída y atravesada, saliéndose de la suerte. Estocada baja, y atravesada. Silencio 

Presidente: D. Javier Cano Seijo.

En esta ocasión no nos duelen prendas en alabar la labor del presidente. En el cuarto no cayó en el triunfalismo mostrado por un público muy generoso a la vez que asaz ignorante, al solicitar la oreja del novillo, tratando de premiar una faena sin gota de enjundia. 

Suerte de varas

  1. Zapateador. 505 Kg. Negro. El novillo mostró mansedumbre las tres veces que acudió al caballo. La primera al relance saliendo suelto, la segunda de la misma manera y la tercera fue un simulacro donde recibió muchos capotazos para colocarlo en suerte. Manso y descastado.
  2. Sillero. 473 Kg. Castaño claro bocidorado. En la primera vara manseó aunque el piquero le pegó de lo lindo, y en la segunda acudió al relance y salió suelto de la pelea. Manso en el caballo que respondió en la muleta. 
  3. Zapateadoro. 518 Kg. Negro salpicado. Se defendió en el caballo, se dejó pegar y salió suelto. En la segunda entrada continuó mostrando signos de mansedumbre. Manso, descastado que no transmitió nada en la muleta.
  4. Ratonero. 482 Kg. Negro salpicado, bragado, meano, girón axiblanco. Fue el único novillo que empujó en el caballo, con el agravante que fue muy mal picado. El torero no lo aprovechó en la muleta. 
  5. Ilustrador. 515 Kg. Negro salpicado. En la primera entrada marró el piquero y no el animal no fue castigado. En la segunda vara mostró fijeza pero el piquero no lo castigó. En la faena de muleta acudió al engaño con nobleza, el torero no lo entendió.
  6. Mensajero. 511 Kg. Negro salpicado. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda salió suelto. Manso y descastado. 

Cuadrillas y otros: 

En tarde soleada y con algo más de tres cuartos de entrada se celebró la primera novillada de la feria, donde hizo su presentación el torero venezolano, Jesús E. Colombo. Ante la vulgaridad en la colocación de los rehiletes, destacó, Antonio Ronquillo en un par al tercero y Miguel Ángel Gómez en otro par al quinto. 

Comentarios:

En todos los espectáculos de la sociedad, acude público entendido y otro no tanto. En las plazas de toros se da la circunstancia que tiene el derecho de mostrar su opinión de manera democrática, influyendo en el resultado de los festejos. Ayer ocurrió lo que viene siendo habitual en esta plaza. Un público, supuestamente ilustrado, que quiso premiar a un torero que no mostró en ningún momento de su labor méritos para tal premio. Este público, minoritario, que solicitó el trofeo para el torero venezolano, mostró posteriormente un desconocimiento de las normas que marcan las corridas. En estos espectáculos hay un tiempo para premiar a cada participante, desde el toro al presidente de la corrida. Ayer se mezclaron todos al unísono, en un batiburrillo de opiniones que al final nadie conocía su destinatario, ni incluso los protagonistas de tal desaguisado musical. Pero el presidente en esta ocasión aguantó el chaparrón de los festivaleros espectadores manteniendo la negativa de conceder un trofeo a Jesús E. Colombo Cierto que estuvo bullicioso con las banderillas, pero con la muleta no se acopló en ningún momento a su enemigo faltándoles a sus muletazos la belleza del remate, que es lo que hace bello este juego del hombre con el animal.

En su primero El torero se equivocó en el uso del tiempo de la lidia. Comenzó a dar tandas sin contenido torero, pensando que el novillo tenía 200 muletazos, pero no fue así, después de dos tandas, vulgares, donde el animal acudió con son, se fue apagando y el torero se quedo sin la luz que alumbrara sus intenciones de continuar toreando dando pases, buscando lo que había perdido antes. Ese no es el camino, torero. 

El primero de Pablo Aguado le sacó los colores al matador, una pena, pero así fue. Al principio de faena se dobló con su enemigo y el novillo se desplazaba bien por ambos pitones, pero cuando se puso a torear todo lo hizo al revés, tanto en el toreo en redondo como al natural, se colocó al hilo del pitón y metiendo descaradamente el pico, En una palabra, un toreo vulgar. El novillo que iba de largo lo aburrió pegando trapazos. En su segundo y ante un enemigo que metió la cabeza de lujo, consiguió un muletazo llevando a su enemigo empapado en la muleta, todo lo demás, estuvo afeado por los enganchones y por los desarmes, con el agravante que cuando intentó el toreo al natural la nobleza del burel lo desbordó. Otra vez sera, matador, pero hay que mentalizarse que cuando un torero se viste de luces es para torear, no para pegar pases, eso está destinado a las figuras, que encima cobran por ello.

