martes, 31 de mayo de 2016

30 de mayo de 2016: Faltó la casta, D. Adolfo


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Ganadería

6 Toros de Adolfo Martín, procedencia Marqués de Albaserrada. La corrida vino pareja y en el tipo. Algunos blandearon y no dieron buen juego en el caballo. La casta brilló por su ausencia. Excepto el cuarto que pidió el carnet de torero a Rafaelillo, nobles en la muleta. Algunos ejemplares fueron pitados en el arrastre.

Terna:
  • Rafaelillo: De azul pavo real. 2 pinchazos, aviso y estocada desprendida y atravesada. División de opiniones cuando saluda. Pinchazo y estocada arriba perdiendo la muleta. Vuelta al ruedo tras petición minoritaria. 
  • Sebastián Castella: De grana y oro. Aviso, pinchazo y estocada contraria perdiendo la muleta. El toro rueda sin puntilla. Estocada baja. División de opiniones cuando saluda. 
  • Manuel Escribano: De rojo pasión. Sartenazo de juzgado de guardia. El toro se echa aburrido de tanta incompetencia torera. Media estocada tendida y trasera. Aviso. Silencio

Presidente: D. Javier Cano Seijo. 

Parte del público generoso le solicitó la oreja a Rafaelillo en el cuarto pero el presidente no la concedió. Algunos espectadores próximos a mi localidad comentaron que si hubiera sido una figura, se la habría concedido. Dicho queda.

Suerte de varas

  1. Aviador. 543 Kg: Cárdeno claro. En la primera vara acudió suelto y peleó en el caballo sin fijeza y salió suelto. En la segunda entrada al caballo fue castigado trasero, manseó y el piquero le tapó la salida. El burel hizo una fea pelea y salió suelto. En la tercera vara el piquero le arreó en el castigo Manso, sin casta y soso en la muleta. . 
  2. Escribiente. 496 Kg. Cárdeno. En la primera vara el piquero le zurró la badana y tapándole la salida. En la segunda el torero lo puso de largo y el animal se arrancó con tranco, el piquero tampoco tuvo compasión, le pegó trasero. Muy castigado en el caballo, peleó con casta, pero en la muleta sacó codicia y tuvo mucha nobleza. El torero no estuvo a la altura de su enemigo.
  3. Cocinero. 528 Kg: Cárdeno oscuro. En la primera vara el toro se dejó pegar y el piquero le tapó la salida como de un vil manso se tratara. En la segunda entrada el animal aguanto el castigo de su verdugo que le volvió a tapar la salida arreándole de lo lindo. El burel aprendió lo que no debía durante la mala lidia que recibió y llegó a la muleta muy avisado.
  4. Malagueño. 531 Kg: Cárdeno oscuro. El piquero en la primera vara castigó trasero y no rectificó. En la segunda se permitió hacerle la carioca sin que los espectadores le criticaran su aptitud, En la tercera acudió con tranco y fijeza pero el piquero se limitó a marcar el castigo. Toro encastado con muchas dificultades en la muleta. 
  5. Aviador II. 539 Kg: Cárdeno. En la primera vara no se empleó pero el piquero, como es habitual, le tapó la salida, en la segunda la vara cayó baja y el astado manseó sin emplearse en la pelea. Manso en el caballo y en la muleta dio un juego de toro de una ganadería comercial. 
  6. Ebanista. 559 Kg Cárdeno. En la primera vara y después de recibirlo a portagayola, el animal acudió suelto al caballo sin que nadie en el ruedo lo fijara. Fue castigado trasero y salió suelto. En la segunda vara el piquero le arreó y el animal se dejó pegar, pero perdió las manos. Mansote e inválido que lo ha mantenido en pie la poca casta que mostró. 

Cuadrillas y otros:

Salvo en algunas zonas de andanada, la plaza registró un lleno, en una tarde donde el sol llegó para quedarse durante toda la tarde, ofreciendo una temperatura agradable. 

La parte negativa la volvieron a dar los picadores. Si estos señores continúan en ese tono, alguien debería tomar cartas en el asunto y mandar a la escuela a todos estos profesionales y exigirles un comportamiento menos agresivo con los indefensos animales, ya que no tienen medida en el castigo instalados en esos mastodontes bien protegidos, produciéndose una lucha desigual, y si no tienen suficiente con ello, se ha instaurado en sus actuaciones taparles la salida a todos los toros sin tener en cuenta su condición. Si se les tratara de verdugos sanguinarios, creo que nadie se extrañaría.

En la colocación de los rehiletes se tuvieron que desmonterar José Mora y Pascual Mellinas en el cuarto. En la brega destacó José Chacón en el segundo. 

Comentarios:

Casi a la finalización del festejo se oyó una voz que sentenció que los “Adolfos” habían sido una moruchada. No fue una moruchada, pero si le falto ese punto de casta que decepcionó en gran medida a los aficionados

Si el segundo de la tarde hubiera sido un toro comercial, aún estarían aplaudiendo su comportamiento, pero a este encaste hay que exigirle más de lo que ofrecieron. El segundo toro, primero de Castella, comenzó acudiendo a la muleta con mucha codicia y una nobleza impropia de este encaste, y al torero solo se le vio un detalle: dio un redondo que paró el tiempo, todo lo que vino después estuvo lleno de vulgaridad, con el torero colocado en la oreja de su enemigo y el animal en esta ocasión no se quejó. El astado después de ofrecer al torero en las primeras tandas un triunfo, bajó en su condición en el transcurso de la faena, pero Castella ya había demostrado que esta temporada no anda con sitio. Al natural consiguió en algunos muletazos alargar la embestida corta de su enemigo, pero con esto terminó el poco gusto que este año tiene el torero francés. Alargó la faena innecesariamente llegando a impacientar a los aficionados. En su segundo a pesar que el animal tuvo un comportamiento de toro comercial, el torero to hizo todo al revés, rematando para fuera los muletazos y colocándose al hilo del pitón, de esta manera consiguió rematar algunos de ellos, pero los aficionados no lo tuvieron en cuenta ya que puso en ellos el empeño de las ventajas del toreo moderno, abusando en extremo del pico. Si queremos continuar asistiendo a las plazas, debemos acostumbrarnos a este tipo de toreo, ya que las figuras no están dispuestas a torear toros con casta ni ejecutar el toreo colocándose en su sitio. 

Y salió el cuarto, de nombre Malagueño, que acudió al caballo tres veces, hecho inusual en los tiempos que corren, pero el piquero lo hizo todo mal. Fue un toro que transmitió a los tendidos las dificultades que debe tener un animal de su especie, y Rafaelillo no se acobardó, sacó la casta de su personalidad torera y aguantando los parones de su enemigo en la búsqueda constante de su presa, logró sacarle unos naturales de frente y cargando la suerte, que ni los más crédulos se hubieran imaginado. Fue la simbiosis de la unión de la casta y la mansedumbre, creando con ello la dificultad y el peligro para el torero, transmitiendo a los tendidos la emoción y el reconocimiento de la valentía del torero. El primero de su lote no le dio muchas oportunidades al torero murciano. El toro mostró blandura y cuando lo sometió por bajo perdió las manos, acudiendo al engaño sin codicia, a pesar de ello el torero consiguió sacarle algunos muletazos templados, pero tampoco se colocó en su sitio, mostrando unas precauciones que no son normales en su condición de entrega en el ruedo.

Manuel Escribano recibió a sus dos enemigos a portagayola, causando con esa suerte un encogimiento en los corazones de muchos espectadores, ya que es una suerte de cara o cruz, pero si sale cruz, puede ser muy peligroso para el torero. También colocó las banderillas pero clavando los palitroques a toro pasado. Algunos aficionados le recriminaron este hecho. Con la muleta en la mano, el primero del lote mostró las dificultades de una mala lidia y las exigencias a que fue sometido en el tercio de banderillas, por lo cual llegó a la muleta avisado, y no le permitió muchos alardes al torero de Gerena. Acudía al engaño con la cara alta y no tuvo recorrido y el torero hizo lo que sabía y lo que el toro le permitió, sacando de su muleta una serie de trapazos y prolongando la faena innecesariamente. A su segundo lo recibió con dos pases cambiados desde el anillo de la plaza, pero al toro lo mantuvo en pie la poca casta que trajo de la dehesa, pero no llegaron a transmitir nada ni el toro ni el torero. El animal terminó defendiendo y el torero dando trapazos y rematando la faena ahogándole la embestida buscando los aplausos con el arrimón, pero dada la nobleza de su enemigo este hecho no llegó a los tendidos. Otra vez será, torero. 



©Pepeíllo

29 de mayo de 2016: Picadores sin piedad

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Ganadería

6 Toros de Baltasar Iván, Procedencia contreras y Juan Pedro Domecq y Díez en la línea de María Antonia Fonseca, Los Guateles. El ganado estuvo bien presentado. Excepto el tercero, fuera de tipo. En general dieron buen juego.

Terna:

  • Iván Vicente: De lila y oro. Estocada tendida. Saludos desde el tercio. Estocada contraria. Aviso. 8 descabellos. 2ª aviso Silencio. 
  • Alberto Aguilar: De grana y oro. Estocada caída perdiendo la muleta. En el embroque sale atropellado por su enemigo sin consecuencias. Oreja con protestas. Estocada baja. División de opiniones cuando saluda. 
  • Víctor Barrio: De fucsia y oro. Pinchazo y estocada caída. Silencio. Pinchazo entrando con el brazo suelto. y estocada baja. Silencio.

Presidente: D. Justo Polo Ramos.

Se le protestó al presidente la oreja concedida a Alberto Aguilar en el segundo de la tarde.

