martes, 4 de junio de 2019

3 de junio de 2019

FERIA SAN ISIDRO 2019 

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo 

21ª de Feria. Corrida de novillos. 

“Mucha voluntad, poco toreo” 

Ganadería 

Se lidiaron 6 novillos de Fuente Ymbro, procedencia Jandilla. Desiguales de presentación, varios de ellos sin cara. Mansos, librándose el cuarto que mostró algo de casta, algunos se dejaron torear pero los toreros no los aprovecharon 

Terna
  • Juanito: De celeste y oro. Estocada algo trasera. Silencio. Estocada caída al encuentro y descabello tras aviso. Saludos desde el tercio. 
  • Antonio Grande: Que hace su presentación. De blanco y oro. Pinchazo recibiendo pero se le olvidó meter el brazo. Metisaca, aviso y estocada baja. Aplausos. Tres pinchazos, aviso y descabello. Silencio 
  • Diego San Román: De lila y oro. Estocada al hilo de las tablas perdiendo la muleta.. Saludos. Estocada trasera con el novillo pegado a tablas. Silencio. 
Presidente: D. Trinidad López-Pastor Expósito 

.Nada que objetar a sus decisiones. 

Suerte de varas: 
  1. Volante: 483 Kg. Negro listón bragado. Manseó en el caballo y no fue castigado. Manso que se dejó torear en la muleta. 
  2. Hostelero: 508 Kg. Negro. Se dejó pegar, le tapó la salida. En la segunda vara acudió suelto y el piquero marcó el castigo. Mansote. 
  3. Protestón: 474 Kg: Negro meano. Acudió al caballo suelto y peleó sin clase. En la segunda vara el piquero marcó arriba y salió de nuevo suelto. Hizo una fea pelea en el caballo y manso de querencias. 
  4. Laminado: 507 Kg: Negro. Las dos veces que acudió al caballo el matador lo puso en suerte con gracia torera Apretó en el caballo pero el piquero le tapó la salida. En la segunda vara se repuchó. Manso con algo de casta. 
  5. Pardillo: 524 Kg: Negro. El animal empujó en el peto pero el piquero le tapó la salida. En la segunda marcó el castigo arriba y el novillo manseó. 
  6. Mestizo: 474 Kg. Negro bragado. En la primera vara acudió suelto al picador que tapaba puerta. En la segunda recibió un picotazo. Manso de querencias a tablas. 
Cuadrillas y otros. 

En tarde de sol pero con un viento agradable, el coso venteño registró media entrada. Hizo su presentación el novillero salmantino, Antonio Grande. En el tercio de banderillas del sexto se lucieron David Blázquez y Manuel Izquierdo. En el tercer par lo tuvo que hacer todo el torero. 

Comentarios: 

Los novilleros vinieron con mucha voluntad y disposición pero con pocas intenciones de agradar a la afición venteña con su toreo. Cada uno tuvo su oportunidad de aportar a su carrera una faena que marcara distancias con la vulgaridad, pero los tres jugaron a ser mayores, citando con el pico de la muleta, con una evidente falta de colocación, mostrando con ello que quieren ser toreros pero del siglo XXI, donde o sobran los toreros, o sobran los aficionados. 

A partir del meridiano de la corrida la tarde dio un acentuado giro. El cuarto sacó algo de casta y el torero portugués, Juanito,  lo recibió con dos pases cambiados desde la boca de riego. El animal tuvo mucho que torear, y el matador intentó pelearse con él en los medios, pero a su labor le faltó colocación y mucho abuso del pico. El manso novillo se fue acobardando y el torero perdiendo la oportunidad de mostrar algo que no fuera voluntad. Su primero acudía al engaño con la única exigencia de ser toreado. Los aficionados le reclamaban que se colocara en su sitio, pero el matador no tuvo presente esta recomendación, dejando sobre el albero venteño una mala copia del torero moderno. El salmantino Antonio Grande se encontró en el quinto un animal que llegó al último tercio muy parado y el matador solo encontró en su muleta voluntad. Pero su primero fue un novillo de lucimiento, con el cual mostró solo entusiasmo. Lo recibió de hinojos en los medios, pero cuando tuvo que torear solo sacó de su muleta ventajas y vulgaridad, aunque mostró temple en el manejo de la pañosa. 

El sexto fue un manso de querencias hacía las tablas. El mexicano Diego San Román, lo recibió de hinojos y el burel se tragó el primer muletazo, pero al segundo le mostró que no era su condición repetir. Se marchó a buscar el amparo de las tablas haber si encontraba la puerta de la dehesa. El matador lo sacó a los medios pero en esos terrenos el burel no quiso pelea. Lo desarmó y lo lanzó por los aires, continuando con la lidia. Todo lo que vino después fueron enganchones, eso, si, con pundonor. A su primero lo citó en los medios con la muleta en la izquierda, pero el novillo después del primer encuentro se marchó a tablas. Era su terreno. En una lucha desigual, el animal se lo echó a los lomos, finalizando la faena con unas bernadinas temerarias que no venían a cuento, solo para mostrar la voluntad de unos novilleros que no ofrecieron ni una verónica, aunque creo que la voluntad no está reñida con el arte. 

©Pepeíllo.

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