Rafael Serna no anduvo muy lejos de sus compañeros en cuanto a la calidad que imprimió a su toreo. Lo malo de algunos jóvenes que aspiran a ser matadores, es que cuando practican un toreo vulgar, como siempre hay espectadores que aplauden hasta cuando pasa un avión por la plaza, deben creerse que están inventando el toreo, y cuando rematan las tandas de muletazos, salen de la cara del toro con un aire de altanería que sorprenden hasta a sus enemigos. El torero que hace lo que sabe, nadie puede exigirle más en su labor. Pero si hasta el propio matador no sabe lo que está haciendo, eso sí es preocupante, sobre todo para su carrera. Tanto al natural como en redondos no estuvo afortunado, y no consiguió sacar al público de su letargo. En el sexto se encontró con un novillo que comenzó midiendo cuando acudía a la muleta. El matador intentó hacer el toreo moderno, sin caer en la cuenta que lo que el manso y descastado animal le pedía era una lidia para prepararlo para entrar a matar. El coleta terminó desbordado sin que nadie le indicara desde el callejón lo que tenía que hacer.



©Pepeíllo.

domingo, 21 de mayo de 2017

21 de mayo de 2017: Descaste ganadero y un torero dispuesto


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros. 


Ganadería

De Las Ramblas, procedencia de la ganadería de El Torero. Mansos, descastado, blandos, sin rematar, a algunos no les salvó ni la cara. En síntesis, un desastre ganadero, impropio de una plaza de toros.

Terna:

  • Juan José Padilla. De rioja y oro. Estocada trasera y tendía. Silencio. Estocada tendida y descabello. Saludos desde el tercio. .
  • Antonio Ferrera: De verde manzana y oro. Bajonazo infame. Silencio. Bajonazo aplaudido por la concurrencia. Oreja.
  • Manuel Escribano: De nazareno y oro. Estocada baja. Silencio. Metisaca. Se echa el toro. Saludos. 

Presidente: D. Gonzalo Julián de villa Parro.

El primero de la tarde fue un inválido que tuvo que tragarse la afición ya que el presidente desde su palco no vio, o no quiso ver, en qué estado estaba el animal. Cierto que ningún toro rodó por la arena, pero el presidente permitió que se lidiara una corrida sin hechuras y varios de ellos anovillados y sin rematar e impropia para un coso como este. Pero visto el resultado de lo que llevamos de feria, esta será la tónica a seguir, hasta que el público deje de pasar por taquilla. Es la única solución que los aficionados tienen a su alcance y que puede hacer cambiar el rumbo de la fiesta.

Suerte de varas

  1. Ilimitado. 523 Kg. Negro listón. En la primera vara el piquero lo castigó en el brazuelo. El animal salió de la suerte con indicios de cojera. La segunda vara también caída. Otro picador que debería ir al paro y un inválido más que se tragó el presidente. 
  2. Joyero. 572 Kg. Castaño bragado. Recibió dos picotazos, y la segunda entrada la hizo al relance. Blando, descastado, no fue picado y se apagó en la faena de muleta.
  3. Dudoso. 521 Kg. Negro listón, bragado, meano. En la primera vara acudió suelto y salió de la misma manera al sentir el castigo. En la segunda entrada mostró un descaste que tomándolo como ejemplo el ganadero debería mandar toda la camada al matadero. 
  4. Jardinero. 520 Kg. Castaño. En las dos entradas en que acudió al caballo en la primera hizo una fea pelea empujando con un pitón y en la segunda se repuchó. Manso descastado y que agotó su movilidad en el tercio de banderillas. 
  5. Traslucido. 525 Kg. Colorado. En las dos varas acudió por libre al caballo y salió suelto. En ambas no fue castigado. Manso, descastado, y noble en la muleta. El torero le sacó lo que no tenía. 
  6. Oxigenado. 505 Kg. Castaño bragado meano. Lo único que mostró en el peto fue mansedumbre. No se empleó y el piquero se limitó a sujetarlo. Manso, descastado y parado en la muleta. 

