lunes, 23 de junio de 2014

22 de junio de 2014: Sobró nobleza y blandura y no hubo casta


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de novillos.


Ganadería

6 novillos de María Gascón. Encaste Atanasio Fernández-Lisardo Sánchez. El ganado bien presentado, les sobró nobleza y blandura pero les faltó casta, con lo cual no transmitieron emoción a los tendidos.

Terna:

  1. Raúl Cámara: De tabaco y oro. Media estocada saliéndose de la suerte. Aviso y dos descabellos. Silencio. Estocada delantera y baja perdiendo la muleta. Saludos generosos del público incondicional que el torero respondió indecorosamente saludando desde el tercio.
  2. Jorge Escudero: De pizarra y oro. Pinchazo en la suerte contraria y media estocada desprendida saliéndose de la suerte. Silencio. Pinchazo desprendido saliéndose de la suerte y dos descabellos. Aviso. Silencio.
  3. Juan Miguel: De blanco y oro. Cuatro pinchazos sin soltar y pinchazo hondo y dos descabellos. El torero recibió dos avisos. Silencio. Pinchazo y estocada habilidosa. Oreja protestada.

Presidente:

Julio Martínez Moreno. El presidente no estuvo a la altura que requiere la seriedad de Las Ventas. Siendo francos y concisos, tomó el pelo a los aficionados al no devolver dos novillos que salieron con las fuerzas justas para llegar devueltos a los corrales. No tuvo bastante con estos atropellos a la fiesta, convirtiéndose en un valedor del taurinismo, sino que regaló una oreja a Juan Miguel en el sexto, detalle que iba dirigido a los aficionados ya que con ello dio a entender que sobraban en la plaza sus protestas. 

Suerte de varas:

  1. Velosico 506 Kg: En la primera entrada al caballo acudió al relance y fue picado trasero, el novillo acusó el castigo y salió suelto. La segunda vara prácticamente no existió. Manso, descastado y noble en la muleta. 
  2. Playero 504 Kg: En la primera vara fue picado trasero y en el brazuelo, el picador se permitió el lujo de no sin rectificar. El novillo perdió la verticalidad. La segunda vara no existió, ya que el piquero marcó el castigo solamente. No se le ha visto en el caballo y se rajó en la muleta. Descastado y blando. 
  3. Cantinillo 505 Kg: Entró descompuesto al caballo y el piquero al no agarrarse, el novillo derribó a la montura. En la segunda entrada se desquitó tapándole la salida y arreándole de lo lindo. Manso y descastado que no se empleó en la muleta. Debido a la mala lidia desarrolló sentido.
  4. Venturoso II 535 Kg: Se arrancó una vez colocado en suerte y el piquero le castigó trasero y en los bajos. El novillo debido a su blandura dio una vuelta de campana. En la segunda entrada se dejó pegar, quedando para el arrastre después de la pelea en el caballo. Blando y noble. El torero se equivocó en los terrenos. 
  5. Picotero 533 Kg: En la primera entrada el novillo hizo una fea pelea en el caballo y fue castigado trasero y en el brazuelo. En la segunda entrada cambió el panorama, el burel empujó con fijeza y se dejó pegar. Blando y descastado. 
  6. Venturoso I 539 Kg: Fea pelea hizo en la primera entrada con el montado, manseó saliendo suelto del caballo y perdiendo las manos. En la segunda entrada manseó de nuevo y no fue castigado, perdió las manos y dio la vuelta de campana. Manso, descastado, blando y noble. 

