domingo, 16 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 201

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

Corrida de la Prensa. Corrida de toros. 

“Sorprendió gratamente el ganado” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Santiago Domecq, con procedencia, Juan Pedro Domecq Solís, Jandilla y Núñez. Ganado bien presentado y que dio buen juego mostrando nobleza, destacando el primero, segundo, cuarto, quinto y sexto. En el caballo no se emplearon, salvó el sexto que empujó con clase. Varios de ellos fueron aplaudidos en el arrastre. 

Terna
  • El Fandi: De nazareno y oro. Estocada que vale. Silencio. En el cuarto Estocada perdiendo la muleta. Silencio. Lidió el sexto por cogida de Pablo Aguado. 2 pinchazos y estocada baja. Silencio. 
  • López Simón: De marino y oro. Metisaca y estocada trasera y tendida. Aviso. Tímidos aplausos. En el quinto pinchazo saliéndose de la suerte y estocada trasera que vale. Silencio. 
  • Pablo Aguado: De sangre de toro y oro. Estocada arriba, aviso y 5 descabellos, 2º aviso. Al toro tardea en caer. Ovación. 
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito. 

Sin problemas en sus decisiones. 

Cuadrillas y otros. 

Tarde primaveral donde la plaza registró un lleno de “No hay billetes”. 

En el tercero el torero Pablo Aguado fue cogido y después de despenar a su enemigo se retiró a la enfermería para no salir más. El sexto toro lo lidió el director de lidia. El Fandi. En el sexto el picador abandonó el ruedo entre aplausos. 

Comentarios: 

El primer toro que piso el albero venteño se llamaba Tomillito y fue un ejemplar de cuyo juego el ganadero se sintiera orgulloso. En la primera entrada al caballo empujó con un pitón y en la segunda recibió un picotazo trasero y el animal se defendió en la pelea. El Fandi lo pareó pero su lucimiento brilló por su ausencia. Con la muleta fue un gran toro, ya que no fue castigado en varas, pero el torero granadino se dedicó a pegar trapazos a un animal que necesitó una muleta que supiera torear. Lo recibió de hinojos en el centro del ruedo y le recetó un redondo largo que el toro aguantó con codicia y nobleza. El animal tuvo mucha clase, pero tuvo que aguantar el manejo de la pañosa de un torero que de nuevo mostró las deficiencias en el arte de torear. El cuarto de nombre Monarca, se empleó con fijeza en el caballo dejándose pegar y recibiendo excesivo castigo. En las dos entradas al caballo salió suelto. De nuevo tomó los palitroques el matador y de nuevo mostró poco lucimiento. En la muleta El Fandi volvió a no decir nada y fue una pena ya que la vulgaridad que le ofreció el matador siempre encontró una respuesta de su enemigo. De nuevo se le marchó al desolladero un buen toro con las orejas puestas. El sexto de nombre Zahareño, tuvo que lidiarlo el torero granadino por cogida de su compañero, Pablo Aguado. El Fandi lució al toro en el caballo y estuvo durante la lidia muy dispuesto colocando al toro en suerte con los capotazos justos. Fue un tercio de varas muy bonito, sobre todo la tercera entrada al caballo. El torero se lució en el tercio de banderillas y fue muy aplaudido, sobre todo en un par por los adentros, también mostró mejoría durante la lidia. El animal llegó muy parado a la muleta debido al esfuerzo a que fue sometido en los tercios anteriores y ante esta situación el matador decidió abreviar y tomar el acero. El espectáculo en este toro no dio para más. 

El segundo de la tarde se llamaba Tormentoso y fue el primero del lote de López Simón. En las dos entradas al caballo no mostró mucho interés en la pelea, en ambas salió suelto buscando el camino de la dehesa El toro no fue recogido desde el inicio de faena y el torero lo recibió con unos muletazos por alto y el animal se le marchó a terrenos de nadie. Volvió a recogerlo con dos pases cambiados, pero su faena adoleció de temple y quietud. El toro se desplazaba por ambos pitones pero el torero de Barajas no lo entendió así y su muleta no estuvo a la altura de su enemigo. Se limitó a acompañar la embestida dejándose ir al desolladero un buen toro. El quinto, de nombre Monarca, se dejó pegar en el caballo y el piquero aprovechó para zurrarle la badana. En la segunda entrada su juego consistió en dejarse pegar y salir suelto del caballo. Al comienzo de faena se dobló con su enemigo con el fin de acoplarlo a la muleta, pero cuando el toro comenzó a meter la cabeza en el trapo rojo, el torero no encontró la medida para acoplarse presentando la vulgaridad de un torero que no convenció a nadie. El toro se fue al desolladero sin torear. 

El tercero de la tarde, fue el único que lidió Pablo Aguado, se llamaba Coronel. Su juego en el caballo no fue muy destacado. En la primera entrada al montado no lo pusieron en suerte, el piquero le tapó la salida y el animal se dejó pegar. En la segunda recibió un picotazo y salió suelto. Con la muleta el torero sevillano lo recibió con detalles toreros, pero en esta ocasión el animal no tuvo el recorrido de sus otros hermanos de camada. Le costaba repetir, y ante esta situación Aguado solo pudo mostrar algunos detalles de su indudable clase en el manejo de la muleta, aunque mostró mucha desconfianza. Al entrar a matar el toro se lo llevó por delante y aunque pudo despenar a su enemigo a continuación se retiró a la enfermería para no aparecer más. Una pena, matador. 

©Pepeíllo.
FERIA SAN ISIDRO 2019 

A Lara y Antonio 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

Corrida de la Cultura. 

“Torero, Torero, Torero…” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Victoriano del Rio, ganado procedente de distintas ramas de Juan Pedro Domecq. Mal presentada y de juego variado, destacando la mansedumbre mostrada en el caballo unido a la exigencia de algunos ejemplares como el segundo y el tercero que pusieron a prueba la capacidad de los toreros. No fue la ganadería bobalicona de otras ocasiones, espero que las figuras no comiencen a dejarla en el olvido. 

Terna: 
  • Sebastián Castella: De catafalco y oro. Pinchazo sin soltar perdiendo la muleta, estocada trasera y caída, aviso y descabello. Silencio. En el cuarto estocada atravesada y baja. Silencio. 
  • Paco Ureña: De grana y oro. Pinchazo y bajonazo. Vuelta al ruedo tras petición. Se retiró a la enfermería. En el sexto estocada contraría. El toro tardó en caer, Dos orejas y salida por La Puerta Grande. 
  • Roca Rey: De En el tercero metisaca, aviso y bajonazo. Silencio benevolente. En el quinto dos pinchazos y estocada caída. Silencio. 
Presidente: D. José Magán Alonso. 

Se le protestó al presidente el primer toro, ya que no reunía condiciones para la lidia, pero el usía apostó por el toro y los aficionados se sintieron defraudados por su afición a las apuestas y su supuesta falta de afición. 

Cuadrillas y otros. 

Tarde de temperatura agradable y la plaza registró un lleno a rebosar, poniendo en las taquillas el cartel de “No hay billetes”. En esta ocasión los “Isidros” no dieron la espalda a la fiesta. 

En el segundo de la tarde hubo un tercio de quites, entre Paco Ureña y Roca Rey. A la voluntad del peruano, el murciano le respondió en su toro con un toreo a la verónica sensacional, con una media belmontina de ensueño. Así comenzó la tarde del murciano Paco Ureña. 

En su segundo, un manso encastado, recibió un revolcón que aunque pudo terminar la faena, se retiró a la enfermería, apareciendo para la lidia de su segundo enemigo. Para ello se corrió turno y el sexto salió en quinto lugar y el quinto en sexto. 

Comentarios: 

La plaza era un clamor: “TORERO, TORERO, TORERO…”¿Tan bien ha toreado Paco Ureña para que las voces del público de la plaza resonaran en Manuel Becerra?, preguntó un señor que no tuvo la suerte de verlo torear. Sí, señor, le respondió otro que abandonaba el coso sonriente. Así quedó la conversación. El señor de la pregunta se marchó cabizbajo doliéndose de no sentir este arte, con sus luces y sus sombras. Los pilares de la plaza tendrían que soportar las resonancias de los olés que Paco Ureña consiguió sacar de las gargantas de los presentes con un toreo de fácil ejecución, tanto en redondos como al natural, colocándose en su sitio y sin descomponer la figura. Lugar donde los toros dan cornadas y para más ende de satisfacción de los presentes, toreando. Cargando la suerte, rematando los muletazos en la “caera” y como recuerdan algunos aficionados, toreando para dentro y no para fuera, como las figuras han impuesto. 

En este sentido, Paco Ureña, junto con otro manojito de toreros, son un verso libre dentro de la poesía del arte de torear de este siglo, que más que poesía son ripios mal venidos de las figuras a un arte donde antiguamente se toreaban, de la misma manera que lo intentó ayer el torero murciano. Sus dos enemigos no se lo pusieron fácil, pero el torero estuvo muy por encima de ambos, ofreciendo a la parroquia venteña lo que los animales no tenía, y, no se puede decir más. Describir el arte es muy complicado. Hilando fino algunos/algunas aficionados, consideraron excesivo el premio que el presidente le concedió en el sexto. Posiblemente tendrían razón, pero nadie, y digo nadie, podrá quitar las emociones que el torero murciano transmitió a los tendidos, gradas y andanadas. 

