jueves, 21 de mayo de 2015

20 de mayo de 2015: Desfile de inválidos

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Corrida de la Prensa

Ganadería

4 toros de la ganadería de Jandilla y dos de Vegahermosa, primero y segundo, ambas ganaderías de origen Juan Pedro Domecq y Díez, mal presentados, la mayoría sin rematar. Mansos e inválidos. Segundo y tercero pitados en el arrastre Se libró el cuarto, que se vino arriba en banderillas y tuvo algo de movilidad. 

Terna: 

  • Miguel Abellán De fucsia y plata. Estocada atravesada y descabello. Silencio. Media caída que vale. Saludos desde el tercio tras petición minoritaria. .
  • David Fandila, El Fandi. De blanco y plata. Estocada algo trasera y descabello. Silencio. Estocada baja. Silencio.
  • Manuel Escribano. De media estocada arriba y descabello. Silencio. Estocada baja en los medios. Aplausos

Presidente: D. Julio Martínez Moreno.

Si el presidente hubiera devuelto al primero, un inválido que no reunía condiciones para la lidia, tenía que haber devuelto casi toda la corrida, ya que el ganado adoleció de fuerzas para el fin que vinieron a la plaza, así que decidió mantenerlo en el ruedo para que los espectadores no cogieran querencias a las devoluciones, y de paso mirar por los intereses de la empresa en lugar de la fiesta y de los espectadores que pagan su entrada. El negocio, es el negocio. Espero que con estos detalles esta empresa, llamada fiesta no se declare en ruina, pero por el camino que la llevan, me temo que así será. 

Suerte de varas

  1. Entusiasta 530 Kg. En ninguna de las dos entradas al caballo fue castigado. Sin fuerzas para la lidia.
  2. Guiñador 544 Kg. En la primera vara empujó sin clase y a la salida se derrumbó en la arena. En la segunda vara no lo castigó, el animal no lo necesitaba. Inválido sin más.
  3. Feriante 509 524 Kg: Acudió al caballo en el 10, le tapó la salida, como es costumbre y el toro salió listo para sentencia. En la segunda entrada no fue picado, pero para evitar males mayores para la fiesta, el presi cambio el tercio. Inválido. 
  4. Gestor 540 Kg. En la primera entrada al caballo salió suelto y sin castigar. En la segunda el piquero creyó que hasta el rabo todo es toro y picó en los bajos, eso sí, rectificó, pero el mal estaba hecho. Manso que se vino arriba en banderillas.. 
  5. Ojeador 550 Kg: En la primera entrada derribó por la impericia del piquero. En la segunda le tapó la salida el montado y cuando salió blandeaba como toda la camada. Manso y blando. .
  6. Abate 543 Kg. En la primera entrada al caballo salió suelto y en la segunda no fue castigado, volvió a salir suelto y entró al relance. Manso que se defendió en la muleta. 

Cuadrillas y otros:

La plaza registro tres cuartos de su aforo en tarde con algo de viento que molestó en momentos la labor de los toreros. Cada uno de los matadores brindó su primer enemigo al padre del rey, que se encontraba presenciando la corrida en el tendido 2, invitado por La Asociación de la Prensa. Fue tarde de matadores-banderilleros y el único que no castigó a los espectadores con el esperpéntico espectáculo que ofrecieron, tanto El Fandi como Escribano, fue Abellán, de otra manera muchos hubieran renunciado a su afición a la fiesta.. 

Comentarios:

Caramba con los toreros banderilleros no se cortaron ni con los animales inválidos que les tocaron en suerte. Si los tercios de banderillas que ejecutaron, tanto El Fandi como Escribano, hubiera sido un paréntesis al rigor, se podía haber aguantado, pero no, ya con la muleta ambos coletas continuaron mostrando la poca seriedad con la que tratan a la fiesta. 

El único toro que se libró de la mediocridad y de la invalidez fue el cuarto y el torero Miguel Abellán hizo lo que pudo. Al segundo muletazo le tiró un gañafón que lo desarmó, el torero tenía que haberse dado cuenta del enemigo que tenía, y si lo que buscaba era llegar a los tendidos toreando, debería haberse cruzado al pitón contrario y ganarle la partida de la única manera posible, y no limitarse a pasarlo por la muleta acompañando el viaje del toro y lo más lamentable, escondiendo la pierna contraria. Pero como dije al principio, Abellán hizo lo que pudo, que no fue todo, claro. En su primero, dado su invalidez, el burel no debía de haberse lidiado, pero el presidente decidió dejarlo en el ruedo, por ese motivo en cuanto lo sometía el astado perdía las manos. Por si fuera poco lo expuesto, el torero basó su faena metiendo el pico en el toreo con la derecha, mostrando con ello la cruz de la fiesta, que es muy pesada para los aficionados.

El primero de El Fandi perdió las manos en los inicios de faena y ante un toro cadavérico el torero granadino continuó toreando con la derecha con la suerte descargada. Cuando se echó la muleta a la izquierda la afición sintió pena de lo que veía en el ruedo, por tal motivo le pidieron al torero que abreviara la faena. Su segundo fue una reiteración, después de recibirlo de hinojos intentando calentar el ambiente de los tendidos de sol, al segundo muletazo el burel clavó las rodillas en la arena. Todo lo demás fue una parodia, citando con la suerte descargada, pero la muleta de El Fandi es así y no se le puede pedir más. Lo que sorprende a los aficionados es que un torero limitado con la pañosa, los empresarios siguen contratándolo como si de una figura se tratase, una figura que pone banderillas a toro pasado y encandila a los espectadores con sus carreras atléticas alrededor del toro. .Así es El Fandi, y así son los espectadores en la actualidad. 

Tampoco Manuel Escribano tuvo su tarde ni con los rehiletes ni con la muleta. En cuanto a las banderillas, el único par que puso arriesgando fue el tercero, quebrando a su primer enemigo citando desde el estribo. En los dos anteriores no consiguió cuadrar en la cabeza de su enemigo. Es la moda clavar a toro pasado. Con la muleta recibió al animal desde el anillo con dos pases cambiados, tomando el relevo a sus compañeros referente a la poca variedad del toreo expuesto. Viendo a un torero se han visto a los demás. Su primero fue otro inválido que no se mantenía en pie Su toreo con la muleta se basó en acompañar al pobre animal en sus embestidas ya que no podía someterlo, con el agravante que citaba con el pico. Al natural solo se le vio el intento. En su segundo dejó la duda de quién había toreado a quién, ya que el toro lo llevó por la arena sin que el torero mandara con su muleta. Después de intentarlo sin éxito en redondos y al natural prefirió exponer con el arrimón, desplegando la novedad de las iteradas manoletinas, pero ni con consiguió calar en los tendidos. Porque no lo intenta la próxima vez toreando, ánimo torero, igual se lleva la grata sorpresa que su arte llega a los aficionados.



©Pepeíllo.

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