Suerte de varas

  1. Bastonito. 573 Kg: Colorado. En la primera vara se arrancó de largo al caballo y el puyazo del piquero fue directamente al brazuelo. En la segunda entrada se arrancó con tranco pero el piquero se limitó a sujetarlo. El toro mostró mucha nobleza y poca casta, aunque no se le vio en el caballo. 
  2. Camarín. 560. Kg. Negro listón chorreado, bragado, meano y axiblanco. En la primera vara el piquero se agarró trasero y el toro se empleó en la pelea pero perdió las manos. En la segunda entrada el picador se agarró arriba y se dejó pegar con fijeza. Buen toro que ha estado por encima del torero. 
  3. Sandonguero. 484 Kg: Castaño de capa. En la primera entrada fue picado trasero y el animal empujó defendiéndose en la pelea. En la segunda entrada no lo colocaron en suerte y el picador se limitó a marcar el castigo. Buen juego dio el animal, fue muy mal lidiado y estuvo muy por encima del torero. 
  4. Tesugo. 606 Kg: Negro bragado meano y axiblanco. En la primera entrada al montado el picador le dio fuerte y el toro se dejó pegar sin fijeza. En la segunda vara se defendió y se repuchó. El animal manso que se defendió en la muleta, pero el torero no lo entendió. 
  5. Clavillero. 586 Kg: Negro listón bragado. El piquero lo castigó con saña. En la primera vara se dejó pegar y en la segunda le arreó trasero. El toro casi se desangra en la lidia. En la faena de muleta tomó el camino más fácil, se refugió en tablas, dando muestras de manso y descastado. 
  6. Camarito. 599 Kg. De capa, colorado. En las dos veces que entró al caballo el piquero le tapó la salida y en la segunda le pegó fuerte y el toro se dejó pegar. 

Cuadrillas y otros:

Tarde desagradable, de viento y en el sexto toro comenzó a llover y los tendidos casi se despoblaron. El coso registro algo más de media entrada en la primera corrida del ciclo torista de la feria.

En la labor de las cuadrillas hubo de todo como en botica. A la buena lidia llevada a cabo por Rafael González, se unieron los pares de banderillas colocados por Rafael González en el segundo, Lupi en el cuarto, César Puerto y Lucas Benítez en el quinto y Jarocho y Zayas en el sexto.

Comentarios:

La corrida fue de más a menos, pero los astados de Baltasar Ibán dieron a los tres espadas la oportunidad que se merecían, pero no supieron aprovecharla, a pesar de que algunos fueron masacrados en el caballo por montados sin piedad para los animales ni para la fiesta que les da comer. El único que mostró disposición en el ruedo fue Alberto Aguilar, pero su primer enemigo le vino largo, y cuando un toro está por encima del torero, es que su muleta no hizo lo que el toro exigía. El animal apareció en la arena con la boca cerrada y lo dejó arrastrado por las mulillas de la misma manera. Cierto que el madrileño aguantó en algunas tandas la acometida de su enemigo, pero a la faena le faltó continuidad, ya que unidos a algunos redondos largos y templados, a otros le faltaron el remate que necesitaba la embestida del toro. Cuando comprobó que al natural no pudo con él, volvió a intentarlo por la derecha, pero el astado se fue quedando corto y con ello las esperanzas de un triunfo sonado. Falta le hacía al torero. Su segundo fue de distinta condición y después de sacárselo a los medios, el toro lo enganchó y lo mantuvo entre las astas unos momentos, que fueron eternos para los espectadores. Afortunadamente no pasó del susto. Pero el animal había sido muy castigado en varas y tenía todo el lomo hecho un charco de sangre. En cuanto vio la ocasión se marchó a tablas. Allí el torero buscó la oportunidad de jugársela, pero el toro no colaboró en sus intenciones. Le tendría que pedir explicaciones a su picador. La afición por su parte se llevó una mala impresión del montado.

El primero de Iván Vicente tuvo mucha nobleza pero le falto algo de fuerza para que el torero se viera compensado en su esfuerzo Lo citó desde los medios pero el toro no tuvo el tranco que merecía la ocasión .Cuando lo intentó al natural el astado perdió las manos y según transcurría la faena el animal fue llevando al torero a su terreno, que eran las tablas. En este caso el toro no hizo honor a la casta que mostró su antecesor del mismo nombre, Bastonito. Su segundo a pesar de mansear en el caballo, Vicente no lo entendió con la pañosa en la mano. Comenzó sometiéndolo pero los muletazos los remataba por arriba, esos detalles dieron origen a que el toro terminara defendiéndose en la muleta, ya que pudo comprobarse que cuando le bajaba la mano el toro metía la cabeza, solo había que tirar de él y rematar los muletazos por bajo, pero eso debe ser complicado, por lo menos para lo que demostró el torero de Madrid. El animal terminó desbordándolo y tanto en redondos como al natural no dejó de tocarle la muleta. . 

A Víctor Barrio le vinieron muy largas las condiciones de sus dos enemigos. En su primero no encontró en ningún momento los recursos para hacer frente a un exigente enemigo que tenía mucho que torear. Tanto en redondos como al natural no encontró el mando necesario para templar las embestidas de su enemigo, y de su muleta solo aparecían trapazos en lugar de muletazos llevando al toro embarcado en la muleta. En su segundo enemigo estuvo colocado durante toda la faena fuera de cacho y aunque el animal tenía muy poco recorrido, en ningún momento mostró un detalle que hiciera pensar a los aficionados que su actuación podía ser la causa de una mala tarde. Otra vez será, torero. 



©Pepeíllo

sábado, 28 de mayo de 2016

27 de mayo de 2016: Sobran los antitaurinos

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Ganadería

6 Toros de El Pilar, origen Juan Pedro Domecq en la línea de María Antonia Fonseca, Aldeanueva. Mansos y descastados, más propia de matadero que de una plaza de toros. Varios ejemplares fueron pitados en el arrastre.. .

Terna:

  • El Fandi: De nazareno y oro. Estocada delantera y caída saliéndose de la suerte y perdiendo la muleta. Silencio. Estocada al encuentro perdiendo la muleta. Silencio.
  • David Mora: De purísima y oro. Pinchazo tirándose con el brazo suelto y estocada. Aviso. Silencio. Estocada baja. Silencio.
  • López Simón. De grana y oro. Estocada caída. Aviso. Silencio. Estocada tendida saliéndose de la suerte. Silencio.

Presidente: D. Julio Martínez Moreno.

Devolvió al corral el sexto por inválido, como podía haber devuelto toda la corrida, pero al no ser picados, y en esto si tuvo su responsabilidad, los toros pudieron mantenerse en pie, pero no pudo evitar la pantomima de espectáculo, en especial la suerte de varas.

Suerte de varas
  1. Sorpechor. 504 Kg: Las dos veces que acudió al caballo dio muestras de una mansedumbre supina. En la primera saltó como una gacela al sentir el hierro. Manso y descastado
  2. Holandero. 513 Kg. Manseó y el piquero le tapó la salida. El burel empujó sin fijeza. En la segunda, lo mismo y el toro no se empleó. Manso y descastado.
  3. Deslumbrero. 501 Kg: En ambas entradas al caballo el animal se rajó. En la segunda el picador marró en la colocación de la puya. Manso y descastado. 
  4. Portador. 598 Kg: En la primera vara no lo castigó a pesar que el animal se dejó pegar. En la segunda vara no se empleó y se defendió. Manso en el caballo, pero en la muleta de El Fandi se encontró con la vulgaridad.
  5. Sombreto. 570 Kg: En cuanto acudió al montado perdió las manos, el piquero se limitó a sujetarlo. En la segunda solo marcó el castigó. Manso, inválido y sin gota de casta.
  6. Duda-Noches. 529 Kg. En la primera entrada lo metieron debajo del peto. Se dejó pegar y blandeó. En la segunda vara perdió las manos y no fue castigado. Manso, inválido y descastado. 

Cuadrillas y otros:

La plaza rozó el lleno en una corrida donde ni los toros y los toreros dieron la talla ante un público que asistió al coso con la ilusión de ver cumplidas sus expectativas de acuerdo con el importe abonado por la entrada., pero el ganado lidiado fue una autentica tomadura de pelo. Si el ganadero tuviera un ápice de afición y de dignidad, enviaría toda la camada al matadero, pero mientras haya empresas que le compran el desecho……... 

Los toreros de plata, Ángel Otero, en el segundo de la tarde y Domingo Siro y Jesús Arruga, en el tercero, se lucieron en la colocación de los garapullos. Vicente Osuna lidió con mucha eficacia al tercero, dándole los capotazos precisos para ponerlo en suerte. Como dato anecdótico diré que los seis toros eran de la misma capa, “coloraos”.

Comentarios:

Las personas amparadas en colectivos que defienden a los animales y que acuden a las plazas de toros para mostrar su protesta por el mal trato que reciben los toros de lidia, no deben preocuparse, el exponente del antitaurinismo está dentro de la fiesta. De otra manera no se explica que monten este tipo de esperpento taurino con toros de desecho. 

Tampoco existe ningún argumento en defensa de esta fiesta que un torero que en la temporada pasada hizo el paseíllo en 79 ocasiones y no haya mostrado hasta hoy ninguna justificación para estar presente en esta feria. Tiene que poseer algún encanto para embaucar, primero a las empresas y después a los espectadores. Muchos toreros han tenido su momento de gloria y al no mantener el nivel esperado por el público, han caído en el olvido de los empresarios. En el caso de El Fandi, debe existir algún fenómeno que los aficionados no comprenden. En banderillas fue un desastre, aún no se le ha visto en Madrid colocar un par cuadrando en la cara del toro asomándose al balcón. , y con el percal y la franela, no digamos, ambos engaños le han venido siempre muy pesados al torero granadino, y no será que no ha tenido tiempo para aprender. Ayer, sin ir más lejos, Ángel Otero y Jesús Arruga le mostraron el camino de llegar a los aficionados venteños con los palitroques, pero el torero no quiso aprender, y continuó en su línea vulgar y ventajista, sin llegar a entusiasmar ni a sus partidarios. Aunque el ganado fue un autentico desecho, siempre hay algún detalle que mostrar al tendido, pero en esta ocasión, como dije, ni con las banderillas Solo cabe una explicación que los despachos hagan maravillas en su gestión, y a nadie le extrañaría, ya que sus pasos lo dirige la casa Matilla. 

