viernes, 17 de mayo de 2013

17 de mayo de 2013: Defraudaron los Guadairas

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo

Feria de San Isidro. 9º de feria. Corrida de novillos.

Ganadería: 6 utreros de Guadaira. Encaste Jandilla. El ganado bien presentado, defraudo en su juego a los aficionados. Resultaron mansos, blandos y descastados.

Terna:

  • Gómez del Pilar: Azul y oro. Pinchazo y estocada desprendida. Silencio. Estocada desprendida y trasera. Silencio. 
  • Juan Leal: Nazareno y oro. Pinchazo perdiendo la muleta y estocada caída tirándose a ley. Aplausos de su público. Estocada baja y tres descabellos. Silencio. 
  • Roberto Blanco: Lila y oro. Metisaca y estocada tendida y desprendida. Saludos desde el tercio. Metisaca y estocada. Tímidos aplausos. 

Presidente: D. César Gómez Rodríguez: No tuvo que tomar decisiones comprometidas que perjudicaran a los espectadores.

Suerte de varas:
  1. Notario: Se dejó pegar y el piquero marcó arriba el castigo. En la segunda vara lo dejaron de largo y el novillo se arrancó con tranco pero el picador no lo castigó. 
  2. Fandango: En el primer encuentro con el caballo el picador lo picó trasero y no lo castigó. Perdió las manos el astado. En la segunda vara también fue picado trasero y sin castigarlo. El novillo no lo necesitaba, ya que sus fuerzas eran escasas. 
  3.  Protestón: Acudió suelto al caballo, no recibió prácticamente castigo y salió suelto. En la segunda entrada al caballo salió suelto también. El picador no tuvo su día. 
  4. Levantisco: En la primera entrada no lo castigó, entró de nuevo al relance y salió suelto. En la segunda entrada perdió las manos sin recibir castigo. 
  5.  Ofendido: Picó trasero el piquero y tapándole la salida. En la segunda vara también fue picado trasero. Sale suelto del caballo. 
  6. Pintor: Lo pica en el brazuelo y no rectifica el indocumentado. Acude al caballo sin ponerlo de nuevo en suerte y derriba al caballo 

Cuadrillas y otros. Se lucieron con los garapullos Raúl Cervantes en el primero, Juan Carlos García en el segundo, Venturita en el tercero, Rafael Viotti en el quinto y Jesús Herrero en el sexto.

Comentarios: El juego de los novillos de Guadaira defraudo a los asistentes y aunque algunos de ellos se dejaron torear en la muleta, los toreros no supieron aprovecharlos y los que tuvieron esa oportunidad se dedicaron a pegar pases como si cobrasen la cantidad en lugar de la calidad. El frio reinante unido a la prisa que algunos espectadores tenían por asistir al partido de Copa del Rey enfrió aún más el ambiente. El único que sacó algo de casta fue el blando novillo que salió en cuarto lugar y el novillero Gómez del Pilar no ajustó su muleta a las necesidades que le exigió su oponente, dando la impresión de tenía mucha prisa en el torero al natural. Alguien debía recordarle que el toreo bueno no conoce las prisas. En una palabra, no pudo con la casta del novillo, el cual se rompió un cuerno al doblar la cabeza contra el suelo. En su primero y ante un novillo manso, descastado y blando, en cuanto se dobló con él perdió las manos y le costaba tragarse los muletazos. Al final se puso pesado, aunque a criterio de lo visto lo tenía que haber cerrado más para ver si en animal en esos terrenos respondida de otra manera, ya que tenía querencias para los adentros.

El primero de Juan Leal, perdió las manos al primer muletazo y el torero entendió la faena toreando despegadito y con precauciones, perdiendo pasos entre muletazos y rematando para fuera. Esa fue su interpretación del toreo. Al natural no se puso en su sitio en ningún momento de la faena, y al final tiró de repertorio de valor haciendo el péndulo y con circulares tratando de caldear el frio ambiente. Lo único que consiguió fue que el público le recrimina esa aptitud, ya que no era la ocasión para esos desplantes tremendistas. En su segundo siguió en la misma línea: dio pases a troche y moche hasta llegar a ponerse pesado y el ambiente no estaba para aguantar en el cemento este tipo de faenas. Defraudó en esta ocasión el torero francés.

El primero de Roberto Blanco fue un animal manso y descastado como toda la novillada, pero sirvió para la muleta y el torero lo aprovechó llevando a cabo su toreo, donde se le vieron maneras y un manejo de la muleta con disposición, pero con las ventajas que han impuesto las figuras en las raíces de la tauromaquia moderna: Fuera de cacho, descomponiendo la figura, perdiendo pasos entre muletazos, es decir, el torero barato. El sexto fue un toro que saltó la barrera y puso en jaque a los profesionales del callejón. Fue un salto atípico, ya que el novillo acudió con codicia al burladero de la segunda suerte y el propio impulso le obligó a saltar. Todo quedó en un susto, el novillo fue un manso de tronío y estuvo berreando pidiendo que lo devolvieran a la dehesa durante toda la faena de muleta, lo que ocurre es que el matador no le hizo caso. Intentó el toreo moderno pero ni había enemigo ni era la ocasión para intentar proezas. El público abandonó la plaza aterido de frio. Se conoce que se ha adelantado el invierno.

©J. Barranco

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