jueves, 12 de mayo de 2022

13 de mayo de 2022

 Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Corrida de toros

“Tarde de toreros de plata”

Ganadería  

Se lidiaron 6 toros de El Torero, procedencia Juan Pedro Domecq, cinqueños y cuatro de ellos a punto de cumplir los seis años, y de gran arboladura. Excepto el sexto, un manso encastado, mansos, complicados y que dieron un juego discreto en el caballo. El quinto fue devuelto a los corrales y en su lugar se corrió un sobrero de Montealto, manso y descastado.

Terna:

  • Antonio Ferrera. De verde y oro. En el primero, estocada al rincón, que vale. Silencio. En el cuarto pinchazo sin soltar en los bajos y estocada baja al paso. Silencio.
  • Daniel Luque: De blanco y oro. En el segundo pinchazo saliéndose de la suerte, estocada caída y tendida y descabello. Silencio. En el quinto pinchazo y estocada desprendida que vale. Silencio.
  • Gonzalo Caballero: De celeste y oro. En el tercero pinchazo sin soltar perdiendo la muleta y estocada habilidosa caída. Silencio. En el sexto pinchazo hondo y trasero y tres descabellos. Silencio.

Presidente: D. Gonzalo J. de Villa Parro.

Según el cuadernillo, hoy ha repetido función en la presidencia. Le costó devolver al quinto a pesar de la manifiesta invalidez, hecho que no entendieron los aficionados, que le criticaron su aptitud, solo tenía una explicación, que el sobrero lo hubiera pagado el presidente, pero no me lo creo, pero…

Cuadrillas y otros.

Con tres cuartos de entrada y con una temperatura primaveral, se celebró el quinto festejo de la feria de San Isidro. Finalizado el paseíllo El matador Gonzalo Caballero tuvo que salir al tercio a recoger los aplausos de los aficionados en reconocimiento a su empeño de querer siendo torero después de la cornada recibida en 2019 por un astado del hierro de Valdefresno, de la cual le costó recuperarse varios meses. Supongo que sería ese periodista de la televisión que critica al 7, quien comenzó a aplaudir y que incitó, a los que él llama "loa talibanues", a continuar aplaudiendo. ¿O no estaba en la plaza? S es así, sus compañeros de profesión le habrán informado del hecho para que pueda continuar tejiendo la serie de ataques a los aficionados que acuden a los festejos y no precisamente sólo a la feria. Yo me uno a su opinión, pero con un matiz, no a la de él.

Fue la tarde de los toreros de plata, y no todos claro. El primero en arrancar el reconocimiento de los espectadores, fue Fernando Sánchez en el primero, colocando un par de ¡Olé!, dándole todas las ventajas a su enemigo. Continuó Juan Contreras en un par al segundo. En el tercero se tuvo que desmonterar Raúl Ruiz. En el cuarto se desmonteraron José Chacón y Fernando Sánchez. En el sexto se lució El Algabeño. Las sombras llegaron en el quinto por parte de la cuadrilla de Daniel Luque en el tercio de banderillas.

El quinto fue devuelto a los corrales y en su lugar salió un sobrero de Montealto. Destacar que creí ver un pañuelo verde en uno de los comentaristas que emitían la corrida por televisión. Sería un espejismo, pero podría ser. Hay que defender la fiesta y que mejor que darle voz a estos atropellos.

Comentarios:

Hubo muy poco que destacar. El ganado defraudó, solo el sexto mostró intenciones de dejarse torear, pero Gonzalo Caballero no encontró el sitio que exigía su enemigo después del vacío que supuso para él la cogida mencionada y el parón ocasionado por el virus, la afición venteña supo valorar su labor con un silencio respetuoso, sintiendo como propia la oportunidad que se dejó escapar el torero de Madrid ante el encastado animal, de nombre Mercenario. En el tercero de nombre Vigilante, en el toreo en redondo le presentó muchas dificultades y al natural a pesar de poner bemoles, no fue suficiente ya que el animal no quiso colaborar con lasintenciones del matador.

Sus compañeros no dejaron en la retina de los presentes ningún detalle para que sintieran la curiosidad de regresar mañana de nuevo al coso. Sosos, descastados y mansos fueron los pupilos de El Torero que fueron desfilando por el albero venteño, contagiando a los matadores, Ferrera y Luque, que se limitaron a pasarlos por la muleta sin intención tan siquiera de darle la lidia adecuada. No olvidemos que cada toro tiene su lidia. Ferrera en su primero, de nombre Jaranero,  tomó muchas precauciones ante un manso y blando animal que se defendía en la muleta soltando la cara en cada muletazo. El cuarto, llamado Besugo,  por el pitón izquierdo fue algo más exigente y el matador se limitó a quitarle las moscas.

Luque intentó someter a su primer enemigo, Bosquimano, y con ello terminó algo digno de recordar. No se acopló a la brusquedad del manso y cuando intentó el toreo al natural el toro metía la cara, pero el sevillano estuvo remiso en hacer frente a las condiciones de su enemigo.  El quinto, de nombre Tagarina, se dedicó a socabar el albero y la muleta de Luque no se ajustó en ningún momento a las condiciones del astado


©Pepeíllo.

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