López Simón y David Mora son toreros que necesitan ganado que haya que poderle toreando, el primero para que su valor y su entrega tengan el reconocimiento de los aficionados, y el segundo para que su muleta les haga creer que aún existen toreros que no se limitan a dar pases. Con el desecho de El Pilar, ambos matadores no tuvieron nada que ofrecer, y esperemos que no caigan en la trampa de anunciarse con ganado de esta clase, sería un error, ya que para enfrentarse a toros cadavéricos hay que tener un don especial, y los toreros que se anuncian con ese tipo de ganado demuestran muy poco respeto a la fiesta de la cual se lucran, y estos dos toreros hasta el momento no están en esa lista. 



©Pepeíllo

viernes, 27 de mayo de 2016

26 de mayo de 2016: Otra tarde de relleno

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros


Ganadería


6 Toros de Parladé. Procedencia Juan Pedro Domecq y Díez, en la línea de Gamero Cívico


Terna:


  • Juan José Padilla: De rojo pasión y oro. Sartenazo de lujo, aviso. Saludos desde la tronera. Estocada desprendida. Algunos generosos espectadores le piden la oreja. Saludos desde el tercio.
  • Iván Fandiño: De verde y oro. Cuatro pinchazos, aviso y cuatro descabellos. El toro tarda en caer. Bronca. Estocada baja. Tímidos aplausos. 
  • José Garrido: De Tabaco y oro. Tres pinchazos y descabello. Silencio. Tres pinchazos. Aviso. Silencio


Presidente: D. Jesús María Gómez Martín.


En el tercero de la tarde cambió el tercio de varas y el toro no fue picado, como ocurrió con toda la corrida..


Suerte de varas: 


  1. Facundo. 641 Kg: En la primera vara se dejó pegar pero terminó defendiéndose. En la segunda se limitaron a cumplir, tanto el picador como su enemigo. Mansote en el caballo y en la muleta no se entregó.
  2. Jerezano. 574 Kg. En la primera entrada hizo una pelea de manso con la cara alta y saliendo suelto de la pelea. En la segunda acudió suelto y salió suelto. El animal manso, blando y de poca casta. 
  3. Liriquillo. 615 Kg: En la primera pelea con el caballo empujó y fue castigado trasero. En la segunda, se rajó y salió huyendo al sentir el hierro. El toro manso y descastado
  4. Fanfarrio. 570 Kg: En la primera vara perdió las manos y se defendió con la cara alta, y en la segunda no se entregó en la pelea. Mansote que se dejó torear en la muleta, pero el torero no lo aprovechó.
  5. Jarrito. 649 Kg: En el primer encuentro con el caballo se dejó pegar y el piquero se agarró arriba, pero el burel salió suelto. En el segundo recibió un picotazo y trasero. Mansote que valió para la muleta, pero descastado.
  6. Inspector. 606 Kg. En la primera entrada el picador marró, y le tapó la salida, evitando con ello que se viera al toro en el caballo. En la segunda vara acudió suelto, empujó el picador se limitó a marcar el castigo trasero. Manso encastado.


Cuadrillas y otros:


En esta ocasión casi se rozó el lleno en el coso venteño. Destacaron en banderillas Diego Ramón Jiménez en el cuarto de la tarde y Antonio Chacón en el tercer para al sexto. En la brega se lució Daniel Duarte en el cuarto.


Comentarios:


Iván Fandiño era el único torero que tenía un cartel para llenar la plaza, pero el de Orduña hace tiempo que perdió la atracción de su muleta y el público salió decepcionado de una corrida donde tanto el ganado como los toreros, demostraron que solo sirvieron de relleno en una feria larga y tediosa, donde actualmente no hay toreros que tengan la clase necesaria para mantener el interés de este montaje. En su primero llegó a la muleta con las fuerzas justas y solo le sirvieron para defenderse en la pelea, pero a pesar de este estado el animal lo desbordó por el pitón izquierdo y el torero no tuvo a su alcance los recursos para poderle, lo que sirvió para descubrir en el torero sus actuales carencias y su desconfianza. En su segundo y ante el abismo de la despedida de la feria sin dejar prendido un detalle de su voluntad torera, quiso enmendar su paso por ella, pero una cosa es querer y otra muy distinta poder. A pesar de ello su enemigo metió la cabeza en las primeras tandas, pero al torero le faltó ese remate que distingue a los que torean y dan pases. Su enemigo ante una muleta que otrora tuvo su poder con toros con poder, pero no con estos desechos de matadero. Suerte, torero. 

Hay que ser realistas, y a Juan José Padilla solo lo utilizan para abrir el cartel donde se anuncian figuras, ya que es un torero que no molesta y lo ofrece con las banderillas y la muleta no sirve para desnudar las mentiras de los que ocupan los primeros puestos del escalafón. Pero de eso a llenar un cartel en esta feria, va un abismo. Ayer de nuevo volvió a dejar en ridículo el tercio de banderillas, clavando a toro pasado, donde solo la ignorancia de ese público generoso, se batía para ver quien aplaudía más fuerte. Solo puso un par asomándose al balcón y fue cuando el toro lo prendió de la taleguilla y le dio un revolcón, del que afortunadamente salió ileso, terminando con ello la página que escribió en esa tarde. Con la muleta aburrió al respetable ante un enemigo que medía las embestidas, y cuando despachó a su enemigo con un sartenazo infame, parte de ese público generoso, pero a la vez desconocedor de las reglas que rigen en estos espectáculos, le pidió la oreja para su torero, ni más ni menos en la primera plaza del mundo. ¿Qué osadía! Su segundo comenzó metiendo la cabeza en la muleta, pero el jerezano no entendió el mensaje de su enemigo y como decía un aficionado próximo, no dio ni un muletazo decente. Eso es lo que hay. Ante tal carencia de recursos, el torero alargó la faena innecesariamente. 

El único toro que llegó a los tendidos por su movilidad fue el sexto y José Garrido no estuvo a la altura de su enemigo. El animal en las tres primeras tandas puso en sus manos el triunfo pero el matador al no saber qué hacer cuando el toro metía la cabeza en la muleta, terminó ahogándole la embestida, buscando el amparo de los terrenos del toro donde se valora más el tremendismo que el toreo, pero el público generoso no entendió la voluntad del torero y silencio su labor. A su primero lo recibió con unos muletazos rematados por alto, y el animal añadió a la faena un recorrido corto por el pitón derecho, ofreciendo el torero medios pases. Ante esta situación se puso pesado aburriendo al personal que le pedían que fuese piadoso y rematara a su enemigo.



©Pepeíllo

jueves, 26 de mayo de 2016

25 de mayo de 2016 : Quien se libra en este desaguisado


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Ganadería

6 Toros del Vellosino, procedencia Juan Pedro Domecq, en la línea de Los Guateles, Antonio arribas, Manuel San Román. Mansos, blandos, de feas hechuras y descastados, con ese punto de invalidez que consiguen con el toro de las figuras, que no rueda por la arena pero que sus fuerzas se limitan para mantenerse de pie, con el fin de no poner en aprietos a los toreros que se anuncian con ellos. El sexto fue devuelto a los corrales por manifiesta invalidez. En su lugar se corrió un sobrero de Domingo Hernández. El segundo fue pitado en el arrastre. El segundo se dejó la cara en la dehesa.

Terna:
  • Julián López, El Juli: De Corinto y oro. Media estocada trasera y tres descabellos. Silencio. Pinchazo, estocada y descabello. Saludos desde el tercio. 
  • Miguel Ángel Perera: De azul celeste. Estocada trasera perdiendo la muleta y ante la acometividad de su enemigo tiene que tomar el olivo. Los aficionados le premiaron con unas palmas de tango. Pinchazo y estocada en el brazuelo. Silencio benevolente.
  • López Simón. De verde hoja. Pinchazo en los bajos y estocada tendida metiendo el brazo con habilidad y dos descabellos tras aviso.

Presidente: D. Javier Cano Seijó.

Devolvió a los corrales al sexto de la tarde, y su labor no tuvo complicaciones.

Suerte de varas

  1. Sevillano. 517 Kg: En la primera vara hizo una pelea de manso, con la cara alta y salió suelto. En la segunda el piquero se limitó a marcar el castigo. El animal manso y descastado. 
  2. Tinajero. 600 Kg. En la primera vara el astado recibió un picotazo y se defendió en la pelea, saliendo suelto del embroque, y en la segunda otro picotazo que le hizo perder las manos. Manso blando y descastado. 
  3. Molino. 535 Kg: Recibió poco castigo el animal y se defendió con la cara alta. En la segunda vara lo puso en suerte el coleta y el animal se marchó donde nadie lo molestara., lo metieron debajo del peto y volvió a salir suelto. Manso, noble en la muleta e inválido. 
  4. Barbudo. 628 Kg: Se dejó pegar en el primer encuentro con el caballo, el piquero le tapó la salida y en cuanto le abrió la puerta, salió suelto. En la segunda entrada se limitó a sujetarlo. Manso e inválido. 
  5. Cantinero. 604 Kg: En la primera vara no se empleó y en la segunda recibió un picotazo. El toro no se le vio en el caballo ni en la muleta, con señales de manso y descastado.
  6. Matamoscas. 591 Kg. En la primera vara salió suelto mostrando una evidente falta de fuerzas. En la segunda, tanto el picador como el toro se limitaron a cumplir el expediente. El toro manso, blando que se ha dejado torear. 

