viernes, 24 de mayo de 2019

23 de mayo de 2019.

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

10ª de Feria. Corrida de toros. 

“Nada para recordar” 

Ganadería 

6 toros de la ganadería de Jandilla y uno de Vegahermosa, corrido en 5º lugar, encaste Juan Pedro Domecq y Díez. De justa presentación, a algunos les salvó la cara. Mansos y descastados, se libró el cuarto, que sacó un poco de picante. 

Terna: 
  • Sebastián Castella: De lila y oro. En el segundo de la tarde, estocada trasera, desprendida y atravesada, saliéndose de la suerte. Silencio. En el cuarto estocada trasera y tendida, aviso. Silencio 
  • Emilio de Justo. De grana y oro. Dos pinchazos y estocada trasera y atravesada. Silencio. En el quinto estocada desprendida. El animal tuvo una muerte brava. 
  • Ángel Téllez.: De tabaco y oro. En el toro de su confirmación pinchazo sin soltar y estocada trasera y habilidosa. Silencio. En el sexto estocada muy baja tras aviso. Silencio. 
Presidente: D. Víctor Oliver Rodríguez. 

.Sin comentarios en sus funciones. 

Suerte de varas: 
  1. Gallego: 537 Kg. Negro. En la primera pelea con el caballo el piquero le castigó en los bajos y el animal acusó el castigo. En la segunda vara fue castigado trasero y se dejó pegar tapándole la salida. Manso y descastado. 
  2. Gobernante: 574 Kg. Negro bragado meano. En la primera vara ni fue picado ni se entregó en la pelea. En la segunda entrada manseó y tampoco fue castigado. Manso que se dejó torear en la muleta. 
  3. Reinete: 558 Kg: Negro. Su comportamiento en el caballo fue de manso, empujando en el peto sin clase. Mala suerte de varas. 
  4. Orador: 543 Kg: Negro listón. En la primera pelea en el caballo empujó con un pitón y en la segunda salió suelto, haciendo una pelea de manso con algo de picante. 
  5. Imperial: 563 Kg: Negro listón bragado. (De Vegahermosa, origen Jandilla). En la primera entrada al montado se dejó pegar con fijeza, sin embargo en la segunda fue castigado trasero y salió suelto. 
  6. Pensionista. 541 Kg. Colorado. Acudió al caballo para que el piquero lo castigara trasero y le tapara la salida, arreándole en el castigo. En la segunda entrada empujó, salió suelto perdiendo las manos. 
Cuadrillas y otros. 

Con más de tres cuartos de entrada, se celebró la décima corrida de la feria, donde por destacar algo hay que decir que confirmó la alternativa Ángel Téllez de manos de Sebastián Castella

De los toreros de plata decir que en el tercero se desmonteraron, Morenito de Arlés y Manuel Pérez Valcarce en el tercio de banderillas. 

Comentarios: 

Tratar de escribir lo que ocurrió en la plaza puede ser un martirio para todo aquel que se ponga a hacerlo, ya que no ocurrió nada digno de resaltar, con lo que lleva implícito este hecho, en cuanto al estado de ánimo que dejaría en los aficionados. Al final del festejo un aficionado del 7 se levantó de su asiento y en una sentencia cargada de verdad y de ironía, lanzo al aire una frase que resumía lo ocurrió. “¿Ganadero, le habrá gustado la corrida?”. Desconozco si el ganadero la escuchó, pero lo que no hubo duda es que debieron de juntarse varios factores negativos para que el juego del ganado fuera como fue y los tres toreros no encontraran un momento de lucidez en sus labores, desarrollando una mediocridad impropia, primero, de una figura del escalafón, de otro que viene mostrando maneras y el confirmante que no encontró en ningún momento la ocasión para demostrar un rayo de ilusión de lo puede ser su futuro. El caso es que los presentes tuvieron que soportan una tarde vacía de contenido, tanto en la parte ganadera como lo aportado por los toreros. 

A Castella en su primero se le echó en falta el pase cambiado, pero en el segundo de su lote lo recetó con tanta "pureza" que el toro lo desarmó. No fue su día, ya que no se acopló a las condiciones de su enemigo, que por decir algo, casi le sacó los colores al francés con solo un poco de picante en sus venas. En el primero no se cruzó ni en el toreo en redondo como al natural, dejando una estela de aburrimiento en los aficionados que deberán ser tratados psicológicamente para poder afrontar otro espectáculo sentados en la piedra. Y eso que era Castella. 

Emilio de Justo en su primero se encontró con un animal que en lugar de embestir topaba en la muleta. A pesar de esto estuvo por encima de su enemigo. Sin embargo el manso quinto no se lo puso  fácil. El torero tomó sus precauciones citando desde Manuel Becerra, perdiendo su labor todo interés en los tendidos. 

Ángel Téllez confirmó la alternativa y no sacó a relucir el torero madrileño los recursos para el ganado que le tocó en suerte. Su primero no valía para nada, pero lo poco que le ofreció, el torero lo aprovecho rellenando su faena con pases y más pases como si aquello consistiera en la cantidad. Hasta llegó a ponerse pesado, y ese es el peor síntoma que puede mostrar un torero, ya que demuestra que su labor no agradó. Al sexto de la tarde lo recibió de hinojos en el anillo y casi le cuesta un disgusto. Su enemigo lo desarmó A partir de aquí todo fue un devenir de desacoplamientos entre la muleta del torero y su enemigo, dejando en los aficionados un sabor agridulce. El matador terminó ahogando la embestida de su enemigo tratando de imitar a los mayores cuando tienen que tirar del recurso del tremendismo. En esta ocasión no venía a cuento. Decidió tomar el acero y con ello aliviar a los presentes con la carga de tener que esperar por cortesía a que terminara la faena. 

©Pepeíllo.

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