El toreo moderno trataron de interpretarlo Sebastián Castella y Roca Rey. Ambos no tuvieron su tarde y el peruano tuvo la osadía de encararse con los aficionados al recriminarle que no que se colocara en su sitio. El tercero, un manso con algo de casta llegó a sacarle los colores, el animal le exigió y el torero respondió citando al hilo con tandas vulgares y rematadas para fuera, eso cuando consiguió mantenerlo en los medios, ya que el animal era de querencias a tablas. En el quinto mostró una falta de domino evidente, y como decía un aficionado: “No ha dado ni un muletazo digno de mención”, teniendo que pasar el mal trago de los “olés irónicos” que recibía de los aficionados. Es el fielato que hay que pasar cuando se viene como figura y no se demuestra tal condición. 

La misma que mostró Sebastián Castella en sus dos enemigos. El torero francés, en horas bajas, no aportó a su labor algo digno de recordar y lo que los aficionados dudaron es si lo anunciaron como figura o como relleno de cartel. Alguien le recomendó que no le vendría mal un descanso. Lo malo es que el francés no lo escucharía. 

©Pepeíllo.

sábado, 15 de junio de 2019

14 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

31ª de Feria. Corrida de toros. 

“Que quieren estos toreros…” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Fuente Ymbro, procedencia Jandilla. Bien presentados, con cara, pero de juego variado. Mansearon en el caballo y algunos se fueron con las orejas al desolladero. El sexto fue devuelto a los corrales y en su lugar se corrió un sobrero del conde de Mayalde. 

Terna: 
  • Morenito: De verde botella y oro. Pinchazo bajo que escupe, aviso y bajonazo. Silencio. Pinchazo, aviso, y estocada baja. Silencio. 
  • Pepe Moral: De azul purísima y oro. Dos pinchazos y estocada habilidosa saliéndose de la suerte. El animal tuvo una muerte brava. Silencio. Pinchazo y estocada, aviso y 4 descabellos. Pitos. 
  • José Garrido: De burdeos y oro. Aviso y estocada baja perdiendo la muleta. Silencio. Tres pinchazos tras aviso, media estocada que escupe, estocada baja, 2º aviso y tres descabellos. Pitos.
Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro. 

Le costó al presidente tomar la decisión de enviar al sexto a los corrales ante una evidente falta de fuerzas. Lo hizo en el tercio de banderillas. 

Cuadrillas y otros. 

Tarde de temperatura agradable aunque al final del festejo se notó algo de frio. El coso venteño registró algo más de media entrada. 

Comentarios: 

¡Que quieren estos toreros!. El ganado manseó en el caballo, pero en la muleta metieron la cabeza mostraron nobleza y condiciones para el triunfo. 

El primero de La tarde de nombre Vinazo, mostró mansedumbre en el caballo, y no fue castigado y salió suelto en las dos varas que recibió. El matador lo recibió a portagayola y se le paró en la suerte. Morenito de Aranda aguantó la parada y salió del trance con apuros. El matador brindó la faena aunque el toro no lo merecía ya que lo único que había mostrado era mansedumbre. El torero templó una tanda de derechazos procurando que el manso no le marchara a tablas. En la siguiente tanda remató con dos muletazos muy toreros. Esto fue todo, según transcurría la lidia la faena iba perdiendo interés y el animal buscando el amparo de las tablas. Lo intentó al natural pero no encontró las condiciones para el lucimiento. En el cuarto de la tarde de nombre Sacacuartos, el burel hizo en el caballo una pelea de manso. Con la muleta lo pasó con la derecha pero su enemigo no tuvo una embestida clara, pero el torero no encontró el sitio que requería el toro, no se colocó en su sitió y en todos los muletazos le punteaba la pañosa. Lo intentó al natural como último recurso y su labor resultó sosa y vacía de contenido, el toro se le coló en un momento de la faena, volvió con la derecha pero su labor no dijo nada a los tendidos. El matador agotó sus dos tardes en la feria con más pena que gloria. 

El segundo de la tarde de nombre Retama, se dejó picar en el caballo empujando sin fijeza y el piquero le tapó la salida, en la segunda entrada no se empleó. Y salió suelto de la pelea. En la muleta tuvo recorrido por ambos pitones. Pepe Moral lo sacó al anillo y allí mostró sus intenciones con la derecha, limitándose a acompañar la embestida de su enemigo en lugar de intentar el toreo. Al natural el toro se defendía ya que no le hicieron bien las cosas y el torero decidió tomar el acero. El quinto, de nombre Agitador, hizo una fea pelea en el caballo y en la segunda vara recibió un picotazo. Pepe Moral comenzó la faena con una pedresina citando desde el anillo del albero, pero el torero se limitó a acompañar la embestida del burel, haciendo uso del toreo ventajista pero sin llegar a los tendidos, hasta que el toro fue perdiendo acometividad llegándose a rajar. Al final y como recurso lo intentó al natural, pero sin conseguir ni una simple tanda. El torero sevillano estuvo muy debajo de su enemigo. 

El primero de José Garrido, de nombre Patrullero, fue un animal sin codicia que manseó en el caballo, acudiendo suelto al montado y dejándose pegar pero mostrando una buena dosis de mansedumbre. José Garrido comenzó la faena de muleta doblándose con él y el toro se derrumbó debido a su falta de fuerza, el mansurrón tenía su picante y el torero le recetó dos tandas de redondos bajando la mano pero mal colocado, a partir de aquí el torero pacense comenzó a mostrar desconfianza y el burel comenzó a pararse. El matador se echó la muleta a la izquierda pero cuando el toro estaba pasado de faena y como recurso de no saber cómo continuar su labor. La consecuencia fue que su enemigo se fue al desolladero sin torear. El sexto fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un sobrero de nombre, Joyero. Al no pararlo nadie el animal acudió al picador de reserva y allí se dejó pegar empujando en la pelea. Todo fue un espejismo, en contraquerencias el toro manseó defendiéndose y saliendo suelto del caballo. Con la muleta en la mano José Garrido lo sacó a los medios y el animal acudía al engaño con codicia. Se echó la muleta a la izquierda y sólo consiguió pases sueltos pero sin ligazón. Volvió a intentarlo con la derecha pero el público presente estaba cansado de tanta vulgaridad ofrecida por los toreros y pedía a gritos que finalizara el espectáculo para resguardarse del frio que se presentó con la caída de la tarde, quedando claro que cada torero desperdició su oportunidad de triunfo. 

©Pepeíllo.

viernes, 14 de junio de 2019

13 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

30ª de Feria. Corrida de toros. 

“La casta se quedó en Comeuñas” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Herederos de D. Celestino Cuadri Vides. Aunque proceden de Santa Coloma, en la línea de Esteban González del Camino, rama ibarreña, algo de Urcola y de Gamero Cívico en la línea de José María Lancha, hoy está considerado como encaste propio. El ganado estuvo bien presentado, pero el juego que dieron estuvo en la línea de la mansedumbre y el descaste y algunos con evidente peligro. 

Terna: 
  • Rafaelillo: De grana y oro. Pinchazo sin soltar, estocada y descabello. Silencio. En el cuarto estocada perpendicular y dos descabellos. Se echó el toro. Silencio. 
  • López Chaves: De carmesí y oro. Estocada atravesada, aviso y dos descabellos. Se echa el toro. Aplausos. En el quinto estocada trapacera y estocada tendida, aviso y dos descabellos. El toro fue a morir a toriles. Silencio 
  • Octavio Chacón: De paja y oro. Estocada caída habilidosa. Silencio. Cuatro pinchazos el último hondo y tres descabellos. Se echa el toro. Silencio. 
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito. 

Sus decisiones no influyeron en la lidia. 

Cuadrillas y otros

La plaza registró unos tres cuartos del aforo. 

Al terminar el paseíllo el tendido 7 mostró una pancarta en agradecimiento a D. Fernando Cuadri, recientemente jubilado y en agradecimiento a su labor en una ganadería emblemática del campo bravo español, despreciada como tantas otras por las figuras de turno. 

Los que lucieron el castoreño no anduvieron muy finos en sus labores ya que algunos de ellos recibieron la recriminación del público por su ingrata labor hacía los animales, a los cuales los castigaron son saña. 

Comentarios: 

Los aficionados salieron decepcionados del coso venteño ya que el juego de los “Cuadri” fue decepcionante. Lo que salió de la finca Comeuñas fue solo mansedumbre. El juego que dieron en el caballo no fue bueno dejándose pegar y saliendo sueltos de los varilargueros, que se ensañaron en el castigo. 

En primer lugar saltó a la arena Nadador, que no se empleó en el caballo y fue castigado trasero. A la faena de muleta llegó sacando la cara por las nubes, Rafaelillo trató de meterlo en la muleta pero el animal no tuvo ni categoría para la lidia. Por el pitón izquierdo fue un marrajo que medía las embestidas buscando la presa que se escondía tras la tela roja. El cuarto de nombre, Crisantemo, no dio juego en el caballo, únicamente se dejó pegar. Con la muleta el torero murciano se dobló con el burel al principio de faena pero el animal no encontró aliciente en la pelea y comenzó a presentar las complicaciones de su mansedumbre, el matador intentó fajarse con él pero en una labor deslucida. Al final el manso se rajó y el torero tomó el acero. 

El segundo saltó a la arena con el nombre de Alemán y a pesar de ser muy mal picado el toro estuvo en la línea de sus hermanos de camada, manso y descastado. En la muleta López Chaves lo intentó al natural pero el animal tenía muy poco recorrido y mucha sosería en sus embestidas. Con la mano derecha se encontró con el mismo resultado, el toro acudía al engaño sin codicia y el torero terminó ahogándole la embestida que nunca tuvo, tratando de sacarle al burel lo que no tenía. El quinto atendía con el nombre de Contratista. Fue muy mal picado a pesar de mansear en el caballo, solo se dejó pegar. El torero salmantino quiso ponerse bonito y el toro se le coló al principiar la faena. El animal no permitía alegrías acudiendo al engaño midiendo y con medias embestidas. El matador insistió tratando de agradar y después de muchos intentos por el pitón derecho se dio cuenta que el bueno era el izquierdo, logrando sacarle dos tandas de naturales que supieron a gloria. El estoque hizo que perdiera el agradecimiento de los presentes. 