Cuadrillas y otros:

Tarde de temperatura agradable. En esta ocasión se llenó el coso venteño. El rey emérito ocupo una localidad en la meseta de toriles. Los toreros le brindaron el primero de sus lotes. 

Volvieron las figuras y en los corrales no se fumó la pipa de la paz hasta que alguna de ellas consiguió colocar dos sobreros de una de sus ganaderías preferidas, la de Domingo Hernández. Con anterioridad los veterinarios habían rechazado toda la corrida presentada de Jandilla. ¿Que traería el ganadero para que les rechazaran sus toros? Los aficionados continuamos sin conocer lo que ocurre en los apartados ya que nadie quiere mostrar públicamente el contenido de las actas. La prensa oficialista calla y otorga. 

El público generoso estuvo más pendiente de señalar a los aficionados del siete cuando criticaban la labor de su torero que lo que ocurría en el ruedo. Perera le metió un sartenazo infame al segundo de su lote y los espectadores generosos no rechistaron. Se lucieron en banderillas, Curro Javier en un par al tercero, Vicente Osuna en el tercero y Javier Ambel en el quinto. Curro Javier estuvo muy eficaz en la lidia del quinto.. 

Comentarios:

Mala tarde ofrecieron los toreros y eso que el ganado que salió por toriles era de sus preferencias. Pero lo que llama la atención al aficionado es que las figuras se presenten con estas ganaderías, indignas para esta plaza y después ofrezcan un espectáculo deprimente. De sobra es conocido que tanto Perera como El Juli, por lo han demostrado en esta feria, no atraviesan su mejor momento, pero con estos toros no fueron capaces de llegar ni a su incondicionales. El Juli se mostró más dispuesto en el segundo de su lote, pero debido a las condiciones de su enemigo tuvo que contentar a su público pasándolo por la muleta acompañando la embestida, ya que el toro perdía la verticalidad en cuanto lo sometía. Por este motivo tuvo que hacerlo todo al revés, pero este hecho es habitual en este torero. A su primero y desde el primer momento de su faena le presentó el pico de su muleta, y a pesar de ello el animal tampoco valía un duro y daba con su cuerpo en tierra en cuanto le bajaba la mano. Tanto cuidar a estos toreros para estos resultados. 

Perera por su parte ha perdido el sitio que tenía en otras temporadas y que a pesar de ser un torero que escondía la pierna contraria, cuando metía en la muleta a sus enemigos conseguía alargar sus embestidas hasta donde le llegaba el brazo. A su primero lo recibió con unos ayudados por alto, pero todo lo que vino después fue un remedo de toreo, tan vulgar que el propio matador se supero a sí mismo. El toro por el pitón izquierdo no tuvo recorrido pero la muleta del torero tampoco mostró la disposición de figura. El manso se le marchó a tablas y con ello las ilusiones del torero. Las de los aficionados se habían esfumado hacía tiempo. A su segundo lo recibió con unos derechazos rematados en Manuel Becerra, llenando los tendidos de silencio. Al natural el animal se quedaba en la suerte y la muleta del torero se limitaba a dar trapazos, de figura, pero trapazos al fin y al cabo. Trató de arreglar el desaguisado torero con el arrimón, pero para ese tipo de toreo hace falta un toro que transmita emoción a los tendidos, y los que suelen matar estas figuras no se adaptan a estos remates.

López Simón no quiso salirse del guión que habían marcado sus compañeros y guiado por la estela de la vulgaridad mostrada por estos, su labor no paso de un gris tirando a negro. No estaba bien que este torero marcado a sangre y fuego en otras tardes épicas, dejara a sus compañeros en ridículo. Tampoco tuvo ganado para ello, lo que se vio de una manera evidente, que si quieres triunfar y apuntarte a las ferias importantes debes medir mucho tus actuaciones para no molestar a los que mandan en los despachos. A su primero trató de ahormarlo en la muleta con unos muletazos por bajo pero el animal no estaba preparado para ese trato. Perdió las manos y el torero tuvo que adaptar su faena a las condiciones de su enemigo, que se comportó como un corderito, acudiendo a la muleta cada vez que el torero lo requería, pero con una embestida sosa que no llegó a los tendidos. El torero tuvo que conformarse con mantener al pobre animal en pie. Con su segundo ocurrió lo mismo, y es que cuando no hay toro, todo lo que se planteé no tiene valor. Está visto que las figuras condicionan a los jóvenes que vienen apretando, sea con este ganado de vergüenza, o en los despachos si alguien tiene la osadía de mojarle la oreja en el ruedo a alguna figura 



©Pepeíllo

miércoles, 25 de mayo de 2016

24 de mayo de 2016: Puerta Grande para un torero

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Ganadería

6 Toros de Alcurrucén, encaste Rincón-Carlos Núñez. La corrida vino bien presentada y mostraron casta los pupilos de Alcurrucen, excepto el cuarto y quinto. El segundo se permitió la osadía de ser bravo. Sin embargo en el caballo su comportamiento fue de manso.

Terna:
  • Diego Urdiales: De Corinto y oro. Pinchazo sin soltar saliéndose de la suerte, pinchazo tendido y tres descabellos. Silencio. El toro fue pitado en el arrastre
  • David Mora: De verde agua y oro. Estocada perdiendo la muleta. 2 orejas. Media estocada que vale. Silencio.
  • Roca Rey. De rojo pasión. Estocada caída y descabello. Saludos desde el tercio. Estocada saliéndose de la suerte descaradamente perdiendo la muleta. Silencio. Estocada, aviso. Silencio.

Presidente: D. Justo Polo Ramos.

Concedió la vuelta al ruedo al segundo sin petición por el juego que dio en la muleta, a pesar que el toro en la primera vara manseó y se defendió en el castigo sin fijeza. 

Suerte de varas

Heredado. 510 Kg: En la primera vara el piquero le arreó sin medida, y el burel se dejó pegar. En la segunda se limitó cumplir. Manso encastado.

Malagueño. 563 Kg. Manseó, se defendió y salió suelto en la primera entrada al montado. En la segunda acudió con tranco al caballo y el piquero se limitó a sujetarlo. Manso encastado y bravo en la muleta. El presidente le concedió la vuelta al ruedo. 

Doctor. 535. 535 Kg: Derribó al montado sin entregarse en la pelea. En la segunda entrada le tapó la salida y el animal se dejó pegar. El toro manso encastado.

Mañico. 588 Kg: En la primera vara acudió suelto y salió huyendo cuando sintió el castigo. Dos veces que acudió tuvo el mismo comportamiento, la última al picador de reserva. Manso y descastado 

Sucesor. 555 Kg: No se entregó en los dos encuentros con el montado, Manso y descastado. 

Caprichosito. 550 Kg. En el enfrentamiento con el picador tuvo detalles de manso. Escarbó, tardeó en acudir al montado y al final se marchó al picador que tapaba puerta. En la segunda vara el picador se agarró bien pero el astado volvió a salir suelto. Manso encastado.

Cuadrillas y otros:

Se llenó el coso venteño en tarde de temperatura agradable. El presidente concedió la vuelta al ruedo al segundo de la tarde de nombre, Malagueño a pesar de no haber hecho una buena pelea en el caballo, ya que en la muleta tapó todas las carencias que había tenido durante la lidia.

Al mirar el cuadernillo de la reseña de la corrida los aficionados pudimos observar que se anunciaba en la cuadrilla de David Mora un torero de plata llamado Ángel Otero. Con ese nombre daban por hecho que verían, primero una buena lidia y después unos buenos pares de banderillas. No se equivocaron, solo que al segundo par cuadro un poco a cabeza pasada, pencuentro. Los aplausos del público le obligaron a desmonterarse.

En este toro Roca Rey hizo el quite que le correspondía por saltilleras, respondiéndole David Mora

Comentarios:

El torero de Móstoles vio al fin el final del túnel en el que estuvo recluido en oscuridad del olvido que causan las grandes cornadas. Fueron dos años de espera, y la afición venteña se alegró de verlo dispuesto y con ganas ante un toro exigente y ante el cual no valía la trampa y menos el cartón. Se la jugó David Mora, pero se la jugó toreando, donde tanto con la derecha como con la izquierda demostró cómo se maneja la muleta cuando se pisan los terrenos de los triunfos, toreando para dentro y de arriba abajo, rematando los muletazos cerquita de la cadera, ligando las series y cerrándolas con una torería variada, donde la imaginación torera actuaba en libertad, cerrando las tandas con pases del desprecio o con trincherazos ajustados o con pases de pecho donde la naturalidad era su exponente. Así toreo a su primero David Mora, no sin antes sufrir un fuerte revolcón al ejecutar un pase cambiado que no encajó en la faena que el torero tenía a bien ofrecer a los presentes. Fueron momentos dramáticos con un final feliz tanto para el torero como para los espectadores, que en un momento creímos lo peor. Su segundo, un animal de embestida bronca que le costaba tragarse los muletazos rebañando la muleta o lo que hubiera tras ella, no le dio al torero madrileño la oportunidad de mostrar la disposición con que se presentó en esta ocasión en Madrid. 

