viernes, 9 de mayo de 2008

San Isidro 2008 1ª: Madrid ni quita ni pone

8 de mayo de 2008

Toros: 1º, 2º, 4º, 5º y 6º de La Martelilla. Encaste Marqués de Domecq. 3º de Albarreal. Encaste Marqués de Domecq
Terna:
  • Antón cortés: Pinchazo y sartenazo infame. Silencio. Dos pinchazos sin soltar, estocada al rincón de Ordóñez. Aviso.
  • Eduardo Gallo: Pinchazo saliéndose de la suerte, estocada casi entera delantera. Silencio. Estocada baja. Silencio.
  • Ambel Posada: Pinchazo entrando a matar fuera de cacho. Bajonazo infame y descabello. Silencio. Bajonazo de juzgado de guardia. Silencio.

Preside la corrida D. César Gómez Rodríguez.


Antes la plaza de Madrid tenía algún peso en el mundo taurino, pero desde hace algún tiempo, la llamada por excelencia "Primera plaza el mundo", ya, "ni pinta ni corta". Ayer, en la primera corrida de la feria de San Isidro, se pudo comprobar. Salieron por chiqueros "seis cadáveres, seis" y no se armó la marimorena en los tendidos, eso sí, hubo protestas, que si "fuera del palco", "Ladroooones", palmas de tango y otros improperios que cada uno puede imaginar ya que están al alcance de cualquiera, pero el resultado final es que "Las Ventas del Espíritu Santo" tiene menos peso específico cada temporada que pasa en la fiesta de los toros y por supuesto ha dejado de ser la referencia de la temporada taurina.

Como decía, por chiqueros salieron seis cadáveres putrefactos y por más ende, varios de ellos sin trapío, y no podemos decir que los veterinarios sufrieran la presión de las figuras del escalafón, en todo caso se limitarían a seguir las ordenanzas dictadas por la empresa de no echar la corrida para atrás. De la suerte de varas mejor no hablar. De unos años hasta hoy se ha venido notando una acusada dejadez en el cumplimiento de las normas que rigen la suerte. Ayer en concreto se fueron los seis toros de la divisa titular sin picar, eso sí, entran al caballo a cumplir el trámite, ya que no era necesario, luego en este sentido cada día "Las Ventas" se parece más a cualquier plaza de nuestra geografía, y no crean que los toros se venían arriba y los toreros tenían que poner toda su sapiencia lidiadora en dominar a la fiera que había quedado sin picar, ni muchísimo menos, al contrario, en la faena de muleta en cuanto le bajaban la mano el animal rodaba por el albero como una pelota, y ya se sabe, cuando el toro se cae, la fiesta está por los suelos.

Alguien debía poner en antecedentes al primer coleta de la terna y decirle que es el director de lidia y que esa función implica unas funciones que hay que llevar a cabo durante la lidia. Ayer cuando salió el tercero bis, un toro con cuajo y trapío, campeó a sus anchas por la arena y cuando salían los piqueros al ruedo derribó a ambos. A los maestros no deben haberles enseñado en la escuela que cuando el toro sale al ruedo lo primero que hay que hacer es fijarlo con el capote. Eso hoy es una utopía.

De la terna no se libró ninguno de la vulgaridad, tanto con el capote como con la franela, basaron sus faenas fuera de cacho, rectificando terrenos, eso sí, en cuanto se les ocurría bajar la mano a su enemigo el toro no se podía tener en píe, y como estos coletas no tienen la sapiencia de inventar toros inválidos como hacen algunas figuras, pues ya se sabe, sus labores fueron premiadas con seis silencios como mal menor.

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