domingo, 23 de junio de 2024


Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Corrida de toros.

“¡Que no vuelva este ganadero!”

Ganadería

Se lidiaron 6 toros de Valdefresno. Ganado con romana pero sin presentación. Mansos de carreta, nobles y faltos de fuerza. Varios de ellos fueron pitados en el arrastre.

Terna:
  • Morenito de Aranda. De berenjena y oro. En su primero dos pinchazos, estocada baja protestada, aviso y cuatro descabellos. Silencio. En el cuarto estocada baja. Vuelta al ruedo con algunas protestas.
  • Francisco José Espadas: De marino y oro. En su primero media estocada arriba. Vuelta al ruedo por su cuenta. En el quinto cuatro pinchazos, aviso y estocada que vale. Silencio.
  • Juan de Castilla: De blanco y oro. Estocada atravesada y perpendicular que escupe. Aviso. Estocada perpendicular y descabello. Silencio. En el sexto dos pinchazos al hilo de las tablas y estocada perpendicular. Vuelta al ruedo.
Presidente: D. José Antonio Rodríguez San Román,

Le protestaron los aficionados algunos animales por la falta de fuerzas y de presentación. Los veterinarios también tendrían su grado de responsabilidad.

Suerte de varas:
  1. Cantinillo. N. 33. 626 Kg. En la primera entrada acudió suelto, el piquero marcó el castigo casi en el brazuelo, no se empleó y acusó el castigo. En la segunda entrada solo recibió un picotazo. No hubo toro en el caballo ni en la muleta.
  2. Cantinillo. N. 31. 592 kg. En la primera vara se dejó pegar con fijeza y en la segunda recibió un picotazo
  3. Pompito. N. 14. 586 kg. Acudió de largo, marró el piquero marcando bajo, rectificó pero no lo castigó. En la segunda entrada el matador lo puso en suerte y el piquero se limitó a marcar el castigo. El toro se fue sin picar.
  4. Comisario. N. 56. 579 kg. No fue picado en las dos entradas y el manso tampoco se empleó.
  5. Olangosta. N. 44. 610 kg. En la primera entrada empujó sin clase y sin emplearse. En la segunda recibió un picotazo. Manso en el caballo y en la muleta de matadero.
  6. Joyas. N. 49. 598 kg. En la primera entrada el piquero lo cazó en los bajos, no lo castigó y salió suelto. En la segunda se arrancó de largo y salió suelto al sentir el hierro. Tampoco fue castigado.
Cuadrillas y otros.

Con un tercio de plaza, los picadores volvieron a demostrar que continúan buscando el camino del paro. La cuadrilla de Juan de Castilla mostró profesionalidad en el tercio de banderillas en el sexto, donde tuvieron que desmonterarse Raúl Cervantes y Rafi Gloria. Sin embargo en el tercero no tuvo las ideas claras Óscar Castellanos con el incierto animal.

Comentarios:

Con ganado de saldo el resultado no podía esperarse de otra manera. Fue la continuación de la última feria. Nadie entendió que estos empresarios contrataran este ganado donde la bravura y la casta están contaminadas por la mansedumbre y la invalidez. El único motivo, el precio.

Morenito se encontró en su primero a un buey. Lo recibió frente a toriles con una larga cambiada y eso fue lo único que pudo sacarle. En el último tercio el animal rodó por la arena al primer muletazo, lo intentó el arandino por ambos pitones pero no tuvo nada que hacer. En el cuarto lo recibió de salida con unas verónicas ajustadas y con la muleta tuvo que mostrar toda su sapiencia para sacarle al manso lo que no tenía. Lo citó de lejos y el toro acudió al engaño con la idea que tras la muleta se encontraba la plácida dehesa. Le cambió de nuevo los terrenos y continuó en su intento de meterlo en la pelea pero el manso por el izquierdo acudía rebrincado y sin entrega, el matador estuvo por encima de su enemigo. Llevó a cabo dos quites. En el tercero con unas verónicas templadas y de manos bajas y en el sexto con el quite del perdón, aunque no tuviera nada que perdonar.

Francisco José Espadas se encontró en su primero con un toro que metía la cara con nobleza en la muleta, el torero lo intentó por el derecho pero sin llegar a emocionar, faltándole acoplo. Su enemigo se permitió hacer el avión y humillar cuando acudía al engaño, pero el de Fuenlabrada no encontró el temple que le aupara al triunfo. Fue una pena que el toro se fuera sin torear. En el quinto se encontró con un animal de matadero. Acudía a la pañosa sin ninguna codicia y el torero se limitó a pasarlo por el derecho a sabiendas que su enemigo no ofrecía nada a los tendidos y su muleta tampoco. ¡Qué asco de ganadería! Gritó un aficionado que se permitió criticar el ganado desde el tendido ya que no lo hacen los periodistas afines al régimen empresarial. El problema no era lo que dijo, sino, que llevaba razón.

El primero del lote de Juan de Castilla nada más aparecer en el ruedo se encontró con las protestas de los aficionados por su presentación. El toro no fue castigado y estuvo como amo y señor del ruedo durante la lidia. En la muleta lo recibió de hinojos en el centro del ruedo con unos naturales voluntariosos. Sacó el burel algo de casta y el torero colombiano, todo voluntad, no llegó a acoplarse a su enemigo. Lo intentó al natural pero solo consiguió medios pases. Con la derecha dio una tanda colocado al hilo hasta que el toro se rajó y buscó el camino de donde había salido. El matador se puso pesado y recibió el clásico aviso, que para mal de la fiesta, ha venido para quedarse. En el sexto hubo un emocionante tercio de banderillas donde fueron arrollados dos banderilleros sin consecuencias, Con la muleta le recetó dos tandas por el derecho, tratando de mantenerlo en los medios, pero cuando el toro vio la puerta abierta de la muleta se marchó a tablas y en esos terrenos tuvo que finalizar su labor con una encomiable voluntad,

©Pepeíllo.

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