El tercero de la tarde, de nombre Capitán continuó en la misma línea.. Manseó en el caballo y en la muleta Chacón lo recibió con unos muletazos por alto donde el toro echó la cara buscando herir a las nubes. Lo intentó el matador por el pitón derecho pero el toro acudía sin codicia y mucha nobleza. No había toro y el gaditano comenzó a pisar terrenos comprometidos buscando que su labor llegara a los tendidos. Pero no encontró condiciones en su enemigo para tal proeza. El sexto, de nombre Goyesco, desbordó a Chacón al recibirlo de capote, pero le ocurrió como a sus hermanos de camada, que recibió un mal trato de los piqueros y en la muleta no mostró interés en la pelea, solo condición de manso y sin gota de casta. Chacón, a pesar de no estar fino, lo intentó por ambos pitones y al no ver claro su comportamiento decidió tomar el acero. 

Una pena ganadero despedirse de Madrid con lo ofrecido en esta corrida, pero la afición dio la cara acudiendo a la plaza. Los que no lo hicieron fueron los “isidros”, que continúan creyendo que el arte está en los toritos de cartón piedra y en las figuras que los destorean. Gracias D. Fernando. 

©Pepeíllo.

jueves, 13 de junio de 2019

12 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

Corrida de la Beneficencia

“Tarde de poco contenido” 

Ganadería 

Se lidiaron 2 toros de Los Espartales, para rejoneo, 1º y 4º y 4 para lidia ordinaria de la ganadería de Núñez de Cubillo, con varias procedencias, entre ellas, Domecq, Núñez y Osborne. De escasa presentación, manso en el caballo y nobles en la muleta. El primero flojo de remos y el sexto inválido, fue sustituido por un sobrero de la ganadería de La Reina, de fuerzas justas y que dio poco juego en la muleta. El tercero fue el único ejemplar que en su juego mostró casta. 

Terna
  • Diego Ventura: Aplausos en su primero y oreja en el cuarto. 
  • El Juli: De corinto y oro. Estocada con “Julipie” incluido por el mismo precio. Tímidos plausos. En el quinto tres pinchazos saliéndose de la suerte y media arriba que surgió el efecto deseado. División de opiniones. . 
  • Diego Urdiales: De corinto y azabache. Estocada tirándose por derecho que hace guardia. Aviso y tres descabellos. Saludos desde el tercio. 
Presidente: D. Víctor Oliver Rodríguez. 

No anduvo fino el presidente ante esta tarde tronío con la plaza a rebosar y con la presencia del Rey de España. Le costó devolver el sexto, y lo hizo al comenzar el tercio de banderillas, dando a entender a los aficionados que jugaba a empresario y que no le cuadraban las cuentas del festejo si devolvía un toro. El primero mostró pocas condiciones para la lidia, pero fue un manso que no se entregó en la pelea y y eso le salvó que las protestas no fueran tenidas en cuenta. 

Cuadrillas y otros. 

Tarde de lleno a rebosar con el cartel de “No hay billetes”. Presidió la corrida el Rey Felipe VI, acompañado de autoridades políticas y el torero, Juan José Padilla. Tanto El Juli como Urdiales brindaron las faenas de sus primeros toros al Rey. 

En el tercero y a la salida de un par de banderillas fue corneado en la tronera de sombra, el torero de plata, Víctor Hugo Saugar, “Pirri”, sufriendo una cornada de 35 cm en el glúteo izquierdo. El toro hizo hilo con el torero a la salida del par y lo enganchó cuando quiso taparse en el burladero. Sus compañeros de terna tampoco estuvieron acertados, nadie le hizo el quite, y es que cuando aparece la casta, la jindama sale a relucir de manera descarada. 

Comentarios: 

El festejo fue una corrida mixta donde el rejoneador, Diego Ventura lidió a caballo, el primero y sexto de la tarde, cortando una oreja en el segundo de su lote. 

En el toreo a pie, en segundo lugar apareció en el ruedo Luminoso, primero del lote de El Juli. El animal de salida no se empleó en el capote, acudiendo suelto al caballo, haciendo una fea pelea y volviendo a salir suelto y perdiendo las manos. En la segunda entrada el picador se limitó a sujetarlo y el burel volvió a salir suelto, mostrando sangre de manso y descastado. En la muleta fue un cadáver, que el presidente quiso que el público se tragara. El Juli lo tuvo todo en contra, por merecimientos propios, el toro metió la cabeza en la muleta y él se puso pesado ante la insistencia de los aficionados para que abreviara la faena. Dio la impresión que el matador quiso pasarle factura a la afición de Madrid, por el poco reconocimiento que tuvo de su labor. En realidad no hizo nada destacable.

Su segundo de nombre Guerrerita, se desplazó en el capote y El Juli se lució en unas verónicas a pies juntos. En el caballo hizo una fea pelea, saliendo suelto las dos veces que acudió al montado. El torero madrileño quiso lucirse en la faena de muleta consiguiendo algunos detalles pero sin base artística, ya que su faena adoleció de colocación y con el pico por delante. El animal perdió las manos en la segunda tanda generando el descontento en los aficionados. Trató de inventarse otro toro como en el primero de su lote, pero los dos pinchazos dieron al traste con las ilusiones de su público que se quedó con las ganas del triunfo de su matador. Alguien le recordó al torero madrileño que una figura como él, debe anunciarse con toros y no con ese tipo de animales moribundos. 

El primero del lote de Urdiales de nombre, Esparraguero, fue castigado trasero en el caballo y el piquero le arreó, tapándole la salida y el toro salió suelto. En la segunda entrada volvió a salir suelto. Su juego en el caballo fue de manso. En la faena de muleta llegó a transmitir a los tendidos y el torero riojano lo templó con la derecha pero sin cargar la suerte. El animal pedía pelea pero Urdiales estuvo remiso en la entrega, logrando algunos muletazos sueltos en las tandas que ejecutó, luciéndose en unos remates con mucha hondura. A pesar de que su faena tuvo altibajos, el torero trató de ejecutar el toreo clásico, presentando en los cites la muleta “planchá” y sin descomponer la figura. 

En el sexto se corrió un sobrero de La Reina, de nombre, Clarinete. En el caballo no se empleó y en ambas entradas salió suelto. El toro adolecía de falta de fuerzas, y por el pitón izquierdo tuvo algo más de recorrido, el torero lo intentó al natural pero el animal no se entregó en la pelea. Lo intentó por el derecho pero no consiguió lucirse ya que el toro tenía muy poco recorrido. Prolongó la faena y lo único que pudo sacarse en claro fue la docilidad de su enemigo y que el presidente le enviara un aviso. 

©Pepeíllo.

miércoles, 12 de junio de 2019

11 de junio de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

29ª de Feria. Corrida de toros. 

“Tarde de aficionados” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Valdellán, encaste Santa Coloma en la línea ibarreña de Graciliano Pérez Tabernero y de Pilar población del Castillo. Ganado bien presentado. Salvo el primero y segundo, encastados y en líneas generables nobles. El tercero, quinto y sexto, fueron aplaudidos en el arrastre. 

Terna
  • Fernando Robleño: De rioja y oro. Estocada caída. Aplausos. Estocada perdiendo la muleta. Aplausos. 
  • Iván Vicente: De grana y oro. Estocada casi entera que escupe, metisaca y estocada que vale. Silencio. Estocada tendida perdiendo la muleta. Silencio. 
  • Cristián Escribano: De azul pavo y oro. Aviso, cuatro pinchazos, 2º aviso, el animal se va al anillo y allí le receta un bajonazo inmerecido que acaba con el encastado animal. División de opiniones. En el sexto estacada tendída casi entera que vale. Silencio 
Presidente: D. Rafael Ruiz de Medina Quevedo. 

En el sexto recibió las quejas de los aficionados al cambiar el tercio y no dejar que el toro entrara al caballo por tercera vez. 

Cuadrillas y otros. 

Tarde de sol y fresco. El coso registró algo más de media entrada, en esta ocasión los “isidros”, no mostraron ningún interés por una corrida de toros en toda regla, dándoles la espalda a la fiesta tan necesitaba de hierros como los que se anunciaban en el cartel. 

En el sexto se desmonteraron los banderilleros, Raúl Cervantes e Ignacio Martín. En el tercero lo hizo Jesús Alonso, sin embargo en el cuarto a la cuadrilla de Robleño les faltó profesionalidad. 

El picador Adrián Navarrete abandonó el ruedo en el sexto entre aplausos del respetable en reconocimiento de su buena labor al picar a Montañés. 

Comentarios: 

La tarde fue de aficionados y un servidor pudo comprobar a la salida que a los aficionados les costó tomar el camino de regreso a su casa y no paraban de comentar el resultado del festejo. Hablaban que tanto Hechicero como Bilbaíno defraudaron en el caballo, el primero se dejó pegar y salió suelto, y en la muleta buscaba la tranquilidad de los terrenos de nadie y no valió de nada la disposición de Robleño. Bilbaíno se quejó al sentir el hierro del picador y salió suelto de la pelea con el caballo, demostrando una evidente mansedumbre y en la segunda entrada salió suelto. En la faena de muleta Iván Vicente no se acopló mostrando muchas precauciones ante un comportamiento soso con media embestida de su enemigo, pero el torero tampoco anduvo muy fino en su labor. 