Cuadrillas y otros

La plaza registro unos tres cuartos de aforo. En esta tarde los toreros de plata no se han molestado con los rehiletes, han sido los matadores los que han llevado la carga de esta suerte para su lucimiento. Pero aparte del público generoso que aplaude desde el inicio hasta el final de la corrida sin criterio, los matadores banderilleros defraudaron a los aficionados. Solo en contadas ocasiones llegaron a ejecutar los pares cuadrando en la cara del toro. La vulgaridad se ha apoderado de esta suerte, tan bella pero cuando se ejecuta con la verdad por delante. 

Comentarios:

Me hubiera gustado no haber escrito la palabra descastado, pero hoy lo he hecho al definir el comportamiento de los seis toros, a los cuales he añadido los adjetivos de blandos y sin recorrido en la muleta. Esa fue la tónica que marcó el juego de este impresentable ganado que el empresario tuvo a bien adquirir Visto esto a nadie le extrañaría que la próxima vez elija el futbol. En cuanto al ganadero como supongo que encontraría muchos argumentos para justificar el comportamiento de sus pupilos, no le diré que este ganado debería haber ido al matadero, antes de poner en ridículo el nombre de la ganadería.

Los toreros, excepto Antonio Ferrera que sorprendió a los presentes con un toreo más ortodoxo y en la línea que espera la afición venteña, tanto Padilla como Escribano, aparte que no tuvieron enemigos para calificar su labor, con elementos de juicio, hicieron lo que pudieron. Los tres espadas agotaron en el tercio de banderillas el poco fondo que trajeron los astados de Las Ramblas, pero ya que es esta suerte es lo fuerte de su repertorio, deberían haberse esmerado más, ya que salvo en algún par, todos fueron a toro pasado, buscando más la espectacularidad que la belleza. Pero eso al parecer es más peligroso. 

Sin embargo la sorpresa agradable la ofreció Antonio Ferrera. Estuvo muy por encima de sus dos enemigos, y aunque su primero se apagó en los primeros compases, el torero ibicenco, dibujó con su muleta algunos trazos sin descomponer la figura. En el quinto de la tarde, sin entrar a valorar si la oreja fue un premio excesivo o no, el público que eligió acudir al coso venteño en lugar de ver el futbol, así lo decidió. Pero así están las cosas, y el que manda, manda Como decía, Ferrera le sacó al toro lo que no tenía ejecutando los muletazos sin descomponer la figura, cierto que citó en algunos momentos fuera de cacho, pero su labor estuvo impregnada de torería y dada la escasez que existe en la actualidad le vino muy bien a la fiesta, que tan mal tratada está por los coletas que la llenan de vulgaridad. Bien venido sea ese toreo y que sea para quedarse 

Padilla y Escribano marcaron en la tarde la espectacularidad, junto con Ferrera cuando en los tres primeros toros compartieron banderillas. Esta manera de interpretar el toreo también tiene cabida en estos espectáculos, pero para que luzca con luz propia se necesitan toros que se muevan y que aporten emoción. Padilla se encontró en su primero a un animal que tuvo que limitarse a mantenerlo en pie y que fue muy protestado.. A su segundo lo recibió con 5 largas cambiadas rematadas con una revolera que fueron muy jaleadas por los espectadores, y a criterio de algunos que saben de esto, con una ejecución muy ortodoxa. Ya con la muleta comenzó la faena con unos muletazos de rodillas que fueron muy del gusto del público, pero con esto terminaron sus expectativas, tanto el toro como el torero no encontraron el camino de convencer a los espectadores. El toro se marchó a las querencias de las tablas y el torero en su empeño de mantenerlo en los medios solo encontró en su muleta trapazos.

Por su parte Manuel Escribano se encontró en su primero un autentico cadáver a pesar de que no fue castigado en el caballo. El torero trató de justificar su contrato, pero los espectadores que se ilusiona por la mañana, por la tarde sufren con la realidad de los hechos, y los hechos en esta feria se están repitiendo con mucha frecuencia. Al final el torero de Gerena se puso pesado ante un toro que no merecía el esfuerzo que realizó el torero. A su segundo lo recibió con dos pases cambiados, siendo el segundo temerario. Continuó en redondos y consiguió una serie de tres muletazos templados, pero para no cambiar el guión de la corrida, el toro fue quedándose corto eliminando cualquier atisbo del torero en intentar adecentar la faena, a pesar de eso intentó calentar el ambiente poniendo todo el interés, pero lo único que consiguió fue una serie de medios muletazos llevando el aburrimiento a los tendidos. A pesar de la voluntad de los toreros, lo que aconteció en el ruedo no hizo olvidar a los presentes el final de la liga de futbol. Una pena.

