Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

FERIA DE SAN ISIDRO 2024. Corrida de toros. 9ª de feria.

“La casta y el poderío de la leyenda de Miura se quedó en Zahariche”

Ganadería

Se lidiaron 6 toros de Miura. De capa variada, feos de hechuras y algunos sin rematar, mansos, nobles, blandos y descastados. El primero y el segundo fueron protestados por falta de fuerza. Solo el quinto dio opciones en la muleta y el sexto mostró algo de casta antes de dar muestras de salir huyendo a la dehesa saltando el callejón por dos veces. Algún otro barbearon y solo llegaron  oler el regreso al campo. .

Terna:

• Rafaelillo: De azul noche y oro. Estocada y descabello. Sin opciones. Silencio. En el cuarto estocada desprendida. Aplausos a la voluntad, ya que el animal no ofreció nada al torero y como contrapartida, tuvo una muerte brava. Misterios de Zahariche.
• Juan de Castilla: De verde hoja y oro. En su primero Dos pinchazos sin soltar en la suerte natural y estocada caída. Descabello tras aviso. Aplausos a la disposición. En el quinto estocada caída y atravesada. Aplausos.
• J. E. Colombo: De púrpura y oro. En el tercero estocada baja protestada y 4 descabellos tras aviso. Silencio. En el sexto pinchazo y estocada, aviso. Silencio.

Presidente: D. Ignacio Sanjuán Rodríguez

No estuvo acertado el presidente. Se le protestó con insistencia la devolución de los dos primeros miuras al no reunir condiciones para la lidia, pero los mantuvo en el ruedo. Mal, presidente, sus decisiones no estuvieron en la línea de defender la fiesta.

Suerte de varas:

1. Almejito. N 9. 611 kg. Cárdeno bragado meano. Fue castigado trasero en la primera entrada y se dejó pegar. El piquero le tapó la salida sin justificación. El animal perdió las manos. Un inválido y manso “miura”.
2. Infractor. N. 76. 539 kg. Castaño jirón meano axiblanco. En la primera entrada marcó en los bajos y rectificó. El animal no mostró condiciones para la lidia. En la segunda se defendió mostrando mansedumbre, haciendo una pelea impropia de un animal de Zahariche. Fue muy protestado.
3. Halconero. N. 77. 573 kg. Negro entrepelado listón. No se empleó en la pelea con el montado. En la primera vara se repuchó. En la segunda salió suelto.
4. Gorrionsito N. 45. 626kg. Castaño jirón bragado meano axiblanco. Empujó en el peto y se dejó pegar. En la segunda entrada fue castigado en los bajos y salió suelto. En la muleta no se empleó, soso y sin nada que ofrecer, decepcionando a la afición.
5. Divorciado N. 60 557 kg. Cárdeno bragado meano corrido. Acudió suelto y se dejó pegar. En la segunda el piquero solo marcó el castigo ante una fea pelea de su enemigo.
6. Escandaloso. N. 85. 637 kg. Castaño listón bragado meano. Hizo una fea pelea. En la segunda vara el matador lo dejó de largo y el toro se arrancó, pero no se empleó y el piquero no lo castigó.

Cuadrillas y otros.

En tarde de temperatura agradable el coso venteño registró una entrada de 20.749, espectadores según la empresa. A pesar que se vieron algunos huecos en los tendidos, se colocó el cartel de “No hay billetes” Al finalizar el paseíllo se le dedicó un aplauso a Rafaelillo.

Como viene siendo habitual, los toreros de plata anduvieron entre las luces y las sombras en el tercio de banderillas. En el primero fue deprimente. En el quinto el único que se saló de la vulgaridad fue Oscar Castellanos en la lidia.

Comentarios:

Esto ocurre cuando los aficionados ponen sus ilusiones en una ganadería, de la divisa verde y negra para esta ocasión, y los astados solo mostraron su historia y su leyenda. Rafaelillo se encontró en su primero con un inválido y manso también de leyenda, que el presidente no devolvió a los corrales y los aficionados tuvieron que lanzar al aire una misiva muy simple: “Tooooro”, “Tooooro”… Abrevió el torero su labor quitándoles a los presente el mal sabor de boca de ver su ilusión rodando por el albero. En el cuarto y después de brindar al público sus ganas de agradar, en los primeros compases con la muleta el animal perdió las manos. Intentó templar las acometidas por el derecho pero el animal no se empleaba y si le bajaba la muleta rodaba por el albero. Tomo el acero para aliviar la tarde a los espectadores

Juan de Castilla en su primero se estiró con el capote y recibió de su enemigo un trote cochinero que humillaría a los huéspedes de la finca de Zahariche. Con la muleta sacó al inválido a los medios, e intentó por el pitón derecho sacar la emoción a su enemigo, pero al no poder bajarle la mano por blando, no pudo atender su demanda. Solo consiguió dos muletazos templados en su intento de lucirse. A su segundo lo citó de lejos y le recetó una tanda de redondos que el noble y blando animal recibió metiendo la cara y haciendo el avión. Por el izquierdo se dejó torear pero no tuvo recorrido para complacer la voluntad del colombiano.

Colombo pareó con más entusiasmo que con verdad a sus dos enemigos y en el sexto, por falta de lucimiento, pidió colocar un cuarto par que el presidente le concedió. El primero de su lote se desplazó de salida por ambos pitones al recibirlo de capote. Cuando llegó a la muleta el torero basó su labor aliviándose con el pico y fuera de cacho. El toro terminó orientándose y poniendo en apuros al torero. El pupilo de Miura se fue sin torear. El sexto y después de sacarlo a los medios, al animal le costaba acudir al engaño con claridad. Soltaba la cara en cada muletazo y el venezolano no encontró en la pañosa la manera de someterlo por donde se merecía el toro. Cómo dije al principio, fue el único que mostró algo de casta, pero no fue suficiente para satisfacer las ilusiones que los aficionados depositaron en el ganado después de seis años sin aparecer por Las Ventas del espíritu Santo.

©Pepeíllo.