Carasucia fue un toro de dos orejas. En el caballo empujó con fijeza pero en las dos entradas que hizo el piquero midió mucho el castigo. Cristian Escribano no lo aprovechó y anduvo siempre por debajo de su enemigo, tanto en su labor por el pitón derecho como por el izquierdo, le falto colocación. El animal no se mereció que el matador hiciera un uso ostensible del pico y citara fuera de cacho. El toro estuvo por encima del torero. 

Extremeño apareció en el ruedo en cuarto lugar y su lidia correspondió a Robleño. En el caballo mostró mansedumbre, defendiéndose en la primera vara y en la segunda no se empleó. A mi entender el torero madrileño no lo entendió ya que la casta mostrada por el burel necesitó otro tipo de toreo, sin embargo nada que objetar a la voluntad del matador. 

Maltalhombro, apareció en quito lugar y de entrada no se empleó en el capote y en el caballo el piquero midió mucho el castigo. En la primera vara empujó sin clase y en la segunda se dejó pegar. Ante el engaño que le mostraba Iván Vicente el animal metió la cabeza con clase ofreciéndole una oportunidad de oro al matador de triunfar, pero el torero no lo aprovechó. Su labor adoleció de colocación dedicándose a acompañar la embestida de su enemigo y en una de las veces sufrió un desarme, haciéndose el animal dueño de la pelea. Con ese toreo el animal se fue al desolladero con las orejas puestas. 

Montañés cerró plaza. En la suerte de varas a pesar que animal no se empleó e hizo una fea pelea en el caballo acudió con tranco las dos veces que entró al caballo. Los Aficionados pedía que entraran otra vez, pero el presidente les negó ese deseo. El picador estuvo muy bien, marcando arriba el castigo y midiéndolo de acuerdo al empuje del animal. Pero llegó la faena de muleta y en ella Cristian Escribano se encontró incomodo, mostrando una falta evidente de oficio pero haciendo uso de las ventajas del toreo moderno, y en esta ocasión no había “isidros” que jalearan la vulgaridad de su labor. Al toreo al natural le faltó hondura, colocación y mando. El animal según transcurría la faena se fue quedando sin recorrido pero lo que le ofreció, el matador no lo aprovechó. 

A pesar de todo, hay que romper una lanza en favor de los tres matadores que tuvieron la hombría de anunciarse con una corrida de TOROS, donde los toreros que se llevan el pastel de este negocio no quieren verlos ni en la pintura de los mejores pintores, ya que sentirían vergüenza ajena al comprobar de la manera deshonesta que ganan el dinero. 

©Pepeíllo.

martes, 11 de junio de 2019

10 de junio de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

28ª de Feria. Corrida de toros. 

“Un premio a la persistencia” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de El Ventorrillo, de procedencia Juan Pedro Domecq Solís. Bien presentados, con cara y astifinos, mansos y descastados en el caballo, algunos se dejaron torear. 

Terna: 
  • Eugenio de Mora: De azul pavo y oro. En su primero pinchazo perdiendo la muleta, estocada baja y trasera, aviso. El puntillero levanta al toro, descabella, se echa el toro, lo levanta de nuevo, 2º aviso y tres descabellos. Silencio. En el cuarto estocada casi entera que vale. Silencio. En el sexto que mató por cogida de su compañero Ritter, Estocada, aviso, el animal tarda en caer, 2º aviso. Oreja. 
  • Sebastián Ritter: De azul pavo y oro. Aviso, media estocada tendida y descabello. Saludos. Al hacer un quite en el cuarto, se lió con el capote y cayó a la arena, el toro lo corneó en el gemelo derecho. Siendo retirado a la enfermería. 
  • Francisco José Espada: De espuma de mar y oro. Media estocada atravesada perdiendo la muleta, aviso, 2 descabellos, levanta el toro el puntillero, 2º aviso. Al final se echa el toro. Silencio. En el quinto se corrió turno y salió el sexto. Pinchazo, estocada casi entera tendida y baja, aviso con retraso y 5 descabellos. Silencio 
Presidente: D. José Magán Alonso. 

Fue algo generoso en la concesión del trofeo a Eugenio de Mora en el sexto. 

Suerte de varas: 
  1. Tripulante. 561 Kg: Negro. Acudió suelto al montado, se dejó pegar y volvió a salir suelto. Manso en el caballo e infumable en la muleta. 
  2. Guindón I. 537 Kg: Castaño. Acudió suelto al caballo y el piquero le tapó la salida, el animal no tuvo fijeza y blandeó. En la segunda se repuchó, recibiendo un picotazo. Manso sin picar, soso y sin gota de sangre para la lidia.. 
  3. Sufridor. 577 Kg: Castaño. En la primera vara empujó con la cara alta y el piquero le tapó la salida. En la segunda se repuchó Manso en el caballo. 
  4. Guindón II. 607 Kg: Colorado. Empujó con fijeza en la primera vara. En la segunda se defendió en la pelea. Mansote con complicaciones. 
  5. Carroñero. 597 Kg: Negro. Acudió suelto y su lidia fue una capea. Fue castigado trasero empujando con fijeza. En la segunda vara se dejó pegar y salió suelto. Mansurrón y de comportamiento rebrincado en la muleta. 
  6. º Riachuelo. 564 Kg: Castaño. Acudió suelto al caballo e hizo sonar la música del estribo. En la segunda vara el piquero marcó arriba y el animal se defendió. Manseó en el caballo y en la muleta tuvo recorrido. 
Cuadrillas y otros. 

Una media entrada registró el coso venteño en una tarde de agradable temperatura. 

En el cuarto y al realizar un quite por chicuelinas, Ritter perdió el equilibrio y cayó en la cara del toro, siendo corneado en el gemelo de la pierna derecha y como consecuencia retirado a la enfermería para no aparecer más. 

Por este motivo, en quinto lugar se lidió el sexto y el quinto en sexto lugar, siendo lidiado este último por el director de lidia, Eugenio de Mora, al cual le cortó un apéndice. 

Comentarios: 

Tarde de avisos. Se dieron 8 avisos, y como dijo un aficionado próximo a mi asiento, para nada, ya que salvo la faena del sexto, todo sobró en una tarde llena de vulgaridad, donde tanto los toreros como el ganado aburrieron a la concurrencia. 

Fue en el sexto donde Eugenio de Mora levantó un poco el ánimo a los presentes en el toro que lidió por cogida de Ritter. Si fue generoso el presidente en el premio o no, no estábamos en condiciones de valorar la decisión, ya que la pesadez de la tarde son de las echan a los aficionados de la plaza, y si no se marchan, los que nos vemos en la tesitura de escribir lo que ocurrió en el ruedo tendremos que seguir pasando un trago amargo tratando de describir algo que no ocurrió, ya que todos los presentes salieron huyendo del coso venteño tratando de olvidar lo vivido. 

Eugenio de Mora se encontró en su primero un toro que acudía al engaño con la cara por las nubes y con una embestida incierta. El matador en lugar de doblarse con él comenzó la faena con muletazos rematados por arriba. El viento lo tuvo en su contra y lo desarmó dos veces. Su faena no pasara a la historia. El cuarto fue un animal mansote y de media embestida. El toledano mostró desconfianza ante su enemigo que se tragaba los muletazos sin entregarse en la pelea. Al sexto le sacó algunas series de redondos y naturales que por lo menos devolvieron la ilusión a los presentes, dándoles a entender que el toreo aún existe y puede surgir en cualquier momento. De Mora consiguió algunos muletazos templados que levantaron los olés de los tendidos, como un trincherazo cargado de torería al rematar una tanda de derechazos. . La faena tuvo sus altibajos, pero consiguió meter en la muleta al único animal que se dejó torear. 

Lo único que se recuerda de la faena de Sebastián Ritter a su primero fue el brindis a un espectador y la cantidad de muletazos que le recetó a su enemigo Todo lo demás debería quedar en el olvido. Ni las condiciones del toro ni lo que el torero mostró, interesó a los presentes, Y lo peor que le puede ocurrir a un torero es que su labor no llegue a los tendidos y encima se ponga pesado. Así fue, recibiendo un aviso antes de entrar a matar. 

El primero de José Espada fue un animal que al comienzo de faena se comía la muleta y el matador lo aguantó como pudo, pero el animal comenzó a gazapear y a quedarse sin recorrido en las embestidas, quitándole lucidez a su juego. Al torero le faltó asentar las zapatillas en la arena y mostrarle a su enemigo el poder de su muleta, pero eso debe ser complicado ya que el torero nunca lo encontró. Aprovechó las medias embestidas del burel para no conectar con los tendidos y de paso ponerse muy pesado. Con ello recibió dos avisos de la presidencia. A su segundo lo recibió con unos estatuarios continuando con una tanda de derechazos templados. A la segunda tanda le faltó ajuste y a partir de aquí el animal comenzó a acudir al engaño con una embestida rebrincada y cuando lo intentó al natural lo desarmó. El torero mostró falta de mando y un toreo algo embarullado, rematando con unas manoletinas que posiblemente solo tuvieron sentido para el torero. 

Lo más importante es que los aficionados salimos por nuestro pie del coso venteño. 

©Pepeíllo.

lunes, 10 de junio de 2019

9 de junio de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

28ª de Feria. Corrida de toros. 

