viernes, 11 de mayo de 2018

11 de mayo de 2018

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. 

Feria de San Isidro 2018 

Corrida de toros. 

“Un torero con ganas de triunfar” 

Ganadería 

Se anunciaron 6 toros de la ganadería de Pedraza de Yeltes, formada con ganado de El Pilar, con procedencia de Aldeanueva, encaste Juan Pedro Domecq en la línea de María Antonia Fonseca. Su juego fue de mansedumbre y un descaste evidente, solo el tercero y cuarto mostrado algo de casta. Destacó también una evidente nobleza. El comportamiento del segundo fue más propio de un mulo de carga. 

Terna: 
  • Manuel Escribano. De negro y oro. Pinchazo sin soltar y otro hondo, tendido y trasero y descabello. Silencio. Pinchazo que escupe y estocada atravesada y tendida. Silencio. 
  • Daniel Luque: De rosa y oro. Metisaca, aviso, 2 pinchazo y 3 descabellos Silencio. Estocada. El toro como paradojas de la lidia, tuvo una muerte brava. Silencio. 
  • Jiménez Fortes:..De celeste y oro. Estocada baja. Silencio. Estocada desprendida. Petición y 2 vuelta al ruedo. 
Presidente: D. José Magán Alonso. 

Todo transcurría con normalidad en la labor del presidente hasta que en el sexto se negó a conceder la oreja a Fortes. La petición no fue mayoritaria y bajo mi criterio el usía estuvo acertado. Ya veremos cuando vengan las figuras si aplican el mismo rasero que a los modestos. Entrando en pequeños detalles se viene observando que los peones cometen irregularidades como hacerles la rueda a los toros con el propósito que caigan lo antes posible y mostrar la punta del capote a los animales desde el burladero para que derroten, con total alevosía, mientras, tanto la presidencia y los alguacilillos hacen la vista gorda de estos detalles que ensucian los festejos en beneficio de los toreros. Un poco de orden señores presidentes. 

Suerte de varas: 
  1. Resistente. 592 kg. Colorado: Dio pena verlo entrar al capote de Escribano con las manos por delante y tratando de buscar la salida. En contrapartida, en la primera vara metió los riñones y el picador midió mucho el castigo, pero en la segunda entrada al caballo cantó la gallina. Su juego fue de manso y sin gota de casta. 
  2. Bello: 660 Colorado: Hubo que alabar su presentación, pero nada más. Comenzó sin emplearse en el capote y en la primera entrada al piquero no fue puesto en suerte, pasando delante del caballo buscando la salida- Entró al relance descompuesto, derribando al picador que quedó sentado en la barrera. Una pena de lidia. En la segunda entrada empujó con un pitón y con 660 kilos de manso y descaste. 
  3. Renacuero. 591. Colorado: De salida busco el camino del campo y el piquero le arreó de los lindo tapándole la salida El toro se dejó pegar. En la segunda vara el montado marcó en los bajos y rectificó. El juego que dio fue de manso con algo de casta, pero se apagó en la muleta. 
  4. Mirante. 637 Kg. Colorado. Fue recibido por el matador a portagayola, pero el burel, un animal con cara, no se entregó en el capote y buscó la salida. En el caballo empujó con un pitón derribando al caballo, pero no por su acometividad, sino que el picador citaba dando la culata del caballo. A la segunda entrada acudió descompuesto y el piquero en venganza de su propia impericia, le tapó la salida. Su comportamiento fue de manso con castita. 
  5. Burriño. 625 Kg. Colorado. .En cuanto apareció en el ruedo buscó la salida y tubo poco recorrido en el capote. La mala lidia le permitió irse al picador de reserva y casi lo derriba, mientras el peón que tapaba puerta se retiro a terrenos de nadie. En la segunda vara el montado le pegó de lo lindo, el animal se dejó pegar. Volvió a entrar al caballo y se repuchó. Su juego fue de manso descastado.. . 
  6. Urante. 632 Kg. Colorado. De salida mostró un desapego total por el capote que le presentó Fortes. En la primera vara el animal empujó y el piquero marcó el castigo arriba, pero tuvo la desgracia de desprestigiar esta suerte tapándole la salida. En la segunda entrada marcó trasero. El animal cumplió en el caballo y llegó a la muleta acudiendo al engaño con la cara alta y sin emplearse. 
Cuadrillas y otros. 

La tarde estuvo con el cielo encapotado y la plaza registró algo menos de tres cuartos de su aforo. En el segundo de la tarde la cuadrilla de Daniel Luque estuvo aseada en la colocación de los rehiletes. En la parte contraria se situó la cuadrilla de Fortes en el tercero donde la lidia y el tercio de banderillas fue un sainete. 

Juan Contreras tuvo que desmonterarse en el quinto al colocar dos buenos pares de banderillas. En el sexto estuvo aseado Carretero con los garapullos. 