©Pepeíllo.

viernes, 19 de mayo de 2017

19 de mayo de 2017: Llegaron las figuras


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

Corrida de La asociación de la Prensa. 

Ganadería

El Puerto de San Lorenzo, encaste Atanasio Fernández en la línea de Lisardo Sánchez. Mal presentados. Mansos, descastados y blandos. El primero fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un sobrero de la ganadería de Buenavista. El quinto lo mandó el presidente a los corrales y en su lugar salió el segundo sobrero de la ganadería de Torrealta, que también fue devuelto, apareciendo en el ruedo un ejemplar del Conde de Mayalde. Por toriles salieron nueve toros., si la memoria no me falla. 

Terna:
  • Sebastián Castella: De malva y oro. Aviso, estocada perpendicular y trasera, 2º aviso. Descabello. Aplausos. Estocada algo delantera, aviso. Silencio. Estocada en el sexto por cogida de su compañero, Javier Jiménez. Silencio. 
  • Alejandro Talavante: De negro y oro. Pinchazo entrando a ley, media estocada trasera y cuatro descabellos. Silencio. Estocada baja que vale. Oreja. 
  • Javier Jiménez: De sangre de toro y oro. Estocada delantera y perpendicular que vale. Silencio. En su segundo fue corneado y tuvo que ser retirado a la enfermería. 

Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito.

Un detalle bueno alumbró la tarde en las decisiones que tomó D. Trinidad: devolvió tres toros al corral, tres inválidos e impresentables animales que no debieron salir por chiqueros. Pero otro ensombreció su labor: se doblegó a las exigencias de los taurinos permitiendo que se lidiara un encierro impropio de una plaza de la categoría de Las Ventas. Como se desconocen las actas del reconocimiento, los aficionados fundamentan sus opiniones en base a lo sucedido en el ruedo y ajustándose a estos hechos, solicitó con sus protestas que el presidente no era merecedor de ocupar el lugar de la autoridad competente, junto con los veterinarios, que deberían dar explicaciones convincentes porqué se permitió la lidia de animales sin trapío y sin rematar, en una plaza considerada de primera, dando a entender que quien manda en la plaza no es la autoridad, sino, los taurinos. 

Suerte de varas

  1. Juguetón. 545 Kg: Negro bragado axiblanco. En la primera vara se dejó pegar .y en la segunda recibió un picotazo de avispa. Manso y descastado. En la muleta un carretón. 
  2. Garavito. 515 Kg. Negro. En la primera entrada el piquero castigó al animal en los riñones y le tapó la salida. El toro se dejó pegar, otra alternativa no tuvo. En la segunda entrada recibió un picotazo. Mansote en el caballo. En la muleta se defendió. 
  3. Cardilisto. 506 Kg. Negro. La suerte de varas no existió. El comportamiento de este animal no tuvo definición si no era para el matadero. 
  4. Gironero. 563 Kg: Negro. Hizo una fea pelea en varas, pero el piquero no le hizo ni sangre. En la segunda demostró su condición de manso y salió suelto. Manso y descastado como toda la corrida. 
  5. Cubanoso. 539 Kg. Negro. Cuando sintió el hierro salió huyendo y se fue al picador de reserva. Manso y descastado que no fue castigado en varas, pero metió la cabeza en la muleta con cierta claridad. 
  6. Billetito. 532 Kg: Negro. El piquero no estuvo afortunado las dos veces que acudió al montado. A pesar que no se le vio en el caballo durante la lidia dio síntomas de manso. 

Cuadrillas y otros

En tarde de agradable temperatura, se celebró la corrida en beneficio de La Asociación de la Prensa, a la cual asistió el Rey Emérito en representación de la Casa Real. Los tres espadas le brindaron sus primeros toros.

El coso venteño registró un lleno casi completo. El cartel lo merecía, pero el empresario y los taurinos que mandan, les estropearon la tarde a todos los asistentes echando por los corrales un ganado indigno para cualquier coso que se precie de serio.

En la parte correspondiente a las cuadrillas, destacar en el quinto la colocación de los rehiletes por parte de Juan José Trujillo de la cuadrilla de Talavante. 

Sin embargo en la parte negativa, la cuadrilla de Talavante cumplió durante la lidia del segundo toro como fieles funcionarios, con la misión de no robar aplausos a su matador. 

