Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo.
Corrida de toros.
“Ganado duro, toreros de pocos recursos lidiadores ”
Corrida de toros.
“Ganado duro, toreros de pocos recursos lidiadores ”
En hora nocturna se corrieron toros de Juan Luis Fraile, encaste Santa Coloma, línea ibarreña. El primero y cuarto fueron devueltos por falta de fuerzas y en su lugar se corrieron dos sobreros, el primero del mismo encaste y el cuarto de Guadajira. Salvo el primero bis, justo de trapío, los demás bien presentados, pero faltos de bravura, de casta, mansos y con aviesas intenciones. Rafael Cerro recibió un puntazo en el tercero y aunque despenó a su enemigo, se retiró a la enfermería donde le diagnosticaron un puntazo con hematoma en la cara interna del muslo izquierdo. Salió para matar al quinto. El coso registro un aforo de 9.022 espectadores, según datos de la empresa.
TERNA:
Rubén Pinar: De ribera del duero y oro. Pinchazo y estocada en los bajos. Silencio. En el cuarto estocada y tres descabellos. Bronca.
TERNA:
Rubén Pinar: De ribera del duero y oro. Pinchazo y estocada en los bajos. Silencio. En el cuarto estocada y tres descabellos. Bronca.
Raúl Rivera: (Confirmación) De pizarra y oro. En el toro de su confirmación, bajonazo en la paletilla y estocada baja. Pitos. En el sexto metisaca en la paletilla, pinchazo sin soltar y estocada tendida y trasera. Tímidos aplausos de su público.
PRESIDENTE: D. Iñaki Sanjuán Rodríguez.
Devolvió dos toros, el primero y cuarto y permitió que el segundo y tercero entraran tres veces al caballo. Así lo consideró y así lo vimos.
SUERTE DE VARAS:
Mal los picadores. Castigaron a los toros sin piedad y algunos se llevaron una bronca de los aficionados, pero poco deben importarles. Picaron trasero, algunos les taparon la salida, otros mostraron una deficiente falta en el manejo del caballo. Me pregunto, ¿estos señores tocados del castoreño, cobran?
CUADRILLAS.
En el cuarto la cuadrilla tuvo que pasar “OCHO VECES”, se dice pronto, por la cara del toro para dejar cuatro palos. ¿Les pagaría Rubén Pinar a estos impresentables caballeros que tienen la osadía de vestirse de luces para dar este espectáculo deprimente? Y si lo hizo, ¿tuvieron la poca vergüenza de tomar el dinero? Creía que al final del festejo se cortarían la coleta, para no seguir ofendiendo a la fiesta. En el lado opuesto anduvieron Iván García y Rafi Goria en el tercero, ambos tuvieron que desmonterarse al parear a su enemigo. En el quinto lidió Iván García al estar mermado, presuntamente, de facultades Rafael Cerro por el puntazo recibido en su primero.
TORO A TORO
1º Cardero: N. 65. 531 kg. Negro. Cinqueño. En las dos entradas al caballo el animal fue castigo trasero y se dejó pegar. Solo eso.
2º Jocosillo. N. 56. 549 kg. Negro. Cuatreño. Al tener las pezuñas agarradas al albero, el piquero tuvo que meterle el peto en los belfos para arrearle en el castigo. En las tres ocasiones que entró al caballo el montado tuvo que salir fuera de la raya de picadores para poderle castigar con saña.
2º Jocosillo. N. 56. 549 kg. Negro. Cuatreño. Al tener las pezuñas agarradas al albero, el piquero tuvo que meterle el peto en los belfos para arrearle en el castigo. En las tres ocasiones que entró al caballo el montado tuvo que salir fuera de la raya de picadores para poderle castigar con saña.
3º Macarrón. N. 35. 520 kg. Negro bragado meano axiblanco. Cuatreño. Le costó arrancarse al animal y cuando lo hizo lo castigo trasero. En la segunda entrada volvió a castigarlo y recibió las protestas de los aficionados. En la tercera entrada volvió a castigarlo trasero.
4º Rescoldido. N. 8. 578 kg. Castaño. Cinqueño. Marcó arriba el castigo, el toro empujó sin clase y el animal, perdón, el del castoreño le arreó sin comtemplaciones. En la segunda entrada solo marcó el castigo, pero no levantó la vara mientras el animal estaba encelado en el peto.
5º Jaquito. N. 12. 557 kg. Negro bragado meano. Cuatreño. Empujó con un pitón y salió suelto a terrenos donde nadie lo molestara. En la segunda le zurró y le tapó la salida, cuando le “abrió la puerta” el toro salió huyendo del impresentable carnicero, perdón piquero.
6º Cañerito. N. 52. 591 kg. Negro bragado meano. Cuatreño. Este animal destacaría en la dehesa, pero cuando se enfrento al caballo lo único que mostró fue mansedumbre. El piquero le tapó la salida y en la segunda entrada el toro intentó quitarse el hierro.