Diego Urdiales se presentó en esta comparecencia con una disposición entre la duda y la torería. Con un quiero y no me dejan, A muletazos limpios templando la embestida del pitón derecho de su enemigo, presentando la muleta planchada, hecho poco habitual en estos tiempos, donde todo se ha convertido en una especie de estudios cinematográficos donde hay de todo menos verdad, el riojano mezcló también una desconfianza donde parecía un acompañante de lujo en un cartel, donde el torero podía mostrar a sus compañeros la sapiencia que atesora su muleta. Pero no fue así. Su segundo enemigo no se entregó en ningún momento en la pelea, con lo que el torero tuvo que abreviar la faena sin mostrar en ningún momento que hasta los mansos descastados tiene su lidia, y este torero en particular reunía todos los ingredientes para hacerlo.

Los dos enemigos de Roca Rey no se prestaron al lucimiento del peruano, pero tampoco el torero mostró la disposición que le había encumbrado en otras tardes recientes. A su primero le presentó sus credenciales dándole un muletazo por bajo que le hizo morder la arena. Pero eso no bastó, el animal sacó una embestida incierta echando la cara arriba pero que el torero no supo modelarla con su muleta. En el torero al natural el manso encastado lo desbordó, y el matador no encontró los recursos necesarios para poderle con la pañosa. Remató la faena con unas manoletinas incluyendo un pase cambiado, que consideró oportuno para atenuar en esta ocasión su mala suerte en la interpretación del toreo que requería su enemigo. Su segundo le puso a prueba desde el primer momento de la faena, comiéndose la muleta con sus embestidas, pero en esta ocasión el torero se dedicó a colocar la muleta para acompañar la embestida de su enemigo. Su faena consistió en series de trapazos que no levantaron los ánimos de los tendidos, aplacados después de la excitación a que se vieron sometidos por el toreo de su compañero de cartel. Los comentarios vertidos próximos a mi localidad, a los cuales me uní, fue unánime: el toro ha estado por encima del torero. Dicho queda, torero.



©Pepeíllo

martes, 24 de mayo de 2016

23 de mayo de 2016: Menuda oportunidad perdida


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de novillos

Ganadería

6 Novillos de La Ventana del Puerto, encaste Atanasio Fernández Lisardo Sánchez. Bien presentada que dieron en general juego en la muleta. Algunos ejemplares mostraron casta.

Terna:
  • Alejandro Marcos: De rioja y oro. Estocada y aviso. Vuelta al ruedo por su cuenta tras petición minoritaria. Tres pinchazos, aviso estocada y descabello. Silencio. 
  • Joaquín Galdós: De salmón y oro. Bajonazo descarado. Silencio benevolente. Estocada que llenaría de vergüenza a cualquier profesional. Silencio.. 
  • Juan de Castilla: De azul celeste y oro. Metisaca escandalosamente bajo, pinchazo, aviso y estocada. Silencio..

Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito.

En el primero el público generoso solicitud la oreja para Alejandro Marcos creyendo que estaba en la plaza de Benidorm, pero el presidente no fue de la misma opinión. 

Suerte de varas: 

  1. Huracán. 494 Kg: En la primera vara se dejó pegar con poca clase y en la segunda el piquero se limitó a marcar el castigo. Manseó en varas y en la muleta toreó al torero. .
  2. Lituanillo. 4469 Kg. Se defendió en el caballo y el picador no estuvo muy acertado. Manseó en la pelea con el picador. En la muleta el torero ha desperdiciado una oportunidad para triunfar.
  3. Resistemucho. 519 Kg: De nuevo fue el picador quien enfureció a los aficionados, primero marcando el castigo en el brazuelo del novillo Al novillo no se le ha visto en el caballo y en la muleta no dejó de embestir. 
  4. Parasolillo. 522 Kg: Se dejó pegar en la primera entrada y en la segunda el picador le montó un sainete impropio de un profesional. El novillo cumplió en varas metió la cabeza pero sin entregarse en la pelea.
  5. Lavandero. 533 Kg: En la primera entrada apretó llevando al caballo sobre las tablas. En la segunda se empleó con menos acometividad. En el caballo se empleó pero en la muleta se rajó. Manso.
  6. Bonoloto. 520 Kg. En la primera entrada al caballo acudió descompuesto y el piquero marcó el castigo en el brazuelo, en la segunda el piquero no estuvo afortunado. El novillo manso y descastado. 

Cuadrillas y otros

Tarde de temperatura agradable. En esta ocasión el coso registró la mitad del aforo. Tanto los toreros de plata como los picadores, no tuvieron su tarde, solo recuerdo un detalle en el par de banderillas de Manuel Macías en el sexto. Lo demás si los aficionados queremos continuar asistiendo a estos espectáculos, habrá que olvidarlo

Juan de Castilla sustituyó a Luis David Adame por cogida de este.



Comentarios:

Pero los que no deben olvidar el espectáculo que ofrecieron son los profesionales implicados en esta debacle taurina. Muchos de los participantes deberían sentir vergüenza de sus actuaciones y con ello redimir parte de sus culpas. Ni los picadores, ni los toreros de plata estuvieron en ningún momento a la mínima altura del respeto que deben recibir los espectadores que acuden a estos espectáculos.

Los novillos pusieron en bandeja de plata el triunfo a los coletas y como complemento, a sus cuadrillas, pero nadie estuvo a la altura de sus enemigos. Los novilleros desperdiciaron una bonita oportunidad para que las empresas no olvidaran sus nombres, pero con sus actuaciones creo que algunos no deberían olvidar los libros. Mucha culpa tiene también ese público festivalero que viene a los cosos a ofrecer el triunfo de los toreros por el solo hecho de colmar su ego personal de haber asistido a un triunfo espectacular, sin caer en la cuenta que la que paga la factura de su irresponsabilidad es la seriedad de la fiesta.

Mucha vergüenza pasó el aficionado viendo a un torero como Juan de Castilla tratando de consumir el tiempo de la lidia del sexto dando pases al hilo del pitón, metiendo el pico por sistema, mientras que los espectadores abandonaban el coso aburridos del espectáculo deprimente que el novillero colombiano ofrecía. Para remate de una faena que no existió y cuando todos los presentes esperaban que se tirara a matar, exhibió el remate con unas bernardinas mientras los aficionados le reclamaban por compasión que finalizar la faena En su primero se dobló con él al comienzo de faena, pero rápidamente se le vieron las intenciones de colocarse en el sitio de las figuras, es decir fuera de cacho y utilizando el pico de la muleta que en algunos momentos casi deja tuerto a su enemigo. Tuvo un problema el novillero, que el novillo no se cansó de embestir y se le marchó con las orejas puestas al desolladero. Si este chaval es capaz de sacar conclusiones de lo ocurrido esta tarde en el ruedo, es posible que consiga algo en este duro oficio, sino, mejor es que retome los libros.

La misma suerte corrió su compañero de terna, Alejandro Marcos. El salmantino se dejó escapar una oportunidad de platino, y terminó siendo toreado por su enemigo. Durante toda la faena se limitó a acompañar l embestida del novillo, en lugar de mandara su muleta. El público generoso interpretó lo contrario y solicitó la oreja para el torero, y este al no tener conocimiento de lo que había ocurrido en la arena se puso a dar la vuelta al ruedo por su cuenta. Patético, torero. Su segundo a pesar de no tener una embestida clara, en los primeros compases de faena metió la cabeza, y el torero solo tuvo que aprovechar la oportunidad de torear, pero eso fue lo que no hizo, llenando el albero de trapazos. 

Joaquín Galdós para no destacar de sus compañeros de cartel, en su primero desperdició una oportunidad. Se le vieron maneras en el manejo del percal en el quite que hizo por verónicas, con la pañosa en la mano no estuvo a la altura de su enemigo. El novillo acudía al engaño a cada solicitud del torero pero éste se limitó a aburrir al respetable. No tuvo bastante con lo expuesto que se le fue la mano al entrar a matar y despachó a su enemigo con un bajonazo que llenó de pudor a todo el escalafón de novilleros. Su segundo le ofreció también una oportunidad pero el torero se limitó a sacar de su muleta solo trapazos y el pobre animal, aburrido como una ostra, se rajó. Que menos podía hacer. 



©Pepeíllo

lunes, 23 de mayo de 2016

22 de mayo de 2016: La honradez de un torero


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros


Ganadería

5 Toros de Las Ramblas y un remiendo de Buenavista, procedencia Juan Pedro Domecq y Salvador Domecq, El Torero. De juego y presentación desigual, donde predominó la mansedumbre. Algunos mostraron casta. El tercero fue enviado a los corrales y en su lugar salió un sobrero de Julio de la Puerta. 

Terna:
  • El Cid: De obispo y oro. Bajonazo infame. Silencio. Estocada baja. Aviso. El toro tiene una muerte brava. Silencio.
  • Paco Ureña: De rosa y oro. Estocada desprendida colgándose en los pitones y tres descabellos. Aviso. Aplaudido en el arrastre. Saludos desde los medios. Pinchazo y estocada perdiendo la muleta. Oreja
  • Fortes: De sangre de toro y oro. Estocada desprendida y atravesada. Silencio, Media estocada, al descabellar el toro se mata solo.

Presidente: D. Julio Martínez Moreno.

Sin complicaciones en sus decisiones. Envió a los corrales al tercero por manifiesta invalidez.

Suerte de varas:
  1. Simplón: 493 Kg: En la primera vara el pegó el piquero, salió suelto y se marchó al reserva que solo marcó el castigo. Manso y descastado.
  2. Taquillero: 514 Kg. En la primera vara empujó sin clase y el piquero no lo castigó. En la segunda se limitó a sujetarlo. Mansote y noble en la muleta y le faltó recorrido. 
  3. Riguroso: 527 Kg: En la primera entrada el piquero se agarró arriba y el animal cumplió en el caballo. En la segunda se limitó a cumplir. El toro cumplió en el caballo y en la muleta estuvo por encima del torero
  4. Facilón: 583 Kg: En la primera entrada al montado perdió las manos, se durmió en el peto pero el castigo fue mínimo. En la segunda no fue castigado. El animal blando, pero ha estado por encima de su matador. 
  5. Testarudo: 514 Kg: Casi derriba sin empujar por la impericia del picador. En la segunda vara el piquero le pegó y el toro salió suelto. Manso encastado. 
  6. Surtidor: 580 Kg. En la primera vara el toro acudió al picador de reserva que se limitó a marcar el castigo. En la segunda el caballo, debido a la mansedumbre del burel, se colocó en el tendido uno. Manso y con algo de casta.