Comentarios:

Llegaron las figuras y el ganado que presentó la empresa motivó las protestas continuadas de los aficionados, que a la vez se preguntarían: ¿Estos toritos para qué? ¿Para que Castella y Javier Jiménez se colocaran al hilo del pitón y de ahí no lo sacaran ni las protestas de los aficionados exigiéndole que se colocaran en su sitio? Talavante al fin y al cabo en el quinto, un sobrero de la ganadería del Conde Mayalde, un toro que reunía el trapío que deben exigir los veterinarios de la plaza, que visto lo que salió por chiqueros, ayer los taurinos les ganaron por goleada, dejando pasar en el reconocimiento el llamado medio toro, esos que siembran los ruedos de España y algún adelantado a su tiempo, habrá dicho, ¡y por qué no en Madrid! 

Si con este ganado, elegido a capricho por los taurinos, Castella, un torero considerado figura del escalafón, no tuvo la honradez torera de ponerse ni tan siquiera en su sitio, y cuando citaba lo hacía metiendo el pico y rematando los muletazos para fuera, que no harán los otros toreros que no tienen la suerte de ser los elegidos de las empresas. En su primero dio una tanda de derechazos templados, pero acompañados por el pico de la muleta, aprovechando el viaje del toro y escondiendo la pierna contraria. En el toreo al natural uso la misma tónica. En una palabra, de torear, nada de nada, y eso que el toro era un carretón, pero el vicio cuando se adquiera es difícil erradicarlo. En su segundo sentí lo que posiblemente muchos aficionados, que si fuera torero me daría vergüenza, primero realizar ese tipo de toreo ventajista y segundo anunciarme con este tipo de toro. El animal sin recorrido se limitó a defenderse y el coleta a interpretar el toreo en redondo la hilo del pitón. Al final se puso pesado y el presidente le tuvo que enviar un aviso con el fin de que dejara de martirizar a los aficionados.

El primero de Talavante, un animalito sin rematar y protestado, el torero lo recibió con muletazos por alto, con la única pretensión que no rodara por el albero. Su muleta no se acopló en ningún momento a la embestida de su enemigo, que punteaba los remates ya que lo único que hizo fue defenderse, al no tener mucho contenido en su interior, pero el matador tampoco demostró nada que destacara sobre su enemigo. En su segundo tuvo que enfrentarse a un animal que seguramente no estaba en el guión y en esta ocasión el torero demostró su condición de figura. Aunque la faena fue de altibajos, el torero pacense le sacó al toro todo lo que tenía, con un toreo sin descomponer la figura, con naturales hondos rematados en la cadera, que junto con unos vistosos adornos, supo darle a la faena un toque de belleza plástica. 

Javier Jiménez solo mató el tercero. El toro al segundo muletazo se derrumbó en el ruedo. No se podía esperar otra cosa, ya que el animal no se empleó durante la lidia por falta de fuerzas. No tuvieron bastante los sufridores espectadores que el toro rodara por la arena, la interpretación del toreo del matador de Espartinas, hacía daño a la vista de todo aquel que sintiera el toreo inmortal. Es lo que toca vivir a los aficionados con ese manojo de taurinos en los despachos y que ninguna autoridad se atreve a enmendarles la plana. En el sexto y después de una serie de mantazos, en un descuido el animal se lo echó a los lomos, infiriéndole una cornada en el muslo derecho que le impidió continuar la lidia.



©Pepeíllo.

jueves, 18 de mayo de 2017

18 de mayo de 2017: En contra de la fiesta


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de. toros.

Ganadería

5 Toros de Parladé, procedencia Juan Pedro Domecq y Díez, y uno de El Montecillo lidiado en cuarto lugar, de procedencia Juan Pedro Domecq y Díez y Juan Pedro Domecq Solís. Mansos, descastados, y blandos. Excepto el primero y cuarto, protestados por falta de trapío. El segundo fue devuelto a los corrales por falta de fuerza y en su lugar se corrió un sobrero de El Montecillo

Terna:

  • Curro Díaz: De rosa y oro. Media estocada desprendida que vale. Silencio. Media estocada que vale. Silencio. 
  • Iván Fandiño: De malva y oro. Estocada casi entera y algo trasera. Silencio. Estocada trasera y 6 descabellos. Silencio.
  • David Mora: De verde manzana y oro. Estocada desprendida y trasera. Saludos desde el tercio a los aplausos de un público generoso. Estocada trasera y desprendida de buena ejecución. Oreja. 

