viernes, 6 de junio de 2014

5 de junio de 2014: La ignorancia al poder

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Feria de San Isidro, 26º de feria

Ganadería

Toros del Puerto de San Lorenzo, Encaste Atanasio Fernández-Lisardo Sánchez. Bien presentados, mansurrones, blandos y nobles en la muleta.

Terna:

  1. Juan José Padilla: De berenjena y oro. Dos pinchazos y descabello. Silencio. Dos pinchazos y estocada arriba. Silencio. 
  2. Manuel Jesús, El Cid: De verde botella y oro. Pinchazo y estocada atravesada. Silencio. Estocada atravesada y contraria y cinco descabellos. . Aviso. Pitos. 
  3. Daniel Luque: De obispo y oro. Pinchazo hondo, trasero y caído y descabello. .Aviso. Oreja. Pinchazo y estocada habilidosa. Oreja. Salió por la Puerta Grande. 

Presidente:

D. Julio Martínez Moreno. Muy mal estuvo el presidente. Concedió una oreja en cada toro al toreo vulgar sin haber petición mayoritaria, haciéndole un flaco favor a la fiesta. En el primero de la tarde todos los presentes comprobaron la invalidez del animal menos el presidente, que trató de ahorrarle un toro al empresario, y de paso ponerle una puya en los bajos a la seriedad de la fiesta. El segundo toro fue otro inválido que no quiso ver el usía y lo mantuvo en el ruedo. Así las gastan los representantes de la autoridad. 

Suerte de varas:

  1. Bilanero 582 Kg:. En la primera vara el piquero lo castigó trasero y le arreó de lo lindo. El toro no se entregó en la pelea. En la segunda vara solo marcó el castigo. Inválido y manso.
  2. Langosto I 551 Kg:. En la primera vara le dio fuerte y trasero y el animal se dejó pegar, tapándole la salida. El toro salió hecho un cadáver. En la segunda entrada se limitó a sujetarlo y cuando salió perdió las manos .y el presidente aprovechó para cambiar el tercio. Inválido y un burri-toro en la muleta.
  3. Cartuchero 573 Kg: En la primera vara se dejó pegar y lo castigó trasero. En la segunda vara lo puso de largo pero el manso no se arrancó, rehuyendo la pelea. Cuando acudió solo marcó el castigo. Mansote con algo de casta que ha tenido mucho que torear. . 
  4. Pítito  584 Kg: En la primera entrada lo castigó trasero, el toro empujó ante el castigo ye lpicador se limitó a sujetarlo tapándole la salida. Enla segunda vara se repuchó. Mansote que se ha rajado en la muleta. 
  5. Langosto II 604 Kg: En la primera vara el picador marcó en el brazuelo y no rectificó. El animal perdió las manos al salir del caballo. En la segunda entrada no lo castigó. Mansote que se ha dejado torear. 
  6. Manposino 570 Kg: Se dejó pegar en el primer enfrentamiento con el picador. Que le hizo la carioca haciendo honor a su nombre. El astado salió suelto de la pelea. En la segunda entrada se limitó a sujetarlo. Manso y descastado.

Cuadrillas y otros:


Al piquero M. Jesús Ruiz, Espartaco, se le criticó que picara en el brazuelo al quinto de la tarde y su respuesta fue encararse con un grupo de espectadores. Seguro que la autoridad tomaría nota del detalle, aunque los aficionados dudan de la credibilidad de la autoridad en estos detalles sin importancia, para ello, claro que están incumpliendo el reglamento de manera sistemática. El Algabeño intentó lucirse en banderilla en el tercero. Juan José Padilla pareó al primero de la tarde y anduvo vulgar en su cometido.