Cuadrillas y otros:

Salvo algunos huecos en los tendidos la plaza registró una buena entrada. La tarde fue soleada pero con temperatura agradable.

Paco Ureña se retiró a la enfermería al rematar a su primer enemigo para comparecer para matar al quinto.

En el sexto y en el tercio de banderillas, los toreros de plata ofrecieron un espectáculo bochornoso e incomprensible a ojos de los presentes. Hay que tener caradura vestirse de torero y hacer el ridículo de la manera que lo hicieron. Tantos los aficionados como el público generoso, no entendían nada de lo que ocurría en el ruedo, solo que en un acto de cobardía infame, estos toreros que se permiten llegar a la plaza con un cierto grado de altanería luciendo el traje de luces, sean capaces de hacer una labor tan infame, rayando la cobardía. Los individuos atendía por, J. Antonio Muñoz y José Luis Hernández, Zuri. Supongo que no osarán deshonrar de nuevo el traje de luces. 

Comentarios:

En la plaza solo hubo un torero, bueno vistiendo el traje de luces, tres, pero que abandonaran el ruedo con los honores reconocidos por la afición, solo uno, Paco Ureña. Un torero que venía de una cogida reciente en Francia y no quiso caerse del cártel para mostrar a la afición venteña su estado de gracia delante de la cara del toro. No es lo mismo pegar pases acompañando la embestida del toro, que lo que hizo Ureña, pasándose la cabeza de sus enemigos cerca de la taleguilla, rematando los muletazos en la cadera y quedando colocado para el siguiente, y lo más importante, sin descomponer la figura. Así toreo el torero de Lorca, bueno, en algunos momentos lo consiguió, pero nadie puso en duda su honradez ni su valentía. En su primero entró a matar metiéndose prácticamente entre los pitones. Se retiró a la enfermería para salir a matar el quinto. En el segundo de su lote y en un momento del toreo al natural, el toro se lo echó a los lomos dándole un revolcón. Dada su entrega y el toreo mostrado, los espectadores premiaron su labor con un apéndice en su segundo toro. Lo único que no agradó a la afición fue cuando recibió a su segundo enemigo a portagayola, ya que dada su situación física no se lo podía permitir. 

No se puede decir lo mismo de El Cid. El torero de Salteras estuvo desdibujado en sus dos enemigos. En el primero no encontró ningún momento para asentar las zapatillas en la arena, limitándose a bailar en la oreja de su enemigo. Tanto en redondos como al natural el animal le tocaba la muleta, ofreciendo una imagen penosa de su toreo. A pesar de que llenó el albero de mantazos por doquier, la parroquia venteña fue muy benevolente con el torero. En su segundo se limitó a dar medios pases sin llegar a rematar ninguno de ellos, limitándose a acompañar las embestidas de su enemigo, toreo típico del matador sin recursos y sin la valentía para colocarse en su sitio y mostrar al público esa mano izquierda poderosa que en otros tiempos horadaba el albero venteño templando la embestida de su enemigo. Hubo quien se atrevió a decir, que antes de perder la dignidad por unos contratos que el aficionado puede considerar míseros, por la forma de ganarlos, es más honroso pensar en la retirada.

Por su parte, Fortes ha perdido esa vitola de torero que ofrecía lo que tenía, y era una valentía que encogía los corazones de los espectadores. Al perder ese don, solo le ha quedado en su muleta una vulgaridad que no engancha con los tendidos. A su primero consiguió sacarle una tanda de derechazos donde destacó uno de mucha plasticidad, pero al natural no consiguió acoplarse a un animal que a opinión de muchos aficionados, en los que me incluyo, se le fue sin torear, y eso es un signo que da mucha información sobre el estado de un torero. En su segundo comenzó la faena con muletazos acompañando el viaje de su enemigo. En un descuido el torero se quedó al descubierto y el animal casi lo arrolla La faena terminó con el toro por un lado, el torero por otro y los espectadores tratando de entablar tertulias ya que lo que ocurría en el ruedo no le interesaba a nadie. 



©Pepeíllo

sábado, 21 de mayo de 2016

20 de mayo de 2016: Que paciencia y falta de respeto

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Corrida de toros

Ganadería

6 Toros de Alcurrucén, encaste Rincón-Carlos Núñez. Blandos, algunos rayando la invalidez, mansos, y descastados. Varios de los ejemplares fueron pitados en el arrastre. 

Terna:

Julián López, El Juli: De verde hoja y oro. Media trasera y desprendida. Aviso y 9 descabellos. Bronca. Estocada perdiendo la muleta. Silencio.

Sebastián Castella De azul marino y oro. Metisaca en el brazuelo y estocada caída. División de opiniones. Estocada. Silencio.

José Garrido. De espuma de mar y plata. Estocada tendida y desprendida perdiendo la muleta. Aviso. Saludos desde el tercio. Aviso, Pinchazo perdiendo la muleta, estocada que escupe perdiendo la muleta, estocada trasera y caída perdiendo la muleta. Silencio.

Presidente: D. Javier Cano Feijo.

En esta ocasión no tuvo el presidente la osadía de mostrar el pañuelo azul ¡Menos mal! 

Suerte de varas: 

1º Lancero. 572 Kg: Se Arrancó descompuesto al caballo y salió suelto. El piquero muy mal. En la segunda entrada, manseó repuchándose y saliendo suelto. Manso descastado y noble que se dejó hacer en la muleta.

2º Dinastía. 529 Kg. Se defiende en el castigo con la cara alta y el piquero no lo castigó. En la segunda se limitó a cumplir. Manso en el caballo, blando y noble en la muleta.

3º Milagroso. 560 Kg: En la primera vara se dejó pegar, el piquero incluyó en su trabajo la carioca, el animal salió huyendo del castigo o del piquero. El toro manso y blando.

4º Toledano. 583 Kg: En cuanto sintió el hierro salió suelto. En la segunda vara se defendió, repuchándose, el piquero le tapó la salida y el burel salió suelto. Manso, blando y descastado. 

5º Antequerano. 541 Kg: Acudió suelto al caballo, el picador le tapó la salida y volvió a salir suelto. En la segunda entrada no lo castigó y volvió a salir suelto. Manso y descastado. 

6º Cometillo. 555 Kg. No lo castigó y salió suelto. En la segunda otra de lo mismo. El animal, inválido, manso y descastado. 

Cuadrillas y otros:

Al final se colocó el cartel de “No hay billetes”. Se celebró el 14ª espectáculo de la Feria de San Isidro, con un sol radiante. Fue lo único positivo de la tarde, aunque se comentaba en los corrillos de la plaza que ni las figuras de postín eran capaces de llenar el coso. Sobre lo que aconteció en el ruedo, el aficionado lo único que se llevó fue un mal recuerdo de la tarde. No hubo ni un detalle que pudiera satisfacer el ego de su afición. Solo me quedó en la retina la lidia de Álvaro Montes al segundo de la tarde. Como dijo aquel político de ingrato recuerdo para muchos españoles, “Manda Guevos”. 

Comentarios:

El montaje de esta corrida fue un reparto de cromos entre dos de las empresas que dominan el monopolio taurino, la Casa Lozano y Los Choperitas, de estos había que excluir a José Garrido, que iba de relleno y de paso, con su confirmación, servir para abrir el cartel a la figura de turno a El Juli. Todo lo demás fueron acuerdos entre los poderoso, con el fin de beneficiar a sus toreros. Plaza llena, televisión, ganado de Los Lozanos. No podían pedir más lo dos figuras, y lo único que ofrecieron hubiera sonrojado la dignidad de cualquier persona honrada. Esto ocurrió a la vista de un público extremadamente generoso e inconsciente, que jaleaba cualquier detalle de los toreros, aunque estos significaran una afrenta para el toreo ortodoxo. Hasta se dio el caso que un aficionado del siete le recriminó a Castella que dejara de colocarse en la pala del pitón, y estos escientes espectadores, le regaló una sonora bronca. Vivir para ver y escuchar, a estos aficionados que le hacen el caldo gordo a estas empresas de donde surgen, como por arte de magia, toreros ventajistas, sin límite en sus escrúpulos, basando sus triunfos en la trampa y en el cartón y ofreciendo unos espectáculos deprimentes a un público que a la postre saca la cara por quién no se la merece.

¿Y el ganado? Menos mal que el presidente no le dio por sacar por su cuenta y riesgo el pañuelo azul y dar la vuelta al ruedo a alguno de los toros lidiados, como hizo el año pasado. Los toros de Alcurrucen ofrecieron. un juego que llenaría de bochorno a cualquier ganadero honrado. Pero ayer ellos se sentirían también empresa y el atributo de la dignidad no les afectaría. Hay que valer para eso. Decía un aficionado que los toros con nota y que forman la cabeza de camada, los ganaderos los venden a otras plazas, ya pagan más. ¿Qué tipo de ganado compra la empresa? En vista del juego que están ofreciendo, no sorprendería que adquieran el desecho, ya que una empresa se monta con el único propósito de dar los máximos beneficios, y si el que lo vende es otra empresa, pues todo queda entre los poderoso. ¿Y la comunidad qué papel juega? Nadie se preocupa por ello, solo les gusta alardear que Las Ventas es la primera del mundo. ¿La primera del mundo, en qué? Visto el resultado de esta corrida y de otras anteriores, si no toman medidas, es que no les importa en absoluto estos espectáculos, solo recoger sus impuestos y acudir a ellos dejándose ver en los burladeros con el fin de obtener réditos políticos



©Pepeíllo

viernes, 20 de mayo de 2016

19 de mayo de 2016: HAY QUE REIVINDICAR LA VERÓNICA

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. 