PresidenteD. Jesús María Gómez Martín

El presidente estuvo mal. Permitió que se lidiara un ganado impresentable para esta plaza y remató la faena concediendo una oreja en el sexto con una petición minoritaria, que sorprendió a los más festivaleros del variopinto público que acude a la plaza. Gran desilusión se han llevado los aficionados, que creían en él como un soplo de aire fresco en el equipo presidencial, pero a tenor de los visto actuó en la línea de cómo lo vienen haciendo sus compañeros, en una supuesta línea corporativista, beneficiando con sus, supuestas decisiones inocentes, al empresario y a los taurinos. 

Suerte de varas

  1. Noctámbulo. 567 Kg: Negro listón. Manseó en las dos entradas al caballo y el picador tampoco tuvo su momento. Manso, descastado y blando
  2. Novelero. 565 Kg. Negro. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda acudió presto pero no lo castigó el piquero. Mansote y descastado que se paró en la muleta. 
  3. Lustroso. 487 Kg: Negro. En las dos entradas se dejó pegar y empujó sin clase. Mansote, descastado y blando que se defendió en la muleta.. 
  4. Chispero. 547 Kg: Negro salpicado. Hizo una fea pelea en varas dejándose pegar. Manso y descastado. 
  5. Acobardado. 562 Kg. Negro. Manso descarado, en las dos varas intentó desmontar al piquero. Manso de libro. Pitado en el arrastre. 
  6. Helenitco. 541 Kg: Castaño. No se empleó en ninguna de las dos entradas. Manso que se rajó en la muleta. 

Cuadrillas y otros

En tarde fresquita el coso venteño registro tres cuartos del aforo. 

El segundo fue devuelto por inválido, se corrió turno y en su quinto lugar salió un sobrero de El Montecillo que puso en jaque a toda la cuadrilla del matador. Dando un espectáculo bochornoso, sobre todo en la colocación de las banderillas. Tuvieron que pasar cinco veces para colocar cuatro palitroques. 

En el sexto se desmonteró el banderillero Ángel Otero al colocar dos buenos pares de banderillas. 

Comentarios:

Todo se puso ayer de nuevo en contra de la fiesta. Que el empresario que monta estos espectáculos dirija sus intereses hacia su bolsillo, puede tener una lógica, que el torero busque el toro más cómodo puede tener una explicación, y que el público vaya a las plazas a divertirse y no mida las consecuencias negativas que tiene su influencia en decisiones fundamentales para la seriedad de las corridas de toros, puede entenderse, pero lo que los aficionados no comprenden es que el representante de la autoridad, permita las tropelías que los empresarios y los taurinos someten a la fiesta con toda impunidad y exclusivamente en su beneficio y que sus decisiones vayan en contra de la seriedad de la plaza que tienen el honor de presidir.. Si a estos desmanes no se les pone remedio, nadie debería extrañarse que un buen día estos bochornosos espectáculos desaparecieran. Peor y con tan poca diligencia no se puede gestionar este negocio. 

Ayer el presidente, D. Jesús María Gómez Martín, pego la cantada, primero permitió que se lidiara una corrida impresentable, remendada con un sobrero que después se demostró que era un saldo de matadero, y no tuvo los relaños suficientes para echar toda la corrida para atrás, ya que con ello perjudicaba los intereses de la empresa. Después cuando todos los aficionados daban la tarde como una más de esta nefasta feria, y ante una petición de cuatro pañuelos dejara sorprendido hasta al propio matador, David Mora, concediendo un trofeo a una faena sin fundamento, Nadie encontró una explicación convincente a la actuación del usía, por la sencilla razón que no la había.


Centrando la crítica estrictamente en lo aconteció en el ruedo, en el cuarto de la tarde, un manso declarado, nadie mostró un atisbo de profesionalidad. Ni los toreros de plata ni el matador, consiguieron enderezar un barco que se fue a la deriva desde el momento que el burel hizo su aparición en el ruedo. Para más despropósito, Fandiño con la muleta no se molesto en lidiarlo, se limitó a quitarle las moscas de la cara y despenarlo, mostrando una vez más que los relaños de torero que le convirtieron en figura, han desaparecido. Respecto a su cuadrilla me consta que hay profesionales honrados, en esta ocasión todos brillaron a baja altura. 