“Gotas de arte y sangre en el albero” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de Baltasar Ibán, encaste Contreras y Juan Pedro Domecq en la línea de María Antonia Fonseca y Los Guateles. De variada presentación y de juego, en general mansearon y otros sacaron la casta y la exigencia de la casa. El primero fue devuelto por inválido y en su lugar se corrió un sobrero de Montealto manso y descastado. El segundo fue aplaudido en el arrastre. 

Terna: 
  • Curro Díaz: De azul pavo y oro. En su primero metisaca y estocada. Silencio. En el cuarto, estocada delantera. Oreja. Lidió el sexto sustituyendo a su compañero Román, con pinchazo y estocada baja que vale. Aplausos. 
  • Pepe Moral: De canela y oro. En el segundo, pinchazo y otro pinchazo perdiendo la muleta. Silencio. En el quinto cuatro pinchazos, bajonazo que escupe, estocada baja tras aviso y 7 descabellos. Pitos. 
  • Román: De azul y oro. En el tercero estocada entregándose en la suerte, el matador recibió una cornada en la parte interna del muslo derecho con una trayectoria de 30 cm, con fuerte derrame. Fue retirado a la enfermería por la cuadrilla desde donde fue intervenido, siendo trasladado en una UVI a la clínica al terminar el festejo. Su labor fue premiada con una oreja. 
Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro. 

Devolvió el primero de la tarde después de una fuerte protesta por los aficionados. 

Suerte de varas: 
  1. Argentino. 530 Kg: Negro salpicado. En la primera vara le tapó la salida y el animal no se empleó en la pelea. En la segunda acudió suelto no se empleó y volvió a salir suelto. De condición mansa, el cual recibió una lidia nefasta. 
  2. Camarito. 570 Kg: Negro listón. Apretó en el caballo y el piquero realizó un buen tercio de varas, picando arriba. En la muleta se rajó. 
  3. Santanero I. 559 Kg: Castaño.. Empujó sin clase. En la segunda entrada el picador marcó en el morrillo y midió el castigo. Manso encastado. 
  4. Arbolario. 548 Kg: Castaño. No se empleó en el caballo En el último tercio el torero lo entendió dándole la distancia adecuada. 
  5. Mexicano: 544 Kg: Castaño. Empujó con la cara alta y en la segunda entrada se dejó pegar. De condición manso y descastado. 
  6. Gallito. 589 Kg: Negro listón. Fue muy mal picado y el animal demostró mansedumbre y vacío de casta. 
Cuadrillas y otros. 

En tarde de primavera, el coso venteño registró una buena entrada, quedando cemento sin ocupar por los altos de los tendidos cinco y seis. 

En el tercero Román fue corneado al entrar a matar siendo trasladado a la enfermería y posteriormente al hospital en una UVI. La cornada fue muy fuerte. 

En esta ocasión tenemos que reprochar a las cuadrillas que no estuvieron a la altura que exigía el ganado, mostrando una falta de profesionalidad que llenaría de indignidad a cualquier profesional que sienta la manera de ganarse la vida. Los tercios de banderillas del deplorables, hasta los presentes sentimos vergüenza de su comportamiento-.. 

Comentarios: 

La sangre la derramó el valor del torero valenciano Román que no se achicó ante las dificultades que le presentó, Santanero I, tercero de la tarde, dando la cara como viene siendo habitual ante las dificultades que le presentó la casta de su enemigo. Comenzó la faena sacándolo a los medios, con un valor seco y tragando todos los derrotes que el burel en su defensa lanzaba al aire en busca de la presa, mostrando una vergüenza torera digna de aprecio. Al toro había que poderle y el maestro lo intentó con el único arma a su alcance, valor. Se le pudo poner un pero a su comienzo de faena y es que no intentó doblarse con su enemigo para demostrarle quien mandaba en la pelea. Eso es de del pasado, el presente fue que cuando entró a matar se tiro con la misma honradez que había demostrado durante la lidia. El toro lo enganchó dejándolo tirado en la arena donde un hilo de “vida roja” comenzó a brotar de su pierna derecha. Fue una muestra de torería y valor que el público reconoció. 

Las gotas de arte las puso Curro Díaz en el cuarto, dándole la distancia que pedía su enemigo, sobre todo por el pitón derecho, sacándole unas tandas de derechazos que llegaron a los tendidos. Por el izquierdo el animal se quedaba corto. El torero mostró solidaridad con su compañero al cual le brindó la lida de su enemigo mientras se debatía en la enfermería contra el dolor que produce la honradez de ser torero. En su primero no tuvo oportunidad de lucir el toreo que atesora el jienense, el animal se defendió por falta de fuerzas. También por el pitón izquierdo las condiciones del animal no llegaron a los tendidos. Al torero la única alternativa que le quedó fue justificarse ante su parroquia. En el sexto, que tuvo que matar por Román por su condición de director de lidia, basó su faena en el toreo al natural, pero mostrando poca confianza en su labor.. Con la mano derecha consiguió algunos medios muletazos pero sin llegar a afianzas las zapatillas en la arena. 

Pepe Moral por su parte, se dobló con su enemigo al comienzo de faena, un toro que fue muy castigado en varas, y aunque se desplazaba bien por ambos pitones, templó algunas tandas por el pitón derecho pero falto de colocación. Al natural el burel tuvo menos recorrido y el sevillano se limitó a mostrar buena maneras, pero de ahí no pasó su labor ya que el toro se quedó sin fuerzas. El quinto recibió muy mala lidia y eso se notó en el último tercio. Tampoco el torero lo sometió por bajo y estuvo tocándole la muleta durante toda la faena, sin llegar a entender a su enemigo. El animal encontró su defensa acudiendo al engaño con la cara por las nubes, faltándole al matador voluntad para dominarlo. Otra vez será, torero. 

©Pepeíllo.

viernes, 7 de junio de 2019

7 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

26ª de Feria. Corrida de toros. 

“Lo mejor, la merienda” 

Ganadería 

Se lidiaron 5 toros de Alcurrucén y uno de El Cortijillo, lidiado en cuarto lugar, de la misma procedencia, Rincón en la línea de Núñez. Mansos y descastados. El tercero fue protestado por su falta de condiciones para la lidia. 

Terna: 
  • Antonio Ferrera: De celeste y oro. Estocada atravesada recibiendo. Ovación y saludos desde los medios. Pinchazo y estocada baja. Silencio. 
  • Diego Urdiales: De gris plomo y oro. Estocada caída que vale. Silencio. Estocada caída. Aviso. El peón levanta al toro, 2º aviso. Aplausos. 
  • Ginés Marín: De verde y oro. Estocada atravesada y tres descabellos. Silencio. Pinchazo que vale. Silencio.
Presidente: D. Víctor Oliver Rodríguez. 

El tercero de la tarde dio muestras de invalidez, el público protestó pero el usía hizo caso omiso a las protestas. 

Suerte de varas: 
  1. Zambombo. 520 Kg: Colorado chorreado. Las dos veces que entró al caballo acudió suelto y salió suelto, mostrando mansedumbre y una falta total de casta. 
  2. Socarrón. 525 Kg: Colorado bragado meano. Ni fue castigado ni se empleó en la pelea. Manso de matadero. 
  3. Verdulero. 542 Kg: Colorado bragado. Le arreó el piquero tapándole la salida. El animal salió suelto. En la segunda vara hizo una pelea de manso. 
  4. Socarrón. 557 Kg: (El Cortijillo). Negro bragado meano. Las tres veces que entró al montado hizo pelea de manso descarado. 
  5. Limonero: 536 Kg: Negro. Otra de lo mismo. Toro de juego de manso y descastado. 
  6. Mulero. 565 Kg: Negro listón facado. .Anduvo suelto por el ruedo sin que nadie lo parara. Acudió suelto al picador de reserva y salió suelto. Cuando acudió al caballo de contraquerencias, entró suelto y salió suelto. Manso de libro. 
Cuadrillas y otros. 

Tarde de temperatura agradable pero fue aumentando en los tendidos según transcurría la lidia por el deplorable juego ofrecido por los astados de Alcurrucén. 

En banderillas se lucieron, Fernando Sánchez y Manuel Izquierdo, en el sexto. 

Comentarios: 

Cuesta trabajo creer que lo mejor de la tarde fuera la merienda. Así fue. Ni un toro, ni un muletazo que recordar. Hubo algún torero que mostró disposición pero otros, ni eso. Ferrera estuvo digno en su primero a pesar de estar el animal por encima del torero. El manso encastadito le pidió tablas y el torero ni corto ni perezoso le dio las querencias de los toriles. Allí el toro le apretó y el matador bastante hizo con aguantar el empuje del manso. ¿Por que tomó esa decisión y no sacarlo a los medios? La respuesta la tendrá solo el torero. El caso es que fue una pelea de poder a poder. Al cuarto lo sacó a los medios y en esos terrenos lo pasó con la derecha donde se pudo observar que el animal acudía al engaño sin acometividad, rajándose en cuanto tuvo ocasión al no interesarle la pelea que le ofrecía el torero. El matador decidió tomar el acero. 

De Diego Urdiales y Ginés Marín poco que recordar. Al primero de Urdiales lo sacó el torero a los medios sometiéndolo pero el toro acudía al engaño con la cara por las nubes y el torero no encontró la manera de someter al animal que solo hizo defenderse. Urdiales tampoco mostró mucha disposición y no llegó a encontrar el sitio para lidiar al manso. En el toreo al natural mostró la misma desconfianza que con la mano derecha, llegando a sufrir un desarme. A su segundo lo paró con el toreo en redondo sin descomponer la figura pero falto de colocación. El torero continuó desconfiado, se limitó a pasarlo al natural sin mucha convicción. De tanto insistir logró algún muletazo suelto. La faena consistió en una animal de media embestida y un torero remiso a echar la pata pa’lante. Al final y como colofón a una faena que nunca existió, el animal se derrumbó en la arena, derrumbándose con ello las ilusiones con las que entraron en la plaza lod aficionados, eso sí, pagando su entrada. 