CRONICA:
La época de los gladiadores que salían a los cosos romanos a defender la vida creíamos que había pasado. Pues no, anoche pudimos comprobarlo en el coso venteño. El encierro lidiado presentó muchas dificultades, varios de ellos buscando la femoral de los toreros que tuvieron la hombría de enfrentarse a ellos con los recursos de su poco oficio en el manejo de la pañosa, pero con dignidad, y en esta ocasión vestidos de luces. No consiguieron el objetivo del triunfo, pero si abandonar el coso como lo pisaron, por su pie.
Dicen los entienden que hoy se torea mejor que nunca, y los aficionados se preguntarán ¿Dónde está el enemigo a vencer toreando? ¿Los que muestran su bravura en el caballo con un picotazo en la suerte de varas, hecho que ocurre en casi todos los ruedos de la Iberia, ya que no soportan un castigo como los que recibieron anoche los pupilos de Juan Luis Fraile y después los toreros utilizan todas las maneras posibles de esconder la femoral, por si los toritos/utreritos, hacen un extraño y sufren un percance?
El encierro de ayer no dio opciones al lucimiento de la terna, solo añadir un festejo más a su corto bagaje a pesar de llevar varios años de alternativa. Un encierro de pedía a gritos oficio y brevedad en la lidia. Pero, ¿Dónde están los que tienen un gran bagaje? Eso se preguntan los aficionados. ¿Dónde se esconden? La humilde terna de anoche solo Rafael Cerro pudo sacarle una tanda de tres muletazos al quinto, tanda que supo a gloria torera ante un toro exigente, que llegó a la muleta avisado ya que recibió muchos capotazos por las exigencias del guión que marcaba el burel. Fue lo único que pudimos ver en la larga noche a que fueron sometidos los presentes, aparte del quite providencial a cuerpo limpio que le hizo Cerro a David Adalid, que está volviendo a recuperar el valor y las maneras que tuvo antaño, a la salida de un par tratando de evitar la cornada a un compañero. Este hecho no saldrá en la prensa, no interesa al colectivo de taurinos, otros de similares características, lo vendieron como la hazaña del siglo. ¿O no?
Llamó la atención que solo la presidencia enviara un aviso a la terna. Fue en el quinto y el aviso vino motivado por la voluntad de Rafael Cerro de mostrar su disposición ante un toro que se rajó en los comienzos de faena. El torero cacereño quiso mostrar su disposición con la misma entrega que se juega la vida en los encierros populares contratado como “director de lidia”. La brevedad fue la opción que tomaron los matadores, como le ocurrió en el tercero y ante un animal que tenía mucho que lidiar y mucho que exponer, el torero decidió abreviar.
También Raúl Rivera tomó el camino de la brevedad en el toro de su alternativa. Después de sacarlo al tercio, sin sometimiento, el torero se justificó intentando un toreo si asentar las zapatillas en la arena, y sin mando, pero para eso necesitaba estar rodado en estas lides, pero su palmarés no recogía esa exigencia. En el sexto mostró mucha disposición, pero el “juanluisfraile”, no entendió ese ofrecimiento. El toledano hizo lo que buenamente pudo.
Rubén Pinar saludó a su primero con el capote pero el toro tuvo poco recorrido y tuvo que sacarlo para fuera. Con la muleta y ante el comportamiento del animal, lo sacó a los medios con un abaniqueo como preludio de que la brevedad sería el propósito de su labor. Así fue, tomo el acero para pasaportar el peligro de su enemigo camino del matadero. En el cuarto y ante un sobrero del hierro titular, el toro después de recibir una lidia infame en el segundo tercio, llegó a la muleta, donde ni toro ni torero tuvieron nada que ofrecer.
Llamó la atención que solo la presidencia enviara un aviso a la terna. Fue en el quinto y el aviso vino motivado por la voluntad de Rafael Cerro de mostrar su disposición ante un toro que se rajó en los comienzos de faena. El torero cacereño quiso mostrar su disposición con la misma entrega que se juega la vida en los encierros populares contratado como “director de lidia”. La brevedad fue la opción que tomaron los matadores, como le ocurrió en el tercero y ante un animal que tenía mucho que lidiar y mucho que exponer, el torero decidió abreviar.
También Raúl Rivera tomó el camino de la brevedad en el toro de su alternativa. Después de sacarlo al tercio, sin sometimiento, el torero se justificó intentando un toreo si asentar las zapatillas en la arena, y sin mando, pero para eso necesitaba estar rodado en estas lides, pero su palmarés no recogía esa exigencia. En el sexto mostró mucha disposición, pero el “juanluisfraile”, no entendió ese ofrecimiento. El toledano hizo lo que buenamente pudo.
Rubén Pinar saludó a su primero con el capote pero el toro tuvo poco recorrido y tuvo que sacarlo para fuera. Con la muleta y ante el comportamiento del animal, lo sacó a los medios con un abaniqueo como preludio de que la brevedad sería el propósito de su labor. Así fue, tomo el acero para pasaportar el peligro de su enemigo camino del matadero. En el cuarto y ante un sobrero del hierro titular, el toro después de recibir una lidia infame en el segundo tercio, llegó a la muleta, donde ni toro ni torero tuvieron nada que ofrecer.
©Pepeíllo.