Comentarios:

Muy disgustados salieron ayer los aficionados de la plaza. Motivos tendrían. Motivos que a su entender están llevando a la fiesta a un callejón sin salida, donde solo prima el interés de los protagonistas. Hay muchos que llevados por su exigencia, a la que hay que respetar, se limitan a asistir solo a La Ventas, ya que consideran que la mayoría de las plazas de nuestra geografía están muy por debajo de los condicionantes que debe reunir un festejo de este tipo, donde la manipulación está a la orden del día. En esta plaza aún se valoran mucho esos condicionantes, como es que el toro salga con su trapío y lo que es más importante, sin manipular, y en función de ellos se valora la labor del torero. En este último aspecto los taurinos están consiguiendo que esta plaza pierda esa característica que la ha diferenciado de las demás. En esta feria se están dando muchos casos de toreros que están cortando orejas y abriendo La Puerta Grande, con faenas sin ningún merecimiento. 

Ayer se dio el caso que Daniel Luque cortó una oreja en cada toro y salió a hombros de la plaza. Este hecho causo mucha indignación en los aficionados, ya que la labor del torero no estuvo a la altura de tal premio, pero un público generoso e ignorante en las valoraciones de este arte tan subjetivo, llevó a un presidente irresponsable a conceder los trofeos que permitieron tal tropelía a la fiesta. El torero realizó en su primero una faena más propia de verbena, escondiendo la pierna contraria donde solo destacaron algunos remates, y en honor a la verdad, solo se le anotó una serie de redondos sin descomponer la figura en su segundo toro, pero rematando para fuera. Todo lo demás fueron detalles, incluyendo las luquesinas, esas que tanto enaltecen a las masas. Pero en los anales solo constará su salida por la puerta grande, pero no aparecerá que toreó en todo momento fuera de cacho y que su único merecimiento fue su voluntad y su disposición.

Por su parte, Padilla se encontró en su primero a un animal que perdía las manos en cuanto lo sometía por bajo, y tanto el toro como el torero porfiaron para ver cual aburría más a la concurrencia, alargando la faena innecesariamente. A su segundo se lo sacó a los medios sometiéndolo por bajo, pero el toro cuando se vio sin el amparo de las tablas se rajó. El torero lo intentó, tanto en redondos como al natural, pero fue misión imposible. El dar los terrenos adecuados a los toros debe ser una cualidad en los toreros. 

Al El Cid siempre se le espera pero en esta ocasión tampoco vino. El primero de su lote llegó a la muleta cojeando visiblemente, pero al parecer el único que no lo vio fue el presidente. En esta ocasión no tuvo toro el de Salteras y tuvo que limitarse a hacer de enfermero, y es muy triste que una muleta poderosa en otros tiempos, como la suya se tuviera que limitar a esta labor tan ingrata, a pesar de esto lo intentó, consiguiendo con ello templar unos muletazos que no llegaron a los tendidos ya que estuvo en todo momento fuera de cacho. El mantener al toro en el ruedo fue una decisión de un presidente en pro de la fiesta. ¿O no? A su segundo lo citó desde los medios con la muleta en la izquierda pero pronto se pudo comprobar que el torero no estaba dispuesto a cargar la suerte ni citar sin descomponer la figura. Terminó ahogando la embestida de su enemigo, hecho que muchos toreros llevan a cabo cuando quieren tapar al toro. ¡Qué pena torero, como dije, en esta ocasión tampoco vino lo que se esperaba de él. Suerte torero, en esta ocasión a los aficionados nos toca seguir esperando. 



©Pepeíllo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ignorancia es llamar MANSO al tercero, sin duda el toro de la Feria. Ignorante.

Anónimo dijo...

Espero que como buen aficionado haya tenido usted la oportunidad de ver de nuevo la corrida por televisión y corregirá su calificativo de manso al gran toro Cartuchero, tercero del Puerto. Comprendo que a veces el sol y el ambiente puede despistar e inducir a equivocaciones en el juicio. Lo único que hizo mal el "manso" Cartuchero fue no ir de largo en el segundo puyazo pero en el peto acometió con la cabeza fija. Su comportamiento en la muleta extraordinario: pronto, codicioso, repetidor, humillando, de largo viaje un puntito violento. Impresionante Cartuchero, toro de la Feria para el que debió haber pañuelo azul. Pero esta Plaza cada vez entiende menos de toros. El comportamiento del público la tarde de Victorino fue vergonzoso.