El primero del lote de Marín fue protestado de salida. El torero comenzó la faena en los medios y el animal perdió las manos, hecho que enfadó mucho a los aficionados. El torero lo pasó con la derecha con muletazos llenos de vulgaridad y cuando lo intentó al natural, tampoco mostró nada diferente que hiciera olvidar el disgusto de los tendidos. Como decía un vecino de mi localidad: “No ha dado ni uno”. El segundo de su lote salía suelto de la muleta que le presentaba el maestro buscando la salida de la dehesa. En querencias comenzó a dudarle y el toro se limitó a recorrer el albero buscando la salida. La labor del torero consistió en un muletazo aquí y otro allá. Lo dicho, lo mejor la merienda y el resultado de la empresa. 

©Pepeíllo.

6 de junio de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

24ª de Feria. Corrida de toros. 

“Una mansada para la reflexión” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros del Puerto de San Lorenzo de procedencia Atanasio Fernández. Salvo el tercero que fue un buen toro para la muleta, lo demás, carne de matadero. 

Terna: 
  • Antonio Ferrera: De. nazareno y oro. Pinchazo y estocada perpendicular y descabello. Silencio. Bajonazo. Silencio. 
  • Miguel Ángel Perera: De blanco y oro. Estocada casi entera y caída, perdiendo la muleta. Silencio. Estocada perpendicular tirándose a ley 4 descabellos. Silencio. 
  • López Simón: De espuma de mar y oro. Dos pinchazos y descabello. Aplausos. Dos pinchazos, estocada perdiendo la muleta, aviso y 7 descabellos. Silencio. 
Presidente: D. Rafael Ruiz de Medina Quevedo. 

Sin comentarios en sus funciones. 

Suerte de varas: 
  1. Caraseria. 620 Kg: En la primera entrada empujó con la cara alta. Y salió suelto. En la segunda fue castigado en los bajos. Manso y descastado. 
  2. Granero. 598 Kg: Negro. El piquero se limitó a sujetarlo en ambas entradas. Manso y con escasas fuerzas. 
  3. Garabito I. 577 Kg: Negro. En la primera vara el picador se limitó a sujetarlo y en la segunda recibió un picotazo. Fue un buen toro para la muleta. 
  4. Fardero. 552 Kg: Negro. Se dejó pegar en el primer envite. En el segundo se limitó a sujetarlo. Manso y descastado. 
  5. Pitoniso: 556 Kg: Negro. El juego con el montado fue de manso de libro. 
  6. Pitinesco. 625 Kg: Negro. Mostró Mansedumbre desde su aparición en el ruedo. El juego en el caballo fue de manso y descastado. 
Cuadrillas y otros. 

Tarde de temperatura primaveral, donde el viento quiso ser protagonista, la terna casi consiguió llenar el coso venteño. 

Tras el paseíllo Antonio Ferrera fue ovacionado correspondiendo con saludos. 

En banderillas se lucieron Fernando Sánchez, Curro Javier, Jesús Arruga 

Comentarios

El juego ofrecido por los astados del Puerto fue para la reflexión. El único animal potable en la muleta fue el tercero, lidiado por López Simón. Todo lo demás una mansada en toda regla. 

López Simón se llevó el único toro potable de la corrida. Un animal que embistió con mucha clase y nobleza, pero el madrileño interpretó el toreo a su manera, en una faena muy desigual, donde confluyeron muletazos templados con la muleta por delante y ligando unas tandas de derechazos y naturales. Pero tuvo un defecto que no midió el tiempo de faena y el toro se fue quedando corto en sus acometidas y quiso adornarse con unas manoletinas ante un animal sin recorrido y el toro lo envió por los aires como si fuera una pelota. Se incorporó el torero algo aturdido y continuó con la misma disposición con gran parte del público entregado en la interpretación de su épica donde reinaba el tremendismo. Entró a matar de una manera poco ortodoxa creando en los tendidos una impresión de temeridad. Lo que podía haber sido una Puerta Grande, quedó en una lastimera ovación. En el sexto le tocó un manso que tuvo la osadía de brindar, pero el animal no le dio oportunidad de lucimiento. El animal se defendió ofreciendo al torero una media embestida soltando la cara en cada muletazo. 

Los lotes de Ferrera y de Perera no les dieron opción. Ferrera sometió a su primero por bajo y el animal lo desarmó, continuó pasándolo con la derecha tratando de dominar al manso pero con el pasito atrás. Intentó el toreo al natural pero el animal el toro acudía avisado que junto con el viento no le dio la oportunidad de lucirse. A pesar de ello tuvo detalles de toreo clásico y eso es siempre bienvenido. El cuarto fue un animal de embestida incierta que lo único que hizo fue quejarse cuando el torero lo pasaba por la muleta. 

Perera se encontró en su primero a un manso con escasa fuerza. El resultado fue un animal defendiéndose y un torero tratando de justificarse pasándolo por la pañosa con poco convencimiento. La condición de manso del quinto hizo que saliera suelto de los muletazos que le ofrecía el torero pacense. Consiguió sujetarlo en una tanda de derechazos al hilo, pero el resultado de su intentó fueron trapazos. Lo intentó al natural pero no había materia prima donde modelar la faena. El matador mostró voluntad pero a un torero de su categoría hay que exigirle algo más. 

Lo dicho el ganado puso en entredicho la labor del ganadero y del empresario que lo contrata, pero no olvidemos que de esa conjunción los que salieron perdiendo fueron los espectadores. 

©Pepeíllo.

jueves, 6 de junio de 2019

5 de junio de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

23ª de Feria. Corrida de toros. 

“Un presidente con criterio” 

Ganadería 

Se lidiaron 4 toros de la ganadería de Domingo Hernández, uno de Garcigrande, 3ª, remendada con otro de Buenavista, corrido en primer lugar. Todos ellos de procedencia Juan Pedro Domecq. De variada presentación, El segundo, tercero y cuarto fueron protestados por falta de trapío. El juego fue de mansos y descastados, el tercero y sexto cumplieron en la muleta. 

Terna
  • Sebastián Castella: De tabaco y oro. Tres pinchazos y descabello. Silencio. En el cuarto sartenazo de escándalo. Silencio. 
  • Álvaro Lorenzo: De sangre de toro y oro. Pinchazo y estocada caída perdiendo la muleta tras aviso. Silencio. En el quinto dos pinchazos sin soltar y estocada trasera. Silencio. 
  • Ginés Marín: De burdeos y plata. Estocada tendida, desprendida y trasera. Oreja. En el sexto, pinchazo y estocada desprendida. Vuelta al ruedo. 
Presidente: D. José Magán Alonso 

En el sexto el público abroncó al presidente por no conceder un trofeo a Ginés Marín, tras un pinchazo. El presidente aguantó el chaparrón de críticas e insultos de un público colérico que no admitía que por fin un presidente estuviera a la altura de la categoría de la plaza. Ahora solo hace falta que esos aficionadillos de feria, tomen nota del valor que tiene cortar un trofeo en Madrid. 

Suerte de varas: 
  1. Facilón. 590Kg: De Buenavista. Negro salpicado. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda, hizo un juego de manso. 
  2. Tesonero. 525 Kg: Negro. En la primera entrada al jaco empujó sin clase, solo con un pitón. En la segunda acudió suelto y recibió un picotazo. Manso que se dejó torear. 
  3. Poeta. 518 Kg: De Domingo Hernández. Colorado ojo de perdiz. En la primera vara le tapó la salida. El burel se dejó pegar. En la segunda marcó bajo el picotazo. En la muleta toro del gusto de los toreros. 
  4. Hermoso. 656 Kg: Negro. Manseó en el caballo y en la segunda entrada marró el piquero. Manso que llegó a la muleta desarrollando sentido. 
  5. Fuerte: 603 Kg: Colorado. En la primera entrada derribó al montado. En la segunda el bravucón galán acudió al caballo barriendo el albero topándose con el montado. Manso y descastado. 
  6. Afortunado. 572 Kg: Negro. Cumplió en el caballo y en la muleta ofreció el triunfo al torero. 
Cuadrillas y otros. 

Tarde fresca donde el cartel que se anunciaba no llegó a colocar el anuncio de “No hay billetes”, aunque el coso rozó el lleno. 

En el tercio de banderillas se desmonteraron Rafael González y Alberto Zayas

En el sexto a punto estuvo de producirse un altercado al no conceder el presidente el trofeo a Ginés Marín. El tiro de mulillas montó el sainete al fallar dos veces el enganche del animal. Ellos sabrán si el hecho fue casual o no, el caso es que la seriedad de estos señores lleva mucho tiempo en entredicho. Si el detalle tuvo un mínimo de veracidad, fue vergonzoso. 

Cada matador brindó al Rey Emérito uno de sus toros. 

