miércoles, 27 de mayo de 2015

26 de mayo de 2015: Al matadero este ganado

Plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo Corrida de toros.

Ganadería

6 toros de El Puerto de San Lorenzo. Encaste Atanasio Fernández Lisardo Sánchez. El sexto fue devuelto a los corrales por inválido y en su lugar se corrió un sobrero de la ganadería de José Luis Pereda, encaste Núñez. Los del Puerto mansos de libro y blandos. Varios fueron pitados en el arrastre. Seguramente la empresa ya estará negociando para que este ganadero acuda en la próxima feria. Eso es lo que se llama proteger a la fiesta.

Terna

  • Antonio Ferrera. De azul marino y oro. Pinchazo, estocada caída y descabello. Silencio. Pinchazo sin soltar y pinchazo hondo bajo. Silencio.
  • Miguel Abellán. De verde oliva y oro. Estocada contraria. División de opiniones cuando saluda. Estocada delantera saliéndose de la suerte y descabello. Silencio
  • Daniel Luque. De verde y oro. 9 pinchazos, aviso y descabello. Silencio benevolente. Estocada caída. Petición y vuelta al ruedo.

Presidente: D. Justo Polo Ramos

En esta ocasión el presidente no cayó en el triunfalismo que han venido demostrando sus compañeros y ante una petición minoritaria en el sexto, no aireó el pañuelo blanco. 

Suerte de varas
  1.  Pitinesco. 555 Kg. En el caballo lo único que demostró fue mansedumbre y blandura.
  2. Buscapan. 560 Kg. Empujó sin clase en el caballo en la primera entrada y en la segunda no fue picado. Manseó en varas y su juego en la muleta no llegó a los tendidos.
  3. Malvarrosa. 599 Kg: En la primera entrada se dejó pegar pero salió suelto y se marchó a querencias. En la segunda fue picado por el picador que tapaba puerta. Manso sin más.
  4. Cartuchero. 570 Kg. Al no ser parado acudió al picador de reserva y perdió las manos en la pelea. En la segunda entrada se limitó a defenderse. Manso y descastado.
  5. Langostero. 621 Kg: En las dos entradas al montado hizo una pelea de manso y en la segunda salió suelto. Manso y descastado.
  6. Cateto. 532 Kg. En la primera entrada al caballo se dejó pegar, salió suelto y mostró blandura de remos. En la segunda vara no lo castigó el picador. Manso que se dejó torear en la muleta.

Cuadrillas y otros:

En tarde primaveral, se celebró la decimo novena corrida del abono isidril, registrando tres cuartos de aforo. Respecto a los toreros de plata destacó con los rehiletes A. Neiro, El Algabeño, colocando en el sexto un par de poder a poder, dando todas las ventajas a su enemigo y el público le obligó a desmonterarse. También se lució la cuadrilla en este toro en el toreo a una mano. Los toros salmantinos de El Puerto de San Lorenzo, destacaron en mansedumbre y sin gota de casta en sus venas y para rematar su juego, hasta blandos. Alguna voz del tendido le recomendó a la empresa que no volvieran más. Seguramente le harán caso, pero hasta el año que viene. 

Comentarios:

El ganado que trajo de la dehesa salmantina la familia Fraile debería haber ido directamente al matadero. Que desastre de corrida. 

De nuevo Antonio Ferrera privó a los aficionados de ver parear al torero de plata, J. Manuel Montoliú. Es lo que tiene en ir en una cuadrilla de un torero banderillero. El maestro balear solo puso voluntad al parear a su lote pero a la hora de cuadrar en la cara de su enemigo, siempre lo hizo a toro pasado. Tampoco estuvo muy afortunado en el par que colocó en el cuarto al quiebro, donde su enemigo pasó a gran distancia del torero. Lo único que le sobró al matador fueron carreras. Pero supongo que serían vistosas para el gran público que ocupaban los tendidos, sobre todo los isidros. Con la muleta en la mano no convenció a nadie y su labor en ambos toros se fue diluyendo en la vulgaridad junto al juego que dieron sus enemigos. El primero no rodó por la arena porque no se empleó en la pelea, como es típico de este encaste, y el torero se limitó a pasarlo por la pañosa de manera insulsa sin conseguir ni un solo muletazo que despertara a los espectadores del sopor. Al final se le marchó a tablas. Su segundo después de buscar los terrenos adecuados para la faena el que si los encontró fue su enemigo que poco a poco lo fue llevando a sus querencias, terminando en chiqueros. 

Abellán sometió a su primero por bajo pero ese castigo no le valió para nada ya que cuando se echó la muleta a la izquierda no pudo con el genio de su enemigo. Si eso ocurrió por el pitón izquierdo, por el derecho abusó del pico y no le presentó la muleta plana en ningún momento, El toro se quedó sin recorrido y al final lo desarmó, su pesadez se notó en los tendidos. Es lo que ocurre cuando la vulgaridad mana de la muleta del torero. Ante el segundo de su lote, manso y descastado, lo único que cabía era machetearlo, pero el torero intentó sacarse de la muleta otro tipo de faena y lo único que consiguió fue lo contrario, que el público le musitara su descontento. 

El primer enemigo de Daniel Luque se vino a querencias al no conseguir sujetarlo con su muleta en los medios, con muletazos escondiendo la pierna contraria y no mostrándole al burel quien mandaba. El toreo moderno tiene ese inconveniente, si el torero no le puedo a su enemigo, el toro termina mandando. Y eso fue lo que hizo el manso, terminar acunado en toriles, y allí se lo puso muy difícil al torero, que no encontró los recursos para despenar a su enemigo que no fueran nueve pinchazos. Son las figuras del momento. En su segundo salvó unos redondos citando desde la boca de riego, el torero sevillano no supo acoplarse al único ejemplar que dio algo de juego en la muleta. No dio un muletazo que mereciera la pena recordar. Lo intentó en redondos, al natural, pero su muleta se negaba a rematar los muletazos en la cadera y todos terminaban con enganchones. Lo intentó toreando con la derecha sin la ayuda del estoque simulado, pero los tendidos no reaccionaron a la voluntad del torero. Al final el público generoso solicitó la oreja, pero el presidente se negó en redondo. Pensaría, tonterías, las justas.



©Pepeíllo.

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