Ganadería

6 Toros del Puerto de San Lorenzo. Encaste Atanasio Fernández Lisardo Sánchez. Bien presentados. En líneas generales mansos y algunos manejables. El sexto sacó algo de casta. .

Terna:

  • Enrique Ponce: De grana y oro. Estocada desprendida y atravesada y algo trasera y dos descabellos. Saludos desee los medios. Bajonazo, aviso. Saludos desde el tercio. 
  • Daniel Luque: De verde olivo. Pinchazo y estocada que vale. Silencio. Pinchazo perdiendo la muleta, bajonazo, aviso. Silencio.
  • Román: De rojo apagado. Estocada contraria y descabello en el toro de su confirmación. Silencio. Tres pinchazos y estocada. Aviso. Silencio.

Presidente: D. Justo Polo Ramos.

Echó dos toros al corral por falta de fuerzas. 

Suerte de varas: 

  1. Relicario. 561 Kg: En la primera entrada mostró blandura y el piquero le tapó la salida. El animal se enceló en el peto y perdió las manos cuando lo sacaron del caballo. En la segunda entrada manseó y el picador lo dejó que se estrellará en el peto. 
  2. Malaquito. 618 Kg. En la primera entrada derribó y se enceló en el caballo. En la segunda entrada el picador marcó trasero el castigo pero se limitó a sujetarlo. Blando que ha servido para la muleta... 
  3. Cubanos. 560 Kg: En la primera vara no se empleó y en la segunda se limitó a cumplir. Mansurrón. 
  4. Pituso. 583 Kg: En la primera vara el picador castigo bajo y no rectificó. El toro empujó pero perdió las manos. En la segunda entrada se dejó pegar pero el piquero lo castigó trasero. Manso y con complicaciones en la muleta.
  5. Cantino. 541 Kg: Cuando entró al caballo se dejó castigar. El Algabeño lo sacó del caballo sin un capotazo. En la segunda entrada se limitó a cumplir. Cumplió en el caballo pero se rajó en la muleta. 
  6. Cubitón. 590 Kg. En la primera pelea con el montado se dolió y no tuvo fijeza. En la segunda vara el picador se agarró arriba, pero deslució tapándole la salida. Manso encastado con un buen pitón izquierdo.

Cuadrillas y otros:

Casi lleno en tarde calurosa. Confirmó la alternativa el torero valenciano, Román. Su primero se partió la pezuña de una mano durante la ladi y tuvo que abreviar. El tercero comenzó a cojear ostensiblemente durante la faena de muleta y el matador tuvo que tomar el acero En el cuarto toro tuvieron que salir tres toros al ruedo por devolución de los dos primeros. 

En el sexto se lucieron en banderillas Raúl Martí y Hazem, El Sirio. Ambos tuvieron que desmonterarse. En el quinto puso un buen par Raúl Caricol, y El Algabeño lidió con mucha sobriedad en este toro.

Comentarios:

Después de tantas corridas celebradas en este ciclo isidril, lo único que se echaba en fala era el toreo a la verónica. Solo un par de toreros la han ejecutado con estilo, uno Morenito de Aranda, el otro no recuerdo, y tuvo que llegar un veterano, con un pie casi en la despedida, y mostrar a los espectadores que es una de las suertes más bellas de la que se ejecutan en tauromaquia. Su autor fue Enrique Ponce, un torero que ha tenido problemas para que la afición venteña reconociera sus facultades, por una razón muy simple, porque casi siempre las ha ocultado con el toro comercial y en la mayoría de las veces tratando de emplear las triquiñuelas con su muleta, y eso la afición de Las Ventas nunca se lo ha perdonado. Ayer recibió a su primero con unas verónicas ajustadas hasta que consiguió pararlo, pero es un torero que lleva la trampa como bandera, ya que en lugar echar la pierna contraria para adelante e intentar ganarle terreno a su enemigo, escondía del cite y de esa manera daba la impresión que cargaba la suerte. Si no hubiera sido por esos detalles con los cuales ha engañado a la ignorancia de los públicos festivaleros, hoy estaríamos reconociendo a un gran torero. Pero….

En su primero se dobló con él con mucha torería levantando los olés de los espectadores, pero el toro al segundo muletazo perdió las manos. Eso no fue óbice para que el torero trazara unas tandas de redondos y naturales sin descomponer la figura y rematadas en la cadera que levantaron el ánimo de los presentes, unos de ellas cerradas con pases de pecho rematados en el hombro contrario. La espada le privó de los trofeos. En su segundo se montó el sainete de los corrales. Tuvieron que salir tres toros para que el torero valenciano pudiera cumplir con su cometido que era torear. Pero el animal venía avisado de todo lo que había ocurrido en el ruedo y cuando llegó a la muleta diferenciaba entre la muleta y quien la manejaba y se limitó a buscar lo que dejaba atrás. El torero tuvo que cambiar el guión de su faena y en lugar de intentar meterlo en la franela, optó por una lidia preparándolo para la suerte final.

Román recibió de manos del maestro de Chivas la confirmación, pero con tan mala suerte que el toro de su confirmación se rompió una pezuña y tuvo que despenarlo sin tener la oportunidad de probarlo en la muleta A su segundo lo recibió en los medios dándole una tanda de redondos con más entusiasmo que torería. El toro mostró un buen pitón izquierdo, pero el torero no lo entendió, le dio una tanda de tres naturales aguantando la acometividad de su enemigo, pero remataba por arriba, quitando mucha brillantez a su faena. Volvió al pitón derecho pero por ese lado el toro se quejaba. El animal se fue quedando corto en la embestida dificultando con ello la labor del torero, que se fue apagando como la tarde. Echó mano del recurso de los remates finales dando unos redondos invertidos con el propósito de darle fuste a su faena, pero lamentablemente esta no existió como tal.

Al primero de Daniel Luque lo citó desde los medios, pero sus muletazos carecieron de profundidad ya que los remató por alto en lugar de vaciar la embestida del toro en la cadera. Durante la faena el animal comenzó a cojear y el torero abrevió la faena. En su segundo se dobló con él hasta conseguir sacarlo a los medios, pero el burel adolecía de recorrido. El sevillano lo intentó al natural y en redondos, pero su enemigo no transmitía nada y su muleta tampoco, a pesar de prolongar la faena innecesariamente, lo único que consiguió fue aburrir a los presentes. De esta manera terminó su primera comparecencia en la feria. 



©Pepeíllo

jueves, 19 de mayo de 2016

18 de mayo de 2016: Una pena, torero


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. 

Ganadería

6 Toros de la ganadería de Fuente Ymbro. Procedencia Jandilla. Los tres primeros mal presentados, Mansos, faltos de fuerza y descastados. El primero fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un sobrero de Buenavista, de procedencia Juan Pedro Domecq, con el trapío del medio toro. Algunos ejemplares fueron pitados en el arrastre.

Terna:
  • Diego Urdiales: De azul pavo real y oro. Estocada desprendía y descabello. Dos avisos. Saludos desde los medios. Estocada saliéndose de la suerte. Silencio.
  • Miguel Ángel Perera: De verde seco y oro. Pinchazo y estocada baja y trasera. Silencio. Pinchazo y estocada trasera y caída. Aviso. Silencio. 
  • Talavante: De azul cielo. Estocada desprendía. Petición minoritaria. Saludos. Estocada desprendía perdiendo la muleta. Aviso. Oreja. 

Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito.

Le costó al usía devolver al primero, dio la impresión que lo tenía que pagar de su bolsillo, y ante esta situación trató de ahorrarse un toro. Concedió un trofeo a Talavante en el sexto sin petición mayoritaria.


Suerte de varas
  1. Desastre. 537 Kg: Acudió suelto al caballo y el picador le tapó la salida. En la segunda entrada recibió un picotazo. Blando y noble.
  2. Pelicano. 546 Kg. En la primera vara no se empleó y como no lo habían parado de salida, continuó suelto. Lo puso en suerte el torero y el animal se marchó a terrenos de nadie. Acudió al caballo en terrenos del 10. Manso, blando y excesiva nobleza para ser un animal considerado fiero. 
  3. Iluminado. 510 Kg: Le tapó la salida y blandeó en el caballo. En la segunda vara acudió suelto y salió suelto al sentir el castigo. Manso, blando y descastado. 
  4. Víbora. 548 579 Kg: No se entregó en la pelea y el montado no le hizo ni sangre. En la segunda vara más de lo mismo. Manso y descastado.
  5. Embriagado. 520 Kg: En la primera vara empujó y derribó al montado debido a la impericia del picador. En la segunda se limitó a sujetarlo. Manso blando y descastado.
  6. Hurón. 560 Kg. De nuevo se produjo otro derribo por culpa del picador. En cuanto el toro acude a los pechos del caballo como debería ser, los picadores cantan la gallina. Manso declarado.

Cuadrillas y otros:

En tarde de no hay entradas se celebró la duodécima corrida del ciclo ferial en tarde espléndida de sol y de calor. Se guardo un minuto de silencio en memoria del novillero peruano Renatto Motta. fallecido a consecuencia de las heridas inferidas por un novillo en la plaza de toros del Poblado de Malco, en Ayacucho

El sexto toro derribó y con el caballo en el suelo, trajo en jaque a las cuadrillas que no sabían cómo pararlo. Los monosabios tuvieron que poner pies en polvorosa en varias ocasiones al entrar el toro en la zona donde se encontraban intentando levantar al caballo.