Comentarios: 

Cualquier espectador con cierto criterio no hubiera concedido la oreja a Ginés Marín en el sexto. La faena fue de más a menos y el toro llegó un momento que fue apagando su embestida y eso un torero con criterio debe tenerlo muy presente. Otro motivo es que tuvo que entrar a matar dos veces. ¡Señores, seamos serios! Cierto que el torero tuvo la virtud de ligar varias series, tanto al natural como en el toreo en redondo, pero falló al entrar a matar, y mientras que Madrid sea Madrid, ese detalle tiene que pagar su fielato, como lo han pagado otros compañeros suyos que con los dos trofeos en la mano han perdido por culpa de la espada el triunfo, tan necesitado para unos y tan sobrado para otros. En su primero había conseguido el ansiado trofeo. Recibió a su enemigo con 8 adornos, propios de la escuela sevillana. A continuación basó su faena en el torero en redondo, ligando varias series y rematándolas con bonitos adornos abrochados con pases de pecho de pitón a rabo. Pero el animal y el viento no quisieron colaborar en el torero al natural. Por ese pitón el torero jerezano no llegó a acoplarse. Como ocurrió en el sexto, prolongó demasiado la faena exprimiendo todo lo que ofrecía el animal. Según las cuentas el toro recibió 54 muletazos. Se dice pronto. 

El lote que le tocó a Castella fue muy deslucido. El primero de la tarde lo recibió en el 6 con unos estatuarios, pero tanto el viento como su enemigo no se lo pusieron fácil al francés. Al animal le costaba tragarse los muletazos y cuando acudía al engaño soltaba la cara defendiéndose ya que sus fuerzas eran limitadas. Al segundo de su lote comenzó sometiéndolo por bajo pero el animal desarrolló sentido y el torero decidió tomar el acero. 

Álvaro Lorenzo estuvo toda la tarde en el limbo. No se enteró que estaba en Madrid e imprimió a su toreo un cariz ventajista. Después de unos doblones de castigo con rodilla en tierra a su primero, comenzó una tanda de redondos bajando la mano y sin cruzarse en ningún momento. A continuación lo intentó al natural, pero sin ligazón, quedado descolocado en cada muletazo. El animal lo desarmó dos veces. Los aficionados comenzaron a criticarle su labor y algunos espectadores los criticaban comentando que era una falta de respeto. De respeto de quien a quien. De los aficionados al torero o al revés, dado el tipo de toreo ventajista que imprimía a su faena.. Al quinto lo recibió con una tanda de derechazos con el solo interés de su justificación ya que ni el animal ni la labor del torero transmitían nada a los tendidos. Como dije es hora que este torero baje del limbo y ponga los pies en la tierra, sobre todo cuando se anuncie en Madrid. 

©Pepeíllo. 

miércoles, 5 de junio de 2019

4 de junio de 2'019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

22ª de Feria. Corrida de toros. 

“Carne de matadero” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Las Ramblas, de procedencia Juan Pedro Domecq Solís y Salvador Domecq, El Torero. Ganado bien presentado y con romana, algunos en exceso como el sexto, pero salvo el segundo, el ganadero en lugar de embarcarlos para la primera plaza del mundo, debía haberlos enviado al matadero, pero claro allí pagan menos, pero la honra como ganadero vale muchos más. 

Terna: 
  • Morenito de Aranda: De catafalco y plata. Estocada casi entera y cuatro descabellos. Silencio. Dos pinchazos sin pasar el fielato y media estocada y descabello. Silencio. 
  • Juan del Álamo: De blanco y oro. Estocada atravesada y descabello. Saludos desde el tercio. Estocada atravesada. Silencio. 
  • Tomás Campos: De marino y oro. Pinchazo metiendo la mano entre las velas, 2 pinchazos y dos descabellos tras aviso. Silencio. Estocada tendida y caída y otra desprendida. Se echó el toro. Silencio. 
Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro. 

El primero salió con las fuerzas justas y el presidente no hizo intención de mandarlo a los corrales. 

Se le protestó la decisión de no devolver el quinto por su condición de inválido. 

Suerte de varas: 
  1. Valeroso. 597Kg: Negro meano. En la primera vara empujó pero en la segunda se quejó del castigo. Manso, descastado y blando de remos. 
  2. Sillero. 543 Kg: Negro salpicado. En la primera entrada al montado empujó y el piquero midió el castigo. En la segunda acudió suelto y empujó con fijeza. Manso descastado que se dejó torear. . 
  3. Taleguilla. 542 Kg: Se dejó pegar tapándole la salida el piquero. En la segunda se defendió. Manso descarado. 
  4. Artista. 570 Kg: Castaño. El picador le zurró la badana y el animal salió suelto. En la segunda recibió un picotazo y volvió a salir suelto. Manso y descastado. 
  5. Jabonado: 554 Kg: Castaño. Acudió suelto al caballo que tapaba puerta al no pararlo nadie de salida y se dejó pegar pero salió suelto. En la segunda entrada manseó. 
  6. Templador. 554 Kg: Castaño salpicado. Empujó sin clase, le tapó la salida el piquero. En la segunda entrada volvió a taparle la salida y cuando salía del caballo tuvo arreones de manso. 
Cuadrillas y otros. 

El cartel reunió en la plaza una media entrada. El viento fue el protagonista e inquietó mucho a los matadores. 

Ante el comportamiento del ganado, las cuadrillas salvo alguna excepción, cumplió en banderillas. Jarocho estuvo aseado en la lidia del segundo, tratando de enseñar a embestir al burel sometiéndolo con capotazos por bajo. 

Comentarios: 

El único toro que dio oportunidad al lucimiento fue el segundo y Juan del Álamo estuvo por debajo de su enemigo. Lo recibió en el anillo con una tanda al hilo del pitón, donde pudo verse las condiciones del toro y las del torero. Continuó con tandas escondiendo la pierna contraria, dedicándose a acompañar las embestidas del animal. En el toreo al natural no se acopló, y poco a poco fue desgranando una faena sin fuste. El toro terminó marchándose a tablas. El quinto le haría recordar la oportunidad perdida en el segundo, El animal acudía al engaño defendiéndose y con la cara por las nubes, lo pasó por la derecha sin ninguna posibilidad de agradar. El toro terminó midiendo las embestidas y el torero aplicando medios pases hasta que decidió tomar el acero. 

Morenito de Aranda se encontró con un lote con pocas posibilidades. El primero de escasas fuerzas estuvo tocándola la muleta durante toda la faena. Lo pasó con la derecha pero mostrándose medroso. Al natural se limitó a cumplir. Si no había toro, era muy difícil que naciera de la muleta el toreo. Se puso pesado y los aficionados sacaron a relucir palmas de tango. Al cuarto intentó meterlo en la muleta pero su enemigo mostró pocas condiciones para mantener una pelea digna. Comenzó soltando la cara en cada muletazo y lo desarmó. Con la muleta en la derecha lo intentó pero el animal continuaba defendiéndose hecho que le produjo un segundo desarme. El arandino desistió y tomó la tizona. 

El primer ejemplar de Tomás Campos apareció en el ruedo con una arboladura impresionante y los presentes le dedicaron una ovación. En realidad al animal le salvaba la cara, y todas las ilusiones que el público puso en él se volvieron rápidamente en decepción al ver el comportamiento que mostró en la lidia. Ajustándonos al último tercio, el torero de Llerena comenzó mal la faena, ya que debió castigar al manso sometiéndolo por bajo y no lo hizo. El viento también contribuyó a la desconfianza del torero y que lo enganchara por la taleguilla, saliendo ileso del trance. El animal no quería pelea y el torero quería jugársela para aclarar su futuro mostrando un valor frío tragando derrotes de su enemigo pero sin visos de triunfo con el toro amparado en tablas. ¡Qué temeridad! Comentó un aficionado próximo a mi localidad. El torero expuso demasiado para no sacar nada de un manso que no le ofreció ni el reconocimiento de su valor. Por último se la jugó en la ejecución de unas manoletinas, que nadie entendió y casi lo engancha de nuevo. El sexto se vino arriba en banderillas pero acudía a la muleta descompuesto. El matador debió haberlo sometido para tratar de corregir ese defecto, pero creyó que con su disposición solucionaría el problema que le presentaba su enemigo, el cual acudía con la cara alta. Ninguno de los dos encontró el sitio en el ruedo, siendo un toma y daca sin ningún valor que transmitiera a los tendidos. Otra vez será torero. 

©Pepeíllo. 

martes, 4 de junio de 2019

3 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

21ª de Feria. Corrida de novillos. 

“Mucha voluntad, poco toreo” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 novillos de Fuente Ymbro, procedencia Jandilla. Desiguales de presentación, varios de ellos sin cara. Mansos, librándose el cuarto que mostró algo de casta, algunos se dejaron torear pero los toreros no los aprovecharon 

Terna
  • Juanito: De celeste y oro. Estocada algo trasera. Silencio. Estocada caída al encuentro y descabello tras aviso. Saludos desde el tercio. 
  • Antonio Grande: Que hace su presentación. De blanco y oro. Pinchazo recibiendo pero se le olvidó meter el brazo. Metisaca, aviso y estocada baja. Aplausos. Tres pinchazos, aviso y descabello. Silencio 
  • Diego San Román: De lila y oro. Estocada al hilo de las tablas perdiendo la muleta.. Saludos. Estocada trasera con el novillo pegado a tablas. Silencio. 
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito 

.Nada que objetar a sus decisiones. 

Suerte de varas: 
  1. Volante: 483 Kg. Negro listón bragado. Manseó en el caballo y no fue castigado. Manso que se dejó torear en la muleta. 
  2. Hostelero: 508 Kg. Negro. Se dejó pegar, le tapó la salida. En la segunda vara acudió suelto y el piquero marcó el castigo. Mansote. 
  3. Protestón: 474 Kg: Negro meano. Acudió al caballo suelto y peleó sin clase. En la segunda vara el piquero marcó arriba y salió de nuevo suelto. Hizo una fea pelea en el caballo y manso de querencias. 
  4. Laminado: 507 Kg: Negro. Las dos veces que acudió al caballo el matador lo puso en suerte con gracia torera Apretó en el caballo pero el piquero le tapó la salida. En la segunda vara se repuchó. Manso con algo de casta. 
  5. Pardillo: 524 Kg: Negro. El animal empujó en el peto pero el piquero le tapó la salida. En la segunda marcó el castigo arriba y el novillo manseó. 
  6. Mestizo: 474 Kg. Negro bragado. En la primera vara acudió suelto al picador que tapaba puerta. En la segunda recibió un picotazo. Manso de querencias a tablas. 
Cuadrillas y otros. 

