sábado, 10 de mayo de 2014

9 de mayo de 2014: ¡Qué desastre!

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de San Isidro: 1ª de feria

Ganadería

6 toros de Valdefresno. Encaste Atanasio Fernández-Lisardo Sánchez Variada de presentación, y de juego, al 3º, 4º y 5º les salvaba la cabeza. El sexto fue un toro feo de hechuras..

Terna:
  1. David Mora: De grana y oro. Pinchazo sin soltar y bajonazo descarado. Silencio. Cinco pinchazos saliéndose de la suerte y bajonazo de escándalo. Aviso. Pitos 
  2. Daniel Luque: De blanco y oro. Estocada baja, trasera y tendida. Tímidos aplausos de regalo. Dos pinchazos y estocada caída tras aviso. Silencio.
  3. Diego Silveti: De lila y oro. Tres pinchazos, dos sin soltar y dos descabellos Silencio. 

Presidente:

D. Javier Cano Seijo: Dado el desarrollo de la corrida pasó inadvertida su actuación

Suerte de varas:

  1. Campano. En la primera vara entró al relance al caballo y en la segunda lo tuvieron que meter debajo del montado. En la primera hizo una fea pelea y en la segunda no se empleó. Manso e inválido
  2. Pitito. En la primera entrada al caballo acudió suelto, el piquero le tapó la salida y se durmió en el peto. En la segunda no fue castigado. Manso y descastado.
  3. Rabanito. Se fue suelto a los caballos cuando hicieron su aparición en el ruedo. Cuando se cansó de uno se marchó al otro. Una pena. En la tercera entrada al caballo el piquero le zurró la badana con saña. Manso y con complicaciones en la muleta.
  4. Mariposero En la primera vara se dejó pegar, salió suelto y se marchó al picador de reserva, el cual le dio para ir tirando haciéndole incluso la carioca. Manso y descastado.
  5. Buscatodo. En la primera vara el picador midió el castigo aunque el toro no se empleó en la pelea. En la segunda marco trasero y en los bajos aunque no lo castigó. Manso que se dejó torear en la muleta.
  6. Canturrero En la primera entrada se dejó pegar y el picador le hizo la carioca. En la segunda vara lo tuvieron que meter debajo del peto. Manso que se vino arriba en banderillas.

Cuadrillas y otros:

Mal comienzo tuvo la feria, en cuanto salió al ruedo el primer toro intentó saltar la barrera y aunque sus hermanos de camada no llegaron a tal osadía ganadera, predominó en ellos la mansedumbre. En cuanto a los señores que se vistieron de luces mostraron muy poco conocimiento de la lidia y lo que es más importante, poca afición. En el cuarto de la tarde el director de lidia, David Mora, no sabía dónde colocarse en el tercio de banderillas. En el quinto y después de sufrir Daniel Luque un puntazo que le rompió la taleguilla, el torero se inhibió totalmente del percance. En cuanto a fijar los toros de salida, fue un desastre. El tercero y cuarto dejaron en ridículo a sus lidiadores. Los toros camparon a sus anchas acudiendo de un caballo a otro sin que nadie intentara fijarlo en el ruedo, dando capotazos sin conseguir el objetivo. Qué poca afición tiene los toreros de hoy. Destacó en este aspecto el picador José María Expósito en el sexto, con un desconocimiento total, en cuanto al manejo del montado y de la colocación cuando citaba. Le ofrecía al toro la culata del caballo en lugar de los pechos. El Algabeño fue alcanzado en el quinto sin consecuencias al intentar colocar un par de banderillas ganándole la cara a su enemigo. En el cuarto se lucieron con los palitroques, Pedro Calvo y Víctor Manuel Marínez.  



Comentarios:

La corrida fue un desastre, salvando el sexto, fue un mal ejemplo para la cabaña brava, pero algunos toros se dejaron torear y los tres toreros tuvieron en sus muletas la oportunidad del triunfo, pero cada uno lo desaprovechó con su estilo propio. Aunque el miedo es libre, a David Mora dio la impresión de haber perdido el sitio que tuvo cuando triunfo en el 2011 y que aún no ha recuperado. Tanto con el capote como con la pañosa estuvo desdibujado en sus dos enemigos y como ausente de sus funciones de director de lidia. Cierto que su primero fue un animal con mucha bondad en sus defensas pero falto de fuerza y el torero se limitó a cumplir el expediente. A su segundo consiguió pararlo cuando se dobló con él, con esto terminó todo lo que el torero madrileño ofreció a los asistentes. El torero quiso ponerse bonito en la oreja de su enemigo pero las condiciones de éste no se lo permitieron. El toro se quedaba corto en sus embestidas pero la muleta del torero también se quedó corta, y de esta manera llegó a ponerse pesado y el presidente le tuvo que enviar un aviso. 

El primero del lote de Daniel Luque se le marchó a querencias al segundo muletazo. Recorriendo el ruedo allí donde el toro le indicaba, consiguió sacarle una serie de redondos toreando al hilo del pitón, vamos sin cruzarse, Lo intentó al natural pero siguió dando pases en la oreja del toro y de esta manera no se triunfa, ni en esta plaza, ni en ninguna, a pesar de que en muchas de ellas con este tipo de toreo consiga trofeos. En su segundo y ante un enemigo con tranco, comenzó la faena en el tercio del 5 y allí el toro se encontraba muy a gusto, metiendo la cabeza con mucha clase, pero el sevillano decidió sacarlo a los medios y allí terminó la movilidad que tenía. Recibió un puntazo que le destrozó la taleguilla y tuvieron que colocarse un pantalón encima del traje. Ya nada fue lo mismo, ni el toro siguió embistiendo con la misma claridad ni el torero se puso en su sitio a torear, rematando una faena inexistente con los cambios de mano por detrás que tanto le gustan a este torero y que le hizo triunfar antaño, pero en esta ocasión el público no cayó en la trampa. Una pena torero, el toro se fue sin torear y con las orejas puestas.

Diego Silveti se mostró un poco verde. En su primeo no se acopló, le ahogó las embestidas y aunque se quedaba cortó en los muletazos, al torero le faltaron recursos para prolongarlos, sin embargo cuando le daba distancia el comportamiento del toro cambiaba. En su segundo y ante un enemigo que se vino arriba, no estuvo a la altura que exigía el toro. No aguantó en ningún momento sus acometidas y como consecuencia el burel le levantó los pies del suelo. Trató de enmendar la faena con unas bernardinas de remate, donde el aficionado pudo ver que se podía producir la tragedia en cualquier momento. El toro se lo llevó por delante afortunadamente sin consecuencias. El torero confundió el valor con el tremendismo, y eso no lo desean ni los que vienen a la plaza en busca de emociones de este tipo.

©Pepeíllo.

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