Comentarios: 

Fortes lleva esta temporada pisando fuerte. Como aficionado le deseo lo mejor ya que es un torero que se merece triunfar, por una razón muy sencilla: va con la verdad por delante. Pero esa verdad que se ejecuta en los ruedos a veces cuesta muy caro, ya que implica que hay que pisar terrenos comprometidos y como decía Luis Miguel Dominguín, ahí es donde los toros castigan de verdad. Esperemos que esa verdad le sirve para situarse donde se merece en base a su toreo. La fiesta necesita toreros con esa claridad de ideas donde se recoge el respeto a los acuden a los ruedos. 

El primero de su lote un manso con algo de casta, llevó una lidia deplorable y cuando llegó a la muleta el torero tuvo que lidiar con 591kilos de mansedumbre y a pesar de ello, consiguió estar por encima de su enemigo, recordando un derechazo templado llevando al animal metido en los vuelos de la franela. Antes regaló un quite por tafalleras muy ajustadas, con un remate que hizo rugir a la plaza. Después de una serie aseada con la izquierda haciéndolo todo el matador, también tuvo que luchar con el viento. Por tal motivo volvió a la mano derecha aunque el pitón bueno del toro era el izquierdo. Pecó de prolongar la faena. En este toro su labor recibió como premio un silencio. El sexto y segundo de su lote, acudía a la muleta con la cara alta y sin emplearse, el torero lo recibió con unos doblones por bajo, el animal se fue apagando como una vela y el malagueño tuvo que pisar los terrenos del toro intentando sacar al animal lo que no tenía. Al tercer natural se lo llevó por delante y le dio un revolcón sin consecuencias. El torero se levantó y continuó la faena en la misma línea expuesta. Después vino lo que vino, que los presidentes cada uno tiene una vara de medida y creemos que los apoderados tienen mucho peso en el palco. El respetable solicitó la oreja pero el presidente no la concedió. El público le regaló dos vueltas al ruedo al torero y una sonora bronca al presidente. 

Manuel Escribano pareó a sus dos enemigos y en honor a la verdad no estuvo afortunado, pero como hoy se aplaude todo, para que se van a preocupar los toreros banderilleros en ganarle la cara a sus enemigos, exponiendo su integridad física y regalándole a la fiesta la verdad que exige. El público triunfalista aplaudió a rabiar los pares al quiebro, poniendo el primero al violín. Cada uno va a ver el espectáculo que le gusta, pero en honor a la verdad, fue un tramposo. Su primero lo brindó a un espectador de barrera. Y con su enemigo aquerenciado en tablas, comenzó la faena con unos redondos de tanteo pero colocándose al hilo del pitón. Esa fue la fórmula que sacó de su muleta, tanto en el toreo en redondo como al natural. El toro se limitó a acudir al engaño como fiel funcionario pero falto de recorrido, restándole a la faena lo principal, la emoción. A su segundo lo recibió con dos pases cambiados desde los medios, consiguiendo a continuación dos redondos en la primera tanda unido a un bonito cambio de manos recogiendo al toro. Pero cuando se echó la muleta a la izquierda el torero se preguntaría que ya había expuesto bastante y volvió a sacar de su particular arte la falta de colocación, consiguiendo que el animal se fuera apagando como una vela. El toro le ofreció al matador su tiempo, pero éste lo aprovechó a su manera. Una cosa bueno hizo. Cuando el animal le pidió la muerte, el torero tomó el acero. Así de simple fue su primera aparición en el coso venteño. 

Daniel Luque brindó el primero de su lote a los asistentes al festejo. Cito desde el anillo y dio una tanda de redondos para intentar acoplar al animal a la muleta. El viento fue otro enemigo que tuvo que lidiar el torero de Gerena. Continuó con otra tanda de redondos pero sin bajar la mano. Su faena tuvo un mérito o un error, el matador consiguió mantener al animal en el centro del albero, pero lo que se pudo comprobar es que el toro en esos terrenos no se empleó y fue el matador el que tuvo que hacerlo todo, y como comentaba un aficionado próximo a mi localidad, el animal tuvo un comportamiento similar a un buey de carga. En su segundo, tanto el torero sevillano como su enemigo dieron la impresión de hacer un pacto de no agresión y ambos mostraron, uno falta de entrega y el animal sin codicia. Ante este supuesto pacto, el público que no pudo tomar parte desde los tendidos le solicitó al torero que los sacar de aquel suplicio abreviando la faena. 

De nuevo la afición venteña se ha quedado con las ganas de ver una corrida de Pedraza que de un juego como merecía su presentación. Será que otras plazas pagan más por la cabeza de camada. La sordidez unida a la opacidad de los despachos de los empresarios conocerán la realidad de este hecho.   

©Pepeíllo

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