En tarde de sol pero con un viento agradable, el coso venteño registró media entrada. Hizo su presentación el novillero salmantino, Antonio Grande. En el tercio de banderillas del sexto se lucieron David Blázquez y Manuel Izquierdo. En el tercer par lo tuvo que hacer todo el torero. 

Comentarios: 

Los novilleros vinieron con mucha voluntad y disposición pero con pocas intenciones de agradar a la afición venteña con su toreo. Cada uno tuvo su oportunidad de aportar a su carrera una faena que marcara distancias con la vulgaridad, pero los tres jugaron a ser mayores, citando con el pico de la muleta, con una evidente falta de colocación, mostrando con ello que quieren ser toreros pero del siglo XXI, donde o sobran los toreros, o sobran los aficionados. 

A partir del meridiano de la corrida la tarde dio un acentuado giro. El cuarto sacó algo de casta y el torero portugués, Juanito,  lo recibió con dos pases cambiados desde la boca de riego. El animal tuvo mucho que torear, y el matador intentó pelearse con él en los medios, pero a su labor le faltó colocación y mucho abuso del pico. El manso novillo se fue acobardando y el torero perdiendo la oportunidad de mostrar algo que no fuera voluntad. Su primero acudía al engaño con la única exigencia de ser toreado. Los aficionados le reclamaban que se colocara en su sitio, pero el matador no tuvo presente esta recomendación, dejando sobre el albero venteño una mala copia del torero moderno. El salmantino Antonio Grande se encontró en el quinto un animal que llegó al último tercio muy parado y el matador solo encontró en su muleta voluntad. Pero su primero fue un novillo de lucimiento, con el cual mostró solo entusiasmo. Lo recibió de hinojos en los medios, pero cuando tuvo que torear solo sacó de su muleta ventajas y vulgaridad, aunque mostró temple en el manejo de la pañosa. 

El sexto fue un manso de querencias hacía las tablas. El mexicano Diego San Román, lo recibió de hinojos y el burel se tragó el primer muletazo, pero al segundo le mostró que no era su condición repetir. Se marchó a buscar el amparo de las tablas haber si encontraba la puerta de la dehesa. El matador lo sacó a los medios pero en esos terrenos el burel no quiso pelea. Lo desarmó y lo lanzó por los aires, continuando con la lidia. Todo lo que vino después fueron enganchones, eso, si, con pundonor. A su primero lo citó en los medios con la muleta en la izquierda, pero el novillo después del primer encuentro se marchó a tablas. Era su terreno. En una lucha desigual, el animal se lo echó a los lomos, finalizando la faena con unas bernadinas temerarias que no venían a cuento, solo para mostrar la voluntad de unos novilleros que no ofrecieron ni una verónica, aunque creo que la voluntad no está reñida con el arte. 

©Pepeíllo.

domingo, 2 de junio de 2019

1 de junio de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

19ª de Feria. Corrida de toros. 

“El poder de la ignorancia” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 toros de la ganadería de. Zalduendo, procedencia Jandilla. Mansos descastados y algunos blandos. 

Terna
  • Antonio Ferrera: De verde manzana y oro. Estocada caída recibiendo y citando en la distancia. Oreja y petición de otra. Estocada desprendida recibiendo. 2 orejas. 
  • Curro Díaz: De marino y oro Estocada trasera y caída. Saludos. Estocada desprendía. Aplausos. 
  • Luis David: De berenjena y oro. Estocada baja. Saludos. 2 pinchazos el segundo tras aviso y pinchazo hondo y 2 descabellos. Silencio. 
Presidente: D. Rafael Ruiz de Medina Quevedo. 

En el primero de la tarde el público solicitó el segundo trofeo para Ferrera, pero el presidente se mantuvo serio y lo negó, recibiendo con ello una sonora bronca. Sin embargo en el cuarto el público solicitó el segundo trofeo y el Usía se arrugó ante la insistencia de un público desconocedor de la seriedad de esta plaza. 

Suerte de varas:
  1. Bonito. 534 Kg: Negro. Lo puso en suerte el torero con un solo capotazo. El animal no se entregó en la pelea en las dos ocasiones que acudió al caballo. En la muleta no se cansó de acudir al engaño del matador. 
  2. Valiente. 556 Kg: Negro listón. En la primera entrada se dejó pegar sin fijeza y en la segunda recibió un picotazo. Cumplió en el caballo y en la muleta no tuvo recorrido. 
  3. Fogonazo. 585 Kg: Fue castigado en los bajos aunque el piquero rectificó y en la segunda entrada no se empleó y salió suelto. Signos evidentes de mansedumbre. 
  4. Cítaro. 607 Kg: Negro bragado axiblanco. Apretó en el castigo pero salió suelto. En la segunda entrada el piquero se agarró pero el animal volvió a salir suelto. Manso en el caballo, que ha ofrecido un buen juego al matador en el último tercio. 
  5. Dosel: 587 Kg: Negro listón. En la primera vara apretó en el castigo pero salió suelto. En la segunda no se empleó. Manso que buscó la salida durante toda la lidia. 
  6. Cantamañanas. 572 Kg: Negro listón. El piquero le tapó la salida y el burel no se empleó. En la segunda manseó y salió suelto-.
Cuadrillas y otros. 

Tarde bochornosa donde el coso registró algo más de media entrada. Al finalizar el paseíllo se le dedicó una ovación al torero Antonio Ferrera, por haber superado los graves problemas personales. 

Comentarios: 

.Nunca imaginé que el poder de la ignorancia llegara a estos extremos. No entendí tampoco como el público deseaba con ansia ver triunfar al torero Antonio Ferrera, premiando su voluntad con la salida por La Puerta Grande. Se lo propuso y lo consiguió. En parte me alegré por el torero dada su situación personal que espero que le ayude a superarla y volver a la estabilidad que necesita una persona. 

Pero de eso a las dos orejas que con insistencia reclamó el público asistente para el torero en el cuarto toro va un abismo. La faena no mereció tal distinción ya que aparte de la disposición del torero, su labor no tuvo el fuste ni la creación necesaria para tal premio. El manso que le tocó en suerte no se entregó en ningún momento en la pelea, y el matador se limitó a pasarlo por ambos pitones mientras en los tendidos su labor se fundía incomprensiblemente con los sentimientos de los espectadores, llevados por su ignorancia, “oleando” todos los trapazos que salían de la muleta del ibicenco, creando con ello una sintonía con el público que fue una ofensa a los aficionados y a la fiesta. Llegaron a criticar al presidente el aviso que le envió por consumir el tiempo invertido en la faena. ¿? Los aficionados criticaron al palco la levedad con la que trató a la fiesta concediendo las dos orejas. En su primero también hubo división de opiniones entre el público bullanguero que acudió al coso venteño. La ignorancia también quiso imponer su criterio premiando la faena del torero mallorquín con dos orejas, pero en esta ocasión el presidente anduvo firme en su decisión y concedió un trofeo a una labor donde el matador no se colocó nunca en su sitio, obteniendo algunos naturales sueltos con cierta candencia. El público bullanguero no cesó en su empeño y cuando el presidente negó el segundo trofeo salieron de sus sentimientos una cantidad de improperios indignos de personas que acuden a una plaza de toros.. 

Curro Díaz se encontró en su primer enemigo a un animal que no tuvo recorrido en la muleta y durante la faena encontró la defensa como medio de librarse de estorbo que se ponía delante con un trapo rojo en la mano. Lo único que pudimos observar los presentes fueron unos muletazos hondos para sacarlo a los medios. A su segundo lo recibió con un derechazo que paró el tiempo, pero los aficionados bullangueros estarían levitando aún por la labor de Ferrera y no debieron enterarse. Es lo que tiene la ignorancia. El animal huía de la pelea y terminó llevándolo a querencias, pero ni en esos terrenos se encontraba a gusto. Terminó recorriendo las tablas del ruedo sin encontrar la salida de la dehesa., y el matador tras él sacándole un muletazo aquí y otro allá, pero con la firma del torero jienense. 

Luis David por su parte mostró en sus dos enemigos un toreo de encefalograma plano. Su primero fue un toro soso y el torero mejicano debió contagiarse y su labor no salió de la sosería que mostró con la muleta. En la enésima tanda de redondos el público bullanguero comenzó a entrar en éxtasis y el torero les ofreció unas bernadinas como colofón a la vulgaridad de su labor. Al sexto de la tarde lo recibió con unos estatuarios, continuando con el toreo en redondo por llamarle de alguna manera. A la segunda tanda lo enganchó y se fue a por el torero con saña. A la cuadrilla le costó rescatarlo de entre las astas de su enemigo, y aunque fue trasladado a la enfermería cuando se disponía a continuar con la lidia Ferrera, el torero volvió a aparecer en el ruedo para rematar la faena, eso sí, con la taleguilla destrozada. Todo lo que sucedió después estuvo supeditado por la cogida del matador. Sus muletazos fueron “oleados” con un continuo clamor. Es lo que tiene la chabacanería elevada al nivel de impostores aficionados. 

©Pepeíllo