lunes, 24 de mayo de 2010

23 de mayo de 2010: Toros para todos

Toros de Celestino Cuadri. Encaste Santa Coloma, Urcola y Conde de la Corte
Terna:
  • Domingo López Chaves: Pinchazo, estocada atravesada, tendida y contraria y 2 descabellos. División de opiniones. Metisaca de juzgado de guardia y sartenazo infame. Silencio.
  • Salvador Cortés: Pinchazo, estocada corta y atravesada y 2 descabellos. Silencio. Estocada desprendida y atravesada y 2 descabellos. Pitos. El toro aplaudido en el arrastre.
  • David Mora: Sartenazo de juzgado de guardia. Aplausos. Toro aplaudido en el arrastre. Metisaca en los bajos, 5 pinchazos, aviso, 5 pinchazos, pinchazo y descabello. Silencio benevolente.

Preside la corrida: Julio Martínez Moreno

Ayer hubo toros para todos, incluso para los más exigentes. Toros para los matadores, para los toreros de plata, para los picadores y para el público, en sus dos vertientes, aficionados y menos aficionados, aunque a la hora de la verdad la entrada valga lo mismo para unos que para otros. Lo que ocurre es que unos aprovecharon su oportunidad y otros no.

Los toros en líneas generales blandearon algo más de lo que los aficionados hubieran deseado, pero, excepto el sexto, llegaron a la muleta pidiendo pelea, la pelea que les permitía su casta, pero no sus fuerzas, eso sí, con la tónica general de la nobleza, ofrecieron a los toreros la oportunidad de llevar a cabo el toreo que exige esta plaza. El tercero y el quinto fueron aplaudidos en el arrastre, pero los coletas no supieron estar a la altura de sus enemigos, sobre todo los lidiados en 2º, 3º 4º y 5º lugar.

El 5º se fue con las orejas puestas y Cortés no supo encontrar con la muleta la medida que le pedía su enemigo. En los inicios de faena el toro se comía la pañosa, pero no encontró mando en el torero, limitándose éste a dar pases vulgares a un animal de excepcional catadura y nobleza. Supongo que se estará acordando de ese toro durante algún tiempo, o no.

Los toreros de plata también tuvieron su oportunidad, unos la aprovecharon y otros, no. Dio gusto ver a Rafael González banderillear al 3º de la tarde, aunque esa suerte no es su fuerte, y lidiar al sexto. También su compañero de plata, Luis Mariscal, pareó con clase al 5ª. Ambos tuvieron que desmonterarse. La cara opuesta de la moneda la tuvieron los banderilleros Juan José Domínguez y Pedro José Mariscal al parear al 2º. Seis veces tuvieron que pasar por la cara del toro para colocar los 4 palos reglamentarios. Un palo cada vez y dos veces en falso. Dirán que como los hacen de uno en uno, pues ellos también los colocan de la misma manera. Después tendrían la desfachatez de pedirle el sueldo a su matador. Esperemos que tengan la oportunidad en otra tarde de ofrecer a la afición de Madrid su parte artística, si es que la tienen, si no es así, deberían plantearse cambiar de oficio con el fin de que ningún espectador se sienta engañado con sus actuaciones.

Los espectadores también tuvieron la oportunidad de mostrar sus conocimientos en tauromaquia durante el 4º de la tarde. El toro no pasaba por ninguno de los capotes que se encontraba en su camino, típico comportamiento de un manso de libro, y mientras algunos aficionados se estarían frotando las manos de ver el juego de ese animal en varas, a otros meritorios a aficionados se les ocurrió la idea de pedir al presidente que lo enviara a los corrales. ¿? Después el toro se vino arriba y en la faena de muleta estuvo por encima del torero, el cual se mostró con muchas precauciones, toreando aprovechando el viaje de su enemigo y encima, dando trapazos. Otra vez será, torero.


©Pepeíllo

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