En cuanto a Curro Díaz y David Mora, los sufridos aficionados esperaban algo más de ellos. Ninguno de los dos toreros hicieron nada por enderezar esta feria que va camino de convertirse en el hazmerreir de la tauromaquia, limitándose a llevar a cabo un toreo ventajista con solo algunos detalles, que no sirvieron para olvidar la mediocridad mostrada en sus faenas. Respecto al empresario vendió la feria con un grito de esperanza en el camino de su recuperación, o por lo menos eso entendieron los aficionados, pero hasta la fecha no ha hecho olvidar a ninguno de los pasaron con anterioridad, si no es que ha convertido la plaza en una sala de fiestas, sin conseguir hasta la fecha llenar el coso. 

Después de siete corridas celebradas, otro de los problemas que está llamando la atención a los aficionados es el deterioro que se ha producido en la profesionalidad de los picadores, que en connivencia con sus toreros y con la presidencia, están deteriorando hasta límites que nadie imaginaba la suerte de varas. No hay toro que no se castigue trasero y no hay tarde que no se cambie el tercio sin haber picado a los toros, en muchos casos sin recibir ni un picotazo. Los montados han instaurado por sistema taparles la salida a los animales como si de mansos pregonados se tratara. En una palabra, una verdadera vergüenza de feria, donde priman los intereses del empresario, y a tenor de los resultados están adquiriendo el desecho de las ganaderías. Y lo más grave está por venir, ya veremos que ocurre cuando hagan acto de presencia las figuras. Si hasta la fecha, tanto la prensa escrita como la audiovisual han dirigido sus críticas hacia los aficionados que protestan en defensa de una fiesta integra, manteniendo incólume la gestión de la empresa, que será cuando hagan acto de presencia los toreros que mandan en los despachos. Lo que queda por conocer es cuál será el grado de resistencia de los aficionados que acuden a los cosos.



©Pepeíllo.

miércoles, 17 de mayo de 2017

17 de mayo de 2017: Esto no es Benidorm


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

Fuente Ymbro. Encaste Juan Pedro Domecq y Díez, en la línea de Jandilla. Mal presentados, algunos toros sin rematar, les salvó la cara, De juego desigual, mansearon en el caballo y no fueron castigados. Se salvó del desastre ganadero el cuarto, que puso en bandeja un triunfo sonado del torero pero éste creyó que estaba en Benidorm, con todos mis respetos hacia los habitantes de ese bello lugar.

Terna:

  • El Fandi: De marino y oro. Pinchazo que escupe. Pinchazo y dos descabellos. Silencio. Estocada caída. División de opiniones cuando saluda
  • Miguel Ángel Perera: De azul y oro. Una vergüenza de estocada, impropia de una figura del torero. Silencio. .Estocada baja perdiendo la muleta. Silencio. 
  • José Garrido: De carmesí y oro. Pinchazo caído y dos descabellos. Saludos desde el tercio. Dos pinchazos en los bajos que escupe, aviso, media estocada baja y atravesada. Se echa el toro y lo levanta el puntillero. A la segunda fue la vencida. Silencio benevolente. 

Presidente: D. Javier Cano Seijo. 

En esta ocasión el presidente no cayó en la trampa del triunfalismo que tanto daño le hace a la fiesta. En el cuarto y ante una petición minoritaria no concedió el trofeo que los espectadores, muchos de ellos con un desconocimiento supino de la fiesta, solicitaban. Cambió el tercio en algunos toros dejándolos sin castigar, haciendo de la suerte de varas un verdadero simulacro. En el primero de la tarde, y una vez que había cambiado el tercio, negó al El Fandi un cuarto par a pesar de la petición del torero. 

Suerte de varas

  1. Mestizo. 530 Kg. Negro bragado. En la primera vara acudió suelto al caballo y salió suelto, sin entregarse en la pelea. En la segunda entrada, le costó acudir al montado dada su condición de manso. El piquero no lo castigó. Manso e inválido que no se empleó en la pelea.
  2. Soplón. 520 Kg. Castaño. Acudió al caballo sin ponerlo en suerte y se dejó pegar. La segunda vara fue un trámite. Mansote y descastado. 
  3. Tremendo. 553 Kg: Negro listón. Fue castigado trasero, se dejó pegar pero sin clase. La segunda vara un trámite. Manso, sin casta y defendiéndose en la muleta. 
  4. Hortelano. 551 Kg. Castaño. De salida no lo pararon, y en primera vara no se empleó y en la segunda se dejó pegar. Manseó en el caballo pero en la muleta dio mucho juego que no aprovechó el matador.
  5. Valdivia. 544 Kg. Negro. En la primera entrada al caballo el torero lo metió debajo del caballo y el montado le tapó la salida. En la segunda salió suelto al sentir el hierro. Manso y descastado que presentó complicaciones en la muleta.
  6. Hurón. 581 Kg. Negro listón. En las dos entradas que hizo al montado acudió suelto al caballo y el piquero no lo castigó. Manso, descastado con un punto de dificultad para la muleta.