En banderillas se desmonteraron, Juan José Trujillo en el tercero al colocar un par sensacional, y Curro Javier en el quinto. La cara opuesta de la moneda la sufrió el primero al lidiar el sexto. Estuvo francamente desafortunado. 

Comentarios:

Diego Urdiales, un torero con empaque de los pocos matadores que citan con la muleta planchada, dando el medio pecho, llevando al toro toreado en la muleta y quedando colocado para el siguiente muletazo, se ha puesto al servicio de los taurinos y su toreo no está hecho para el tipo de toro que se lidió ayer y que sirve a las figuras para engañar al respetable. Dado su poderío y sus conocimientos de los terrenos necesita un toro exigente y que haya que poderle, y aunque ayer mató al único animal de la corrida que se desplazó, no estuvo a la altura de lo que se esperaba de él. No estuvo mal con el que abrió plaza, un sobrero de Buenavista, con detalles de maestro, pero su actuación estuvo algo por debajo de sus conocimientos, dejando un mal sabor de boca en los aficionados, ya que dio la impresión de no querer empañar la actuación de sus compañeros de cartel, y que su cometido era abrir plaza. No obstante mostró la diferencia que existe en la forma de interpretar su toreo y el de sus compañeros de terna. En este toro se pasó de faena y recibió dos avisos de la presidencia, hecho que enfrió los ánimos del público. En su segundo no se le vio a gusto delante de su enemigo un manso sin casta que se quedaba corto en la muleta y no transmitió nada a los tendidos ni permitió que el torero lo hiciera.

Miguel Ángel Perera, un torero de los considerados figuras acudió a su primera comparecencia en el coso venteño como es habitual en él, con la lección aprendida desde el hotel y se limitó a hacer la misma faena a sus dos enemigos tal y como él la entiende. Dar pases colocándose en la pala del pitón, sin cargar la suerte en ningún momento, toreando para fuera y descomponiendo la figura con el fin de rematar los muletazos lo más lejos posible. Desde luego es lo más cómodo para él y de esta manera no se complica la vida y puede anunciarse en otras plazas como vulgarmente se dice, sin despeinarse, y si de esta manera el público valora su toreo, para que se iba a exponer intentando torear. Pero el aficionado entiende que las figuras deben demostrar que lo son delante del toro-toro, y cuando despliegan el capote y la muleta mostrar a los espectadores que el lugar que ocupan en el escalafón no es producto de una tarde con suerte. A pesar de este toreo ventajista sufrió varios enganchones y su enemigo, manso, blando y noble que se permitió el lijo de desarmarlo. A su segundo y después de citarlo desde el anillo solo consiguió un derechazo templado, pero sin fuste. Al final dio la impresión que el toro estuvo por encima del torero. 

Talavante por su parte comenzó la faena en el 6, recibiéndolo con unos estatuarios, para a continuación llevárselo al anillo. Un cambio de manos improvisado fue muy jaleado por la parroquia del torero. Pero su enemigo terminó defendiéndose por falta de fuerza o quizá porque no le gustó el terreno que le dio el pacense. El caso es que el matador en un descuido de la faena sufrió un revolcón sin consecuencias. El torero solo consiguió unos redondos desdibujados ya que en cuanto lo sometía mostraba su evidente flojedad. El sexto un manso de escuela, paseo al torero por las tablas del ruedo, hasta que el animal encontró cobijo en toriles, y Talavante encontró también el sitio adecuado para intentar no irse de vacío. Expuso delante de su enemigo sacándole lo que no tenía, tanto en el toreo al natural como en redondos, faena que fue más emotiva que artística, que debió conmover las emociones de sus seguidores, pero de ahí a pedir la oreja, muchos aficionados no entendieron. Tampoco la petición fue mayoritaria, pero el triunfalismo se ha impuesto en estos tiempos y el palco dio muestras evidentes de ello..



©Pepeíllo

miércoles, 18 de mayo de 2016

17 de mayo de 2016: Decepción ganadera

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. 

“Corrida de La Asociación de la Prensa”


Ganadería


6 Toros de la ganadería de Pedraza de Yeltes. Origen Juan Pedro Domecq y Díez en la línea de Matías Bernardos, Aldeanueva, el Pilar. De desigual presentación Unos con mucha romana y otros justos de presentación. En general manso y descastados, el tercero fue el único que se prestó en la muleta. Otros auténticos mulos, como el primero y segundo. 


Terna:

  • Manuel Escribano: De azul pavo real y oro. Estocada atravesada. Silencio. Estocada caída y atravesada. Lo levanta el puntillero y dos descabellos despenan al burel. Silencio
  • Juan del Álamo: De Estocada caída, aviso. Oreja. Estocada habilidosa que vale. Silencio. 
  • Juan Leal: De sangre de toro y oro. Pinchazo y estocada caída delantera y atravesada. Silencio en el toro de su confirmación. Pinchazo delantero que en el encuentro con su enemigo recibe un golpeen el pecho y estocada caída y atravesada. Saludos generosos de un público generoso.


Presidente: D. Julio Martínez Moreno.

A pesar de la blandura que mostraron algunos ejemplares lidiados, ninguno puso en duda las decisiones del presidente. 


Suerte de varas: 
  1. Mira-Bajo. 596 Kg: En la primera vara el piquero tuvo que rectificar, pero no le castigó y en la segunda tampoco y además salió suelto. Manso y descastado.
  2. Tontillo. 503 Kg. Se empleó en el caballo y le tapó la salida, como es habitual en estos tiempos. Salió suelto en ambas entradas y en la segunda no lo castigó el piquero. Manso y descastado.. 
  3. Holandero. 530 Kg: Acudió suelto al caballo y salió suelto al sentir el castigo. En la segunda prácticamente no existió. Protestas. Manso, mostrando excesiva nobleza en la muleta, dejándose torear. 
  4. Bellito. 579 Kg: Se enceló en el peto y se dejó pegar, el piquero le tapó la salida. En la segunda entrada al caballo hizo una fea pelea y el picador se limitó a sujetarlo. Manso y descastado.
  5. Resistente II. 630 Kg: Fue picado trasero la primera vez que entró al caballo y el burel manseó. En la segunda entrada lo tuvieron que meter debajo del peto. Manso y complicado en la muleta.
  6. Resistente. I 603 Kg. Hizo una fea pelea empujando con un pitón y sin fijeza. En la segunda vara manseó y el piquero le tapó la salida. Manso y descastado.


Cuadrillas y otros:

Con algo más de media plaza en el aforo, se celebró la corrida de La Asociación de la Prensa, donde asistió desde un burladero del tendido 10, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, a la cual el torero sevillano, Manuel Escribano, brindó su primer toro.

Se lució en banderillas Juan Leal en el tercero, al colocar un par asomándose al balcón.


Comentarios:

No fue una tarde para salir de la plaza comentando sobre las faenas de este o aquel torero, la tarde no ofreció ni la duda de las preferencias. Ni la oreja de Juan del Álamo dio para la discusión posible. Solo decir que fue un trofeo barato. El caso es que el torero salmantino intentó al principio de faena torear, sin descomponer la figura bajando la mano y rematando los muletazos en la cadera, pero en las siguientes tandas se diluyeron estas intenciones y se pasó al toreo moderno, con el cual se cortan orejas y satisfacen a espectadores menos exigentes. Lástima torero. Su segundo fue un animal que no transmitió nada a los tendidos. Por el pitón derecho tenía complicaciones y poco recorrido. El torero encontró la manera de justificar su actuación ofreciendo una faena al unipase y de esta manera sufrió un desarme y consiguió consumir el tiempo de la lidia aburriendo a los presentes.

Manuel Escribano debería plantearse el dejar de banderillear. Ayer dio un recital de cómo no debe hacerse esta suerte, pero imagino que su cuadrilla estará encantada, pero los aficionados, no. Pareó a toro pasado, y para justificar su pésima actuación, en el cuarto expuso en un par al quiebro colocando las banderillas al violín. Ya con la pañosa en la mano y ante su primero, un manso y descastado animal, continuó su vulgaridad citando con el pico de la muleta y como su faena no tuvo la repercusión esperada decidió tomar el acero. En su segundo no consiguió olvidar la sosería del descastado animal, la aumento con la vulgaridad de su muleta, y viendo que ese no era el camino que esperaban los espectadores decidió despenarlo 

Juan Leal recibió al toro de su confirmación con la muleta plegada y casi se lo lleva por delante, voluntad puso el joven torero. El toro fue un autentico burro que no le dio ninguna oportunidad al francés. Los espectadores guardaron un respetuoso silencio ante la aptitud del astado esperando que sus hermanos lograran levantar la tarde. Una pena que el toro de su alternativa fuera un auténtico “Toro de Guisando”, donde por las redes sociales se corrió la noticia que habían sido manipuladas sus defensa, ya que la foto del apartado no se correspondía con las del mismo toro en el campo. Dicho queda, ya que de ser verídico el hecho, las autoridades deberían tomar cartas en el asunto. A su segundo lo citó de hinojos desde el anillo dándole una serie de muletazos que encandilaron al público. Pero el toreo es de pie y así fue donde no pudo con su enemigo, ya que su muleta no encontró el mando necesario, colocándose fuera de cacho. Como el manso se le paró echó mano del socorrido arrimón, donde mostró valentía, pero una valentía engañosa, ya que el toro tuvo su momento al principio de faena y ahí era donde el torero tenía que haber demostrado su valor y su torería, pero….

No dio para más la tarde, ni los aficionados lo deseaban ya que bastante mansedumbre había salido por chiqueros 



©Pepeíllo