Cuadrillas y otros:

Ante un tercio de aforo, los picadores dejaron una vez más a la fiesta en ridículo y a los espectadores indignados. Ellos a lo suyo, a cargarse el espectáculo a su manera, para eso salen montados en esos mastodontes desde los cuales deben sentirse dueños y señores de la plaza. Así le va a los aficionados y al espectáculo. Destacó en la brega del tercero Jesús Aguado, así como estuvieron muy atentos durante la lidia sus compañeros, aunque en la colocación de las banderillas tuvo que pasar tres veces Alberto Zayas para colocar un par, ya que el novillo por el pitón derecho le esperaba. Tuvo que ser pareado por el izquierdo. Con los palitroques destacaron Jesús Montes en el primero y Jesús Aguado y Alberto Zayas en el sexto. En el cuarto de la tarde, el novillero Raúl Cámara le tuvo que indicar a su picador, Antonio Sopeña donde debía colocarse. Parece mentira que un profesional no sepa colocarse en la plaza, mostrando con ello una falta de experiencia en el manejo de la montura.

Comentarios:

Los novillos de María Gascón se debieron dejar la casta en la dehesa y me atrevería a decir que visto el juego que dieron, dio la impresión que nunca entró en la ganadería. Todos ellos fueron unos hermanitos de la caridad, y unido a la blandura que mostraron, a los novilleros no se lo pusieron fácil, ya que los animales no transmitían nada a los tendidos, y los que intentaron hacerlo, por un lado los picadores y por otro la inoperancia de los toreros, no supieron encauzar sus faenas por el camino del triunfo. El tema de los picadores es sumamente vergonzoso, pero nadie toma cartas en el asunto. En cuanto a los toreros, estaba justificado, los jóvenes tenían un bagaje muy corto y la experiencia en el manejo de la pañosa es fundamental. También tuvieron en su contra a un presidente generoso, en algunos momentos con el empresario y otros con los toreros. Con el empresario al no devolver algunos novillos que no reunían condiciones para la lidia, y con los toreros concedió una oreja a Juan de Miguel en el sexto por una faena que no existió, ya que el torero solo mostró algunas maneras en el manejo de la muleta, pero torear, nada de nada. y visto como está el escalafón de vulgaridades creo que al novillero le dieron alas cuando aún no sabe volar. La faena al que cerró plaza la basó al natural pero no bajo la mano en ningún momento y no se colocó nunca en su sitio, pero su público, los incondicionales que se encontraban en la plaza, no permitieron que su torero se marchara de vacío. Una pena, presidente, ya que hubo más protestas que pañuelos. En el tercero de la tarde, lo sometió por bajo al inicio de faena, pero el novillo se defendió y el torero no remató ningún muletazo. Al natural le costaba pasar por el engaño ya que no se empleaba. El torero decidió rematar la faena que nunca existió con las tan de moda manoletinas.

A Raúl Cámara en el primero de la tarde lo único que le faltó fue empalmar un suplemento al estaquillador, ya que más distante no podía citar. Se le coló en la segunda serie, al quedarse al descubierto. Continuó la faena con unos pasos de baile alrededor del toro en lugar de fijar las zapatillas en la arena y tratar de decirle a su enemigo que quien mandaba era él. Que mal estuvo el torero, el alma caritativa del novillo le puso en bandeja un triunfo que el coleta no supo recoger. Su enemigo estuvo embistiendo hasta que decidió despenarlo, aunque en honor la verdad no transmitió nada a los tendidos. El cuarto no reunió condiciones para la lidia, ya que perdía las manos en cada muletazo y sin someterlo demasiado. El novillo tuvo nobleza pero debido a la escasez de fuerzas terminó defendiéndose.

El primero de Jorge Escudero comenzó la faena en tablas y el novillo le protestaba, se lo sacó a los medios y se le rajó Al torero se le vieron maneras en el manejo de la muleta, pero no tuvo novillo donde aplicarlas. El quinto mostró una nobleza impropia de un animal de esta raza, pero sin casta que le permitiera transmitir algo a los tendidos. Así está el escalafón. La empresa dando oportunidades a novilleros modestos y en edad de merecer, pero los aspirantes deben ir forjándose con corridas, y eso es precisamente de lo que adolecían los novilleros de ayer.



©Pepeíllo.

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