Cuadrillas y otros

En tarde encapotada, y con la presencia del Rey Emérito, al cual le brindaron los toreros sus primeros toros, se celebró la sexta corrida del ciclo ferial de San Isidro, con una buena entrada que rondó el lleno. 

El Fandi estuvo muy atento toda la tarde dada su condición de director de lidia. En el segundo de la tarde se lució en la lidia el torero de plata Curro Javier, de la cuadrilla de Miguel Ángel Perera. En este toro también estuvo valiente con los rehiletes, Javier Ambel

Comentarios:

El Fandi sigue sin enterarse que Las Ventas no es un coladero de desprecios a la fiesta por la vulgaridad que imprime a sus faenas. Que guste al publico festivalero, de acuerdo, pero debían aconsejarle que en esta plaza no cuela colocar los pares a toro pasado, aunque hubo un par que casi cuadra en la cara del toro, ya que, como en otros muchos cosos, saben diferenciar lo bueno de la vulgaridad. Fallar un par de banderillas le puede ocurrir hasta a Ángel Otero, pero esta figura que ha tenido el mérito de ganarse a ese público que va a los toros a tirar de bota y merienda y es especialista en colocar los rehiletes a toro pasado, tuvo la osadía de enfadarse al negarle el presidente, con razón o no, la colocación de un cuarto par. No tuvo bastante con esto, en el cuarto se mostró altanero y en el tercer par colocó dos pares, uno al violín y otro al cuarteo, como reivindicación a la negación anterior. La reivindicación, Fandi, se demuestra toreando, y eso fue precisamente lo que no hizo. Dejando en entredicho en su primero su capacidad lidiadora ante un manso e inválido, ya que en ningún momento supo darle la medida que el toro necesitaba, a pesar de meter bien la cabeza por el pitón izquierdo. Pero apareció el cuarto, un animal que manseó en el caballo, pero cuando llegó a la muleta fue una fuente inagotable de embestir, y la muleta del torero una fuente de vulgaridad. En este momento debió estar la reivindicación del torero, pero para eso hay que saber torear y no dejarse engañar por falsos espejismo. El torero hizo el mayor de los ridículos ante un toro que puso en bandeja de plata el triunfo, a pesar de buscarlo de la única manera posible que conoce. Lo recibió de rodillas, y el toro, un carretón, templó su embestida para que el granadino pudiera dar un circular con las rodillas en tierra, que enardeció a los seguidores de este tipo de gestas. Pero cuando lo intentó con el toreo a pie, los clamores se fueron apagando hasta dejar la plaza casi en silencio. 

Perera esta en horas bajas, o por lo menos eso demostró. En sus dos enemigos estuvo desconfiado. En su primero no se paró en ningún momento de la faena, mostrando una desconfianza impropia de una figura que ocupa un lugar privilegiado en el escalafón. Al natural no consiguió ligar ninguna tanda, limitándose al unipase. Su segundo enemigo acudía al engaño rebrincado tirando derrotes, pero Perera es una figura y debió haber intentado corregir ese defecto, o por lo menos intentarlo, pero el aficionado en ningún momento vio que el interés del torero fuera en esa dirección. Una pena matador. 

José Garrido hacía la segunda comparecencia en la feria. Al comienzo de faena consistió en citar desde el anillo recentándole a su enemigo unos muletazos por alto, pero al segundo pase el animal comenzó a quedarse corto. Consiguió una serie de redondos aseada pero sin colocarse en su sitio. La segunda tanda con la derecha fue más deslucida, ya que el toro no acompañaba con su embestida. Al natural estuvo muy valiente aguantando la incertidumbre de su enemigo, consiguiendo algún muletazo aislado. En el sexto el toro llegó a la muleta tirando derrotes, y el torero debió someterlo por bajo para intentar corregir el defecto. No lo hizo y su faena adoleció de la confianza del torero, ya que el toro marcaba el camino desbordando en momentos al matador, que no encontró los recursos necesarios en su muleta para vencer los problemas que le planteaba el animal. 



©Pepeíllo.